Nací en el Caribe, crecí en el Mediterráneo, y quiero ver qué me depara California.
Quedan cinco días para comenzar el viaje hacia Silicon Valley. Es un viaje que realmente empezó hace unos meses, cuando nos admitieron al programa Yuzz con Júramelo.es, la nueva plataforma de traducción jurada online que llevamos ya dos años cocinando. Pero ahora, estamos en la lista que pone «Proyectos ganadores Edición Yuzz 2011«, tenemos el billete, la reserva en el hotel, y muchos, muchos planes. Por cierto que Júramelo ya tiene blog propio:
Ya hemos publicado unos cuantos artículos:
Dicho así suena muy fácil, como aquello de South Park (paso 1, recoger calzoncillos, paso 2, y paso 3, beneficios). Es un chiste que creo que a los emprendedores nos hace especial gracia, porque el quid de todo lo que hacemos es el paso 2. Leí hace no demasiado que todos los éxitos repentinos, cuando se investigan, resultan ser el fruto de un larguísimo trabajo. ¿Me dejáis que llame a esto éxito? Me hace ilusión… Este éxito, decía, no está siendo fácil ni repentino.
Vamos a la meca de la tecnología a aprender. Decía Yeray, nada que demostrar, todo por aprender y aunque suena bonito, no es del todo así: vamos para aprender todo lo que podamos, pero también tenemos que demostrar lo que hemos hecho y lo que somos capaces de hacer. Este viaje no es un final, es un principio.
Como veis en el título nuestros planes malvados van más allá. No queremos irnos a Silicon Valley para no volver. Queremos ir a Silicon Valley para aprender, sí: para averiguar cómo está hecho, para empaparnos del ambiente, métodos, energías (¡capital!) y traérnoslo de vuelta para acá. Los que mejor me conocen saben que siempre he soñado con ir, pero que mi sueño en colores no es tanto irme a San Francisco (a empezar una nueva vida, como decían en Lucky Luke) sino que lo que me gusta de allí esté aquí. Pienso de verdad que España es uno de los mejores lugares del mundo: por la combinación que me ha dejado marcada de carácter, gente, comida y sol. ¿Qué hace falta para que atraigamos a empresas que podrían estar en cualquier parte, y creemos aquí un ecosistema de innovación constante? Vamos a verlo.
PD: Muchas gracias a Martine por su enhorabuena 🙂 Por cierto que si alguien quiere un tour guiado por Júramelo.es (y puestos a pedir, escribir sobre ello lo que quiera, más halagador o más crítico) que me lo comente, y yo encantada. 😉
PD II: ¿Acabaré… con ritmo caribeño, paladar Mediterráneo, mente californiana?
PD III (actualización): ¿O es que he sido siempre así?
A este ritmo voy a cambiarle el nombre al blog. Hoy, de nuevo, Pablo Mira (co-protagonista del blog y de mi vida) es noticia o al menos aparece en una noticia. Esta vez en El País, con un artículo precioso sobre los matemáticos como (¡caramba!) seres humanos. Me ha encantado y lo recomiendo, no sólo
Sapir-Whorf y Granada son dos conceptos que giran en este momento por mi cabeza, a tanta velocidad como para ponerme a escribir. Mi abuela es una de las razones de que, aunque hayan girado otras cosas, no haya escrito nada este verano. Imaginad por un momento a las personas que se sientan a vuestra mesa
Sé que este artículo es antiguo: llevaba ya un tiempo queriendo publicar la entrada (más o menos un año, tengo calculado), pero lo bueno es enemigo de lo mejor. Aquí va: un artículo buenísimo de Pérez Reverte. Suelo estar de acuerdo con él (excepto en algunos temas muy concretos), pero este artículo lo quise enmarcar
Comentarios