En una casa con dos niños y dos adultos, el cesto de la ropa vacío es un postulado teórico, como el infinito o el cero Kelvin: necesario, pero inalcanzable.
No soy sabia y escribo un blog: esta es mi confesión.
Es verdad, no sé todas las respuestas. Hablo sobre el mundo de la traducción y traduzco poco. Soy madre pero paso de la literatura para padres. Hablo de emprender con la cuenta bajo mínimos. Tengo ideas y aún no he muerto por ellas.
Necesito vuestra ayuda (como presentes y futuros lectores) para elegir qué plantilla le pongo al blog. En esta época de rebajas y renovaciones de vestuario, necesito ayuda para elegir… ¿Lo dejo como estaba? Pros: es la opción más fácil. Contras: me parece que el diseño ya no me pega mucho, lo veo un poco caótico
¿Qué decidiría al final Mary Jane? ¿Responsabilidad, cambios y pasta en Madrid? ¿O aventura, y retos diferentes en Cuba, para luego volver a casa (o no)? Aquí tenéis la respuesta: Mary Jane 22 julio 2009 a las 5:25 pm En primer lugar, gracias a todos los que habéis hecho comentarios en este blog y por
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