«Tenemos la capacidad de construir prácticamente cualquier cosa que nos imaginemos. La pregunta clave no es ¿puede construirse? sino ¿debe construirse? Esto nos coloca en un excepcional momento histórico: la prosperidad de nuestro futuro depende de la calidad de nuestra imaginación colectiva».
El día de la nevada del 83 fue el que me mudé a Murcia por primera vez. Mi padre había conseguido trabajo (en Maristas, enseñando filosofía) y yo aún era hija única. Fue el día siguiente a su cumpleaños. Dos chavales de 25 años con una niña pequeña veían sus cuatro muebles llenarse de nieve
Parece que voy a tener que puntualizar lo que escribí en aquel artículo sobre «qué hace una traductora nada más sacar el ordenador de la caja». ¿Que por qué? Porque os escribo desde mi flamante iMac de 21,5 pulgadas (morid un poco: 4GB de RAM, 1 tera de disco duro), cortesía del Dr. Mira &
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