Un beso como el primer pie en la arena Un beso como el asiento de atrás, tras la playa Un beso como la cinta de casette que se ha derretido Un beso como un semáforo bajo el sol hace treinta años Un beso como robar una patata frita de la cocina Un beso como tus
Los oseznos jugaban sin parar. Era muy divertido verlos, y daban ganas de ir y jugar también (hasta que te fijabas en las zarpas).
Los cambios vitales tristemente no son momentos llenos de música dramática de fondo y efectos de luz, sino pequeñas acciones aparentemente intrascendentes, que se convierten en manías, costumbres, y finalmente en tu nueva vida, no 2.0, sino 1.000001 (beta). Son cosas pequeñas que van acumulando valor, como una huchita. Y los pequeños cambios vitales que
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