Alguien le gasta una broma pseudo-estúpida a Quique por la calle, cosa que nunca comprenderé. Pablo me mira con cara de «¿tú te has enterado de qué acaba de pasar?» y nuestra telepatía falla por un momento, con lo que me tengo que conformar con expresar mis pensamientos con palabras y delante de los niños.
—Let it be. Just an idiot. Motherfucking drunk.
—¡Mamáaaaa! —me riñe #Lucía10años— ¡Eso es una palabrota, TE HE OÍDO!
—Porras. Ahora resulta que sí que hablas inglés y lo entiendes cuando te interesa. ¿Ya no voy a poder decir palabrotas ni siquiera en inglés?
—Podrías decirlas en alemán. Bueno… pero entonces cuando te oyera hablar alemán sabría que estás diciendo una palabrota.
Perdidos. Estamos perdidos.
¿Debería recopilar todas las historias de Quique y Lucía en un documento? Es una pregunta seria que os hago como lectores. Contadme en los comentarios. También se lo he preguntado a mis mecenas en Patreon: https://www.patreon.com/minibego. Por si no os habíais enterado aún, es un sistema por el que la gente me ayuda a pagar los costes asociados a escribir, y quizá, algún día, sea suficiente para que sea por escribir en sí. Échale un ojo. El mínimo es un dólar al mes y de verdad me empuja a escribir más.
Por cierto que ya hemos llegado al siguiente objetivo pendiente, sacar 2 portadas de ebooks al año:
El siguiente objetivo es la maquetación de los ebooks por dentro:
Me parece la semilla de algo nuevo y chulo. Estoy muy ilusionada por esto, la verdad. 🙂
Una reimpresión 😉 del número de The Onion del 6 de octubre de 1783, poniendo a parir a Webster, vía The Language Hat. Me encantan estas partes: … and this pompuss, detestible New-England School Marm should be a-Sham’d to assume he is more Qualliflied than his Fellow Man to instruck the Englysh Langguige & defy
Sapir-Whorf y Granada son dos conceptos que giran en este momento por mi cabeza, a tanta velocidad como para ponerme a escribir. Mi abuela es una de las razones de que, aunque hayan girado otras cosas, no haya escrito nada este verano. Imaginad por un momento a las personas que se sientan a vuestra mesa
La mejor persona que he conocido se llamaba Anita. Uno de sus lemas era «más vale conformarse que aguantarse». Lo interpreto como que es mejor buscar tu hueco en lo que hay, y ver qué puedes hacer al respecto.
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