Es muy fácil elegir un personaje, y cuando no funciona, echarle la culpa al personaje, o cambiarlo, en vez de mirar hacia dentro y ver qué problema tenemos en realidad.
Hay un cuento que oí en alguna parte y no he vuelto a encontrar.
*Si sabes de quién es, déjame un enlace en un comentario.
Érase una vez un niño que lo pasaba mal en el colegio.
Un día, de camino, se encontró una careta sonriente, y se la puso.
Al llegar al colegio todo el mundo se dio cuenta de que la llevaba. Al verle, la maestra le dijo:
—Me estás poniendo nerviosa. Quita esa sonrisa de mi vista.
—¿Que me quite el qué? —salió una voz de detrás de la máscara.
—No me tomes el pelo o acabarás castigado. Quítatela.
—¡¡Quítatela, no seas tonto, quítatela!! —gritaban los niños a coro.
—No.
—¡Basta, al rincón! Castigado mirando la pared.
El niño se fue al rincón, aún con la careta sonriente puesta. Acabó la clase y los niños salían al patio. Unos se le acercaron.
—¿Por qué no te la has quitado? ¡Ahora te quedas sin recreo!
—Es la careta la que está castigada, no yo.
Este blog se aventura en mi vida personal, y a veces temo que se convierta en la versión oficial de mi vida. Gente que me conoce me para y me dice: ¡he leído tu blog! ¡qué bien te va! Como no publico artículos llenos de drama parece que no me pasa nada malo.
Las cosas que digo o son verdad o son divertidas, y prefiero que sean ambas. Pero hay ciertas cosas que son verdad y no les encuentro la gracia, y hasta que no lo hago, no me sale de dentro publicarlas. Como si fuera una injusticia cargar a otros con tristezas que son mías, pero no con gracietas que sí.
Hay muchas cosas que, dentro de la vida primermundista que tengo, se me dan mal, me ponen triste o me fastidian.
Estas cosas están en el límite de lo que me atrevo a publicar:
Por lo menos no me quedaré castigada en el recreo por llevar una sonrisa falsa. Hale, me voy a ver el Hobbit a ver si me animo. Que ustedes lo pasen bien.
Tenía tiempo y era menor de edad, me dije: iré con mi primer sueldo. Fui mayor de edad y no tenía dinero para ir. Conseguí un trabajo y no tenía vacaciones. Ahora soy madre, autónoma y no tengo tiempo ni dinero, pero voy a ir. ¿Quién se viene conmigo?
Había una vez una oficina, y en la oficina una chica Joan-esca. Te echamos de menos. Si, estoy viendo más Mad Men del que debiera (voy por la temporada uno, así que nada de espoilers, por favor). Véase también: The shoes-ah! en YouTube. Qué grande es (¿fue?) The IT Crowd.
Estoy oficialmente de vacaciones desde hace 5 minutos. San Agosto. No sé si escribiré. O si publicaré lo que escriba. Sé que leeré mucho, que dibujaré, y pasaré largas horas lejos de pantallas. Incluso me llevo libros en papel. Volveré con las pilas recargadas, eso seguro. ¡Mandadme una postal! O dejad un comentario…
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