Estabas frío,
te culpé.
Estabas muerto,
me culpé.
Estabas mudo,
me sentí sorda,
la culpé.
¿O estaba yo sorda?
Estabas ido.
No es culpa de nadie.
Estaba sola,
contigo, allí.
Volví a casa,
y tú me diste
la espalda.
Un relato 100% real. Por Halloween y All Hallows Read y Todos los santos. Puesto que el relato anterior dio miedo, esta vez aviso. Quién sabe, quizá este os dé risa.
—A mi abuela, Mariana Casanova. Y a Marta Serrano. Felices 33, Marta.
¡Ya queda menos! Esta tarde, en Barcelona (Librería Malpaso, 19:00h) se presenta el libro que traduje el año pasado, Porno feminista, las políticas de producir placer. Es la típica cosa que llevo un año queriendo publicar aquí, hablando largo y tendido de ello, pero de momento no ha podido ser. Por redes sociales me temo
Un viernes de octubre. En un instituto de un pequeño pueblo en mitad del campo de Cartagena, Murcia, suena el teléfono. ¡Ring, ring! —Hola, buenos días. Quiero hablar con la directora del centro.
Comentarios