Yo siempre intento arreglarlo. Pero a veces la gente no quiere que arregles nada, quiere que escuches y punto.
Ayer: «Mamá, con las alas serás un hada ingeniera. Este es tu destornillador mágico de arreglar cosas». Ojalá, hija.
En ese momento, para mí, se convierte en una experiencia masoquista: intentando disfrutar de la compañía y a la vez aguantar el dolor de ver cómo alguien se la pega, sin intervenir, sin hacer ni decir «nada».
«Nada», excepto escuchar y decir: «uf, eso suena muy duro».
—Uf, eso suena muy duro.
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Actualización: Me pasa Sabela en los comentarios este otro vídeo, muy ilustrativo, sobre la diferencia entre empatía y pena (ojo al falso amigo sympathy/simpatía):
First of all, congratulations to María (one of our partners) who yesterday got a very promising job. I am particularly proud of this fact because I helped her with her CV. Hey, that’s a 100% success rate (three out of three) 🙂 So, about our lessons… we have spent our last two sessions speaking about
Gestionar es una palabra curiosa. Últimamente la estoy oyendo mucho. Una de las últimas veces, en la conferencia de Luis Huete en su conferencia en el Día del Emprendedor del Instituto de Fomento. Estuvo hablando de su nuevo libro, Construye tu sueño (aquí se puede leer el primer capítulo). Je, ha sido gracioso, porque al
La última vez que empezaron a dolerme los lados del cuello publiqué este dibujo.
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