La interpretación simultánea parece magia, y como todo lo que parece magia, lleva mucha preparación.
Pedir los materiales con antelación (cuando están), investigar a los ponentes e intentar anticipar qué van a decir (cuando no)… Coordinar al equipo, convencer al cliente de que de que tu manera de organizar las cosas tiene sentido…
Hay días que son buenísimos y hay que decirlo. Hoy ha sido un día genial.
Llega el día y hay buen rollo y buen trabajo en cabina. Nos felicitan los clientes. La presidenta de la mesa pide aplauso para las intérpretes. Risas con las compañeras al salir…
Más no se le puede pedir a un día de trabajo.
Ha sido además una sesión con contenidos muy interesantes, sobre la relación entre aprovechamiento del agua y energía empleada para ello. Si pensábais que en Murcia el agua era un problema, imaginaos lo que nos contaban sobre Palestina, Argelia, Túnez o Egipto (no ha faltado la mención a la primavera árabe).
Pues resulta que en Murcia somos expertos en aprovechamiento del agua. ¡A la fuerza ahorcan! Pero Murcia es la Arrakis de este universo, y al parecer fuente de buenas prácticas en el aprovechamiento de agua (y todo norteño al que un murciano le haya cerrado el grifo al fregar se imagina de lo que hablo, aplicado a gran escala).
Los organizadores repetían al contratarnos a nosotras. Nos han dicho que nos han elegido otra vez «porque nunca sale nada mal, pero con vosotras fue todo rodado. Se notó la diferencia, la gente comentaba que había sido todo más fluido».
Además, se han acordado de darnos agua, comida y descansos.
Y además han tenido la cortesía de extender la invitación a la chica que cuidaba de la bebé de Xaqueline, mi compañera de cabina (un gran descubrimiento por cierto).
¿He dicho ya lo de los mini-cruasanes recién hechos y calentitos para desayunar? Pecado mortal.
No quepo por las puertas, estoy muy feliz.
¡Me encanta cuando los planes salen bien!
El otro día sentí que ganaba con un sexto puesto y que perdía con un quinto puesto. Pero ambas cosas en cierto sentido son ganar, porque sólo pierdes del todo cuando no aprendes. Cuando te pierdes.
Los que conocéis a Pablo os podéis imaginar que le hace muchísima ilusión, tanto casi como a Jose Manuel Mira y a Loli Carrillo. Os aseguro que a Lucía y a mí, también. No sólo porque me haya prometido que el año que viene iremos a Japón a celebrarlo (¡no! ¡en absoluto! ¡no tiene nada
¿Os acordáis de los niveles extra de los videojuegos? Un bonus level es una fase del juego que surge de manera inesperada. Es una pausa que no hace avanzar la trama; pero de repente, sin haberte movido del sitio, todo está lleno de manzanas, o de piedrecitas brillantes, o de cajitas con una cruz roja,
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