Empecemos por dejar las cosas claras. Hay unos señores a los que les encargamos que hicieran un trabajo, y no solo no están entregando los resultados requeridos, sino que no están haciendo las tareas que presentaron en el proyecto inicial. Eso está mal, y hay que decirles que se vayan a su casa, que vamos a contratar a unas personas diferentes para este encargo. El problema es que se han hecho fuertes en el edificio y los trabajadores de seguridad están a sus órdenes.
El problema es que, sorpresa, esos señores están en el Gobierno, y no se quieren ir.
Responden argumentos con porrazos. Ya se veía venir cuando en Nochevieja compraron un millón y medio de euros en gas lacrimógeno y botes de humo (BOE).
¿Cómo hacer que un Gobierno te escuche? Si yo tuviera la clave, no estaría dedicándome al tema de las traducciones juradas por internet. Pero a lo que íbamos.
Hasta ahora me había tomado mi puesto como de servicios mínimos (¿no somos tan imprescindibles los traductores?). La jefa siempre es servicios mínimos, o eso me enseñaron mis padres. Es lo que permite a los demás irse y que no se hunda el barco. Pero ha llegado un momento en el que siento que tengo que tomar cartas en el asunto, o al menos dar ejemplo, o algo. Como persona no puedo dejar que pase como un día más.
Yo defiendo las protestas pacíficas, y estas medidas que yo voy a tomar, aparte de escribir esto puesto que aún puedo, lo son:
Si no fuera por este último punto, podría ser uno de los días más productivos de mi carrera XD
PD: He descubierto que hay una web de empresarioscontralosrecortes.com y un facebook.
¿Y vosotros, qué plan tenéis para mañana, 14 de noviembre?
Hoy he perdido mi anillo de boda en el mar. Ha sido en la playa de Las Higuericas, frente al chiringuito Ramón (37.853568,-0.762477). Si alguien lo encuentra, que me escriba. Es de plata, de canto recto, y pone «PABLO» dentro. Today I’ve lost my wedding ring in the Mediterranean. To be precise, it was at
Retratos animales: el lobo, originalmente cargada por Bego*. Dicho así, suena comestible. Será que ya tengo hambre.
El fin del mundo se acercó… pero luego todo volvió a la normalidad, como en el Restaurante del Fin del Mundo. No sé si os habréis enterado, pero ayer durante un par de horas… ¡Gmail dejó de funcionar! El horror, la locura. A mí me molestó, pero ahí estaba Thunderbird y mi propio servidor POP3/IMAP
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