Entre hoy y mañana muchos padres descubrirán las cuatro maldiciones que puede tener un juguete, a saber: voluminoso, ruidoso, pringoso y múltiples piezas. Es algo que abuelos, tíos y demás familia negarán conocer. Si tienes niños a tu cargo y alguna vez has maldecido un juguete, probablemente sea por una de las siguientes razones:
Todo esto sin entrar a trapo en el valor educativo, a veces nulo, a veces claramente negativo, que es materia para otro artículo.
Veamos un ejemplo de juguete salido de las profundidades del infierno: busto rubio con juego completo de maquillaje y peluquería a tamaño real. Es voluminoso, es pringoso, tiene múltiples piezas, y además el secador hace ruido: vamos, el pack completo.
Como padre que regala juguetes, uno querría minimizar el número de maldiciones por juguete. Por otro lado, los niños probablemente piensan que si no es enorme, no suena, no pringa y no lo puedes esparcir por toda la casa marcando tu territorio, es un rollo total. A unos y a otros, ¡felices Reyes!
¿Qué plan tenéis? A ver qué os parece el siguiente plan para esta noche: primero una introducción a un tema de interés dentro de los derechos humanos por parte de un voluntario de Amnistía Internacional, y después un documental en versión original francesa subtitulada en español sobre ese mismo tema. Pues es esta noche, y
Después de repararme a mí misma de la gripe, cual Terminator II (ver final de este artículo), de reparar y configurar el Tablet, y de reparar (y me queda todavía configurar) el OpenSuse, necesito apuntarme estas tres extensiones imprescindibles (para mí) en Firefox: (Nota: ya he escrito antes sobre qué instalo en mis ordenadores). Adblock
Josep Martínez just sent me via twitter this very nice nice article and I recommend that you read it too: Alyssa Aldersley: The double life of being a parent at an early stage startup After finishing it, I thought that it would be interesting to comment. After commenting, I thought, well, now that I’ve written
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