Me llaman del banco a las ocho y media de la noche de un martes después de puente, con la esperanza de que les compre unos fondos estructurados ligados a Telefónica, Vodafone, Hyundai e Inditex. Por supuesto me llama una chavala majísima de sensual voz. Para más datos, para los que gusten de estas cosas, con un cierto acento gallego.
Es el equivalente bancario de la llamada borracha del sábado a las dos de la mañana.
Mi primera reacción después de colgar es, joder, vas a llevarme al huerto ¿y no me invitas ni a una copa primero?
No, no gracias. Hace seis meses necesitaba mi línea de crédito de la empresa y me la quitasteis de debajo de los pies. Ahora no me vengais con historias de eres muy importante para mí, vamos a darnos otra oportunidad.
La frase que más me ha dolido ha sido por supuesto, en ningún momento perdería usted su dinero. Argh. Esto equivaldría a lo de no haremos nada que tú no quieras.
Claro que no.
País…
Al final todo depende de tu forma de ver el mundo y de la gente con la que te juntes.
No observes el objeto de tu deseo durante veinte años. Haz algo hoy.
Hoy empiezo de verdad a publicar las preguntas que me hacen por correo electrónico (que siempre contesto, aunque a veces tarde un poco). La última puede que beneficie a alguna agencia de la competencia, así que lo justo será que beneficie (si sirve) a todas las que hubieran querido hacer la misma pregunta. Primera pregunta
Hoy traduzco un artículo del blog de Seth Godin, The difference between hiring and recruiting: La diferencia entre contratar y fichar Por Seth Godin Bob pregunta si hay alguna diferencia. Yo estoy bastante seguro de que sí. Contratar es hacer saber al mundo que aceptas solicitudes de gente que busca trabajo. Fichar es el acto
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