Jamás te lo dije.
Me obligaste
a acabarme el desayuno
—atragantándome—
me tragué también
mis palabras.
Ese silencio fue mío,
como el de Donés.
Había un bufé libre
en mi corazón
enfriándose.
Al principio no había tiempo ni espacio, pero a lo mejor durante un momentito, todo, todo lo que hay estaba en un sitio muy pequeño, como un dado del parchís.
¡Ya queda menos! Esta tarde, en Barcelona (Librería Malpaso, 19:00h) se presenta el libro que traduje el año pasado, Porno feminista, las políticas de producir placer. Es la típica cosa que llevo un año queriendo publicar aquí, hablando largo y tendido de ello, pero de momento no ha podido ser. Por redes sociales me temo
Soy un poco Hobbit. Me gusta ver crecer las cosas poco a poco. Me gustan las rutinas (y salir de ellas: pero me resultan cómodas). Me gusta que algo se acabe y comprar otro igual, me da sensación de haber acertado. Mi despedida favorita es «hasta mañana».
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