Somebody makes a pseudo-stupid joke at my son Quique in the street —something I’ll never understand. Pablo looks at me with his best “what the hell just happened, did you get it?” and our telepathy fails for a moment, and I have to make do with expressing my thoughts with words, and in front of
Jamás te lo dije. Me obligaste a acabarme el desayuno —atragantándome— me tragué también mis palabras. Ese silencio fue mío, como el de Donés. Había un bufé libre en mi corazón enfriándose.
El otro día sentí que ganaba con un sexto puesto y que perdía con un quinto puesto. Pero ambas cosas en cierto sentido son ganar, porque sólo pierdes del todo cuando no aprendes. Cuando te pierdes.
Comentarios