Ha sido genial recibir el correo de Bab.la diciendo que este blog ha pasado la primera criba y está en el top 100 de la categoría de blogs de profesionales de los idiomas del ranking anual de Bab.la y Lexiophiles (los que organizan el único que hay, que yo sepa). Ahora queda una segunda fase en la que el 50% son los votos de los lectores, así que si alguna vez habéis querido animarme en la sombra a que escriba más, no tenéis más que darle unas palmaditas a mi ego (a mi mini-ego como me decía un tuitero el otro día) votando por mi blog aquí:
Están por orden alfabético así que el mío está cerquita del principio: pone «Begona Martínez» (sic):
Le das al selector y se pone así:
Y luego bajas abajo del todo, y donde pone «Vote», pulsas el botón:
Y ¡tachán! ya está, has hecho tu parte para que yo escriba con más ahínco si cabe, y además te dice cómo va la cosa:
Bueeeno, y después de eso, puedes votar otro día que te aburras, o quizá quieras dedicar tu tiempo a otros blogs de traducción españoles, por ejemplo, qué te diría yo… (lista no exhaustiva y por orden alfabético):
¡Qué nivelazo hay! Haber llegado hasta aquí con los blogs tan buenos que hay últimamente es todo un honor. Muchas gracias a los que hayáis sugerido el mío.
Últimamente estoy trabajando demasiado. Me encanta y soy feliz, pero me estoy pasando. Lo tengo claro y tengo que (no) hacer algo. Sin embargo, me cuesta despegarme. Encontrar gente a la que confiar lo que ya no cabe. Como me gusta es más difícil, se van las horas y no me siento (demasiado) mal, hasta
Parece que voy a tener que puntualizar lo que escribí en aquel artículo sobre «qué hace una traductora nada más sacar el ordenador de la caja». ¿Que por qué? Porque os escribo desde mi flamante iMac de 21,5 pulgadas (morid un poco: 4GB de RAM, 1 tera de disco duro), cortesía del Dr. Mira &
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