Ayer fui a la primera sesión presencial de un curso que estoy haciendo sobre desarrollo de competencias directivas, que imparte Carmen Pérez Saussol: gestión de equipos, resolución de problemas, gestión del conflicto, del tiempo, del estrés, de la creatividad… Todo cosas extremadamente útiles que necesito para ayer, valga la expresión 🙂
Lo que quiero decir es que nunca sobran.
La frase resumen con la que me quedo es la siguiente:
Hay que estar bien para dirigir bien.
Parece una obviedad, pero todas las cosas que tiene que tener alguien que esté llevando a un grupo de personas a alguna parte, no las puede tener si no está bien. Después de acabada la sesión marqué con una estrella las cosas con las que me quedaba para pensar más sobre ellas. A ver qué os parecen:
Y para demostrar que me pringo, mi lista de resoluciones (en vigor desde anoche):
Resulta que para ser buen jefe tienes que ser una persona que trasmita serenidad y seguridad en que estás llevando las cosas a buen puerto, y para eso hay que ser feliz, así que… ¿quién se apunta a echar unas risas?
Bonus: Este artículo de Angel María con 5 cosas para conciliar trabajo y familia, y los comentarios.
Por cierto que hay 19 cosas en la lista y eso en internet queda feo. Si ponéis la 20 en los comentarios os lo agradeceré.
Hoy es un gran día para salir del armario, pero en la vida, como el Google+, hay muchos círculos y muchos armarios diferentes.
Leía hace poco un consejo para escribir una novela que decía: «escribe sobre aquello que no puedas comentar en la cena».
Me refiero, principalmente, a dos cosas: una, montar una red cuando todo se pone en tu contra (finalmente, como siempre, Linux era la solución) y acabarme Las Benévolas, el premio Goncourt 2006 (ISBN: 9788489662520, aunque yo me he leído la edición del Círculo). Normalmente, si sigues voluntariamente haciendo algo que no es fácil, no es
En una casa con dos niños y dos adultos, el cesto de la ropa vacío es un postulado teórico, como el infinito o el cero Kelvin: necesario, pero inalcanzable.
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