Estoy muy triste por la muerte de Steve Jobs. Mierda de cáncer. Lloro acordándome de mi abuela Mariana Casanova, y lloro pensando en las personas queridas que siguen luchando.
Ya he hablado antes de algunas de las cosas en las que me ha inspirado Steve Jobs: en Que no te atrape el dogma y en Por qué seguir. Steve Jobs me ha inspirado a crear belleza a través del trabajo, con cariño y felicidad. Gracias a él hay más belleza en el mundo: más belleza digital, nuevas y mejores maneras de crearla, nuevas y mejores maneras de recibir la belleza de la obra humana.
Si vives cada día como si fuera el último, el día que te mueres tu trabajo está hecho ya. Steve Jobs ya descansa. A los demás nos toca quedarnos, hambrientos y tontos, un día más.
Stay hungry, stay foolish. (Steve Jobs, 1955-2011)
Me refiero, principalmente, a dos cosas: una, montar una red cuando todo se pone en tu contra (finalmente, como siempre, Linux era la solución) y acabarme Las Benévolas, el premio Goncourt 2006 (ISBN: 9788489662520, aunque yo me he leído la edición del Círculo). Normalmente, si sigues voluntariamente haciendo algo que no es fácil, no es
Este sábado 24 de noviembre tengo más corridas que fechas, como dice mi madre. Para los de fuera: es una metáfora taurina. Estaré a las 9:00 en el curso de OmegaT que organiza Matiz y que imparte Sergio Alasia, de Qabiria. A las 11:30 estaré en la mesa redonda/programa de radio Erres Reales en el congreso de AJE Murcia, #R2012.
Hace poco ha salido publicada la preciosa web profesional de Fernando Villar Sellés (aunque creo que no es secreto que es El fotógrafo ocioso). Siempre me han encantado sus fotos, y me ha venido a la memoria que yo también salgo en alguna. En concreto, en estas con el famoso Horacio Elizondo, que estaban en
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