Seré breve, porque tengo delante a Mary Jane. Sirva para decir que Mary Jane no soy yo, ni es María, es otra persona, pero este no es su nombre real, por si lo habíais dudado. Estamos al fresco en un FresCo, y tiene el siguiente dilema:
Chica de 34 años, sin ataduras familiares, con hipoteca en su ciudad actual y oposiciones aprobadas en mando intermedio universitario, con Máster en Cooperación Internacional a medio hacer, se encuentra con la siguiente encrucijada:
Opción A
Seis meses de prácticas remuneradas en Cuba (600€/mes) de cooperante como parte del máster, y vuelta a su puesto habitual (o no…) con reserva del mismo. Nivel de estrés previsto: bajo.
Opción B
Puesto de responsabilidad en entidad semipública, con contrato laboral, de 9 a 18h en Madrid (50.000€ brutos/año), al menos dos años, sin reserva de puesto, y con problemas para terminar el máster. Viajes abundantes incluidos. Nivel de estrés previsto: alto.
Las opciones son mutuamente excluyentes. ¿Qué debe hacer nuestra amiga Mary Jane? Pues eso os preguntamos, amables lectores. Tiene hasta mañana martes por la noche para elegir. Quedarse no se va a quedar.
De pequeña conocí a dos niñas inglesas increíbles. Eran hijas de un poeta y una pintora. ¿Quién no querría aprender su idioma? ¿De dónde habían salido?
Salen en las fotos de mis cumpleaños… Publicaría las fotos, ochenteras y borrosas, pero también salgo yo, con aquellas gafas y aquellos pelos. No sería justo.
Hoy he llegado al trabajo y me ha dicho Pablo Campos:
—¿Eres tú la que me ha hablado de Alondra Bentley?
—Alondra López Bentley, la hermana de Clarazul. Hace años que no la veo. Es de tu edad, ¿de qué la conoces?
Y ha sacado el periódico.
Allí estaba Alondra.
Ahora resulta que es Alondra Bentley.
¿Quién no mataría por cantar así? ¿Quién no pagaría por escuchar su voz?
Antes de saberlo le he preguntado a Lucía (ya hablamos a la vuelta del cole) si quería ir a un concierto: «Síiii, y yo toco la trompeta», me dice. «Sí cariño, pero vamos a escuchar y hay que estar en silencio» le respondo.
«¡Yo no quiero escuchar, yo quiero tocar la trompeta!» me contesta.
Me recuerda a muchos niños más mayores.
Lo malo de enterarse de estas cosas por internet es que te preparan mal para las noticias. Yo leía encantada, feliz, qué gran tema para el artículo 100 del blog… y de repente dicen en esta reseña «un homenaje a su madre, fallecida justo un año atrás», y piensas «¿qué? ¡¿Dios mío, Susan?! ¡no tenía ni idea! Las flores que pintó para mi madre… allí siguen, como siempre…»
Bueno, por lo que veo va a Elche el 15 de este mes, y también llevo desde el instituto queriendo ir al Sonorama, que es el 15 del que viene. Así que hay una posibilidad no muy difícil de oírla cantar en directo. Su hermana Clarazul ya nos dejó con la boca abierta una vez en una excursión… fue mágico. Y llevo todo el día escuchando el disco. Sólo puedo imaginar lo que será un concierto de Alondra.
Aprovechando que Lucía duerme y P está jugando al Texas Hold’em con los matemáticos, cierro el Factusol, el correo y todo un ratito y os cuento algunas cosas… estoy muerta, así que este artículo tiene dos resultados garantizados (Simpsons: ¡Nosegarantizanresultados!): desconexión de la temática interna y probablemente (argh) alguna erratilla.
La celebración de Greenpeace es a las 19:30 así que no son del todo incompatibles.
La ponencia en la que participo, junto con Amelia González, es a las 10:00. Estaré todo el día en Cartagena.
Para ir al Día del Emprendedor habrá autobuses gratuitos desde Murcia para los inscritos (hay que inscribirse de todas maneras, gratis, en emprendeconinfo.com).
Bellas Artes.
Me encanta. Soy la peor de la clase, y aun así, soy muy feliz.
Japón.
Se acabó el viaje a Japón. De hecho, a la semana siguiente del post anterior, cuando volví a Nara con Pablo, ya no quedaba apenas ningún cerezo en flor. Tempus f*ing fugit, como dice Zor, atrapa el sakura, haz hanami mientras puedas, y demás.
Tengo que publicar todo sobre el viaje a Japón, puesto que hasta tengo una petición formal de Paco (¡lo escribiré!).
Temas pendientes, por tanto:
Por qué no me he quedado a vivir en Japón, a pesar de la tentación (respuesta corta: porque me ha parecido más conservador/discriminatorio aún que Murcia, quién lo iba a decir, y me ha resultado incómodo).
Todos los motivos para quedarse para siempre, a pesar de eso: sashimi, ternera de Kobe, aparatitos con botones, tecnología, cultura, limpieza, ¿he dicho lo tecnológico que es todo?, la caligrafía, el sashimi, los móviles con internet de alta velocidad, ¿la ternera de Kobe ha salido?, los tacones de aguja en el metro, el hanami, ¿sashimi lo he dicho ya?, lo manga que es todo, que los trenes lleguen siempre a tiempo, los aseos públicos con desinfectante y olor a flores, la ternera de Kobe, el paisaje humano, ¿he dicho ya la tecnología, el sashimi y la ternera de Kobe?).
Esquizofrenia o bipolaridad de la moda japonesa (diario versus fin de semana versus cosplay), las medias por la rodilla, los pinkis de moda, y por qué Lucía no llevará jamás uniformes japoneses de colegio, si puedo evitarlo.
El misterio de los Girl’s Bar. ¿Qué son? Y si son lo que sospechamos ¿por qué es tan aburrido?
La manta raya de cuatro metros del Acuario de Osaka, jugando.
Nara. El edificio de madera más grande del mundo, el buda bajo techo más grande del mundo, y el merchandising de Hello Kitty (o Doraemon; o Snoopy) en el regazo de Buda más kitsch del mundo.
El día que llamaron a Pablo para decirle que era uno de los 100 líderes del futuro según la revista Capital. (Procrastinators: leaders of tomorrow).
Los Spanish Churro del Starbucks (¡Mini Churoky!)
Y… eso os contaré, más o menos. A ver si poniendo la lista primero, me animo a hacer actualizaciones cortitas.
Por fin, ya no estoy enferma. Y Japón… es increíble. Es como viajar al futuro, o a Marte, o al pasado, o a todo lo anterior.
Por fin puedo de nuevo hablar, y menos mal. Además, lo necesitaba. Ayer cantaba Quique aquello de esta iba a ser una canción instrumental…
En los quioscos del metro venden USB de conexión 3G y pañuelos de tela, al lado de los caramelos.
Los cerezos… ahora lo entiendo. Están por todas partes, de repente te distraes, das la vuelta a una esquina, el tren pasa un edificio, y de repente, ahí están. Una explosión de color, de olor, y siempre, de manera un tanto extraña, una sorpresa.
Y dices: ¡Oh!
Y no sabes decir nada más, durante unos segundos.
Me cuentan que Lucía lo está pasando bomba estas vacaciones. Yo la echo mucho de menos. Hay más niños de lo que uno podría pensar. Ayer estuve en Nara, y a Lucía le habrían encantado los ciervos (los mensajeros de los dioses) que viven en el parque, en los jardines alrededor de los templos. Se lo habría pasado fenomenal, con todos los demás niños (y muchísimos adultos) dándoles galletas para ciervos.
Nos he comprado (para ella y para mí) rotuladores-pincel para hacer kanjis de colores. Las tiendas de artículos de caligrafía son impresionantes. Me tuve que contener, pensando que volveré el fin de semana que viene, para no llevármelo todo. Aún no he visto ningún sitio donde den clases para turistas, pero copio algunos con la ayuda de Quique (que me dice el orden y número de los trazos) e intento recordar los consejos de Adri Rojas: recuerda, tienen que ser proporcionales, y cuadrados.
Hoy aún no sé qué haré. Me encanta esto del pase para cualquier tren. Mañana cogeremos el Shinkansen (el tren bala) a Tokio. Mañana más.
¿Sabíais que… amígdalas es hoy en día la palabra griega para almendras?
Pues esta mañana me he levantado con amigdalitis, esto es, con las almendras hinchadas, y siento como si tuviera uvas atascadas en el cuello, y me molestan los oídos como si llevara ya 10 horas en un avión. Esta tarde, gracias a nuestro amigo el ibuprofeno efervescente genérico y los antibióticos de amplio espectro, estoy siendo capaz de escribir este mensaje.
Yo a este viaje voy aunque me tenga extirpar las amígdalas a mano en los lavabos del aeropuerto de Helsinki.
Quizá exagero.
Quizá los superpoderes de los emprendedores y autónomos se desvanecen cuando dices la fatídica palabra… vacaciones. Me he estado resistiendo cuanto he podido, he puesto el autorrespondedor, contestaré los correos electrónicos, le he dejado mil instrucciones a María José, mi asistente… y aún así, me cuesta. Llamadlo superstición si queréis, pero desde que se abrieron las puertas de Matiz hace ya dos años y tres meses, no me he atrevido a decirla con la misma alegría.
Hoy está en Murcia capital el dibujante David Lloyd, autor junto con Alan Moore del cómic V de Vendetta. Su conferencia se enmarca dentro del ciclo Cómic Corner (aquí en Murcia Cómic), que ha contado también con la presencia de Luis Royo e Idígoras y Pachi, entre otros. Será esta tarde a las 20:00h en la Biblioteca Regional de Murcia. Os recomendamos esta conferencia, promete estar muy bien.
Allí estará además interpretando Fabián López para Matiz. Fabián es intérprete profesional desde hace siete años. Su experiencia en el mundo del cómic proviene de sus trabajos como traductor para la editorial Norma, con la que ha publicado títulos como Los archivos de Batman, Los archivos de Superman, The Sandman: Fábulas y reflejos, Hellboy: Odd Jobs, o Batman: Ciudad rota.
Mientras, cuatro intérpretes más de Matiz (y mañana seremos cinco) estamos en las jornadas de la Escuela de Solidaridad, en Madrid, con participantes provenientes de Italia, Estonia, Brasil, Marruecos, Panamá… y ONGs como Amnistía Internacional Italia o la Fundación IEPALA. Sin embargo este evento no está abierto al público general, así que si queréis ver un intérprete de Matiz en acción hoy mismo, acercaos esta tarde a la Biblioteca Regional de Murcia.
Para mí el 8 de marzo es desde tiempo inmemorial el día del cumple de mi mejor amiga del colegio. Con el tiempo fue cobrando relevancia lo del día de la mujer, y son dos fechas que me recuerdan la una a la otra.
Cada año que pasa lo veo de una manera distinta, quizá porque soy aún más consciente de todas las cosas que se supone te hacen ser mujer, mujer trabajadora, y esas historias que casi nadie cuenta en primera persona.
De pequeña piensas que tendrá que ver contigo algún día, quizá. Yo pensaba en la tarta de chocolate con galletas de la madre de mi amiga, y rezaba para que no le echase coco rallado, aunque siempre estaba buenísima.
Este blog hará pronto tres años, y no guarda por tanto el recuerdo del primer día que fui mujer, trabajadora y además madre: faltaban aún 8 días.
Hoy faltan 8 días para el tercer aniversario, y aún no sé qué se supone que tengo que sentir hoy, o si el hecho de que haya un día en el que la gente piense en casos como el mío me ayuda en algo los otros 364.
La gente me da la enhorabuena, y me dice que es más fácil emprender siendo mujer porque te dan más ayudas. Entonces yo me río, y digo, claro que sí, ya verás, te voy a dar el perfil de la persona a la que le darían todas las ayudas, según baremo:
Es alguien que tiene una idea, quiere montar su propia empresa y es una mujer inmigrante, en paro, mayor de 45 años, que ha sufrido maltrato, soltera o sin pareja, con niños menores y ascendientes mayores a su cargo, con una minusvalía, en un sector en el que la mujer está poco representada y con una idea innovadora y tecnológica (a ser posible de I+D) y que va a aguantar con la empresa, funcione o no, durante al menos dos años.
Esa mujer no se merece una subvención. Se merece un monumento.
Una subvención es un gesto simbólico que se agradece y ayuda, porque toda ayuda es poca. Pero esa persona va a tener que enfrentarse a problemas mucho mayores de los que una aportación económica puede paliar.
Y si no tienes tantos problemas, también. ¿Cómo compensas que los otros empresarios miren a tu alrededor buscando a tu jefe? ¿Cómo compensas que en ciertos sectores los acuerdos y las alianzas se cierren en sitios en los que no eres bienvenida como cliente? ¿Cómo compensas que te estás metiendo en un club de chicos, hasta ahora?
Trabajando, y muchas horas. Demostrando lo que vales. ¿Cómo? Con resultados. Y perdiendo oportunidades de estar en tu casa tranquila, de asegurarte un sueldo, unas bajas y unas vacaciones, de tomarte las cosas con más calma, de intentar compensar la papitis de tu hija, y en general de no enfrentarte en persona con uno de los problemas clásicos de la humanidad.
Es cierto que aceptar las cosas tal como son no va conmigo, y que estoy disfrutando mucho de ver cómo poco a poco las cosas avanzan, y los frutos apuntan. Soy un poco hobbit en eso, me gusta ver las cosas crecer.
Me alegra que existan las ayudas y los días de la mujer, que se concedan y que se celebren. Pero que aún existan es un recordatorio de que aún no pueden desaparecer.
A ver, lo primero el amor. Me ha emocionado este vídeo, sobre todo (curiosamente) ver las fotos de las bodas. Cuando los políticos se ponen a rajar del matrimonio gay, seguro que no están pensando en joderle el día de su boda a tantas y tantas personas.
Quizá hay más sensibilidad hacia el día de la boda que hacia los demás días. No hay muchas razones en la vida para estar orgulloso de ser de un sitio u otro, pero mira, por este lado, no vamos tan mal por aquí. Tan mal como en otras cosas en las que estamos muy mal, eso también hay que decirlo.
Qué párrafo más absurdo. Id a firmar a Courage Campaign para olvidarlo.
¿Por dónde iba? Ah, sí. Me emociona y me siento identificada con estas personas porque me dan la impresión de que tenían ilusión por casarse (cosa que no se suele ver últimamente) y por hacerlo a su manera, y en su día yo también me casé como quise, con quien quise, y ese ejercicio de libertad es muy bonito. La libertad de casarse, si uno quiere, o no hacerlo, si uno no quiere, no se le debería privar nunca a nadie.
Nunca he entendido por qué los supuestos defensores de la familia la emprenden contra los que sí quieren formar una familia, y no contra los que no quieren.
Fue fantástico. Hay vídeo, (pero no está digitalizado aún), hay fotos (pero mi cámara ha muerto, luego yo no las hice, luego no las tengo), y sobre todo, hay crónica de sociedad. Sí. No os la perdáis. Cito un fragmento del primer párrafo, y luego el último, en el que salgo yo:
Alérgica como soy a esta asignatura que me martirizó la adolescencia hasta mi elección por Letras, bien pensé que un congreso de matemáticos iba a ser un encuentro de portentos y eminencias, calculadores e inexpresivas. Pero no. Allí estaba en el comité organizador, la cálida Concha Masa. En volandas recorrí el mármol del Auditorio, cual Campanilla de la mano de Peter Pan, con el hiperamable Santos González quién me presentó a muchos de sus colegas, como a la risueña Olga Gil, presidenta de la RESME, […]
[…] el galardonado con el premio José Luis Rubio de Francia, Pablo Mira Carrillo, joven matemático de Cartagena (la condición para conseguir el galardón es tener menos de 32 años) quién me simplificaba el objeto de su estudio sobre Superficies Mínimas: «Tiene que ver con la forma que tiene una pompa de jabón».
Acompañado por sus padres José Manuel y M Dolores y por su cariñosa esposa Begoña Martínez a quién, en sus resueltas palabras de agradecimiento definió como «mi mejor mitad», fue preguntado por el eminente profesor Vázquez: «Vas a seguir siendo así?». Una incógnita de solución no matemática, que sólo el tiempo puede resolver.
Podría dar para comentario de texto, pero como hay más artículos, os pongo el revuelo mediático asturiano sobre el Dr Mira, con una pincelada distinta cada cosa:
Entrevista en La Nueva España, con foto: La fuerza de una vocación, al alimón con una estudiante de doctorado. Sale el tema de Lucía y la conciliación.
No podrán dejar la crisis en paz, ni para hablar de matemáticas. En La Voz de Avilés: «Las Matemáticas no fallaron con la crisis». Estos especifican que la geometría que hace Pablo es la de subvariedades.
En Oviedo TV le entrevistaron en directo en las noticias de la noche. Fueron muy majos. Les hemos pedido el vídeo, pero no sabemos nada aún.
Y también le mencionan en este blog, con foto: Celebrando que es gerundio, y hay una foto dentro de la presentación de diapositivas. Está escondidilla, pero recordad que soy su cariñosa esposa Begoña Martínez. Es esta de aquí. Yo no estoy de acuerdo con su apreciación de la comida de ese día, pero llegué tarde al restaurante y eso no se hace en un congreso. Espero que le gustara la charla, claro.
He trabajado muchísimo. He intentado trabajar desde los sitios más fantásticos (AC Oviedo Fórum*****, que pena que la conexión a internet cueste ¡12€ al día!), hasta los más horribles, haciendo lapstop bajo la nieve para mandar un email crítico (¡gracias, Hannes de álgebra!). No me ha dado tiempo a dibujar apenas (no como a este chico que sí ha ido y sí le ha dado tiempo a hacer algo chulo). No he hecho turismo. No he visto lo de Calatrava. Ha nevado y no tenía cámara. Ha hecho sol y he abrazado la estatua de Woody Allen. He dormido muy poco, y muy mal. He conseguido pasar una tarde con una amiga de la carrera. He comido más, mucho más de lo que debiera, pero no me arrepiento. Quizá desearía tener un rebaño tras el que correr para quemar las tablas de comida asturiana, pero bueno.
He sobrevivido, una semana más.
Eso sí, hemos visto un concierto desde el Palco de Honor del Auditorio. Las canciones del programa estaban traducidas del alemán por Llorenç Serrahima, y me alegré de que hubiera sido un compañero de la lista TRAD, y que estuviera bien citado. Le han puesto donde sientan al príncipe cuando viene, me susurraron señalando a Pablo. Y a la mañana siguiente, en el desayuno, le dije al director de la orquesta que había estado en el concierto el día anterior y que me había gustado mucho, y que, sí, había sido diferente pero genial. En alemán.
Y entonces sí que me sentí en una crónica de sociedad.
Los no, no y más no del diseño (1)Los no, no y más no del diseño (2)
Me he propuesto no publicar cosas feas, pero necesito compartir mi dolor. Todos los días tengo que pasar por este horror camino del trabajo: es la versión en tienda de un hoygan.
Si quieres que tu tienda, web, o blog grite «barato» a los cuatro vientos, aquí tienes la receta completa, en cinco pasos:
Sáltate letras. Cuando la gente vea «COMPLMENTOS» entenderá «complementos». Hazlo dos veces, en la fachada y en el letrero que sobresale, para que se note que es adrede.
Nunca, jamás, emplees a alguien que sepa escribir el idioma en el que escribe. Cualquier inglés sabe que «ALL THE ARTUCLES TO» significa… hmm… No importa, ¿quién lee los carteles de un metro de ancho? ¡nadie! ¡tú pon 2€ bien grande, y sobran las palabras!*
¿Acentos? ¡Son artículos mágicos! No pongas ni uno. Si un cartel tiene 4 palabras y 3 llevan tilde, pasa. Los acentos son para los que pueden pagarlos. ¿Qué te han costado esos vinilos de colores, a todo esto?
Utiliza una imagen pixelada de una moneda de dos euros, para que se note que no tenías uno de muestra al que hacerle una foto.
Y por supuesto, usa Comic Sans, pero cháfala bien y fuerza la cursiva, porque… ¡no es lo bastante fea aún!
* (Esto en realidad es cierto, y podrían haberse ahorrado un 50% del cartel).
Sí. ¡Lo he hecho! Me he apuntado al curso de cómic que van a dar Jorge G y Juan Álvarez en Bellas Artes, en Murcia. Estoy más feliz… hmmm… ¿que cuando compramos los billetes a Japón? ¿que cuando le dieron el premio a Pablo? No sé, vamos, radiante como el que radia o irradia cosas.
Cartel del I Curso «Cómic: teoría y práctica», impartido por Jorge G y Juan Álvarez en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Murcia