He puesto el disco de Alondra Bentley, y me pregunta «¿Esta es la niña que está tocando la guitarra en el campo?» Es increíble el poder de observación que tienen los niños, el disco se lo enseñé esta mañana 🙂
Alondra Bentley – Ashfield Avenue
Ahora anda echándole Axe al sofá y diciendo «mmm qué bien huele ahora».
Parece que las dos echamos de menos a su padre.
Está en un Kloster cerca de Munich bebiendo cerveza y haciendo matemáticas. Volverá pronto, pero todo se hace largo. Mientras, hago cosas de baja intensidad, como hacer listas de tareas y pasar las fotos al ordenador (esta es de mayo). Y escribir esto.
De pequeña conocí a dos niñas inglesas increíbles. Eran hijas de un poeta y una pintora. ¿Quién no querría aprender su idioma? ¿De dónde habían salido?
Salen en las fotos de mis cumpleaños… Publicaría las fotos, ochenteras y borrosas, pero también salgo yo, con aquellas gafas y aquellos pelos. No sería justo.
Hoy he llegado al trabajo y me ha dicho Pablo Campos:
—¿Eres tú la que me ha hablado de Alondra Bentley?
—Alondra López Bentley, la hermana de Clarazul. Hace años que no la veo. Es de tu edad, ¿de qué la conoces?
Y ha sacado el periódico.
Allí estaba Alondra.
Ahora resulta que es Alondra Bentley.
¿Quién no mataría por cantar así? ¿Quién no pagaría por escuchar su voz?
Antes de saberlo le he preguntado a Lucía (ya hablamos a la vuelta del cole) si quería ir a un concierto: «Síiii, y yo toco la trompeta», me dice. «Sí cariño, pero vamos a escuchar y hay que estar en silencio» le respondo.
«¡Yo no quiero escuchar, yo quiero tocar la trompeta!» me contesta.
Me recuerda a muchos niños más mayores.
Lo malo de enterarse de estas cosas por internet es que te preparan mal para las noticias. Yo leía encantada, feliz, qué gran tema para el artículo 100 del blog… y de repente dicen en esta reseña «un homenaje a su madre, fallecida justo un año atrás», y piensas «¿qué? ¡¿Dios mío, Susan?! ¡no tenía ni idea! Las flores que pintó para mi madre… allí siguen, como siempre…»
Bueno, por lo que veo va a Elche el 15 de este mes, y también llevo desde el instituto queriendo ir al Sonorama, que es el 15 del que viene. Así que hay una posibilidad no muy difícil de oírla cantar en directo. Su hermana Clarazul ya nos dejó con la boca abierta una vez en una excursión… fue mágico. Y llevo todo el día escuchando el disco. Sólo puedo imaginar lo que será un concierto de Alondra.
Estoy en un grupo de comercio internacional de murcianegocios.es, una red social de empresarios de Murcia, y han propuesto el siguiente tema de debate:
La eficacia de la industria japonesa de alimentos procesados representa solo un 32 por ciento de la estadounidense por dos razones: un rasgo de la cultura japonesa y la política del gobierno. En lo relativo a la cultura hay que destacar que los japoneses son fanáticos de la comida fresca, cuanto más mejor. En Japón, los envases de leche llevan tres fechas: la de fabricación, la de llegada al supermercado y la de caducidad. La producción de leche en Japón comienza un minuto después de la medianoche para que la leche que llegue al mercado por la mañana se pueda denominar leche del día. Si la leche se embotellase a las 23:59, ningún consumidor del norte de Japón la compraría por ser del día anterior. Así, un productor de leche en el norte del país no puede competir en el sur puesto que los retrasos que ocasiona el transporte añadirían un día a la fecha del envase, un maleficio mortal para las ventas del producto.
(Fuente: adaptación de Francisco Trigueros de un artículo del Wall Street Journal Europe [miércoles 13 de diciembre de 2000, página 10] El destacado es mío.)
Así que voy a empezar a contar cosas de Japón con una foto, y mi respuesta a este comentario, que va sobre vender churros en Japón.
"Sugar churro" (Como 1,5€ por cada churro) en el Starbucks de la estación central de Tokio.
Voy a daros un contraejemplo que a mí me ha llamado mucho la atención: en Japón venden churros procesados en unas bolsas iguales a las de los Donuts. Intenta en España convencer a alguien de que churros de bolsa, hechos hace varios días y con métodos de conservación de última tecnología, van a estar iguales que unos recién hechos, recién comprados, en su cucurucho de papel. Yo los he probado y os aseguro que no hay color: son Donuts con forma de churro. Pero no son churros.
Churros de bolsa "Mini Churoky", como si fueran Donuts.Sabía (¡sorpresa!) a bollería industrial, un poco más duro que un Donut. Era, eso sí, bonito.
Un japonés te diría que lo que nosotros bebemos no es leche.
Diré por mi experiencia personal que ese «excesivo celo» a la hora de la comida tiene excelentes resultados: en Japón está todo buenísimo.
Excepto quizá los churros.
Te propongo que lo mires desde otra perspectiva: cuando llegas a España, puedes ver cuánto falta para que algo sea no-comestible, pero ni pagando lo que sea en la mayor parte del territorio (piensa en Murcia, ya que estamos en murcianegocios) puedes encontrar alimentos que estén, de manera garantizada, en el momento óptimo para su consumo. Los mejores métodos internacionales de procesado de alimentos dejan, como sabemos, unos productos de muy buen precio, pero a menudo de indistinguible sabor (volvamos al ejemplo de los churro-donuts).
Y realmente es muy fácil, fíjate las oportunidades de negocio en un sitio tan pequeño como el nuestro: naranjas del árbol a tu mesa, no ya en 24 horas, sino en 12 incluso. Son cosas que las disfrutamos cuando un amigo nos trae una bolsa de su huerto, pero… ¿y si un día queremos hacerlo adrede? ¿Quién te lleva fruta del día a tu casa? Nadie. ¿Quién se atreve?
Muchos de vosotros (amigos, familia, pareja) no sabéis lo que es Twitter, y yo hoy no tengo tiempo de explicarlo. Digamos, en breve, que es una herramienta de comunicación rápida, caótica, y en situaciones extremas, incluso útil. A veces es como estar gritando en mitad de un mercado. Al final te oye el que tienes al lado, pero como no te conozca de antes, o le interese mucho lo que ve, no te hará caso. Esto lo digo a vuelapluma, porque tenemos mil cosas hoy que hacer y yo estoy con esto. Pero quiero atarlo escribiendo antes de que salga volando.
Dos cosas me han sorprendido de Twitter ayer y hoy. Una, cómo lo que sucede en Irán y cómo el mundo reacciona se retransmiten en vivo y en directo, y sin periodistas. Mirad en #Iranelection.
Otra, cómo una encuesta que ha enviado una página de contactos profesionales y de negocios de pago (LinkedIn) invitando a los traductores a que traduzcamos gratis, ha generado una pequeña revolución/protesta. Mirad en #linkedinfail lo que van opinando los traductores.
Lo que yo he dicho en la encuesta famosa:
Professional translation should be done by translators, and translators must be compensated for their work, that is, paid. In my humble opinion, if you’re making money, you should pay people that help you do that, be it translators or cleaning staff. It’s OK to volunteer to make the world a better place, but volunteer for making a company (not your own!) make money? Why, if not for money or equivalent goods, should we do that?
Siempre pensé que twitter era aire: viendo chispas, entiendo que es aire del que las convierte en hogueras.
Aprovechando que Lucía duerme y P está jugando al Texas Hold’em con los matemáticos, cierro el Factusol, el correo y todo un ratito y os cuento algunas cosas… estoy muerta, así que este artículo tiene dos resultados garantizados (Simpsons: ¡Nosegarantizanresultados!): desconexión de la temática interna y probablemente (argh) alguna erratilla.
La celebración de Greenpeace es a las 19:30 así que no son del todo incompatibles.
La ponencia en la que participo, junto con Amelia González, es a las 10:00. Estaré todo el día en Cartagena.
Para ir al Día del Emprendedor habrá autobuses gratuitos desde Murcia para los inscritos (hay que inscribirse de todas maneras, gratis, en emprendeconinfo.com).
Bellas Artes.
Me encanta. Soy la peor de la clase, y aun así, soy muy feliz.
Japón.
Se acabó el viaje a Japón. De hecho, a la semana siguiente del post anterior, cuando volví a Nara con Pablo, ya no quedaba apenas ningún cerezo en flor. Tempus f*ing fugit, como dice Zor, atrapa el sakura, haz hanami mientras puedas, y demás.
Tengo que publicar todo sobre el viaje a Japón, puesto que hasta tengo una petición formal de Paco (¡lo escribiré!).
Temas pendientes, por tanto:
Por qué no me he quedado a vivir en Japón, a pesar de la tentación (respuesta corta: porque me ha parecido más conservador/discriminatorio aún que Murcia, quién lo iba a decir, y me ha resultado incómodo).
Todos los motivos para quedarse para siempre, a pesar de eso: sashimi, ternera de Kobe, aparatitos con botones, tecnología, cultura, limpieza, ¿he dicho lo tecnológico que es todo?, la caligrafía, el sashimi, los móviles con internet de alta velocidad, ¿la ternera de Kobe ha salido?, los tacones de aguja en el metro, el hanami, ¿sashimi lo he dicho ya?, lo manga que es todo, que los trenes lleguen siempre a tiempo, los aseos públicos con desinfectante y olor a flores, la ternera de Kobe, el paisaje humano, ¿he dicho ya la tecnología, el sashimi y la ternera de Kobe?).
Esquizofrenia o bipolaridad de la moda japonesa (diario versus fin de semana versus cosplay), las medias por la rodilla, los pinkis de moda, y por qué Lucía no llevará jamás uniformes japoneses de colegio, si puedo evitarlo.
El misterio de los Girl’s Bar. ¿Qué son? Y si son lo que sospechamos ¿por qué es tan aburrido?
La manta raya de cuatro metros del Acuario de Osaka, jugando.
Nara. El edificio de madera más grande del mundo, el buda bajo techo más grande del mundo, y el merchandising de Hello Kitty (o Doraemon; o Snoopy) en el regazo de Buda más kitsch del mundo.
El día que llamaron a Pablo para decirle que era uno de los 100 líderes del futuro según la revista Capital. (Procrastinators: leaders of tomorrow).
Los Spanish Churro del Starbucks (¡Mini Churoky!)
Y… eso os contaré, más o menos. A ver si poniendo la lista primero, me animo a hacer actualizaciones cortitas.
Por fin, ya no estoy enferma. Y Japón… es increíble. Es como viajar al futuro, o a Marte, o al pasado, o a todo lo anterior.
Por fin puedo de nuevo hablar, y menos mal. Además, lo necesitaba. Ayer cantaba Quique aquello de esta iba a ser una canción instrumental…
En los quioscos del metro venden USB de conexión 3G y pañuelos de tela, al lado de los caramelos.
Los cerezos… ahora lo entiendo. Están por todas partes, de repente te distraes, das la vuelta a una esquina, el tren pasa un edificio, y de repente, ahí están. Una explosión de color, de olor, y siempre, de manera un tanto extraña, una sorpresa.
Y dices: ¡Oh!
Y no sabes decir nada más, durante unos segundos.
Me cuentan que Lucía lo está pasando bomba estas vacaciones. Yo la echo mucho de menos. Hay más niños de lo que uno podría pensar. Ayer estuve en Nara, y a Lucía le habrían encantado los ciervos (los mensajeros de los dioses) que viven en el parque, en los jardines alrededor de los templos. Se lo habría pasado fenomenal, con todos los demás niños (y muchísimos adultos) dándoles galletas para ciervos.
Nos he comprado (para ella y para mí) rotuladores-pincel para hacer kanjis de colores. Las tiendas de artículos de caligrafía son impresionantes. Me tuve que contener, pensando que volveré el fin de semana que viene, para no llevármelo todo. Aún no he visto ningún sitio donde den clases para turistas, pero copio algunos con la ayuda de Quique (que me dice el orden y número de los trazos) e intento recordar los consejos de Adri Rojas: recuerda, tienen que ser proporcionales, y cuadrados.
Hoy aún no sé qué haré. Me encanta esto del pase para cualquier tren. Mañana cogeremos el Shinkansen (el tren bala) a Tokio. Mañana más.
¿Sabíais que… amígdalas es hoy en día la palabra griega para almendras?
Pues esta mañana me he levantado con amigdalitis, esto es, con las almendras hinchadas, y siento como si tuviera uvas atascadas en el cuello, y me molestan los oídos como si llevara ya 10 horas en un avión. Esta tarde, gracias a nuestro amigo el ibuprofeno efervescente genérico y los antibióticos de amplio espectro, estoy siendo capaz de escribir este mensaje.
Yo a este viaje voy aunque me tenga extirpar las amígdalas a mano en los lavabos del aeropuerto de Helsinki.
Quizá exagero.
Quizá los superpoderes de los emprendedores y autónomos se desvanecen cuando dices la fatídica palabra… vacaciones. Me he estado resistiendo cuanto he podido, he puesto el autorrespondedor, contestaré los correos electrónicos, le he dejado mil instrucciones a María José, mi asistente… y aún así, me cuesta. Llamadlo superstición si queréis, pero desde que se abrieron las puertas de Matiz hace ya dos años y tres meses, no me he atrevido a decirla con la misma alegría.
Hoy está en Murcia capital el dibujante David Lloyd, autor junto con Alan Moore del cómic V de Vendetta. Su conferencia se enmarca dentro del ciclo Cómic Corner (aquí en Murcia Cómic), que ha contado también con la presencia de Luis Royo e Idígoras y Pachi, entre otros. Será esta tarde a las 20:00h en la Biblioteca Regional de Murcia. Os recomendamos esta conferencia, promete estar muy bien.
Allí estará además interpretando Fabián López para Matiz. Fabián es intérprete profesional desde hace siete años. Su experiencia en el mundo del cómic proviene de sus trabajos como traductor para la editorial Norma, con la que ha publicado títulos como Los archivos de Batman, Los archivos de Superman, The Sandman: Fábulas y reflejos, Hellboy: Odd Jobs, o Batman: Ciudad rota.
Mientras, cuatro intérpretes más de Matiz (y mañana seremos cinco) estamos en las jornadas de la Escuela de Solidaridad, en Madrid, con participantes provenientes de Italia, Estonia, Brasil, Marruecos, Panamá… y ONGs como Amnistía Internacional Italia o la Fundación IEPALA. Sin embargo este evento no está abierto al público general, así que si queréis ver un intérprete de Matiz en acción hoy mismo, acercaos esta tarde a la Biblioteca Regional de Murcia.
Para mí el 8 de marzo es desde tiempo inmemorial el día del cumple de mi mejor amiga del colegio. Con el tiempo fue cobrando relevancia lo del día de la mujer, y son dos fechas que me recuerdan la una a la otra.
Cada año que pasa lo veo de una manera distinta, quizá porque soy aún más consciente de todas las cosas que se supone te hacen ser mujer, mujer trabajadora, y esas historias que casi nadie cuenta en primera persona.
De pequeña piensas que tendrá que ver contigo algún día, quizá. Yo pensaba en la tarta de chocolate con galletas de la madre de mi amiga, y rezaba para que no le echase coco rallado, aunque siempre estaba buenísima.
Este blog hará pronto tres años, y no guarda por tanto el recuerdo del primer día que fui mujer, trabajadora y además madre: faltaban aún 8 días.
Hoy faltan 8 días para el tercer aniversario, y aún no sé qué se supone que tengo que sentir hoy, o si el hecho de que haya un día en el que la gente piense en casos como el mío me ayuda en algo los otros 364.
La gente me da la enhorabuena, y me dice que es más fácil emprender siendo mujer porque te dan más ayudas. Entonces yo me río, y digo, claro que sí, ya verás, te voy a dar el perfil de la persona a la que le darían todas las ayudas, según baremo:
Es alguien que tiene una idea, quiere montar su propia empresa y es una mujer inmigrante, en paro, mayor de 45 años, que ha sufrido maltrato, soltera o sin pareja, con niños menores y ascendientes mayores a su cargo, con una minusvalía, en un sector en el que la mujer está poco representada y con una idea innovadora y tecnológica (a ser posible de I+D) y que va a aguantar con la empresa, funcione o no, durante al menos dos años.
Esa mujer no se merece una subvención. Se merece un monumento.
Una subvención es un gesto simbólico que se agradece y ayuda, porque toda ayuda es poca. Pero esa persona va a tener que enfrentarse a problemas mucho mayores de los que una aportación económica puede paliar.
Y si no tienes tantos problemas, también. ¿Cómo compensas que los otros empresarios miren a tu alrededor buscando a tu jefe? ¿Cómo compensas que en ciertos sectores los acuerdos y las alianzas se cierren en sitios en los que no eres bienvenida como cliente? ¿Cómo compensas que te estás metiendo en un club de chicos, hasta ahora?
Trabajando, y muchas horas. Demostrando lo que vales. ¿Cómo? Con resultados. Y perdiendo oportunidades de estar en tu casa tranquila, de asegurarte un sueldo, unas bajas y unas vacaciones, de tomarte las cosas con más calma, de intentar compensar la papitis de tu hija, y en general de no enfrentarte en persona con uno de los problemas clásicos de la humanidad.
Es cierto que aceptar las cosas tal como son no va conmigo, y que estoy disfrutando mucho de ver cómo poco a poco las cosas avanzan, y los frutos apuntan. Soy un poco hobbit en eso, me gusta ver las cosas crecer.
Me alegra que existan las ayudas y los días de la mujer, que se concedan y que se celebren. Pero que aún existan es un recordatorio de que aún no pueden desaparecer.
Estoy estrenando mi flamante mini portátil. Visto que este año no voy a parar entre unos viajes y otros, me he comprado esta mañana un peceñín, como lo llama José Manuel. Es un HP Mini. La verdad es que es muy bonito, y unos mil euros más barato que el otro portátil ligero que me gusta, que es el MacBook Air. Es que soy tontica yo.
Lo primero que he hecho, como es natural, es abrir el Internet Explorer y teclear getfirefox.com 🙂
Después de instalarlo y curiosear me sale esta página, sugiriendo que me descargue el corrector ortográfico… con una falta de ortografía. La primera en la frente.
Después he probado el programa que trae para sacar fotos, y aquí no es que haya echado de menos el PhotoBooth de los Mac, es que le han puesto un programa que no cabe en la pantalla y en el que además no puedes pulsar los botones si no cambias la barra de programas de sitio. Otro fail gordo, vamos:
Oops, es difícil pulsar botones que no ves. Pero ¿a que es mono?
Mientras hacía esto me he dado cuenta de que también necesito el Picasa, el Skype, el Gtalk, un antivirus, un antispyware… así que nada, directa al Google Pack.
Da miedo Google, últimamente.
Si buscas Google y miedo (en Google) salen 2,7 millones de resultados.
Pero esto no significa nada.
A lo que iba.
Doble autorretrato
¿Qué debe (o es práctico que tenga) el ordenador de un traductor? ¿y qué te has puesto?
A ver, escribo una lista básica por si le es útil a alguien, no pretende ser exhaustiva. Asumimos que no va a estar conectado el 100% del tiempo, y por tanto, no siempre va a poder utilizar aplicaciones online para traducir, facturar y ver el correo. Pero hoy se podría.
Un sistema operativo (bwa ha ha)
Yo: Windows XP. Huyo de Vista, no me acabo de decidir a pagar lo que cuesta un Mac. Linux… dependerá de tus clientes. Yo ahora mismo no puedo cambiarme del todo, pero a veces me tienta. Los dos servidores de Matiz tienen Linux, el de archivos Ubuntu y el de Project-Open OpenSuse.
Un navegador serio
Firefox y Chrome (truco: si tienes dos navegadores puedes abrir dos cuentas de Gmail a la vez).
Un gestor de correo
Mozilla Thunderbird, aunque sea para hacer una copia de seguridad por lo que pudiera pasar.
Un cliente de FTP
Filezilla
Un compresor/descompresor de archivos
7-Zip
Un paquete de ofimática (compatible con Microsoft Office y OpenOffice).
Los dos. Pongo Microsoft Office siempre por compatibilidad con mis clientes y traductores, y porque es el que funciona con SDL Trados (ver punto siguiente).
Un paquete de Traducción Asistida por Ordenador, para guardar una base de datos con las traducciones realizadas. Esto ahorra tiempo si trabajas a menudo con el mismo tema y para el mismo cliente. Las opciones que me vienen a la memoria de primeras son: SDL Trados, Wordfast y OmegaT. Es preferible que pueda abrir y exportar a memorias compatibles con los demás.
Yo uso Trados porque es más potente y versátil que los otros, a pesar de que sea más caro que Wordfast y decididamente más caro que la opción de código abierto de OmegaT. OmegaT lo probé hace un tiempo y no me convenció demasiado, pero tengo ganas de darle otra oportunidad.
Un antivirus.
Ahora pruebo Norton de nuevo, pero son todos más pesados que una vaca en brazos. Sin embargo, si un cliente te manda algo con virus, es mejor que puedas limpiarlo y no infectes a tus compañeros o a otros clientes, a pesar de que a ti pueda no afectarte (por [1], porque tienes suerte, por lo que sea).
Un programa de retoque básico.
El Gimp y el Picasa van bien, aunque para encargos más profesionales (si los haces, lo sabes ya) necesitarás Photoshop.
Un programa de mensajería instantánea .
Yo uso Gtalk.
Un programa de VOIP (voz sobre IP).
Para las conversaciones de voz, llamadas internacionales y llamadas a 3 uso Skype.
Y con eso más o menos va bien. Yo también uso:
VisualSubSync para subtitular archivos desde cero. El Subtitle Workshop va bien sobre todo para convertir archivos de un formato a otro y para cambiar subtítulos existentes, pero nada gana a VisualSubSync en facilidad para crear subtítulos nuevos y ponerles el número de caracteres correcto, ni siquiera los que cuestan 4.500€. Y VisualSubSync es gratuito y de código abierto. A ver si un día escribo ese tutorial que llevo tanto tiempo diciéndome que voy a escribir.
FactuSol y Contasol para facturación y contabilidad. Son de libre distribución. Su modelo de negocio es cobrar por la ayuda y las actualizaciones, y aun así te cuesta sólo una fracción de lo que están cobrando por un programa normal de características similares. La parte fantástica que tienen y que nadie te da es que puedes instalarlos en todos los ordenadores que quieras, como si quieres ponerle una copia a cada uno de tus 200 empleados. Y los datos se guardan en red sin problemas. La otra parte buena para un autónomo es que las funcionalidades que necesitas son tan básicas, que no es estrictamente necesario que lo actualices nunca. En cualquier caso, es cada año más bonito y más práctico. Yo se lo recomiendo a todos los traductores con los que hablo del tema.