Categoría: traducción-translation

  • Sapir-Whorf, Granada, y mi abuela

    Sapir-Whorf y Granada son dos conceptos que giran en este momento por mi cabeza, a tanta velocidad como para ponerme a escribir. Mi abuela es una de las razones de que, aunque hayan girado otras cosas, no haya escrito nada este verano.

    Solisombra, de Ciclocris en Flickr (CC Atribución)
    Solisombra, de Ciclocris en Flickr (CC Atribución)

    Imaginad por un momento a las personas que se sientan a vuestra mesa los domingos a comer. Imaginad que desde que tenéis uso de razón, y con paréntesis que habéis acabado por cerrar, siempre se hubieran sentado a la mesa las mismas personas. Imaginaos ahora que una de esas personas hubiera muerto el pasado día 13, de un cáncer de estómago (de un tumor gástrico).

    Decir que echaré de menos a la única abuela que he tenido [is a fucking understatement] es muy poco. Me siento como si me hubieran cortado un trocito. Creo que todavía no puedo contaros cosas de ella. Era una de las personas más generosas y desinteresadas que he conocido. Cada vez que os ponga comida de más en el plato, cada vez que os diga que os podéis quedar en mi casa, espero estar siendo un eco de lo que ella fue.

    Joder, no puedo escribir más sobre esto. Seguiré con el resto.

    Mañana a las 7 de la madrugada salgo para Granada: llegaré sobre las 10.  Por eso me ha hecho gracia al abrir mi Google Reader esta noche encontrarme estas dos cosas seguidas:

    ¿Por qué me hace gracia lo de Sapir-Whorf? Porque este año hará diez años (¡diez años!) de aquellas clases en la Universidad de Granada sobre Lingüística Aplicada a la Traducción (con este Miguel Vega, no el otro, ni este otro, claro, que tenía 13 añitos) que me entusiasmaron tanto, y me hicieron pensar en investigar sobre lingüística, traducción y la mente humana. Fue una de las clases que más disfruté (junto con la traducción de Trainspotting que hicimos en Traducción Literaria con Ricardo Muñoz, y las fichas de revisión con Dorothy Kelly [cuya versión sólo ligeramente adaptada usamos hoy en Matiz]).

    Algo hizo clic cuando Miguel nos contó lo de la hipótesis de Sapir-Whorf, y después de interminables (lo sé) debates en clase, y de haber pedido un libro para leer más sobre el tema, después de haber tenido una especie de revelación, me di cuenta de que no, que aunque la gente que habla de manera simple parezca entender las cosas de una manera igualmente simplista, no tiene por qué ser una cosa consecuencia directa de la otra (hipótesis Wharfiana fuerte). Aunque ahora me pasa a menudo, tuve que esperar un año para experimentar algo parecido. Fue cuando leí el primer libro de Steven Pinker, en Colonia (tuve que dejar de salir una semana y media para poder comprarlo, menos mal que los primeros de Harry Potter los compraba María). No es poco esfuerzo, en la caja de zapatos el apartamento no había ni compañeros de piso ni tele ni internet.

    La verdad es que sí que empiezo a sonar como mi abuela. 🙂

    Granada es un gran sitio para equivocarse aprender. Y volver a equivocarse aprender más aún.

    En el último año de carrera, ya me interesaba más ver cómo la traducción podría aplicarse a un modelo de negocio justo y efectivo (de ahí lo de formar la primera agencia de traducción de la Universidad de Granada con Quique, José Luis, Belén y los dos Juanes). Yo aquí sigo. Es lo que me da ahora oportunidades de aprender vía ensayo y error momentos de ¡ahá! y de ¡oops!

    Por todo lo anterior me resulta curioso leer esto esta noche, y volver mañana a Granada.

    Os pongo aquí lo que decían de Sapir-Whorf. Y como hoy tengo que poner en el plato más de lo que vais a comer, al final traduzco el párrafo que Languagehat considera más interesante.

    I’ve written about Sapir-Whorf (e.g., here and here) and about the Pirahã (e.g., here and here, and good lord, has it really been five years?), and there’s nothing particularly new in Joshua Hartshorne’s «Does Language Shape What We Think?» in Scientific American, but it’s a nice short roundup of recent developments, and this is a thought-provoking paragraph:

    This suggests a different way of thinking about the influence of language on thought: words are very handy mnemonics. We may not be able to remember what seventeen spools looks like, but we can remember the word seventeen. In his landmark The Language of Thought, philosopher Jerry Fodor argued that many words work like acronyms. French students use the acronym ban[g]s to remember which adjectives go before nouns («Beauty, Age, Number, Goodneess [sic], and Size»). Similarly, sometimes its [sic] easier to remember a word (calculus, Estonia) than what the word stands for. We use the word, knowing that should it becomes [sic] necessary, we can search through our minds — or an encyclopedia — and pull up the relevant information (how to calculate an integral; Estonia’s population, capital and location on a map). Numbers, it seems, work the same way.

    As a side note, Scientific American could use some proofreading. (Thanks, Sarah!)

    [Traducción al español a continuación. No reproduzco las faltas de las que se quejan en la última frase.]

    Esto sugiere una manera diferente de pensar sobre la influencia del lenguaje en el pensamiento: las palabras son reglas mnemotécnicas muy prácticas. Quizá no podamos recordar qué aspecto tienen diecisiete carretes, pero podemos recordar la palabra diecisiete. En su famoso libro El Lenguaje del pensamiento, el filósofo Jerry Fodor argumentaba que muchas palabras funcionan como acrónimos. Los estudiantes de francés utilizan el acrónimo BANGS para recordar qué adjetivos van antes que los nombres (en inglés: belleza, edad, número, bondad, tamaño). De forma parecida, a veces es más fácil recordar una palabra (cálculo, Estonia) que aquello que la palabra representa. Utilizamos la palabra sabiendo que, si fuera necesario, podemos buscar en nuestra mente (o en una enciclopedia) y obtener la información relevante (cómo calcular una integral, la población de Estonia, su capital y lugar en el mapa). Al parecer, los números funcionan de la misma manera.

    ¿Queréis comer más? ¿Y quedaros hasta mañana? ¡Hay sitio! ¡No me molesta!

  • Vender churros como churros en Japón

    Estoy en un grupo de comercio internacional de murcianegocios.es, una red social de empresarios de Murcia, y han propuesto el siguiente tema de debate:

    La eficacia de la industria japonesa de alimentos procesados representa solo un 32 por ciento de la estadounidense por dos razones: un rasgo de la cultura japonesa y la política del gobierno. En lo relativo a la cultura hay que destacar que los japoneses son fanáticos de la comida fresca, cuanto más mejor. En Japón, los envases de leche llevan tres fechas: la de fabricación, la de llegada al supermercado y la de caducidad. La producción de leche en Japón comienza un minuto después de la medianoche para que la leche que llegue al mercado por la mañana se pueda denominar leche del día. Si la leche se embotellase a las 23:59, ningún consumidor del norte de Japón la compraría por ser del día anterior. Así, un productor de leche en el norte del país no puede competir en el sur puesto que los retrasos que ocasiona el transporte añadirían un día a la fecha del envase, un maleficio mortal para las ventas del producto.

    (Fuente: adaptación de Francisco Trigueros de un artículo del Wall Street Journal Europe [miércoles 13 de diciembre de 2000, página 10] El destacado es mío.)

    Así que voy a empezar a contar cosas de Japón con una foto, y mi respuesta a este comentario, que va sobre vender churros en Japón.

    "Sugar churro" en el Starbucks de la estación dentral de Tokio.
    "Sugar churro" (Como 1,5€ por cada churro) en el Starbucks de la estación central de Tokio.

    Voy a daros un contraejemplo que a mí me ha llamado mucho la atención: en Japón venden churros procesados en unas bolsas iguales a las de los Donuts. Intenta en España convencer a alguien de que churros de bolsa, hechos hace varios días y con métodos de conservación de última tecnología, van a estar iguales que unos recién hechos, recién comprados, en su cucurucho de papel. Yo los he probado y os aseguro que no hay color: son Donuts con forma de churro. Pero no son churros.

    Churros de bolsa "Mini Churoky", como si fueran Donuts.
    Churros de bolsa "Mini Churoky", como si fueran Donuts.
    Sabía (¡sorpresa!) a bollería industrial, un poco más duro que un Donut. Era, eso sí, bonito.
    Sabía (¡sorpresa!) a bollería industrial, un poco más duro que un Donut. Era, eso sí, bonito.

    Un japonés te diría que lo que nosotros bebemos no es leche.

    Diré por mi experiencia personal que ese «excesivo celo» a la hora de la comida tiene excelentes resultados: en Japón está todo buenísimo.

    Excepto quizá los churros.

    Te propongo que lo mires desde otra perspectiva: cuando llegas a España, puedes ver cuánto falta para que algo sea no-comestible, pero ni pagando lo que sea en la mayor parte del territorio (piensa en Murcia, ya que estamos en murcianegocios) puedes encontrar alimentos que estén, de manera garantizada, en el momento óptimo para su consumo. Los mejores métodos internacionales de procesado de alimentos dejan, como sabemos, unos productos de muy buen precio, pero a menudo de indistinguible sabor (volvamos al ejemplo de los churro-donuts).

    Y realmente es muy fácil, fíjate las oportunidades de negocio en un sitio tan pequeño como el nuestro: naranjas del árbol a tu mesa, no ya en 24 horas, sino en 12 incluso. Son cosas que las disfrutamos cuando un amigo nos trae una bolsa de su huerto, pero… ¿y si un día queremos hacerlo adrede? ¿Quién te lleva fruta del día a tu casa? Nadie. ¿Quién se atreve?

  • Twitter, #Iranelection y #linkedinfail

    Muchos de vosotros (amigos, familia, pareja) no sabéis lo que es Twitter, y yo hoy no tengo tiempo de explicarlo. Digamos, en breve, que es una herramienta de comunicación rápida, caótica, y en situaciones extremas, incluso útil. A veces es como estar gritando en mitad de un mercado. Al final te oye el que tienes al lado, pero como no te conozca de antes, o le interese mucho lo que ve, no te hará caso. Esto lo digo a vuelapluma, porque tenemos mil cosas hoy que hacer y yo estoy con esto. Pero quiero atarlo escribiendo antes de que salga volando.

    Dos cosas me han sorprendido de Twitter ayer y hoy. Una, cómo lo que sucede en Irán y cómo el mundo reacciona se retransmiten en vivo y en directo, y sin periodistas. Mirad en #Iranelection.

    Otra, cómo una encuesta que ha enviado una página de contactos profesionales y de negocios de pago (LinkedIn) invitando a los traductores a que traduzcamos gratis, ha generado una pequeña revolución/protesta. Mirad en #linkedinfail lo que van opinando los traductores.

    Lo que yo he dicho en la encuesta famosa:
    Professional translation should be done by translators, and translators must be compensated for their work, that is, paid. In my humble opinion, if you’re making money, you should pay people that help you do that, be it translators or cleaning staff. It’s OK to volunteer to make the world a better place, but volunteer for making a company (not your own!) make money? Why, if not for money or equivalent goods, should we do that?

    Siempre pensé que twitter era aire: viendo chispas, entiendo que es aire del que las convierte en hogueras.

  • David Lloyd hoy en Murcia, interpreta Matiz 🙂

    En Matiz está todo dicho 🙂

    En Matiz hoy interpretamos a David Lloyd en Murcia y a varias ONGs en Madrid.

     

    David Lloyd en Murcia, interpretado por Matiz

    V de Vendetta

    Hoy está en Murcia capital el dibujante David Lloyd, autor junto con Alan Moore del cómic V de Vendetta. Su conferencia se enmarca dentro del ciclo Cómic Corner (aquí en Murcia Cómic), que ha contado también con la presencia de Luis Royo e Idígoras y Pachi, entre otros. Será esta tarde a las 20:00h en la Biblioteca Regional de Murcia. Os recomendamos esta conferencia, promete estar muy bien.

    Allí estará además interpretando Fabián López para Matiz. Fabián es intérprete profesional desde hace siete años. Su experiencia en el mundo del cómic proviene de sus trabajos como traductor para la editorial Norma, con la que ha publicado títulos como Los archivos de Batman, Los archivos de Superman, The Sandman: Fábulas y reflejos, Hellboy: Odd Jobs, o Batman: Ciudad rota.

    Mientras, cuatro intérpretes más de Matiz (y mañana seremos cinco) estamos en las jornadas de la Escuela de Solidaridad, en Madrid, con participantes provenientes de Italia, Estonia, Brasil, Marruecos, Panamá… y ONGs como Amnistía Internacional Italia o la Fundación IEPALA. Sin embargo este evento no está abierto al público general, así que si queréis ver un intérprete de Matiz en acción hoy mismo, acercaos esta tarde a la Biblioteca Regional de Murcia.

  • Día Internacional de la Mujer (¿trabajadora? ¿como yo?)

    Día Internacional de la Mujer
    Matiz y el Día Internacional de la Mujer

    Para mí el 8 de marzo es desde tiempo inmemorial el día del cumple de mi mejor amiga del colegio. Con el tiempo fue cobrando relevancia lo del día de la mujer, y son dos fechas que me recuerdan la una a la otra.

    Cada año que pasa lo veo de una manera distinta, quizá porque soy aún más consciente de todas las cosas que se supone te hacen ser mujer, mujer trabajadora, y esas historias que casi nadie cuenta en primera persona.

    De pequeña piensas que tendrá que ver contigo algún día, quizá. Yo pensaba en la tarta de chocolate con galletas de la madre de mi amiga, y rezaba para que no le echase coco rallado, aunque siempre estaba buenísima.

    Este blog hará pronto tres años, y no guarda por tanto el recuerdo del primer día que fui mujer, trabajadora y además madre: faltaban aún 8 días.

    Hoy faltan 8 días para el tercer aniversario, y aún no sé qué se supone que tengo que sentir hoy, o si el hecho de que haya un día en el que la gente piense en casos como el mío me ayuda en algo los otros 364.

    Este año la fecha va acompañada de una buena noticia: en Matiz, la agencia de traducción e interpretación que fundé, nos han concedido una una subvención que pedimos hace ya tiempo, parecida a la de la monomarentalidad. Nos habían denegado todas las de Institutos de la Mujer los dos años anteriores, pero este año ha sido que sí.

    La gente me da la enhorabuena, y me dice que es más fácil emprender siendo mujer porque te dan más ayudas. Entonces yo me río, y digo, claro que sí, ya verás, te voy a dar el perfil de la persona a la que le darían todas las ayudas, según baremo:

    Es alguien que tiene una idea, quiere montar su propia empresa y es una mujer inmigrante, en paro, mayor de 45 años, que ha sufrido maltrato, soltera o sin pareja, con niños menores y ascendientes mayores a su cargo, con una minusvalía, en un sector en el que la mujer está poco representada y con una idea innovadora y tecnológica (a ser posible de I+D) y que va a aguantar con la empresa, funcione o no, durante al menos dos años.

    Esa mujer no se merece una subvención. Se merece un monumento.

    Una subvención es un gesto simbólico que se agradece y ayuda, porque toda ayuda es poca. Pero esa persona va a tener que enfrentarse a problemas mucho mayores de los que una aportación económica puede paliar.

    Y si no tienes tantos problemas, también. ¿Cómo compensas que los otros empresarios miren a tu alrededor buscando a tu jefe? ¿Cómo compensas que en ciertos sectores los acuerdos y las alianzas se cierren en sitios en los que no eres bienvenida como cliente? ¿Cómo compensas que te estás metiendo en un club de chicos, hasta ahora?

    Trabajando, y muchas horas. Demostrando lo que vales. ¿Cómo? Con resultados. Y perdiendo oportunidades de estar en tu casa tranquila, de asegurarte un sueldo, unas bajas y unas vacaciones, de tomarte las cosas con más calma, de intentar compensar la papitis de tu hija, y en general de no enfrentarte en persona con uno de los problemas clásicos de la humanidad.

    Es cierto que aceptar las cosas tal como son no va conmigo, y que estoy disfrutando mucho de ver cómo poco a poco las cosas avanzan, y los frutos apuntan. Soy un poco hobbit en eso, me gusta ver las cosas crecer.

    Me alegra que existan las ayudas y los días de la mujer, que se concedan y que se celebren. Pero que aún existan es un recordatorio de que aún no pueden desaparecer.

  • Qué hace una traductora al sacar el portátil de la caja

    Estoy estrenando mi flamante mini portátil. Visto que este año no voy a parar entre unos viajes y otros, me he comprado esta mañana un peceñín, como lo llama José Manuel. Es un HP Mini. La verdad es que es muy bonito, y unos mil euros más barato que el otro portátil ligero que me gusta, que es el MacBook Air. Es que soy tontica yo.

    Lo primero que he hecho, como es natural, es abrir el Internet Explorer y teclear getfirefox.com 🙂

    Después de instalarlo y curiosear me sale esta página, sugiriendo que me descargue el corrector ortográfico… con una falta de ortografía. La primera en la frente.

    Firefox se equivoca al venderte el corrector ortográfico

    La explicación de por qué es una falta y por qué es común está en esta entrada del Panhispánico de Dudas.

    Después he probado el programa que trae para sacar fotos, y aquí no es que haya echado de menos el PhotoBooth de los Mac, es que le han puesto un programa que no cabe en la pantalla y en el que además no puedes pulsar los botones si no cambias la barra de programas de sitio. Otro fail gordo, vamos:

    El botón invisible
    Oops, es difícil pulsar botones que no ves. Pero ¿a que es mono?

    Mientras hacía esto me he dado cuenta de que también necesito el Picasa, el Skype, el Gtalk, un antivirus, un antispyware… así que nada, directa al Google Pack.

    Da miedo Google, últimamente.

    Si buscas Google y miedo (en Google) salen 2,7 millones de resultados.

    Pero esto no significa nada.

    A lo que iba.

    Doble autorretrato
    Doble autorretrato

    ¿Qué debe (o es práctico que tenga) el ordenador de un traductor? ¿y qué te has puesto?

    A ver, escribo una lista básica por si le es útil a alguien, no pretende ser exhaustiva. Asumimos que no va a estar conectado el 100% del tiempo, y por tanto, no siempre va a poder utilizar aplicaciones online para traducir, facturar y ver el correo. Pero hoy se podría.

    1. Un sistema operativo (bwa ha ha)
      1. Yo: Windows XP. Huyo de Vista, no me acabo de decidir a pagar lo que cuesta un Mac. Linux… dependerá de tus clientes. Yo ahora mismo no puedo cambiarme del todo, pero a veces me tienta. Los dos servidores de Matiz tienen Linux, el de archivos Ubuntu y el de Project-Open OpenSuse.
    2. Un navegador serio
      1. Firefox y Chrome (truco: si tienes dos navegadores puedes abrir dos cuentas de Gmail a la vez).
    3. Un gestor de correo
      1. Mozilla Thunderbird, aunque sea para hacer una copia de seguridad por lo que pudiera pasar.
    4. Un cliente de FTP
      1. Filezilla
    5. Un compresor/descompresor de archivos
      1. 7-Zip
    6. Un paquete de ofimática (compatible con Microsoft Office y OpenOffice).
      1. Los dos. Pongo Microsoft Office siempre por compatibilidad con mis clientes y traductores, y porque es el que funciona con SDL Trados (ver punto siguiente).
    7. Un paquete de Traducción Asistida por Ordenador, para guardar una base de datos con las traducciones realizadas. Esto ahorra tiempo si trabajas a menudo con el mismo tema y para el mismo cliente. Las opciones que me vienen a la memoria de primeras son: SDL Trados, Wordfast y OmegaT. Es preferible que pueda abrir y exportar a memorias compatibles con los demás.
      1. Yo uso Trados porque es más potente y versátil que los otros, a pesar de que sea más caro que Wordfast y decididamente más caro que la opción de código abierto de OmegaT. OmegaT lo probé hace un tiempo y no me convenció demasiado, pero tengo ganas de darle otra oportunidad.
    8. Un antivirus.
      1. Ahora pruebo Norton de nuevo, pero son todos más pesados que una vaca en brazos. Sin embargo, si un cliente te manda algo con virus, es mejor que puedas limpiarlo y no infectes a tus compañeros o a otros clientes, a pesar de que a ti pueda no afectarte (por [1], porque tienes suerte, por lo que sea).
    9. Un programa de retoque básico.
      1. El Gimp y el Picasa van bien, aunque para encargos más profesionales (si los haces, lo sabes ya) necesitarás Photoshop.
    10. Un programa de mensajería instantánea .
      1. Yo uso Gtalk.
    11. Un programa de VOIP (voz sobre IP).
      1. Para las conversaciones de voz, llamadas internacionales y llamadas a 3 uso Skype.

    Y con eso más o menos va bien. Yo también uso:

    • VisualSubSync para subtitular archivos desde cero. El Subtitle Workshop va bien sobre todo para convertir archivos de un formato a otro y para cambiar subtítulos existentes, pero nada gana a VisualSubSync en facilidad para crear subtítulos nuevos y ponerles el número de caracteres correcto, ni siquiera los que cuestan 4.500€. Y VisualSubSync es gratuito y de código abierto. A ver si un día escribo ese tutorial que llevo tanto tiempo diciéndome que voy a escribir.
    • FactuSol y Contasol para facturación y contabilidad. Son de libre distribución. Su modelo de negocio es cobrar por la ayuda y las actualizaciones, y aun así te cuesta sólo una fracción de lo que están cobrando por un programa normal de características similares. La parte fantástica que tienen y que nadie te da es que puedes instalarlos en todos los ordenadores que quieras, como si quieres ponerle una copia a cada uno de tus 200 empleados. Y los datos se guardan en red sin problemas. La otra parte buena para un autónomo es que las funcionalidades que necesitas son tan básicas, que no es estrictamente necesario que lo actualices nunca. En cualquier caso, es cada año más bonito y más práctico. Yo se lo recomiendo a todos los traductores con los que hablo del tema.

    ¿Me dejo algo? ¿qué me recomendais?

  • Amor, Oviedo, y crónicas de sociedad

    A ver, lo primero el amor. Me ha emocionado este vídeo, sobre todo (curiosamente) ver las fotos de las bodas. Cuando los políticos se ponen a rajar del matrimonio gay, seguro que no están pensando en joderle el día de su boda a tantas y tantas personas.

    «Fidelity»: Don’t Divorce… de Courage Campaign enVimeo.

    Quizá hay más sensibilidad hacia el día de la boda que hacia los demás días. No hay muchas razones en la vida para estar orgulloso de ser de un sitio u otro, pero mira, por este lado, no vamos tan mal por aquí. Tan mal como en otras cosas en las que estamos muy mal, eso también hay que decirlo.

    Qué párrafo más absurdo. Id a firmar a Courage Campaign para olvidarlo.

    ¿Por dónde iba? Ah, sí. Me emociona y me siento identificada con estas personas porque me dan la impresión de que tenían ilusión por casarse (cosa que no se suele ver últimamente) y por hacerlo a su manera, y en su día  yo también me casé como quise, con quien quise, y ese ejercicio de libertad es muy bonito. La libertad de casarse, si uno quiere, o no hacerlo, si uno no quiere, no se le debería privar nunca a nadie.

    Nunca he entendido por qué los supuestos defensores de la familia la emprenden contra los que sí quieren formar una familia, y no contra los que no quieren.

    Esta semana pasada he ejercido de esposa de y de la manera más tradicional, quién me lo iba a decir. Ha sido el Congreso de la Real Sociedad Matemática Española 2009, en el cual como ya sabe cualquier persona que haya cruzado 50 palabras conmigo en los últimos días le entregaban a Pablo el Premio José Luis Rubio de Francia, del que ya hablé y al que ya enlacé y tal.

    ¿Os acordáis de eso de que en física de partículas, 25 personas es Woodstock? Pues este congreso fue de 10 Woodstocks. Y aunque la vida de un matemático se parece más (mucho, mucho más) a Big Bang Theory que a Sex and the City, esta semana ha sido especial.

    Fue fantástico. Hay vídeo, (pero no está digitalizado aún), hay fotos (pero mi cámara ha muerto, luego yo no las hice, luego no las tengo), y sobre todo, hay crónica de sociedad. Sí. No os la perdáis. Cito un fragmento del primer párrafo, y luego el último, en el que salgo yo:

    Alérgica como soy a esta asignatura que me martirizó la adolescencia hasta mi elección por Letras, bien pensé que un congreso de matemáticos iba a ser un encuentro de portentos y eminencias, calculadores e inexpresivas. Pero no. Allí estaba en el comité organizador, la cálida Concha Masa. En volandas recorrí el mármol del Auditorio, cual Campanilla de la mano de Peter Pan, con el hiperamable Santos González quién me presentó a muchos de sus colegas, como a la risueña Olga Gil, presidenta de la RESME, […]

    […] el galardonado con el premio José Luis Rubio de Francia, Pablo Mira Carrillo, joven matemático de Cartagena (la condición para conseguir el galardón es tener menos de 32 años) quién me simplificaba el objeto de su estudio sobre Superficies Mínimas: «Tiene que ver con la forma que tiene una pompa de jabón».

    Acompañado por sus padres José Manuel y M Dolores y por su cariñosa esposa Begoña Martínez a quién, en sus resueltas palabras de agradecimiento definió como «mi mejor mitad», fue preguntado por el eminente profesor Vázquez: «Vas a seguir siendo así?». Una incógnita de solución no matemática, que sólo el tiempo puede resolver.

    Podría dar para comentario de texto, pero como hay más artículos, os pongo el revuelo mediático asturiano sobre el Dr Mira, con una pincelada distinta cada cosa:

    He trabajado muchísimo. He intentado trabajar desde los sitios más fantásticos (AC Oviedo Fórum*****, que pena que la conexión a internet cueste ¡12€ al día!), hasta los más horribles, haciendo lapstop bajo la nieve para mandar un email crítico (¡gracias, Hannes de álgebra!). No me ha dado tiempo a dibujar apenas (no como a este chico que sí ha ido y sí le ha dado tiempo a hacer algo chulo). No he hecho turismo. No he visto lo de Calatrava. Ha nevado y no tenía cámara. Ha hecho sol y he abrazado la estatua de Woody Allen. He dormido muy poco, y muy mal. He conseguido pasar una tarde con una amiga de la carrera. He comido más, mucho más de lo que debiera, pero no me arrepiento. Quizá desearía tener un rebaño tras el que correr para quemar las tablas de comida asturiana, pero bueno.

    He sobrevivido, una semana más.

    Eso sí, hemos visto un concierto desde el Palco de Honor del Auditorio. Las canciones del programa estaban traducidas del alemán por Llorenç Serrahima, y me alegré de que hubiera sido un compañero de la lista TRAD, y que estuviera bien citado. Le han puesto donde sientan al príncipe cuando viene, me susurraron señalando a Pablo. Y a la mañana siguiente, en el desayuno, le dije al director de la orquesta que había estado en el concierto el día anterior y que me había gustado mucho, y que, sí, había sido diferente pero genial. En alemán.

    Y entonces sí que me sentí en una crónica de sociedad.

  • Cinco maneras de gritar «barato» a todos los vientos

    Los no, no y más no del diseño (1)
    Los no, no y más no del diseño (1)
    Los no, no y más no del diseño (2)
    Los no, no y más no del diseño (2)

    Me he propuesto no publicar cosas feas, pero necesito compartir mi dolor. Todos los días tengo que pasar por este horror camino del trabajo: es la versión en tienda de un hoygan.

    Si quieres que tu tienda, web, o blog grite «barato» a los cuatro vientos, aquí tienes la receta completa, en cinco pasos:

    1. Sáltate letras. Cuando la gente vea «COMPLMENTOS» entenderá «complementos». Hazlo dos veces, en la fachada y en el letrero que sobresale, para que se note que es adrede.
    2. Nunca, jamás, emplees a alguien que sepa escribir el idioma en el que escribe. Cualquier inglés sabe que «ALL THE ARTUCLES TO» significa… hmm… No importa, ¿quién lee los carteles de un metro de ancho? ¡nadie! ¡tú pon 2€ bien grande, y sobran las palabras!*
    3. ¿Acentos? ¡Son artículos mágicos! No pongas ni uno. Si un cartel tiene 4 palabras y 3 llevan tilde, pasa. Los acentos son para los que pueden pagarlos. ¿Qué te han costado esos vinilos de colores, a todo esto?
    4. Utiliza una imagen pixelada de una moneda de dos euros, para que se note que no tenías uno de muestra al que hacerle una foto.
    5. Y por supuesto, usa Comic Sans, pero cháfala bien y fuerza la cursiva, porque… ¡no es lo bastante fea aún!

    * (Esto en realidad es cierto, y podrían haberse ahorrado un 50% del cartel).

    Dedicado a Zor, porque él comprende mi dolor.

  • Bancolandés: el idioma de los bancos. Caso real.

    Esta mañana he ido a renegociar comisiones al banco. Es algo que hay que hacer a menudo, porque si no, se te acomodan. Hoy le tocaba el turno a las transferencias internacionales, a la sazón 7€ cada una con esta entidad en concreto. Hay otras con las que no cuesta nada, e intentaba que me dieran… esas mismas condiciones, claro, pero con sus herramientas (que son mejores) y además para transferencias internacionales masivas. Había que probar.
    En el trascurso de la negociación, hablando de que lo ideal es llevarles un taco de facturas y que lo hagan todo ellos, aunque fuera cobrando, este chico (que es un encanto) ha soltado una frase en bancolandés, el idioma de los bancos. Le he tenido que parar, para recordarla bien, porque merece la pena como ejemplo didáctico:

    … porque son clientes con importantes posiciones de pasivo muy arcaicas…

    Para negociar con los bancos hay que entender lo que te están diciendo. Chicos, esto en realidad quiere decir:

    Son señores con mucho dinero en el banco desde hace mucho tiempo.

    Y hasta hoy nuestra lección de bancolandés de hoy. El fondo del mensaje ya nos lo imaginábamos.

  • Qué post tan poco post-vacacional, una canción para emprendedores

    Portada de «Una semana en el motor de un autobús», de Los Planetas
    Portada del disco «Una semana en el motor de un autobús», del grupo Los Planetas

    Hoy trascribo aquí la letra de esta canción de Los Planetas que podéis escuchar en LastFM, «Montañas de basura». Hacía mucho que no escuchaba este disco. Estas vacaciones hemos estado practicando canciones de mi carpeta antigua de acordes, estrenando la electroacústica de Pablo (una Fender muy bonita, no porque la comprara yo). Suena bastante bien. Y le tengo mucho cariño a la carpeta: es la que llevé a mi primera clase de inglés. Tiene una chuleta que pone: «pan: bread» «ella: she» y «él: hi»*.

    * Lo sé, no aprendí mucho en la primera clase.

    Escucho ahora la canción, y a pesar de que compré el disco hace diez años, me parece muy apropiada para esto de emprender, tener una empresa… Desde fuera la gente ve la libertad, pero no los miedos de esa libertad: tener que elegir, y que los errores sean tuyos. Pienso que es común a todas las cosas que merecen la pena: darlo todo y que luego salga mal. Cuando lo das todo, suele ser por algo. Algo por lo que crees que merece la pena el riesgo de estarte equivocando.

    Montañas de Basura (Los Planetas, 1998)

    En montañas de basura,
    en montañas de basura,
    en montañas de basura,
    en montañas de basura.

    Ningún beso de cordura,
    ningún beso de cordura,
    ningún beso de cordura,
    ningún beso de …
    Dios me tendrá que proteger.
    ¿Qué va a pasarme en esta vez?

    ¿Qué va a pasar si me entrego y no funciona?
    ¿Qué va a pasar si me tiro al barro ahora y sale mal?
    ¿Qué va a pasar si no puedo soportarlo?
    ¿Qué va a pasar si decido dar el paso y sale mal?
    ¿Aguantaré?, ¿podré escapar?, ¿podré volver?
    Mi vida… ¿va a ser mejor de lo que fue?
    ¿Qué va a pasar si no lo es?

    Dios me tendrá que proteger.
    ¿Qué va a pasar si no lo es?
    Dios me tendrá que proteger.
    ¿Qué va a pasar si no lo es?

    El destacado es mío, claro. El resto es el típico rollo mesiánico de Los Planetas. No me imagino pidiendo uno de los nuevos créditos del ICO y cantándole lo de «Dios me tendrá que proteger» al director de un banco.

    Estoy intentando liberarme de la presión de pensar «¿y si me estoy equivocando? ¿y si esto no funciona?» y concentrarme en hacer bien las cosas. Tomármelo con calma, como en un jardín zen. Conversación este mediodía (con Pablo, frente a un gran plato de sashimi):

    ―Cuando vayamos a Japón en abril estaría bien hacer algo zen.

    ―¿Zen? Yo no tengo paciencia para esas cosas.

    Y en el siguiente capítulo… nos vamos a Japón del 6 al 20 de abril. Madrid-Helsinki-Osaka-Kobe-Kyoto-Tokyo-Osaka-Helsinki-Madrid.