Pues ya estoy en el EBE, ya ha sido mi charla, y lo cuento en pasado porque voy con la lengua fuera.
Me hace ilusión porque es un evento al que había venido dos veces como asistente: en 2009 y en 2012.
Me temo que no hay vídeo ni ha habido streaming.
Esta es la presentación que hemos utilizado:
¡Según vaya pudiendo añadiré más cosas! Hay mucha gente con la que hablar en vivo ahora mismo.
Foto destacada: Marga Cabrera, @MargaTwita.
Actualización: A continuación, y visto que no hubo streaming ni grabación, poco a poco (este artículo está en construcción) iremos desgranando algunos de los puntos clave de la charla. Nota: hicimos muchos, muchos más chistes en vivo. ¡Gracias, habéis sido un público maravilloso! Lo pasamos muy bien.
Actualización (II): Después de nuestra charla ha salido este interesante artículo sobre el tema en El Diario: Así es la brecha de género en las condiciones laborales.
¿Te crees esto?:
«El mundo del trabajo está hecho por y para los hombres. Es muy difícil que una mujer entre y que tenga éxito. Para entrar y tener éxito tienes que renunciar a tu “rol social como mujer”, que implica tener hijos a los 25 años (cuando estarías en tu momento de aceleración profesional) y criarlos desde casa». ¿Tienes ya ganas de escapar? ¿Cómo se hace? ¿hay otras definiciones de éxito? ¿hay otros caminos?
En esta charla hablamos de ciencia, estrategias y experiencias con el techo de cristal. Como por ejemplo, que todo el mundo es sexista sin darse cuenta. Incluso aunque lo sepas. Incluso aunque seas mujer.
TL;DR. Es mejor seleccionar sin saber si alguien es hombre o mujer. Ante la duda, elige a una mujer: probablemente los demás no lo hagan.
El ascenso profesional se define de forma clásica como:
Si un ascenso no incluye más sueldo u otras ventajas, es un título sin tierras; esto es, es un timo.
El techo de cristal es una metáfora que se utiliza para visibilizar que, llegados a un determinado nivel de responsabilidad y sueldo en la actividad profesional, cada vez hay menos mujeres y otras minorías.
Ser mujer en el mundo laboral es como jugar al Monopoly con reglas diferentes y con dados diferentes: cuesta más dar vueltas al tablero, y recibes menos dinero en cada una. Si sois más de videojuegos, es como estar atrapada jugando en modo difícil.
En una montaña, llegados a una cierta altura, el aire se hace más difícil de respirar. En la cima del «éxito laboral» también. Ascender a menudo se hace incompatible con la vida no-laboral. Una de estas incompatibilidades es con la vida familiar, cuya responsabilidad tradicionalmente se atribuye a las mujeres.
Esta incompatibilidad también resulta un problema para los hombres que desean tener esa vida y asumir tanto su disfrute como su responsabilidad en ella. De la misma manera, afecta menos a las mujeres que no. Por otra parte, solo dignificando el trabajo de cuidado se convencerá a todo el mundo, hombres incluidos, para que haga su parte.
El machismo es como la contaminación, no lo vemos pero nos intoxica. Y además lo podemos medir.
Hombres y mujeres sufren por la contaminación del machismo, que lo impregna todo. Sin embargo, este sufrimiento no es simétrico: las mujeres sufren la mayor parte.
Veamos algunos estudios científicos sobre este fenómeno.
En 2012 se mandaron 140 CVs iguales a distintos centros de investigación, la mitad firmados como John y la otra mitad como Jennifer. A los hombres se les ofrecían mejores condiciones y se les veía mejor en general (3 700 $ más al año).
Se puso a una serie de personas unos videos de gente en entrevistas de trabajo y se les preguntaba (a grupos distintos)
Las mujeres negociarían poco, y además se las contrataría menos cuando negocian. A los hombres no se les penaliza por negociar, o se les penaliza menos que a las mujeres (dependiendo de cómo sea la negociación).
Se pusieron exámenes de matemáticas a varios grupos de gente del mismo nivel.
En el grupo en el que les decían que no había diferencias, de hecho no había casi diferencias. En los demás sí que se encontraron resultados diferentes. Esto nos indica que el sesgo ya estaba antes de entrar a la prueba.
En esta ocasión se hizo una especie de concurso de matemáticas en el que el premio se lo llevaban dos ganadores. Se probaba sin y con cuota (un ganador y una ganadora). Con cuota participaban más mujeres y el resultado (la «calidad» de las matemáticas resultantes) era igual o mejor.
En este experimento, se explicaba una serie de sesgos clásicos a un grupo de personas y luego se les preguntaba:
En un ejemplo claro del gente es el plural de imbécil, consideramos que las cosas que hacen mal los demás a nosotros no nos ocurren: se ve mucho más susceptible a la gente en general que a uno mismo.
Se trató de correlacionar inteligencia, empatía, etc. con susceptibilidad a sesgos. Todos correlacionan negativamente o no correlacionan. Es decir, cuanto más listos más tontos (o igual de tontos).
Con este descorazonador estudio descubrimos que las entrevistas de trabajo hacen que la gente que contrata se haga una idea menos acertada de los candidatos que si solo hubiera leído su CV, pero tienen más confianza en la idea que se hacen.
Tradicionalmente había muy pocas mujeres en las orquestas americanas. Al pasar al método de selección con audiciones ciegas (en las que el intérprete toca detrás de una pantalla negra), la probabilidad de que una mujer fuera contratada pasó a ser un 50%. Durante el período estudiado, aumentó del 10% al 35% el número de mujeres en las orquestas.
En el Congreso anual de Microbiología, en 2011, vieron que tenían un problema de género y se les pidió a los reclutadores que intentaran ayudar. Todos los años se les repitió, y en 2015 alcanzaron la paridad y casi ninguna mesa redonda en la que hubiera solo hombres.
La toma de decisiones por circuitos extraoficiales (irse todos los tíos a comer con el jefe) es una práctica que aísla a las mujeres.
Todo esto mide el éxito tradicional. ¿Y si el objetivo no fuera ganar al Monopoly sino crear un juego distinto?
Hay condiciones sociales que hacen compatible o super-mega-difícil compatibilizar la familia con el empleo. ¿Qué se podría hacer al respecto?
¿Qué puedes hacer tú?
Ser una mujer en el mundo laboral es como estar atrapada en el modo difícil de un videojuego #verdeEBE @minibego #EBE15
— Miriam Alcázar (@MiriamAlc) November 21, 2015
Aprendiendo cómo crear estructuras menos injustas con @minibego @feminoacid @marian_sanchez #EBE15 #verdeEBE pic.twitter.com/B9bunCVvqh
— Silvia Leyva (@soysilvialeyva) November 21, 2015
Y allá van @feminoacid y @minibego, listas para darse de cabezazos con el techo de cristal #verdeEBE pic.twitter.com/2zrkimVxrb
— Wicho (@wicho) November 21, 2015
El éxito profesional plasmado en un diagrama de Venn, @minibego y @feminoacid en #EBE15 #EBEverde pic.twitter.com/kYBAa6fscv
— Alfredo Artiles 🇨🇺 (@aartiles24) November 21, 2015
3, 2, 1… A golpes contra el techo de cristal con @minibego y @feminoacid #verdeEBE #EBE15 pic.twitter.com/DBHbiJPWEK
— Juanan Mayor (@sitiocreaCtivo) November 21, 2015
Mi futuro laboral más inmediato lo han plasmado @minibego y @feninoacid en esta fantástica diapo #verdeebe #EBE15 pic.twitter.com/D73gvBEfWz
— Susana Lluna (@susanalluna) November 21, 2015
¡Eh, que ser feliz es cuestión de trabajo! Grandes @minibego @feminoacid en #verdeEBE #EBE15 pic.twitter.com/oSAb9SioJl
— Alice Cañizares (@aliceontop_) November 21, 2015
Si vas a comprar humo almenos háztelo tú…definiendo el éxito personal @minibego @feminoacid #EBE15 #verdeEBE pic.twitter.com/UgPoUB6IqF
— Silvia Leyva (@soysilvialeyva) November 21, 2015
'El éxito profesional es increíblemente personal' #verdeEBE #EBE15 @minibego 🤘🏼
— Alice Cañizares (@aliceontop_) November 21, 2015
Que nadie copie lo que no quiera, por favor…
¿De verdad es esto lo que queremos? @feminoacid @minibego #verdeEBE #EBE15 pic.twitter.com/KE41Afrkj6
— Reyes García (@artiagare) November 21, 2015
Necesitamos una nueva definición de éxito que sirva a todos y todas @minibego en #verdeEBE
— Ana Arce (@AnaArce_) November 21, 2015
Así es como vemos el éxito o así es como se vende @minibego @feminoacid #verdeEBE #EBE15 pic.twitter.com/JwRH4FSgUr
— Miriam Alcázar (@MiriamAlc) November 21, 2015
Ese momento en el que @minibego nombra “Thrive” de @ariannahuff y me declaro fan total #verdeEBE
— Susana Lluna (@susanalluna) November 21, 2015
@minibego y @feminoacid arrancan sonrisas hablando del efecto club de chicos #EBE15 #verdeEBE pic.twitter.com/j13YicqTWZ
— Silvia Leyva (@soysilvialeyva) November 21, 2015
Todo esto mide el éxito tradicional… ¿Y si el objetivo fuera no ganar al monopoly? @feminoacid @minibego #verdeEBE
— Cris Alcázar (@CrisAlcazar) November 21, 2015
Efecto club de chicos o… "Campo de nabos" @minibego #verdeEBE #ebe15 los que toman decisiones y aíslan al resto
— Miriam Alcázar (@MiriamAlc) November 21, 2015
Efecto club de chicos o… "Campo de nabos" @minibego #verdeEBE #ebe15 los que toman decisiones y aíslan al resto
— Miriam Alcázar (@MiriamAlc) November 21, 2015
¿Te imaginas que cuanta más información tuvieras peores decisiones tomaras?
Nos lo argumentan @minibego @feminoacid #verdeEBE #EBE15— Juanan Mayor (@sitiocreaCtivo) November 21, 2015
“Todo el mundo es sexista sin saberlo?” @feminoacid @minibego #verdeEBE pic.twitter.com/FnOlseGXfr
— Susana Lluna (@susanalluna) November 21, 2015
2010 ha traído más de lo que me habría atrevido a soñar a estas alturas del año pasado: una nueva socia, un hijo, perder peso, unos meses de descanso de la dirección de la empresa, echar a rodar Júramelo (que antes no tenía nombre), cambiarme al Mac, hacer deporte, aprender a hacer sushi, estudiar música, escribir casi media novela, escribir con regularidad en el blog, volver a leer por placer en grandes cantidades.
Noticias razonablemente frescas: ¡nuevo blog en el vecindario! Me acabo de enterar por este comentario de que María Barrios tiene nuevo blog. Será público puesto que lo ha dicho en un blog ¿no? Se llama ¿Cuarenta segundos? ¡Yo lo quiero ahora! Tiene buena pinta como todo lo que Frau Barrios ha escrito siempre. Disfruten ustedes.
¿Os acordáis de lo que dije ayer, sobre estar descansada y que las cosas fueran fáciles? Pues hoy no es uno de esos días. Estoy hecha polvo. En cualquier caso, el tema de hoy no es ése. Va dedicado al otro Quique, el que no está aquí sino allá. El tema de hoy es: El
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