22 preguntas y 22 respuestas honestas, como por ejemplo, que odio a los gatos. Hala, está dicho.
Mi amor por las matemáticas y los matemáticos no hace más que aumentar con el tiempo. Quizá sean como la cerveza y el vino. De niña me sabían amargas, me desconcertaban. Conforme pasa el tiempo me dan más alegrías.
El día de mi boda, hace ya nueve años, mi familia me preguntaba con mucho interés quién era esa señora de pelo corto y blanco sentada a mi mesa, al lado de mis padres. La respuesta es simple, pero no corta.
Madre mía, está siendo difícil encontrar el tiempo para contarlo, sobre todo por algo que sucedió durante el viaje, pero en Murcia.