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  • Casandra al móvil

    Casandra al móvil

    —… de acuerdo, así quedamos. ¡Hasta luego! —cuelgo una llamada y ya hay otra esperando, lleva un rato pitándome el oído. Debe ser el mensajero de antes, que quiere que baje.
    —Hola, ¿cuánto tardas en bajar para recoger el paquete, como hemos dicho antes?
    —¡Estoy ya abajo!
    —Caramba, ¡qué rápida! Eres más rápida que Supermán. Bueno, pues quedamos en el lado de Sagasta, que es difícil parar en la calle.
    —De acuerdo, nos vemos en la esquina. Llevo una Ford Transit blanca.
    —Eso te iba a decir, que acaba de pasar un mensajero.
    —No, no soy yo, es otro. La mía pone [BRMMM BKRL ininteligible]ele.
    —OK, aquí espero.
    —Estoy llegando ahora mismo. ¡Hasta ahora!
    —¡Hasta ahora!

    Veo llegar una Ford Transit blanca, que aparca justo en la esquina en la que estoy parada, y dentro hay un mensajero con un móvil en la mano y un montón de papeles. Le hago gestos.
    —Qué pasa, ¿te he llamado?
    —¡Yo creo que sí!
    —Hmmm. —frunce el ceño.

    Qué raro, estaba tan alegre hace un segundo. Sale y da la vuelta al vehículo. En la mano lleva un papel con mi nombre.

    —Bueno, tienes un paquete para mí, ¿no? Soy Begoña Martínez.
    —¿Eh? ¿Uh? Sí, supongo que sí.

    Parece muy, muy confuso.

    —Me acabas de llamar para que bajara ¿no?
    —¿Yo? Yo no he llamado a nadie. Habrá sido un compañero.
    —Bueno, pues alguien me ha llamado —él se encoge de hombros.
    —Voy a ver por aquí detrás. ¿Sabes qué es? —tiene cara de estar pensando en otra cosa, y sin esperar mi respuesta, se asoma a la furgoneta.

    A nuestro alrededor bulle el tráfico de las 11 de la mañana, hay actividad por todas partes.

    Otra furgoneta llega hasta nuestra altura y hace medio gesto de torcer para la calle de mi oficina. No puede, porque es dirección prohibida.

    Es una Ford Transit blanca.

    El conductor me hace gestos. Le hace gestos simpáticos de «niño malo, te voy a dar» al otro mensajero, también parado precariamente, ahora con un paquete en las manos.

    —¡Hey, hola, ya he llegado! —dice muy sonriente. Ahora me toca a mí levantar la ceja. El segundo mensajero, muy sonriente, sale de la furgoneta con un gran sobre en la mano y el terminal para firmar.

    De repente todo encaja.

    —¿Qué pasa, es la hora de entregar en mi calle? De repente me siento muy popular.
    —¡Parece que mi compañero se ha ahorrado una llamada! —el mensajero sonriente sigue sonriendo.
    El primero parece por fin comprender.
    —Toma, firma aquí, por favor.
    Firmo el primer paquete.
    —Bueno, y aquí tienes otro paquete bomba, jejeje, firma, por favor.
    Dejo ambos en el suelo y firmo en el segundo terminal, ya riendo.

    Pensando en la cara del primer mensajero, quizá adivinar el futuro es fuente de mucha confusión.
    Este ha sido el momento Casandra de hoy.

  • Poverty anywhere is poverty everywhere.

    Poverty anywhere is poverty everywhere.

    Poverty anywhere
    is poverty everywhere.*


    Why is that? Why are other people’s problems my problems? Are we all together in this? How can we be together in this if I don’t know who they are, why are we here? If I can’t feel them as I can feel my body. Do my toenails know about my hair? Do my fingers know about my heart?
    70-438


    pau_vallecas

    Somewhere I read: I often wonder if life is easier for other people or if they are better at faking it.

    I get to the outskirts of the city and I see all those buildings, and it’s not the big sprawling of tiny houses that bothers me, it’s the big, huge buildings and the tiny flickering lights that make me think of ants, and working bees, and insignificant little lives, with anonymous problems. I just can’t tell if I’m scared because I know that deep down, I’m just one more working bee, in the middle of its working life. Dead and forgotten already, in the grand scheme of things. Maybe I’m scared for all those little bee people I imagine, living in horrible places that I’ll never see, but that I can sort of imagine, because they are in a way, just like mine. With that weird kitchen smell that kitchens other than your own have. With their children and their laundry and their skid marks in the WC. With their fights and flat screens and unpaid bills and salary rises and sudden unemployment. Why do I care about them? Why won’t they ever know that I am here, trying to imagine who they are?
    MB2-701

    colmenas

    * Sounds revolutionary? James Wolfensohn, President of the World Bank, said that in 2002.

    Photos: Noktonmagazine.com

  • La foto ignorada

    La foto ignorada

    Normalmente me encuentro con espejos en momentos en los que me he arreglando, en sitios bonitos. Así que por mis autorretratos uno diría que siempre voy hecha un pincel y estoy en sitios maravillosos. Un día me encontré camino del trabajo un espejo enfrente de unos contenedores. Me resultó curioso verme junto a la basura, y dije: esta es la imagen que expresa mi vida normal, sin glamour añadido. Si a alguien le interesa, se lo explicaré.

    Ni un solo «me gusta».

    20140629-203955-74395821.jpg

    20140629-203956-74396719.jpg

    http://instagram.com/p/nZ8jtmv07h/

    20140629-203957-74397069.jpg

    20140629-203957-74397515.jpg

    Tu vida siempre tiene magia.

    De hecho eres mi taumímetro para muchas cosas.

    Vaya.

    Con amigos así, ya sé de dónde sale la magia. 🙂

     

    PD: Si nos fiamos de la opinión de la gente, todas las demás fotos de mi perfil de Instagram son mejores que esta.

  • A esta chica se le fue con la dedicatoria

    A esta chica se le fue con la dedicatoria

    A veces, una dedicatoria se te va de las manos.

    Humor absurdo para el amor de mi vida.
    Es absurdo todo lo que te quiero
    con una locura que atesoro
    de la que elijo no curarme nunca.
    Si amanece agosto eres mi brisa fresca.
    Si atardece octubre eres mi olor a castañas.
    El sana-sana de mis heridas.
    La almohada de olvidar las pesadillas.
    Tus brazos me estrujan de vuelta a la vida.
    Por hacerte feliz cruzaría las minas de Moria.
    Por hacerte reír haría cosquillas a Yoda.
    Por ti iría al Monte del Destino a la pata coja.
    Por ti llamaría a Voldemort sangre sucia.
    Pero por favor no me pidas que saque la basura,
    que te toca.
    Te quiero: feliz cumpleaños mi amor,
    tu Bego, tu loca.

    Feliz cumpleaños

    Sobre cerrado

    You magnificent Bastard

    Feliz cumpleaños, amor

    Calligraphuck — when you give a fuck

    En mi defensa diré que en el sobre iban también unas entradas para ver Gomaespuma.

  • Cabeza llena de algodón de azúcar derritiéndose, en llamas

    Cabeza llena de algodón de azúcar derritiéndose, en llamas

    Algodón de azúcar, ardiendo

    La última vez que empezaron a dolerme los lados del cuello publiqué este dibujo. Dije que me sentía:

    Cómo me siento: la cabeza llena de algodón. De azúcar. Derritiéndose. En llamas.

    Esta vez iré al médico mucho antes (tengo cita para mañana a las 11). Mientras, ibuprofeno y demás, mon amour.

    * 1. Dibujo digital hecho con la aplicación Paper by 53.

    * 2. El autocorrector, troleándome.

     

     

  • Lo clavaron con «It’s Not About the Nail»

    Lo clavaron con «It’s Not About the Nail»

        Jamás he aprendido tanto en tan poco tiempo como con este vídeo.

     

        Ved este microcorto «It’s Not About the Nail» (1 minuto y 41 segundos), está subtitulado al español:

     

    Yo siempre intento arreglarlo. Pero a veces la gente no quiere que arregles nada, quiere que escuches y punto.

     

    Ayer: «Mamá, con las alas serás un hada ingeniera. Este es tu destornillador mágico de arreglar cosas». Ojalá, hija.
    Ayer: «Mamá, con las alas serás un hada ingeniera. Este es tu destornillador mágico de arreglar cosas». Ojalá, hija.

     

     

    En ese momento, para mí, se convierte en una experiencia masoquista: intentando disfrutar de la compañía y a la vez aguantar el dolor de ver cómo alguien se la pega, sin intervenir, sin hacer ni decir «nada».

    «Nada», excepto escuchar y decir: «uf, eso suena muy duro».

    —Uf, eso suena muy duro.

    — * —

    Actualización: Me pasa Sabela en los comentarios este otro vídeo, muy ilustrativo, sobre la diferencia entre empatía y pena (ojo al falso amigo sympathy/simpatía):

     

  • Pobreza en cualquier parte es pobreza en todas partes

    Pobreza en cualquier parte es pobreza en todas partes

    Pobreza en cualquier parte
    es pobreza en todas partes.*


    ¿Por qué? ¿Por qué son los problemas de otros mis problemas? ¿Estamos juntos en esto? ¿Cómo podemos estar juntos en esto si no sé quiénes son, por qué estamos aquí? No puedo sentirles como siento mi cuerpo. ¿Saben mis uñas de los pies sobre mi pelo? ¿Saben mis dedos de mi corazón?


    pau_vallecas

    En algún lugar leí:
    A menudo me pregunto
    si para los demás la vida es más fácil,
    o simplemente se les da mejor fingir.

    Voy a las afueras de la ciudad y veo todos esos edificios, y no son las grandes urbanizaciones de casitas que me molestan, son los edificios grandes, enormes y las  lucecitas parpadeantes las que me hacen pensar en hormigas, en abejas obreras y en sus insignificantes pequeñas vidas y anónimos problemas. No sé si me asusta porque soy consciente de que, en el fondo, no soy más que una abeja obrera más, en medio de su vida laboral. Ya muerta y olvidada, en el plano general de la vida. Quizá tengo miedo por todas esas pequeñas personas abeja que imagino, viviendo en sitios horribles que nunca veré, pero que puedo imaginar porque en cierto sentido, son iguales al mío. Con ese olor raro que tienen las cocinas que no son la tuya. Con los niños, y la cesta de la ropa sucia y las zurraspas. Con sus peleas y pantallas planas y facturas por pagar y aumentos y el inesperado paro. ¿Por qué me importan? ¿Por qué nunca sabrán que estoy aquí, intentando imaginar quiénes son?

    colmenas

    * ¿Suena revolucionario? James Wolfensohn, Presidente del Banco Mundial, lo dijo en Monterrey en este discurso de 2002.

    Fotos: Noktonmagazine.com

  • Poverty anywhere is poverty everywhere

    Poverty anywhere is poverty everywhere

    Poverty anywhere
    is poverty everywhere.*


    Why is that? Why are other people’s problems my problems? Are we all together in this? How can we be together in this if I don’t know who they are, why are we here? If I can’t feel them as I can feel my body. Do my toenails know about my hair? Do my fingers know about my heart?


    pau_vallecas

    Somewhere I read: I often wonder if life is easier for other people or if they are better at faking it.

    I get to the outskirts of the city and I see all those buildings, and it’s not the big sprawling of tiny houses that bothers me, it’s the big, huge buildings and the tiny flickering lights that make me think of ants, and working bees, and insignificant little lives, with anonymous problems. I just can’t tell if I’m scared because I know that deep down, I’m just one more working bee, in the middle of its working life. Dead and forgotten already, in the grand scheme of things. Maybe I’m scared for all those little bee people I imagine, living in horrible places that I’ll never see, but that I can sort of imagine, because they are in a way, just like mine. With that weird kitchen smell that kitchens other than your own have. With their children and their laundry and their skid marks in the WC. With their fights and flat screens and unpaid bills and salary rises and sudden unemployment. Why do I care about them? Why won’t they ever know that I am here, trying to imagine who they are?

    colmenas

    * Sounds revolutionary? James Wolfensohn, President of the World Bank, said that in 2002.

    Photos: Noktonmagazine.com

  • Cinco esperanzas y desesperanzas

    Cinco esperanzas y desesperanzas

    ¿Se puede tener más paciencia? ¿Cuánta? ¿Para qué?

    El ayer es historia, el mañana un misterio, sin embargo el hoy es un regalo, por eso se le llama presente. Eleanor Roosvelt / Maestro Oogway
    El ayer es historia, el mañana un misterio, sin embargo el hoy es un regalo, por eso se le llama presente. Eleanor Roosvelt / Maestro Oogway

     

    Hubo una época en la que sentía una presencia en el universo, y le hablaba. Le decía: dame paciencia. Porque no tengo.

    Solo mucho más tarde escuché el famoso chiste: Señor, dame paciencia… dame paciencia, porque si me das fuerza ¡lo mato!

    Es una de estas cosas que me hacen pensar en mi madre: ella gritándome no seas impaciente, toda la vida.

    Antes yo era más del I want it all, I want it now, o de Homer (como María): ¿cuarenta segundos? ¡yo lo quiero ahora!

    1. Cuánta paciencia

    De repente un día alguien te dice cuánta paciencia tienes.

    ¿Yo?

    ¿Desde cuándo?

    Algo te hace «clic» y te das cuenta de que es posible que sea cierto.
    Que te haya salido paciencia, casi sin darte cuenta.

    ¿Es posible que haya aprendido a esperar? ¿He conseguido ya disfrutar del proceso y no angustiarme con que llegue ya el resultado?

    El mejor momento de las cosas / es cuando no han pasado, / porque luego todo lo que puede hacerse / es recordarlo.

    A decirme a mí misma aquello de que

    el mejor momento de las cosas es cuando no han pasado, porque luego todo lo que puede hacerse es recordarlo.

    De La nostalgia es un arma, de Astrud, (comentarlo dice en realidad).

    Quizá.

    2. Fuerza

    bottom of  pool

    A veces siento que me ahogo. Voy al gimnasio, miro la piscina. Salto. Vuelo bajo el agua, despacio, como en un sueño. Suelto un poco de aire. Pasa una marca. Vamos, nada. Arquéate. Pies. Brazos. Otra. No mires hacia delante. Nada. No mires. El aire. Brazos. Pies. Has mirado. Queda poco. No puedo. Me ahogaré. Puedes. Brazos. Pies. No mires. Has vuelto a mirar. Otra marca. Aire. ¡Necesito aire! Acelera. Pies. Brazos. ¡Arriba!

    —Aargh.

    Cojo aire. El aire es lo mejor del universo. Estoy viva. No estoy muerta. Antes me estaba ahogando. Ya no. Respiro. Estoy viva. Lo he conseguido. Veinticinco metros. Mi pequeña y ridícula marca. Mi pequeño y ridículo logro. Estoy viva. Respiro. Bien por mí. Todo bien.

    —¿Cómo te va?

    —Bien.

    3. Te espero

    La espera del reencuentro es la que mejor entrenada tengo. Más me vale, viviendo en Murcia.

    fox_le_petit_prince

    —Hubiera sido mejor —dijo el zorro— que vinieras a la misma hora. Si vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde, desde las tres yo empezaría a ser dichoso. Cuanto más avance la hora, más feliz me sentiré. A las cuatro me sentiré agitado e inquieto: descubriré así lo que vale la felicidad. Pero si vienes a cualquier hora, nunca sabré cuándo preparar mi corazón…

    —Antoine de Saint-Exupéry, El principito

    Los ritos son necesarios, sigue el zorro en el relato, y para mí, las fechas de reencuentro son mejores que no esperar nada. Sí, en este caso tengo claro que es mejor esperar algo lejano, que no esperar nada en absoluto.

    4. La lista de esperas

    ¿Hay esperas mejores y peores?

    1. + + +

      • Esperas cosas buenas, estás bien, y llegan, y todo está bien.
    2. + +

      • Esperas cosas buenas, estás bien, y no llegan. La luz al final del túnel era un tren. ¿Habrías preferido el sufrimiento?
    3. — — —

      • Esperas cosas malas, estás mal, y pasan, y «… afrontaré mi miedo. Permitiré que pase por encima y me atraviese. Y cuando haya pasado, mi vista interior escrutará su camino. Allá por donde ha ido el miedo ya no quedará nada. Sólo estaré yo».
    4. — — +

      • Esperas cosas malas, estás mal y no pasan, y te sientes gilipollas. Pero un gilipollas muy aliviado.
    5. + ?

      • Esperas cosas malas, ¿es posible estar bien mientras esperas algo malo? ¿pase o no pase? ¿Cómo se hace?

    5. ¿Zen?

    El zen me fascina y me fastidia. A veces a partes iguales. El renuncia al deseo y no te hará sufrir. La introspección. ¿Y si alguien te necesita mientras tú estás a lo tuyo? Me suena poco empático: encuentro que sin sentir con los demás, no me sentiría yo. Y sin embargo, la distancia es necesaria, y no puedes hacer de cada problema tu problema.

    Me fascina el enfocarse en el presente. Claro, en el momento presente no estás esperando nada. Estás en el ahora, en lo que hay, en lo que tienes. No tienes miedo ni ansia pensando en el futuro. Es bonito vivir en el presente, pero ¿y con lo que a mí me gusta planear y recordar? ¿y si luego a la hora de la cena no queda leche, eh, dónde está tu zen ahora, bonita?

    Mi tema mental de este año es termina lo que empiezas. Me fascina que todo momento de mi vida, tomada en conjunto, todo lo que he hecho, está terminado ya. O terminado, o yo muerta, entiéndase.

    Por una parte, resulta que tanto la paciencia como la fuerza se pueden entrenar. Trabajo en ello. Soy lo más paciente (y fuerte) que he sido nunca hasta ahora. El zen dice que tiene que bastar: que no se te puede pedir más de lo que tienes. Una vocecita dentro de mí protesta: ¿más paciencia? ¿más fuerza? ¡si estoy muerta!

    Pues no. Para eso también toca esperar.

  • #sport4ukele, día 69

    #sport4ukele, día 69

    Hoy llevo 69 días haciendo deporte todos los días, y los chicos de La Calle es Tuya me han regalado un ukelele de cartón para celebrarlo (y agradecerme que les pinte unas acuarelas para sus tarjetas de visita, más sobre eso otro día).

    Si no hubiera caído enferma tres días, iría por el día 72. Me ha dicho Pablo (@ndebasket) que en la NBA se cuentan las rachas por partidos en los que no estás lesionado, así que me lo voy a aplicar.

    ¿Qué y cómo?

    Empecé el 30 de septiembre y creé una etiqueta (hashtag) chorra para llevar la cuenta por twitter: #sport4ukelele. La idea viene de que me doy a mí misma un euro por cada día que haga deporte, y al final me compraré con ello un ukelele. Todavía no tengo claro si un ukelele soprano (95€, faltan 26 días) o un ukelele concierto (115€, faltan 46 días).

    Hace tanto tiempo que empecé que ya se han borrado las fotos de twitter. ¡Oh, no! no sabía que se borraban. Ahora las subiré siempre a otro sitio por lo menos.

    Todo empezó porque cerraron la piscina Mar Menor, la que me pillaba más cerca de casa. Así que me tuve que ir Lejos (para lo que es Murcia) a La Flota. Resulta que los horarios de natación de La Flota me venían fatal. Así que me cogí un abono que me permitía ir cuando yo quisiera («total, para lo que me enseñaba el profe de Mar Menor, mismo me da bajarme programas de entrenamiento de internet»). Resulta que el abono incluía el uso del gimnasio. Yo les tenía alergia (es un decir). Me parecía que ir al gimnasio era aburrido, el equivalente humano a tener una rueda de hámster (¿por qué la piscina no me daba la misma impresión? ¿quizá porque lo sentía más bien como volar?). El caso es que fui alguna vez yo sola y no cambié de opinión: total, también me paso el resto del día corriendo.

    Parte de la letra de la canción de Amanda Palmer que me llevó a soñar con un ukelele.
    Parte de la letra de la canción de Amanda Palmer que me llevó a soñar con un ukelele. Pulsa para escucharla.

    .

    Pero ir solo a hacer deporte, y todos los días, y sin plan, era un poco absurdo a veces. ¿Cuándo paro? ¿cuándo sigo? ¿estoy mejorando? No encontraba por ninguna parte programas de entrenamiento de natación. No estaba usando ninguna métrica excepto la acumulación de días.

    Así que me recomendaron contratar a un entrenador, aunque fuera para una sesión a la semana.

    Best. Hire. Ever. La mejor decisión, después de la de hacer deporte, claro. Hablamos y fijamos objetivos (en verano, nadar en una travesía). El primer día que entrenamos en la piscina mejoré terriblemente mi técnica (que era muy muy mala, cosa que no me habían corregido nunca). Y día a día seguimos progresando. El mejor piropo es que te suban la dificultad de los ejercicios, y no para de subir…

    ¿Y los días que cierra el gimnasio o estás fuera?

    Los días que no podía ir al gimnasio, he usado la aplicación (ya que todo el mundo me lo pregunta) You are your own gym, de Mark Lauren. Sobre todo he hecho esos ejercicios los fines de semana, que siempre por una cosa o por otra estás fuera, no encaja bien lo de dejar sola al resto de la familia, etc.

    Es un sistema para hacer ejercicio con tu propio cuerpo, o con muy pocos accesorios que puedas tener en cualquier parte (una puerta, una mesa, dos sillas, una toalla). A veces me recuerda a esas películas en las que meten en una celda a un militar y lo ves haciendo ejercicio él solo para mantenerse cuerdo.

    Vale, a veces también yo me siento así.

    En el gimnasio del EBE. Día 30.
    En el gimnasio del EBE, día 33. Conocí a unos tuiteros muy majos que también hacían mucho deporte (¡hola!) y que me preguntaron qué tabla hacía tan decidida, así que les di un tour como el que viene a continuación.
    En el gimnasio del EBE, día 33. Conocí a unos tuiteros muy majos que también hacían mucho deporte (¡hola!) y que me preguntaron qué tabla hacía tan decidida, así que les di un tour como el que viene a continuación.

    Así va la aplicación (la hay para IOS, y la misma te vale para iPhone y iPad) y para Android.

    Este es el aspecto que tiene:

    Cargando...
    Rebobinando la cinta… que diga, cargando…
    ¿Qué quieres hacer hoy? Darle al botón verde grande.
    ¿Qué quieres hacer hoy? Pues pulsar el botón verde grande.
    ¿Avanzado o fácil? ¡El fácil! Pulsa de nuevo el botón verde.
    ¿Avanzado o fácil? ¡El fácil! Pulsa de nuevo el botón verde.
    ¿Cuál es tu nivel, pardillo o Rambo? ¡Pardillo! Dale a Basic. No, en serio, dale a Basic o te arrepentirás.
    ¿Cuál es tu nivel, pardillo o Rambo? ¡Pardillo! Dale a Basic. No, en serio, dale a Basic o te arrepentirás.
    Elige el día por el que vayas. Está preparado para hacer entre 20 y 30 minutos, 4 veces por semana. Como yo la uso dos días por semana, voy más lenta, pero vamos, no querría ir más rápida, son muy duros.
    Elige el día por el que vayas. Está preparado para hacer entre 20 y 30 minutos, 4 veces por semana. Como yo la uso dos días por semana, voy más lenta, pero vamos, no querría ir más rápida, son muy duros.
    Aquí te explica lo que vas a hacer. Puedes acceder a vídeos de cada ejercicio antes de hacerlos y durante el ejercicio en sí.
    Aquí te explica lo que vas a hacer. Puedes acceder a vídeos de cada ejercicio antes de hacerlos y durante el ejercicio en sí.
    Te dice cómo te hará sufrir.
    Te dice cómo te hará sufrir. Pulsa el gran botón naranja para empezar.
    ¿Estás listo? ¡Vamos a ello!
    ¿Estás listo? ¡Vamos a ello!
    Hale, a hacer ejercicio. Como hay vídeos, no te puedes perder.
    Como hay vídeos, no te puedes perder. Hale, a hacer ejercicio. Haz lo que dice el vídeo en el tiempo que tienes.
    Descanso en la versión iPad, con ejercicio que puedes hacer en el banco de apoyar la maleta de un hotel de por ahí
    Descanso en la versión iPad, con ejercicio que puedes hacer en el banco de apoyar la maleta de un hotel de por ahí.
    A partir de ahora, toca obedecer. Haz lo que dice el vídeo en el tiempo que tienes.
    A partir de ahora, toca obedecer, incluso cuando te dice que descanses. Las capturas las he hecho en los descansos ¿eh?
    Columna Lingüística, en el iGoogle de la traductora Begoña Martínez
    Y aquí tenemos el satisfactorio tick verde junto al ejercicio de hoy.
    Y aquí tenemos el satisfactorio tick verde junto al ejercicio de hoy. Si no le has dado a Save, no saldrá. Ves como tenías que darle.

    Octubre

    Octubre fue el primer mes de mi vida que hice deporte todos los días.

    Sigo siendo una tirillas, pero se notó. Este es el día 22.
    Sigo siendo una tirillas, pero se notó. Este es el día 22.

    Noviembre

    Noviembre no pudo ser. El día que peor me había sentido hasta ese momento, intenté hacer algo más suave: yoga de la Wii con mi hija.

    Your own gym es más duro que la Wii, como Candy Candy comparada con Terminator
    Your own gym es más duro que la Wii, como Candy Candy comparada con Terminator

    Al día siguiente ya no podía moverme. No, no creo que tenga que ver con el yoga de la Wii.

    Dos veces salí de casa con la mochila para ir al gimnasio, y dos veces no conseguí llegar con follones que surgieron (principalmente, de trabajo).

    Volví a casa, caí enferma del todo y mi entrenador decretó descanso de tres días. ¿Que cuándo fue esto? ¡Exacto! El 23 de noviembre, primer día del congreso de AJE, día antes del curso de OmegaT y de la mesa redonda, etc. ¿Casualidad? No lo creo.

    ¿Cena de congreso? Difícilmente. :(
    ¿Cena de congreso? Difícilmente. 🙁

    ¡Cómo cuesta volver después de haber parado! No os imagináis la rabia que me dio romper mi racha. Pero volví.

    Lo importante es que volví al ataque. Día 45.
    Lo importante es que volví al ataque. Día 45. Ahora ya sé cómo funcionan y para qué sirven ese amasijo de hierros que tengo detrás.

    Diciembre

    Vamos a ver cómo se porta diciembre. Seguiremos informando.

    Sport4Ukelele, día 57
    Uy, qué seria. Sport4Ukelele, día 57

    Y vosotros ¿cómo os las apañáis? ¿trucos? ¿costumbres? Yo ya os comenté cómo había reorganizado todo mi horario aquí.