This poem is halfway between David Allen and Charles Bukowski.
Poem: I was a task. Written and read by Bego.
This poem is halfway between David Allen and Charles Bukowski.
Poem: I was a task. Written and read by Bego.
Hace poco Neil Gaiman dio una conferencia de graduación que es de las de recordar para siempre (transcripción):
Neil Gaiman Addresses the University of the Arts Class of 2012 de The University of the Arts (Phl).
Aparte de que amo a Neil Gaiman con todo el corazón que puedo dedicar a alguien que nunca he visto* sus palabras son una fuente de energía, en mi caso, energía creativa. El mensaje, esencialmente, es que de todo el sufrimiento que puedas, saques arte. Y de los días buenos también:
Life is sometimes hard. Things go wrong, in life and in love and in business and in friendship and in health and in all the other ways that life can go wrong. And when things get tough, this is what you should do.
Make good art.
I’m serious. Husband runs off with a politician? Make good art. Leg crushed and then eaten by mutated boa constrictor? Make good art. IRS on your trail? Make good art. Cat exploded? Make good art. Somebody on the Internet thinks what you do is stupid or evil or it’s all been done before? Make good art. Probably things will work out somehow, and eventually time will take the sting away, but that doesn’t matter. Do what only you do best. Make good art.
Make it on the good days too.
Significa:
La vida a veces es dura. Las cosas salen mal, en la vida, en el amor, en los negocios, en la amistad, en la salud y de todas las otras maneras en las que la vida puede ir mal. Y cuando las cosas se ponen duras, esto es lo que debes hacer.
Crea buen arte.
Lo digo en serio. ¿Tu marido se larga con una política? Crea buen arte. ¿Te aplasta la pierna y la devora una boa constrictor mutante? Crea buen arte. ¿Te inspecciona Hacienda? Crea buen arte. ¿Explota tu gato? Crea buen arte. ¿Alguien en internet piensa que lo que haces es estúpido o malvado o ya se ha hecho antes? Crea buen arte. Probablemente las cosas salgan bien de alguna manera, y al final el tiempo hará que pique menos, pero eso no importa. Haz lo que solo tú haces mejor. Crea buen arte.
Crea también en los días buenos.
No soy la única, hay un cómic en Zen Pencils (gran web):
Así que, el gobierno se carga la bonificación por reincorporación a las madres autónomas… crea buen arte.
Yo estoy pintando un cuadro y escribiendo este post. ¿Y tú?
* (Por no hablar de su esposa Amanda Palmer, Tim Minchin, Terry Pratchett y Stoya —y además se conocen entre sí— suspiro).
Al principio no había tiempo ni espacio, pero a lo mejor durante un momentito, todo, todo lo que hay estaba en un sitio muy pequeño, como un dado del parchís.
Entonces estaba caliente y estalló. Se formaron las estrellas y los planetas y el sitio que hay enmedio y el tiempo que pasa. Se formaron galaxias y en una había una estrella, y esa estrella se hizo grande y pequeña y se convirtió en una nube de polvo. De esa nube de polvo salió otra estrella y otros planetas, y en uno de esos planetas había un charco. En ese charco aparecieron unas células que se copiaban a sí mismas, y se copiaban iguales y se copiaban diferentes. Y entonces aparecieron las algas y las plantas y los dinosaurios.
Los dinosaurios se murieron.
Los dinosaurios se murieron, sí, pero ya se habían convertido en pájaros y mamíferos, y entre los mamíferos había monos, y los monos aprendieron a usar herramientas. Los monos se inventaron el pan y la cerveza, aprendieron a contar cuentos y a hacer libros y también se inventaron internet. Ya no eran monos, eran personas. Entonces dos células como las del charco del principio se juntaron, y naciste tú. Y esta noche hemos ido a la feria, y ahora te estoy contando este cuento. Tú estás hecha de estrellas, y eres mi estrella. Buenas noches, preciosa, que duermas bien.
Buenas noches mamá. Tú también.
Me dice mi padre:
—Bego, porfa… ¿me ayudas a traducir una canción de borrachos en griego antiguo?
Ese es mi padre. Me temo que su opinión sobre mí caería en picado si yo no tuviera 3G en la playa.
Dios mío, lo tengo olvidadísimo. El griego antiguo, no a mi padre.
Ὑγιαίνειν μὲν ἄριστον ἀνδρὶ ϑνατῷ,
Δεύτερον δὲ φυὰν καλὸν γενέσϑαι,
Τὸ τρίτον δὲ πλουτεῖν ἀδόλως,
Καὶ τὸ τέταρτον ἡβᾷν μετὰ τῶν φίλων.
Anónimo, a veces atribuido a Simónides de Ceos (556-468 AC), Antología palatina/griega; Hermann Beckby (ed.): Anthologia Graeca (Sammlung Tusculum). 2. Aufl. Heimeran Verlag, München 1965 ff. (Athenaeum XV, p. 694)
Aquí va mi versión con mi griego antiguo de COU (ni rima, ni tiene ritmo, ni nada ¿eh?):
Para los mortales lo primero es estar sano,
Lo segundo convertirse en alguien bello,
Lo tercero ser un rico honesto,
Y lo cuarto la juventud con los amigos.
¡Brindo por eso! ¡Hips!
Y además pega con lo que decíamos ayer de estar sano, guapo, currar bien y disfrutar.
No es que sea la canción del verano: es que ya la ponía Platón en boca de Sócrates: (enlace en inglés) página 1 y página 2.
Disfruten ustedes…
Gorgias
El mayor de los asuntos humanos, Sócrates, el mejor.
Sócrates
Ya Gorgias, pero eso es ambiguo, no está nada claro. Ya habrás oído esa vieja canción que se canta con el vino, en la que se cuentan las mejores cosas de la vida: primero la salud, luego la belleza, y luego, como dice el autor, la riqueza obtenida sin engaños.
Gorgias
Sí que la he oído, ¿pero a cuento de qué la citas?
Sócrates
Lo que quiero decir es que imagínate que estuvieran aquí delante los productores de esas cosas buenas que salen en la canción: el médico, el entrenador y el financiero, y te dijera el médico:
—Te está timando Gorgias, Sócrates, porque no es su arte sino el mío el que trata del mayor bien del hombre.
Y yo le respondería:
—¿Y quién eres tú para decir eso?
Él probablemente me respondería:
—Un médico.
—Bien, ¿qué quieres decir? ¿que lo tuyo es lo mejor?
—¿Qué más hay, Sócrates—me imagino que me respondería—aparte de la salud? ¿Qué hay más grande que la salud?
Y luego vendría el entrenador y me diría:
—Yo también me sorprendería, Sócrates, tío, si Gorgias te dijera que lo suyo es mejor que lo mío.
Y yo le diría entonces:
—¿Y quién es usted, caballero? ¿y a qué se dedica?
—Soy entrenador—me respondería él. —Y mi trabajo es hacer que los cuerpos de los hombres sean bellos y fuertes.
Después del entrenador llegaría el financiero, y me lo imagino con un cierto desprecio por los demás:
—Ve y busca algo mejor que la riqueza: desde el punto de vista de Gorgias o del que tú quieras.
—Oh, vaya —le diríamos— ¿y tú haces de eso?
—Sí.
—Muy bien —le responderíamos— ¿piensas tú que la riqueza es lo mejor para las personas?
—Por supuesto—respondería él.
—Pues fíjate —le diríamos— tenemos aquí al amigo Gorgias que dice que su arte hace más bien que el tuyo.
Y sin duda la siguiente pregunta sería:
—¿Y qué bien es ése? Que responda Gorgias.
Y ahora, Gorgias, imagínate que te preguntan estas personas, y yo mismo, y dinos qué es eso que es lo mejor para el hombre, y que dices saber hacer tú.
Gorgias
Una cosa, Sócrates, que de verdad es el mayor bien, la causa no solo de la libertad del ser humano en general, sino también del dominio de personas concretas en muchas ciudades.
Sócrates
¿Bien, y cómo lo llamas?
Gorgias
Lo llamo la habilidad de persuadir con la palabra, tanto a jueces en los juzgados como a políticos en sus despachos o a las gentes en asamblea, o a una audiencia o cualquier otra reunión que se haga en público. Te digo que con este poder el médico será tu esclavo, y el entrenador será tu esclavo también. El financiero no estará haciendo dinero para sí mismo, sino para otro: de hecho, para ti, que eres capaz de hablar y convencer a la multitud.
—
No sabían ná los griegos…
He obligado a Ramón a escribir un artículo.
Bueno, no exactamente. Digamos que se lo buscó él solito. Leed su parte de la historia aquí:
Mi parte de la historia os la cuento a continuación.
El otro día escribí mi primera reseña negativa de un libro, en la red GoodReads. Raro, porque no suelo leer libros que no me vayan a gustar. En este caso, leí porque mis amigos le daban 5/5 estrellas. Yo le di una.
En general no leo autoayuda porque me da urticaria. Especialmente la autoayuda empresarial, de pérdida de peso y de psicología barata que se basa en «venga nene, tú puedes, el ser humano es una maravilla, hale, hale». Sí, claro, ¿pero cómo? ¿por qué? ¿para qué? Por el libro anterior de Ferriss (que leí en otro momento vital, es cierto) me esperaba consejos prácticos y basados en hechos. Pero no tan poco prácticos y basados en tan pocos hechos.
¿Cómo ha acabado una conversación racional sobre las ideas del libro en una digresión sobre los geeks en el blog de Ramón, aka @SenseiConsultor? ¿Y cómo ha acabado mi artículo de respuesta titulándose así?
A eso voy.
Creo que la clave de lo que me disgusta del libro es que es un manual que probablemente no te lleve a los objetivos que promete, y que además los objetivos son malos, así que por el camino te convertirá en un gilipollas. O en un geeklipollas si seguimos asociando este tipo de comportamiento con los geeks.
Mi resumen: para Ferriss, parecer atractivo es más importante que no ser un gilipollas.
¿Pero de qué te sirve tener el aspecto de Ken si tienes la empatía de Sheldon Cooper?
¿De qué sirve tener títulos deportivos si nadie quiere jugar contigo?
¿De qué sirve estar buenorro si eres un capullo insufrible?
Que conste que no lo digo por Tim Ferriss: no le conozco. Lo digo por los que lean sus libros y piensen que van a mejorar su vida, porque serán frikis, pero frikis buenorros con éxito en todo. Error.
No me siento amenazada como mujer por este libro como dice Ramón (creo que su tratar a las personas como objetos es indiscriminado en ese sentido), ni por los geeklipollas (no sobreviviría). Sin embargo me duele pensar que un grupo de mis amigos podría estar cayendo en idolatrar este tipo de conducta, y perdiendo oportunidades de ser felices por ello.
A lo largo de mi vida he conocido a muchos frikones matemáticos insufribles a muchas personas que tenían problemas para relacionarse pero no eran malas personas. Algunas eran recuperables, incluso encantadoras, si por algún motivo llegabas a descubrir que si no te hablaban era porque no sabían qué decir (true story).
Queridos amigos frikis, nerds y geeks de mi vida: os regalo cuatro claves más baratas que este libro y que mejorarán vuestra vida mucho más que sus insufribles cientos de páginas. Vaya por delante que yo también caigo en ellos muy a menudo a veces.
Definamos provisionalmente empatía (em-pathos, sentimiento conjunto) como la capacidad de sentir lo que sienten los demás.
Es lo que hace llorar a un niño cuando llora otro, o reírte más cuando tus amigos se ríen.
Usemos Twitter como metáfora de la vida.
No jodas a la gente en twitter con gilipolleces, porque si se sintieran mal por ello, tú te sentirías mal por ello también. Y los que lo leyeran tendrían mala opinión de ti.
Y se tarda menos en hacer unfollow a un capullo que en decir pero-es-que-yo-tengo-razón-y-ella-no. Gente => sentimientos => pisotear sentimientos con tus Doc Martens de la verdad => geeklipollas.
¿No te causa empatía alguna leer a esa persona, de ninguna manera? Unfollow. Si acabas no siguiendo a nadie o solo a robots, ve a ver a un profesional.
Los tienes. Acepta las imperfecciones, propias y ajenas.
Qué angustia esa sensación de que alguien te examina todo el rato ¿verdad? ¡Cierto! ¡Falso! ¡Cierto! ¡Falso!
No lo hagas. Si algo es así o no… se puede buscar, lo sabe Google, lo sabe la Wikipedia. Por qué alguien piensa de una determinada manera… solo te lo puede decir esa persona. Si sigue hablando contigo.
Como bien dice Tyrion Lannister, mi DILF favorito: si estás orgulloso de ser un enano, no te lo pueden echar en cara.
En el libro anterior de Ferriss, La Semana Laboral de 4 horas, la buena idea era: enfócate en lo clave, externaliza el resto, vive con menos, y disfruta (bien). No te dice: si eres lo bastante listo para hacer esto, no necesitas este libro. Si no lo eres, fallarás (mal).
Lo bueno del libro del Cuerpo de 4 horas es: no hace falta ser un crack del gimnasio, un pequeño cambio de grasa a músculo se nota muchísimo. Y sin embargo, ahí le tienes peleándose con el 20% y el 10% y el 5% final del Pareto del peso. Lo que abandonaba en el trabajo, en el libro sobre lo laboral, no lo aplica en lo personal, en el del cuerpo. Qué triste.
Intentar ocultar o negar lo que todo el mundo ve te hace quedar mal. Tan mal como confesar fallos que no tienes. Es más atractiva la humildad y asertividad del no me preocupa / estoy trabajando en ello que la ceguera del bajito ¿yo? o la cabezonería del no, qué va, todavía tengo que perder un 1% de grasa.
Después de tener a Lucía me quedé como una foca, con veinte kilos de más. Estuve en tratamiento. Nos decía Marta Garaulet* en las sesiones de grupo:
Si comes cuando te sientes mal, y comes cuando vas a celebrar algo ¿cuándo dejas de comer?
La mayoría de la gente no tiene tantos problemas con decidir qué comer (otro día hablamos de alfabetizacion nutricional), sino la dificultad para controlar sus hábitos vitales: cuánto, por qué, cuándo y cómo comen.
Comemos porque estamos tristes, porque estamos contentos, porque no nos comemos un rosco… Son las emociones, estúpido. En este libro no salen. Mucha gente las ignora. No ignores tus propias emociones tampoco.
No hay nada más atractivo que alguien que se lo pasa bien.
Si algo no te gusta, cámbialo o ignóralo. Pero rajar, rajar, rajar todo el rato es cansino.
Deja de odiarlo todo (incluyéndote a ti) de una vez. Deja de llorar por las esquinas por tonterías frikis. Si quieres cambiar el mundo, ponte a ello. Si algo de una peli, un juego, del mundo del entretenimiento, no te hace feliz, olvídalo. Si es de tu vida personal y no puedes cambiarlo ni olvidarlo, acéptalo.
Decía una de las mejores personas que he conocido (la abuela de @minimalpablo):
Más vale conformarse que aguantarse.
Más vale aceptar lo que hay, que hervir de rabia.
Una de los momentos más tristes del libro sucede en un restaurante. Ha quedado con una chica, pero no para de mirar su medidor de glucosa. ¿Es diabético, está al borde de la muerte? Nah, es que es nuevo y es guay ¡se lo han implantado! Y él tan feliz. Me imagino a la chica pensando «qué guay que es ¿cómo voy a competir con un medidor de glucosa intracutáneo? ¡imposible!»
No funciona así.
La gente no percibe quién eres tú. La gente percibe lo que tú les haces sentir. Atractivos, importantes, divertidos… Deja los aparatos, céntrate en la persona con la que estás. Llega a al sitio, haz checkin, haz la foto y suelta el puto móvil un rato.
No hay nada más triste que ignorar a los amigos que tienes delante por leer los tuits de desconocidos. ¿Estamos a setas o a Rolex? En fin, si no te lo estás pasando bien, vete a un rincón a tuitear y tuitea. Pero luego no me llores.
Confieso que esto es lo que más me cuesta hacer y tolerar. Es extrañamente relajado en las fiestas tuiteras cuando lo hace todo el mundo.
Todos tenemos nuestras contradicciones. Todos hacemos el geeklipollas a veces.
O sí. En los comentarios. ;-P
Pues el otro día a mi socia María José Torrente, emprendedora de pro y gran amante de los tacones, se le rompió uno justo antes de una reunión importante. Como estamos en el centro, bajó a comprarse otros y apareció con esto:
@minimatiz Got my nice Moroccan leather slippers on (from my hols in March) and translating an article on healthcare! twitter.com/BeckyHendry/st…— Rebecca Hendry (@BeckyHendry) July 27, 2012
@minimatiz No slippers today. Working on a boring procurement manual, enjoying Vargas Llosa. twitter.com/rolivares_net/…— Ramón Olivares (@rolivares_net) July 27, 2012
@minimatiz barefoot so that I can dance with dragons (minus the green toe separators obviously) twitter.com/ChiaraElissa/s…— Chiara (@ChiaraElissa) July 27, 2012
Hasta que esta mañana he ido a hacer esta foto, con mis magníficos planes de lectura veraniega…
Me he abierto un minibego.tumblr.com esencialmente porque me convenció David Karp el otro día.
Nah, no es verdad.
Pero me dio un empujón (metafórico).
Es porque tengo que probarlo todo.
Llevaba mucho tiempo queriendo abrirme uno, pero no sabía qué poner en él. Hasta que empecé la serie de ¿Emprendedor o superhéroe? en Instagram, y en Instagram y Twitter el hashtag #litatyourfeet. Pero no todo el mundo está en Instagram o Twitter, así que quería reunirlos en alguna parte:
«Tenemos la capacidad de construir prácticamente cualquier cosa que nos imaginemos. La pregunta clave no es ¿puede construirse? sino ¿debe construirse? Esto nos coloca en un excepcional momento histórico: la prosperidad de nuestro futuro depende de la calidad de nuestra imaginación colectiva (…)
» Si nos centramos en la eficiencia funcional, perdemos de vista el auténtico objetivo de la innovación: aprender lo que hasta ahora es desconocido. (…)
» ¿Si dejáramos de hacer que la gente perdiera el tiempo, que harían con él? Eric Ries, @ericries, The Lean Startup
«No hay nada tan inútil en el mundo como hacer con gran eficiencia lo que no debería hacerse en absoluto». Peter Drucker
En el viaje a Silicon Valley en otoño me encontré en muchas estanterías el mismo libro: The Lean Startup, de Eric Ries. Me sentía como un espía, haciendo fotos de los libros que había en las estanterías de las empresas que visitábamos.
Ya había visto que estaba recomendado en la lista de el MBA Personal, así que esto me acabó de convencer. Desde que lo leí, lo recomiendo a todos los que están montando su propia empresa. Si este verano solo lees un libro de empresa, lee el MBA Personal. Si ya lo has leído o vas a leer dos, sigue con The Lean Startup. A mí me ha ayudado a tomar muchas decisiones difíciles en Júramelo.
Eric dice en este libro que una teoría completa sobre este tema debe incluir:
A continuación tenéis mi resumen en 33 claves de The Lean Startup en español: son citas del libro que he traducido libremente o parafraseado, seleccionadas de la lista de destacados de mi Kindle.
Últimamente parece que emprender mola y dirigir es un rollo. Pues no, hay partes muy aburridas de emprender también.
Hacer planes y predicciones es útil cuando se basa en un historial de operaciones largo y estable, en un ambiente relativamente estático. Las startups no tienen ni lo uno, ni lo otro. Como los directivos tradicionales no resuelven este problema, hay emprendedores e inversores que lo mandan todo a la porra y adoptan la escuela de emprendedurismo que Eric llama «Just do it». Esta escuela cree que si la dirección es el problema, entonces el caos es la solución. Desgraciadamente, esto tampoco funciona.
3. El objetivo de una nueva empresa es averiguar qué se debe construir (aquello que los clientes quieren y por lo que pagan) tan rápido como sea posible.
Es el proceso de demostrar empíricamente que un equipo ha descubierto verdades valiosas sobre el presente y el futuro del negocio de la empresa.
Avanzamos cuando pensamos en cada nueva empresa es un gran experimento. La pregunta no es ¿se puede construir esto? sino ¿se debe construir? ¿podemos crear un negocio alrededor de esto?
La misma página web del libro, http://lean.st, es un experimento constante
6. Hipótesis de valor: ¿este producto realmente proporciona valora los clientes que lo usan?
7. Hipótesis de crecimiento: ¿cómo descubren los clientes el nuevo producto?
8. La clave no es encontrar el cliente medio sino a los pioneros (los early adopters).
Los que te necesitan tanto que te perdonan los fallos y te dan feedback.
El motor de crecimiento es: construir-medir-aprender. Cada iteración es un intento de arrancar este motor. Una vez que está arrancado, se intenta subir y subir de marcha.
10. La parte más arriesgada son las conjeturas, los saltos de fe (leap-of-faith assumptions). De ellos depende todo. Las conjeturas más importantes son la hipótesis de valor y la de crecimiento. Son las variables que mueven el motor de crecimiento de la nueva empresa.
Una vez que tenemos claras nuestras conjeturas, el primer paso es crear el producto mínimo viable (minimum viable product, MVP) con el mínimo esfuerzo posible en el menor tiempo de desarrollo posible. No tendrá cosas que luego serán esenciales. Pero tiene un requerimiento extra: tenemos que poder medir el impacto que tiene en clientes potenciales.
¿Estamos avanzando? De nada sirve construir a tiempo y de acuerdo a presupuesto un producto que nadie quiere. Aquí entra la contabilidad de la innovación. Esta contabilidad tiene una unidad alternativa de medida, el hito de aprendizaje.
El objetivo que persigue este hito no es facilitar las decisiones: es asegurarnos de que tenemos suficientes datos cuando llegue el momento de decidir. Compara la dos empresas siguientes y piensa ¿cuál tendrá mejores resultados a largo plazo?:
13. No te quedes estancado en la tierra de los muertos vivientes. Los muertos vivientes con empresas que no pueden pivotar en una nueva dirección de acuerdo con el feedback del mercado. No crecen lo suficiente ni mueren: consumen recursos y compromiso de empleados y otros implicados, pero no avanzan.
El fracaso es un requisito previo para el aprendizaje. El problema con la noción de sacar un producto al mercado y luego ver qué pasa es que está garantizado que tendrás éxito: éxito en ver qué pasa. ¿Pero luego qué? En cuanto tengas dos clientes, tendrás cinco opiniones sobre qué hay que hacer después. ¿A quién escuchas?
Un pivot es un cambio de rumbo designado para probar una nueva hipótesis fundamental sobre el producto, la estrategia o el motor de crecimiento. Un pivot requiere que tengamos un pie firmemente anclado en lo que hemos aprendido hasta ahora, y al mismo tiempo hacer un cambio fundamental de estrategia para conseguir un mayor aprendizaje probado.
16. Pista de despegue. Los emprendedores experimentados hablan de la pista de despegue que le queda a la empresa: el tiempo que queda antes de que despegue o se estrelle. Este dato normalmente se obtiene dividiendo el dinero que tienes en el banco entre la cantidad que gastas cada mes. La mejor manera de medir esto es cuántos pivots puedes hacer aún: el número de oportunidades que tienes para hacer un cambio fundamental en la estrategia de tu negocio. Ries recomienda tener una reunión periódica de «pivotar o perseverar». Ahora vemos los tipos de pivotes.
Otra manera de aumentar esa medida es hacer los pivots más rápido. En cuanto te encuentres estos síntomas, considera pivotar.:
Aquí la empresa se da cuenta de que resuelve un problama real para clientes reales, pero que no son los que habían pensado al principio.
Lo que antes era una funcionalidad del producto se convierte en todo el producto.
El caso contrario: una función es insuficiente. Lo que antes era todo un producto ahora es una función de un producto mayor.
Conociendo mejor al cliente descubrimos que el problema que intentamos resolverles no es muy importante, pero a la vez descubrimos que hay problemas relacionados que sí lo son y que nuestro equipo puede resolver. A veces consiste en reposicionar el producto, a veces en construir uno nuevo.
En este pivot cambiamos de aplicación a plataforma o viceversa. Las empresas que aspiran a ser plataformas suelen construir una aplicación (la famosa killer app) y luego permiten a terceros utilizarla para crear sus productos relacionados.
Paso de margen alto, volumen bajo a margen bajo, volumen alto.Normalmente esto está relacionado con vender a empresas (B2B) o a particulares.
La empresa cambia en qué parte del proceso captura el valor (consigue dinero).
Hay tres motores: viral, pegajoso y pagado (viral, sticky, paid). La empresa cambia su estrategia de crecimiento, lo que a menudo implica un cambio en la captura de valor.
Se proporciona la misma solución a través de un canal diferente (sin intermediarios, por ejemplo).
Se da más a menudo en empresas establecidas, en las que se implanta una tecnología determinada.
27. La mayor ventaja de trabajar en lotes pequeños es que los problemas de calidad se identifican antes. Esto es antiintuitivo, pero paradas más frecuentes llevan a mayor calidad y menores costes (en traducción sabemos que cuanto antes pase un texto por el revisor, mejor).
28. En cuanto tengamos nuestra hipótesis, debemos diseñar y llevar a cabo el experimento lo antes posible con el lote más pequeño posible. El orden es construir-medir-aprender a la hora de hacer cosas, pero a la hora de planearlas es aprender-medir-construir: qué queremos aprender, cómo lo vamos a medir, qué vamos a construir.
El crecimiento sostenible consiste en que los nuevos clientes provienen de las acciones de los clientes anteriores. Hay cuatro vías para obtenerlo:
30. Una empresa puede gastar su energía en cuatro frentes:
Eric Ries le pide a los equipos que adopten estas dos sencillas reglas:
Cuando algo falla, tenemos que preguntamos por qué cinco veces, podemos llegar a la causa de un problema, que está escondida tras los síntomas obvios. Los 5 por qués nos ayudan a ver que los problemas crónicos se deben a malos procesos, no a malas personas. Los jefes deben repetirse este mantra: si hay un error, mal por nosotros, por haber dejado que sea fácil cometerlo. Esto solo funciona si hay confianza mutua y participación+responsabilidad (empowerment, «empoderamiento» no me gusta).
33. Los equipos de una startup, sea interna o externa, necesitan tres atributos estructurales:
Puedes leer más sobre el tema en el libro, en la web del libro o en los siguientes artículos:
Si quieres siete claves, elige estas:
Te lo cuentan emprendedores más experimentados que yo, centrándose en que es low cost. Pero lean startup va más de velocidad que de costes:
Y si lo tuyo es lo visual, dos presentaciones, una en inglés y otra en español (son muy diferentes):
¿No sabes qué es Orsai? Pues pon atención, que Hernán Casciari te lo cuenta en TEDxRíodelaPlata:
(If you need English subtitles, they are available in the YouTube website).
Emocionante ¿verdad?
Yo fui de esas primeras 10.000 personas (qué bonito es ponerse la medallita a posteriori…). Y ahora, estamos intentando juntar 10 personas en total para este segundo año de Orsai, de fuera de juego. Así que si estás en Murcia, o por alguna razón misteriosa quieres que sea yo quien te dé los números de Orsai de 2012, apúntate a nuestro grupo de Facebook de Orsai Murcia en este enlace. Hemos descubierto, además, que es una excusa maravillosa para juntarnos y hablar de literatura, de reinventar las reglas, o como diría el señor Casciari, de boludeces.
Todo este proceso lo he visto a menudo con los libros de mi padre, que se ha vuelto un experto detective en averiguar por dónde paran sus libros y los de sus coautores. Pensaréis que es broma, pero en algunas conferencias que ha impartido le han llegado a llevar para que firme un libro suyo que él no sabía que existía. En una ocasión, un libro publicado en España que la editorial vendía con diferente tapa y maquetación en México, y de cuyas existencia (¡no digamos ya las ventas!) no le habían dicho nada. Nada en absoluto.
Como traductores somos parte de la industria cultural, queramos o no: y querer, queremos. Sin embargo, como intermediaria que me toca ser en Matiz, veo que no hay sitio para el modelo actual. Los precios de las editoriales son de risa, y convierten a la traducción literaria (en su mayor parte) en un hobby, una vocación, pero no un modelo de negocio rentable.
En los negocios innovadores rentables que intentamos poner en marcha, como Júramelo.es, nuestro lugar como intermediarios es mínimo. Tenemos dos conocimientos:
Somos seleccionadores, coordinadores, una central de disponibilidad y una central de compras. Júramelo es todo lo que podemos hacer para quitarnos de enmedio todo lo posible, y ofrecer al mundo lo que tenemos.
Porque nos encanta este mundo directo, sin nadie en el medio. Voy a decirlo de nuevo: apúntate a nuestro grupo de Facebook de Orsai Murcia en este enlace, y seguimos hablando.
Mi chico me manda esta cita de un reportaje de El País Semanal sobre deportes minoritarios:
En las últimas páginas de su libro Correr o morir (Now Books), el imbatible sky runner Kilian Jornet esboza una justificación a su búsqueda quimérica, extenuante e irreversible. «Quizá corro porque necesito sentirme creador; necesito saber lo que hay dentro de mí y plasmarlo en algún lugar exterior. Podemos explorar nuestro interior y saber de lo que somos capaces, pero necesitamos exteriorizarlo y verlo separado de nuestros cuerpos para contemplarlo como espectadores, poder valorarlo y detectar sus defectos para hacerlo mejor la próxima vez. Es el placer intrínseco de crear belleza y de ver que genera una fuerza de atracción a los espectadores».
Quizá tengan razón, y Hernán Casciari sea histórico.
PD: Ya tengo mis Orsai 1, Orsai 2, Orsai 3 y el libro de Altuna.
PD (II): Yo me he comprado el ejemplar de la foto, pero El pibe que arruinaba las fotos se puede descargar aquí.