Yo siempre intento arreglarlo. Pero a veces la gente no quiere que arregles nada, quiere que escuches y punto.
En ese momento, para mí, se convierte en una experiencia masoquista: intentando disfrutar de la compañía y a la vez aguantar el dolor de ver cómo alguien se la pega, sin intervenir, sin hacer ni decir «nada».
«Nada», excepto escuchar y decir: «uf, eso suena muy duro».
—Uf, eso suena muy duro.
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Actualización: Me pasa Sabela en los comentarios este otro vídeo, muy ilustrativo, sobre la diferencia entre empatía y pena (ojo al falso amigo sympathy/simpatía):
Este sábado conseguí (¡Zas!¡Pow! y como dice la ilustración: ¡Plaf!) ir al cine a ver una película, y de camino me encontré en la Biblioteca Regional una gran loneta con la agradable noticia de que vuelven los II Encuentros de cómic de Murcia. Leo en murciacomic.com que Cómic Corner… … hace alusión a Hyde Park
Gracias a Multimaníaco, otra fuente de pozos de tiempo ha entrado en mi vida: Jaiku. http://bego.jaiku.com Que sí, que todo me lo busco yo solita. Pero ¡es tan bonito! ¡todo tan centralizado! Y ahora que tenía un del.icio.us… (¿Hay alguna petición online para que le quiten los puntos? Qué pesadez de nombre). Ahora en serio,
¿Se puede tener más paciencia? ¿Cuánta? ¿Para qué? Hubo una época en la que sentía una presencia en el universo, y le hablaba. Le decía: dame paciencia. Porque no tengo. Solo mucho más tarde escuché el famoso chiste: Señor, dame paciencia… dame paciencia, porque si me das fuerza ¡lo mato!
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