Etiqueta: libros

  • Reseña de Mentiras para principiantes, de Tomás Conde

    Reseña de Mentiras para principiantes, de Tomás Conde

    Me ha gustado Mentiras para principiantes.

    Está dividido en ocho capítulos:
    Espejismos, Alucinaciones,
    Mitos,
    Leyendas urbanas, Ficciones,
    Mentirijillas, Interpretaciones
    y Sueños.

    Es un libro que ha tenido que esperar,

    porque los poetas hablan en lenguaje de la tristeza,

    y a veces hay que estar tristes para entenderlos.

     

    Es difícil leer libros
    que ha escrito gente que conoces.
    Es especialmente difícil
    si son poemas.

    En la poesía,
    uno puede hablar de absolutos,
    exagerar,
    subir los colores.

    O bien bajar la saturación
    de lo cotidiano
    y exponer toda la gama de grises.

    Uno escribe en poesía
    para que tus amigos no te digan
    «acha, tía,
    no exageres,
    que os habéis visto dos veces».

    Abrí el libro
    con miedo
    de ver las costuras,
    de notar las mentiras.

    De no ver a Tomás Conde Ruano,
    sino al personaje.
    De verle escondido tras las líneas,
    soplando castillos de humo
    vacíos
    escondido tras ese el hombre palabra.

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    Más con ese título.

    Mentiras para
    principiantes.

     

    Pero no.
    Hay de todo.
    Me he encontrado
    con un autor consciente de sí mismo,
    intentando desnudarse
    y riéndose de su vergüenza;
    consciente y serio;
    y tonto y con una media sonrisa
    de quien encoge los hombros
    al intentar dar una voltereta, y caer,
    sabiendo que iba a caer,
    sabiendo que lo intentaría igual.

    Y de repente ¡zas!
    Joder, Tomás.
    Me has echado encima este poema.
    ¿Ahora cómo me lo voy a poder sacar?
    Lo que te iba a decir de tus poemas
    lo dicen tus poemas ya.
    Aviso a navegantes:
    algunos,
    calan.

     

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  • Dice El Corte Inglés que Hernán Casciari es historia

    Dice El Corte Inglés que Hernán Casciari es historia

    El pibe que arruinaba las fotos, de Hernán Casciari, en la sección novela histórica de un conocido centro comercial
    El pibe que arruinaba las fotos, de Hernán Casciari, en la sección novela histórica de un conocido centro comercial

    Quizá tengan razón, y Hernán Casciari sea histórico.

    PD: Ya tengo mis Orsai 1, Orsai 2, Orsai 3 y el libro de Altuna.

    PD (II): Yo me he comprado el ejemplar de la foto, pero El pibe que arruinaba las fotos se puede descargar aquí.

  • Reseña de The Personal MBA, de Josh Kaufman

    Reseña de The Personal MBA, de Josh Kaufman

    The Personal MBA
    The Personal MBA, un libro bien escrito, bien estructurado y que te lleva a la hacer más (rojo), a pensar más (azul) o investigar más (amarillo).

    Ya dije cuando llegó el libro que tenía muchas ganas de leer The Personal MBA, de Josh Kaufman. La idea detrás de The Personal MBA se reduce a una cita de The Good Will Hunting (nada menos) que dice así (en la película original, en su web es algo más políticamente correcta) :

    You dropped a hundred and fifty grand on a fucking education you could’ve got for a dollar fifty in late charges at the public library.

    Lo que se ha traducido como:

    Has tirado cien mil dólares en una puta educación que te habría costado un par de dólares por los retrasos en la biblioteca pública.

    The Good Will Hunting
    Me llama la atención la diferencia de cifras en la traducción (150.000 a 100.000 y 1,50 a 2,00), y lo de «puta educación» que queda torpe. Por otro lado, esta película es la risa de la casa (recuerden: estoy casada con un matemático).

    La idea detrás de The Personal MBA es que puedes saltarte la escuela de negocios y leer lo que necesitas para hacer lo que sea que necesites hacer.

    Esto es especialmente cierto si la factura de esa escuela de negocios va a tener cinco o seis cifras. Hay una lista de 99 libros ordenados por temas que actualiza periódicamente, y una guía para saber cuáles leer o por cuáles empezar.

    En su día leí el manifiesto de ChangeThis, y si veis lo que he estado haciendo en los últimos cuatro años os daréis cuenta de que me he aplicado el cuento, sobre todo la parte de no hacer un MBA y empezar con tu negocio. Debería, eso sí, haberle hecho algo más de caso y haber leído todos esos libros: dicen que te conviertes en la suma de los libros que lees.

    Yo he leído cosas sobre todos esos temas, pero no todos esos libros. El programa de Iniciativas Emprendedoras de CROEM que sí hice sería el equivalente a un mini MBA o al Crash Course que ahora ofrece Kaufman.

    Cuando empecé con la empresa no tenía ni idea de que hacía falta un MBA, y está bien, porque probablemente si hubiera esperado dos años y hubiera sabido algo más, quizá no me habría atrevido (¿en 2009 y sabiendo algo de economía? ¿y con XX.000€ menos?). En cuanto al coste, llevo invertidos cuatro años y una cierta cantidad de dinero. Si, para bien o para mal, todo eso suma o no 150.000 dólares es otra cuestión.

    El libro se centra en tres áreas principales:

    • Cómo funcionan los negocios (creación de valor, marketing, ventas, entrega de valor, finanzas)
    • Cómo funcionan las personas (la mente humana, trabajar con uno mismo, trabajar con otros)
    • Cómo funcionan los sistemas (entender, analizar y mejorar sistemas)

    Cada capítulo explica un concepto en un par de páginas, lo cual lo hace perfecto para ir leyendo poco a poco, en momentos sueltos. Cosa que como os podéis imaginar, yo agradezco muchísimo.

    Pero una cosa es que yo os lo cuente, y otra es que podéis ir y leer resúmenes de esos capítulos, y verlos en vídeo, en la web que acompaña al texto. Al final de cada unidad de lectura hay un enlace a la explicación de ese concepto en la web, lo cual viene genial para comentarlo con la gente, tuitear, etc. A mis alumnos les he puesto en clase el de la motivación (¡claro!).

    Aquí está la lista completa de los conceptos con los enlaces a los vídeos y resúmenes (¡recomendado!) y aquí un apéndice con formación extra.

    He hecho un esfuerzo por elegir unos cuantos que no sean una lista muy larga: he aquí el mérito de este libro, que ha sido seleccionar estos conceptos y no otros. Os pongo algunos de los que yo tengo marcados, como podéis ver en la foto de arriba. Básicamente, porque son algunas de mis principales áreas de mejora (aparte de la matemática y estadística financieras, en las que necesito un buen empujón).

    Mi top 4 sobre marketing:

    • 10 maneras de evaluar un mercado
    • El ciclo de iteración. (Parecido al viejo ver-juzgar-actuar-revisar-repetir).
    • Resultado final: «La gente no compra taladros, compra agujeros»
    • Calificación de clientes: no todo cliente es un buen cliente. Hay gente a la que le cuesta entender esto, pero para mí se ha convertido en un mantra. Si pensáis que es difícil despedir a un empleado (¡o a un amigo! mi consejo: si no queréis tener que despedir a un amigo, no contratéis nunca a un amigo), probad a despedir a un cliente. Es como despedirte a ti mismo.

    Mi top 1 sobre ventas:

    Mi top 3 sobre finanzas:

    Para mis alumnos (o para los que quieren conseguir algo y por alguna razón, no lo están consiguiendo), mi selección de nueve conceptos sobre la mente humana:

    Mi top 10 para aplicarme el cuento en mi trabajo diario:

    1. La multitarea productiva no existe (cognitive switching penalty). Hay un coste asociado a cambiar de una actividad a otra constantemente.
    2. Cuatro maneras de terminar tareas: completarlas, eliminarlas, delegarlas y dejarlas para luego.
    3. Tareas Más Importantes (TIM): no todas las tareas fueron creadas iguales; si haces primero las dos-tres importantes, podrás dedicar el resto del día con más tranquilidad a lo que surja.
    4. Objetivos (Goals: PICS): positivos, inmediatos, concretos, específicos.
    5. Acción siguiente: una cosa detrás de otra. Es simple pero es así. Para barrer toda la calle, Paso-inspiración-barrida… (Momo). Quiero probar el sistema autofoco de Mark Forster.
    6. Ceguera por ausencia: la buena gestión es invisible, así que ojos que no ven, corazón que no hace las comprobaciones necesarias. Para evitarlo, usa listas de comprobación.
    7. El gasto fijo de la comunicación. Los equipos deben ser lo más pequeños posible para evitar la crisis por burocracia. Hay (al menos) ocho síntomas de crisis burocrática: 1) decisiones invisibles (no se sabe dónde o cómo se decide), 2) tareas sin terminar, 3) parálisis por coordinación (no se puede hacer nada sin consultar a mil personas), 4) nada nuevo (falta de inciativa), 5) pseudo-problemas (tonterías desproporcionadas), 6) la central batalla con las sedes locales/regionales, 7) plazos negativos (más importante que algo esté en plazo que que esté bien hecho), 8) dominados por la bandeja de entrada (y no por la iniciativa propia).
    8. Intención del comandante. Para evitar la crisis burocrática, hay que comunicar claramente por qué pides a alguien que haga algo. Es la versión en gestión del encargo de traducción: más que dar isntruccciones detalladas, decir por qué quieres que algo suceda, de modo que la persona a la que delegas pueda tomar sus propias decisiones.
    9. Indicadores clave del desempeño (KPI, Key Performance Indicators): elijamos bien qué medir y midámoslo bien.
    10. Capacidad de recuperación (resiliencia). Debería admitir la RAE resiliencia, del latín re, volver a, + salire, saltar… nos caemos, pero rebotamos: tenemos un seguro, una copia de seguridad, dinero ahorrado, un plan B. Sin embargo, maximizar la flexibilidad no maximiza la productividad. A cambio de ser menos productivo, podrás resistir mejor golpes duros. Una cualidad ciertamente infravalorada y un equilibrio difícil.

    Y a vosotros, ¿qué os ha llamado la atención de todo esto?

    Bonus

    Para seguir con el tema:

    Actualización enero 2012: Ya está disponible en español, con el título MBA personal – lo que se aprende en un MBA por el precio de un libro (ISBN: 978-8493869373). También hay una edición para Kindle en español.

    Actualización julio 2012: Ya está el libro disponible en bastantes librerías online:

  • Elige con mucho cuidado

    Elige con mucho cuidado

    Sheep/Wolf

    El precio de ser una oveja es el ABURRIMIENTO.
    El precio de ser un lobo es la SOLEDAD.
    Elige uno un otro con mucho cuidado.

    (Hugh Macleod, sale en el libro que recomendé en días anteriores, Ignore Everybody)

    He ahí un consejo que meditar también con cuidado: ¿hay otras opciones? (¿por favor?)

    Hace un tiempo dije que mi cita favorita era esta otra:

    Gapingvoid.com

    Quality isn’t Job One
    Being totally fucking amazing is Job One

    Una de sus millones de posibles traducciones podría ser:

    La calidad no es prioridad 1.
    Ser bueno de cojones es prioridad 1.

    Ayer de vuelta a casa pensaba (aparte de que estaba derrengada del todo) lo siguiente

    Embrace imperfection! … it tickles!

    Pensar en inglés: no todo son ventajas.

  • Cómo no escribir

    Tipos en Cartagena

    Claramente, dejándolo para más tarde, cuando sea mejor momento. Una pista: nunca hay  mejor momento que ahora. Y entre ahora o nunca, elige bien. A veces toca nunca, a veces toca ahora.

    Hemos tenido un problemilla en casa estas Navidades, y es que mi hermano pequeño ha estado a esto de suspender Lengua. Quiero muchísimo a mi hermano, así que supongo que es por eso que casi lo mato. Quiero decir que me tuve que reprimir para no echarle un broncazo gordo: y aun así me pasé. Hermanito: lo siento. Ya te lo dije entonces y te lo repito ahora. No es por nada, sino porque quieres dedicarte a la filología inglesa. ¡Mi niño, de letras! Que sepas que estoy emocionadísima viéndote estudiar latín y griego antiguo. Casi tanto como cuando tocas a la guitarra rock clásico y piezas barrocas y politonos frikis la misma tarde.

    Mi hermano es un chico listo que escribe bien y no tiene faltas: la verdad, me parece increíble que no sepa contestar en un examen «qué es una reseña, y haz una reseña de La Celestina». Pero bueno, me callo, me callo ya: seguro que ahora ya no se le olvida. Yo aquí he venido a hablar de mis libros, y a aplicarme el cuento, así que ahí van algunas microrreseñas, la mínima expresión.

    Ya estoy terminando algunos de los libros que pedí en los dos o tres o cuatro últimos pedidos y visitas a la biblioteca. Y de nuevo, como no publique esto pronto se me va a hacer más vieja aún, y ya se me han acumulado bastantes.

    Sobre escribir y crear

    • Stephen King: On Writing
      • Un buen libro con dos partes, una autobiográfica (cómo llegó a ser escritor) y otra sobre cómo escribir. De nuevo un microrresumen de la parte que nos (me) interesa:
        • Escribe.
        • Di la verdad (y en cada mentira, también una verdad)
      • Veredicto: muy recomendable. Leer: sí. Releer: sí. Regalar: sí. Quedarme otra copia: también.
    • Sandra Newman & Howard Mittelmark: How NOT to write a novel
      • Un libro con consejos sobre cómo escribir una novela auténticamente insoportable. Glorioso y divertidísimo. Los ejemplos son además, impagables.
      • Veredicto: igual que al anterior.
    • Hugh McLeod: Ignore Everybody
      • Una versión larga e ilustrada del famoso post larguísimo del autor, sobre cómo tienes que pasar del mundo e ir a lo tuyo si realmente te interesa sacar lo que llevas dentro a la luz. Aplicable a la vida, la empresa, la novela, o incluso a la investigación matemática.
      • Veredicto: se lo estoy leyendo a Pablo en voz alta (así de bueno es) en los viajes. A veces, con traducción a vista, a veces en inglés las cosas mejor escritas. Diez páginas me quedan. Genial. Para tenerlo a mano. Para citarlo de vez en cuando. Para saltarse lo que no se te aplica. Para regalar con un gran lazo a los que intentan crear.
    • Chris Baty: No Plot? No Problem!
      • Del creador de NaNoWriMo, la guía para hacerlo por tu cuenta (o en el propio mes). Muchos consejos útiles y muy inspirador.
      • Veredicto: muy recomendable. Leer: sí. Releer: sí. Regalar: sí. Quedarme otra copia: también.
    • Jason Fried & David Heinemeier Hansson: ReWork
      • De los creadores de Basecamp (37 signals) y tal, pildoritas sobre el trabajo al estilo de Ignore Everybody, Linchpin, y demás. Lo dice Seth  Godin en la portada: Ignore this book at your own peril (ignora este libro bajo tu propia responsabilidad) y tiene razón.
      • Veredicto: muy recomendable para emprendedores (y emprendedores internos dentro de su propia carrera). Leer: sí. Releer: sí. Regalar: sí. Quedarme otra copia: también.
    • Mark Twain: How to tell a story
      • Un conjunto de artículos vagamente relacionados con la escritura, en edición bilingüe.
      • Veredicto: ¿habíais oído hablar del libro? ¿no? Pues eso. Anecdótico y tal. La traducción, correcta las veces que la miré, aunque más encorsetada que Twain. Claro que entiendo que Twain impone, así que no he dicho nada. Por cierto que el «story» es más chiste que cuento.

    Miedo real, miedo imaginario

    • Gavin de Becker: The Gift of Fear
      • Hay dos tipos de cosas que identificamos como miedo: la preocupación (ruido inútil) y el aviso de alerta de nuestro cerebro reptiliano (útil). Aprende a distinguirlos para aprovechar el útil y vivir sin miedo (hasta que lo necesitas). También como te ayuda a entender las motivaciones de la violencia en general, con lo que también me daba ideas para crear malos creíbles y con los que te puedas identificar. Gavin de Becker es un experto en seguridad de primera línea, véase aquí.Un ejemplo:
      • I do not oppose contingency planning. I do oppose time-wasting, however, and in my firm, in my life, and in your life, everything we give energy to takes energy away from something else. Accordingly, we are wisest to put our resources where they’ll be most likely to return some benefit. (Gavin de Becker: Apocalypse Not Now)
      • Veredicto: no es en absoluto el tipo de libro que suelo leer, pero me ha resultado imprescindible para todo adulto. En serio.
    • Stephen King: Full Dark, No Stars
      • Cuatro historias largas de Stephen King, con el hilo conductor del castigo, el algo a cambio (retribution), además de un apéndice diciendo de dónde las sacó.
      • Veredicto: Muy bueno. Como siempre. Ambas cosas: bueno y como siempre.

    Ficción

    • Chuck Palahniuk: Tell All
      • Una novela sobre el canto del cisne de una actriz en decadencia, contada como un largo artículo de cotilleo a lo Elvira Lindo en Tinto de Verano, citando nombres en negrita y tal.
      • Veredicto: insufrible. No sé lo bastante de cine clásico, pero vamos, ha sido un sufrimiento. La idea es buena, buenísima incluso, pero todas las referencias me pasaban volando, como dicen los ingleses, por encima de la cabeza. Para que veáis que no me encanta todo lo que leo, ni siquiera cuando el 100% de lo que he leído antes del autor me entusiasma. Pobre del traductor al que le toque.
    • Nick Hornby: High Fidelity
      • Había visto la película pero me ha sorprendido, y además animado a leer el resto de Nick Hornby. Y que haya escrito esta lista tiene que ver. Y tendré que mirar en Spotify las canciones.
      • Veredicto: recomendable a pesar de que mi paciencia para historias románticas es muy limitada, pero ha conseguido atraer mi atención a pesar del tema y eso es meritorio. Leer: sí. Releer: quizá. Regalar: sí. Quedarme otra copia: también, y además es lo que hay porque lo he leído en el Kindle.
    • Nick Hornby: Juliet, Naked
      • Me encanta cómo juega con las perspectivas de los tres personajes en esta novela. Como soy ultrafan de algunas cosas, me identifico con uno de ellos (pero también con el resto, argh). No os cuento nada porque es mejor leerla, pero vaya: un músico, un ultrafan, y la mujer del ultrafan. La he disfrutado mucho. ¿Qué más queréis?
      • Veredicto: léase.

    Y como quiero que leáis más cosas que escriba, lo dejo aquí por hoy. Otro día, más. Se queda en el tintero hablaros de once libros más:

    Dos que ya me he leído:

    • Carlos González: Un regalo para toda la vida.
    • Carlos González: Bésame mucho (recomendado a todos los padres, incluso a los de tiempo parcial)

    Dos que estoy leyendo ahora mismo:

    • Josh Kaufman: The personal MBA
    • Tim Ferriss: The four hour body (pero sólo porque lo está leyendo Darío Pescador y me ha picado)

    Tres que me está costando acabarme:

    • Madelyne Simone Rovenhauer: The Nasty Little Writing Book (buena idea, mal llevada)
    • Terry Pratchett: Nanny Ogg’s Cookbook (me da hambre)
    • Seth Godin: Linchpin (pero en teoría debe costar, va de «la resistencia»)

    Cuatro que me quedan por leer:

    Enlazaban el otro día en el Facebook de Greenpeace a un artículo que decía lo siguiente:

    La industria papelera se publicita con mensajes como «sólo leyendo más de 33 e-books de 360 páginas cada uno durante el ciclo de vida de un libro electrónico esta opción puede resultar preferible al papel desde el punto de vista de la mitigación del cambio climático».

    Y yo pensé ¿33? ¿y ése es el gran argumento de la industria papelera? Es ridículo. Probablemente vaya a leer eso este año.

    Y me dije: qué tontería. Voy a leer 33 libros este año con toda seguridad.

    Y luego pensé: más vale que los elija bien, por eso de que los libros que lees acaban configurando quién eres. Así que pedí consejo sobre un tema que tengo descuidado: la ciencia ficción. Ya me han hecho una preselección MaríaMultimaníaco: para otro artículo da, seguro. Y para leer 33 libros más.

    Tus libros dicen quién eres. A veces, para bien y todo.

  • Llegada de The Personal MBA

    Begoña Martínez con The Personal MBA
    Yo con mi ejemplar de The Personal MBA

    Estoy deseando leer este libro. Llevo un par de meses esperándolo, y acaba de llegar (¡bien!). He leído muchas cosas escritas por Josh en su web y me encanta cómo explica los conceptos.
    Tiene una tipografía preciosa y mi copia está firmada: en eso gana respecto al Kindle, pero claro, he tenido que esperar y tendré que teclear los enlaces.
    Seguiremos informando.

  • Sobre escribir

    Stephen King On Writing
    Stephen King, On Writing («Mientras escribo» se llama en español)

    Hay algo bonito en tener algunos libros en papel, dice la que pronto tendrá un Kindle. 🙂 Sobre todo lo que tengo es poco sitio, porque parto con la desventaja de tener cinco mil cómics en casa, una herencia que recibió Pablo y a mí me toca en gananciales… de reparto de espacio (porque las herencias no son gananciales, chicos y chicas, pero el espacio que ocupan sí). Partimos con veinticinco años de handicap friki. Hay adiciones, de todas maneras, que son muy bienvenidas, como este de Stephen King que ha llegado hoy. Por alguna razón salió antes de Amazon y ha llegado después, es una de estas cosas que no tienen una explicación muy clara.

    Me ha encantado esta parte de la segunda introducción (¡se me acumula el trabajo!):

    This is a short book because most books about writing are full with bullshit. Fiction writers, present company included, don’t understand very much about what they do – not why it works when it’s good, not why it doesn’t when it’s bad. I figured the shorter the book, the less the bullshit. (Stephen King, On Writing, second foreword, page xiii)

    Este libro es corto porque la mayor parte de los libros sobre escritura están llenos de gilipolleces. Los escritores de ficción, servidor incluido, no entienden muy bien lo que hacen: ni por qué funciona cuando es bueno, ni por qué no, cuando es malo. Pensé que cuanto más corto fuera el libro, menos gilipolleces tendría. (La traducción es mía).

    Hoy además ha llegado un email de ánimo del programa NaNoWriMo, en concreto de Holly Black, que dice entre otras cosas:

    5) Write for your reader self, not your writer self. You are the best audience for your own work. If you would absolutely love a character like the one you are writing about, if you adore books like the one you are working on, then you are going to know how to make the book appealing—write it like you were the person who was going to read it. Remember the fun bits, the juicy bits, the stuff you linger over in other books—the good stuff.

    5) Escribe para tu yo lector, no para tu yo escritor. Eres el mejor público de tu propio trabajo. Si de verdad te encantaría un personaje justo como el que estás escribiendo, si adoras los libros como el que estás escribiendo, entonces sabrás cómo hacer atractivo tu libro: cómo escribirlo como si fueras la persona que va a leerlo. Recuerda las partes divertidas, jugosas, las partes que atesoras en otros libros; las cosas buenas.

    La verdad es que estoy pasando un poco de miedo con mi propio libro… porque cuando termine las dos escenas que me quedan planeadas no sé por dónde voy a seguir, y me quedan aún 34933 palabras por escribir. En fin, menos quejarse, menos documentarse y más al tajo. Si hubiera dedicado este rato a la novela, me quedarían 34440.

  • Tráiler de próximas reseñas

    Amazon me va a matar.
    En serio, bueno, o matará mi escritura porque no hago más que encargar (¡y leer!) libros. Es como ir a una librería de Londres, pero sin salir de casa y sin que te pese la bolsa. Un peligro. Un peligro muy gordo. Esto es lo que me acaba de llegar (y hay otros dos pedidos en camino):

    Aun así, mi mesilla ya contenía lo siguiente, mezcla de leídos y por leer:

    Tengo empezados los de Dawkins (cortesía de Mr Carbonara), Crystal (desde hace milenios) y Twain (edición bilingüe sacada ¡oh sí! de la Biblioteca Regional). Ya os cuento de Palahniuk, Pratchett y Follett.

    Como dije en twitter, voy a escribir un artículo para La Linterna del Traductor, sobre subtitulación y VisualSubSync. Me he traído bibliografía de la oficina: Teoría y práctica de la subtitulación Inglés-Español de Jorge Díaz Cintas, y Subtitling, de Jan Ivarson y Mary Carroll (que tecnológicamente está pasadísimo, pero todavía contiene cosas interesantes).

    Como no me regaléis crack, o una suscripción al WoW o algo, esto no tiene pinta de parar. Me encanta mi vida.

  • Memercicio

    Meme, ejercicio, ejercicio de memez, lo que queráis.

    El caso es que la nota de Multimaníaco (por cierto, este artículo es muy interesante) de tus quince autores favoritos (pensando poco) me ha hecho reflexionar sobre qué tipo de libros leo, y quizá me dé alguna pista sobre qué tipo de libros voy a escribir. Claro que si intentáis sacar la media esto va a ser un poco raro. Está claro que no me molesta, ya que son los que más me gustan, pero es curioso pensar en ello.

    1.    Tolkien
    2.    Neil Gaiman
    3.    Stephen King
    4.    Terry Pratchett
    5.    Susanna Clarke
    6.    Louis de Bernières
    7.    Chuck Palahniuk
    8.    Michael Ende
    9.    J. K. Rowling
    10.   Edgar Allan Poe
    11.    Roald Dahl
    12.    Irvine Welsh
    13.    Marjane Satrapi
    14.    Ralf König
    15.    Bill Waterson

    Ua-la, ahí arriba he puesto qué tipo de libros voy a escribir.

    Qué miedo me doy a veces 🙂

    Actualización: Argh, Quino, me falta Quino. Lo cito y no lo pongo.

  • Que no te atrape el dogma

    Esta es una de las frases clave del discurso de Steve Jobs que comentaba el otro día:

    Que no te atrape el dogma, que es vivir con los resultados del pensamiento de otros.

    Don’t be trapped by dogma – which is living with the results of other people’s thinking.

    Es una de las cosas que a mí, en concreto, me cuesta en general. Cambias algo relevante (estudios, trabajo, relación) y te preguntas cómo lo explicarás. Cómo se verá. Si encajarás en un estereotipo que no te gusta (incompetente; inculto; mala persona; maruja; cobarde).

    Maruja es uno de los que a mí, por ejemplo, me da auténtico pavor.

    Mi imagen de maruja: una respetable y conservadora señora que trabaja en su casa, preferiblemente con hijos, mantenida por otra persona, y que se ocupa de la gestión doméstica y de micronoticias hiperlocales. Quizá haga alguna otra cosa, como entretenimiento. Uuf. Muy bien, pero para otra.

    Según la RAE es un ama de casa de bajo nivel cultural. No voy a entrar a trapo con el machismo de las definiciones de la RAE, pero investiguen ustedes y verán. Ama de casa lo definen como mujer que se ocupa de las tareas de su casa. Ahí falta «profesionalmente»; si no, toda mujer con casa que no delegara esas tareas en otros sería ama de casa… oh… ¡caramba, qué coincidencia!

    Obviamente, si me conoces sabes que nada está más lejos de la realidad. Como autónomo o emprendedor (me digo a mí misma), cuando el trabajo escasea o va mal, por defecto puedes parecer estar en esa categoría. Un rato más de la cuenta fregando o en pijama y te preguntas ¿estaré marujeando?

    No sé si es terapéutico o sintomático, pero alquilamos oficinas, vamos a encuentros, o escribimos blogs autorreferentes. Me explico para quien no me conoce, pero también como si yo no me conociera.

    Lo que quiero decir es que a mí me cuesta no verme así. Mejor dicho: tengo una tendencia a hacer cosas (sólo) para evitar ese estereotipo. Tengo que hacer un esfuerzo para pensar: esto es un espejismo, y reaccionar ante él es negativo. Ignóralo.

    Pero es que te impulsa a crear innovación, empresa, empleo… la nueva realidad 2.0, tu contribución a las nuevas tecnologías de microgestión de…

    Blablablá.

    Marujismo y emprendedurismo, dos caras de la misma m…oneda.

    Moldes.

    Resultados de otros.

    Dogma.

    Sólo existe tu trabajo, el trabajo hacia dentro con el que tú creas la manera en la que recuerdas tu vida, la manera en la que las cosas que haces dan forma a tu mente, la manera en la que amas lo que haces, lo que estás haciendo aquí y ahora, la gente con la que te estás relacionando. Sabes lo que hay y te gusta, aprendes a quererte a ti mismo y así querer a y aceptar cómo te quieren los demás.

    Y aquello de que una mujer es más auténtica cuanto más se parece a cómo se soñó a sí misma (esto es de Almodóvar).

    ¿No era que «la realidad es aquello que se resiste a desaparecer cuando la ignoras»?

    El siguiente paso se resume en: ignora a todo el mundo. Irónicamente eso es de un libro/blog/cosa de Hugh McLeod, Cómo ser creativo. Y lo que viene a cuento ahora es la frase «no compares tu interior con el exterior de los demás». No compares lo que tú puedes hacer por ti mismo con lo que han hecho los demás. No compares cómo te ves a ti mismo por dentro con lo que los demás muestran de sí mismos. No compares quién eres con lo que los demás ven. No compares quién eres con lo que ves de los demás. No vivas con el resultado del pensamiento de otros. No encajes en moldes de otros, sin darles tu propia vuelta.

    Hace poco me he dado cuenta de lo orgullosa que estoy de mi padre. El otro día me regaló un ejemplar de su último libro (que no he leído entero aún, leí partes del primer manuscrito, impreso en A4 y encuadernado con gusanillo) y en la dedicatoria decía algo sobre los valores compartidos. Me llamó la atención, porque es cierto que comparto valores con mi padre, aunque hemos llegado a ellos de maneras diferentes, o nos han llevado a sitios diferentes. Para él es relevante que su pensamiento en sí es cristiano. Yo no me veo así. Quizá sea una parte que influye al resto, pero no un manto bajo el que todo se cobije. Sin embargo, parte de lo que me gusta de haber crecido siendo la hija de un filósofo (aparte de los campamentos de filosofía para niños, las novelas de Lipman, los tests, esas cosas en las que los hijos de profesores somos su conejillos de Indias) es que siempre me ha animado a pensar por mí misma, y en ese sentido, nunca me han animado a vivir en el dogma, con los resultados del pensamiento de otros, sino con los míos.

    Hay una anécdota que cuento mucho sobre la filosofía, cuando en casa nos reímos de estar rodeados de matemáticos y filósofos. Dice así:

    La filosofía es como una tienda frente a la que pasas todos los días, con un escaparate, y en el escaparate un cartel que dice: «Se lava la ropa». Hasta que un día, coges tu ropa sucia y la llevas allí, pero al entrar te cuentan que ellos no lavan la ropa: sólo hacen carteles.

    La filosofía no da respuestas, hace preguntas. No lava la ropa, hace carteles. Curiosamente, investigando para este artículo he descubierto que es de Kierkegaard. A saber de dónde lo habré sacado, ya que me temo que, a pesar de mi padre, qué va, qué va, yo no leo a Kierkegaard.

    Así que sigo pensando. Sigo acarreando mis trapos sucios, preguntándome dónde lavaré la ropa esta vez.