Categoría: calidad

  • Hay que estar bien para dirigir bien

    Ayer fui a la primera sesión presencial de un curso que estoy haciendo sobre desarrollo de competencias directivas, que imparte Carmen Pérez Saussol: gestión de equipos, resolución de problemas, gestión del conflicto, del tiempo, del estrés, de la creatividad… Todo cosas extremadamente útiles que necesito para ayer, valga la expresión 🙂

    Lo que quiero decir es que nunca sobran.

    La frase resumen con la que me quedo es la siguiente:

    Hay que estar bien para dirigir bien.

    Parece una obviedad, pero todas las cosas que tiene que tener alguien que esté llevando a un grupo de personas a alguna parte, no las puede tener si no está bien. Después de acabada la sesión marqué con una estrella las cosas con las que me quedaba para pensar más sobre ellas. A ver qué os parecen:

    1. El que no sabe dónde va ya ha llegado a donde iba
      • (Remake de frase de Séneca, creo, que me ha gustado).
    2. La buena organización no se nota.
      • (Es cierto, se notan los fallos de una mala).
    3. Tu trabajo es sacar lo mejor de cada uno.
      • En el trabajo nadie te cae mal: eso te estorba para tu objetivo, que es sacar lo mejor que tiene.
    4. Un puesto directivo tiene un desgaste afectivo que requiere una recarga afectiva.
    5. Soy responsable, en primer lugar, de llevar a mi vida las cosas que mi vida tiene que tener.
      • Si no, no puedo ser responsable de las personas a mi cargo. Es necesario conocerse, ser sincero con uno mismo y hacer de este autoconocimiento la base de la seguridad.
    6. Hemos venido a ser felices y a estar bien, y el trabajo es un medio para ese fin.
    7. Hay que aprender a poner límite a las cosas que te gustan del trabajo.
    8. Accesible: siempre. Disponible: no siempre.
    9. Para hablar mal, mejor no cojas el teléfono.
      • Especialmente si te llama tu madre, tu abuela, tu pareja ¿qué necesidad tienen de que les respondas mal? Ya hablarás con ellos cuando puedas ser agradable.
    10. ¿Quién manda de mí para adentro? Yo.
      • ¿Quién me enfada, me pone de los nervios, etc.? Nadie.
    11. Cada día dedico 1 minuto, o 30 segundos, a estar dentro de mí.
      • En ese lugar en el que nadie puede enfadarte, ponerte de los nervios… ¡qué recarga!
    12. Una urgencia rutinaria es un fallo.
    13. Sólo hay tres causas del cabreo: física, afectiva, o intelectual.
      • Saber por qué estás cabreado es el primer paso hacia estar más sereno: aceptar lo que no puedes cambiar, cambiar lo que sí, saber la diferencia, etc.
      • Físico: cansancio, hambre (recuerda comer y dormir). Os sorprendería la cantidad de emprendedores que no se lo toma en serio.
      • Afectivo: hay que sentirse querido.
      • Intelectual: hay que estar formado/preparado/experimentado para las tareas.
    14. ¿Cuál es mi capacidad?
      • Sólo respondiendo a esa pregunta sabré si estoy por encima de mi capacidad, y debo parar. Nuestra capacidad no es ilimitada, así que tenemos que limitar nuestro trabajo.
    15. Una habilidad es una estrategia que te sale sola.
    16. Lo haces por ti, así que hazlo con alegría.
    17. La gente tiene que fiarse de ti a ojos cerrados.
      • Eso, por supuesto, sólo se consigue mereciéndolo.
    18. Quejarse no es resolver.
    19. Saber que tienes que hacerlo no es igual que ponerle un resultado concreto y una fecha.

    Y para demostrar que me pringo, mi lista de resoluciones (en vigor desde anoche):

    1. Dedicar una hora diaria para mí (la de hoy, en escribir esto).
    2. Informarme sobre horarios, precios y lugares de actividades relajantes y deportivas en Murcia (1 de octubre; ya sé dónde dan los masajes de 1 hora… el placeeeerlgh.)
    3. Poner una alarma diaria para hacer un minuto de respiración consciente (hoy).
    4. Dejar que las cosas fluyan y no querer organizarlo todo (bueno, este es un poco cutre, pero lo necesito).
    5. Reírme y estar con gente que se ría.

    Resulta que para ser buen jefe tienes que ser una persona que trasmita serenidad y seguridad en que estás llevando las cosas a buen puerto, y para eso hay que ser feliz, así que… ¿quién se apunta a echar unas risas?

    Bonus: Este artículo de Angel María con 5 cosas para conciliar trabajo y familia, y los comentarios.

    Por cierto que hay 19 cosas en la lista y eso en internet queda feo. Si ponéis la 20 en los comentarios os lo agradeceré.

  • El fin del mundo se acercó

    El fin del mundo se acercó… pero luego todo volvió a la normalidad, como en el Restaurante del Fin del Mundo. No sé si os habréis enterado, pero ayer durante un par de horas… ¡Gmail dejó de funcionar! El horror, la locura. A mí me molestó, pero ahí estaba Thunderbird y mi propio servidor POP3/IMAP para, curiosamente, cubrir el hueco.

    Parecía imposible, pero ¿sabéis qué pienso? Está bien ver que en Google todavía son humanos. Una empresa como tantas que puede fallar, durante unas horas, y luego sacar un post dos artículos en sus blogs para reconocerlo y dar explicaciones, que oye, bien hecho. Para eso también están los blogs de las empresas ([autobombo on]en Matiz, la agencia de traducción e interpretación que dirijo[autobombo /off], también tuvimos problemas con el correo después del cambio de centro de datos de nuestro proveedor).  Precisamente a raíz de eso estábamos pensando esta semana en cambiarnos a Google Apps, pensando, bueno, otros servicios se caen, pero ¿cuántas veces se ha caído Gmail? Oops. Quizá, como en todo, tener un sistema de repuesto sea lo más prudente.

    ¿Y si hubiera dejado de funcionar del todo, para siempre? Pues lo primero que hice cuando empezó a dar fallos fue hacer una copia de seguridad de la lista de tareas ¡que es lo único que no se sincroniza con nada ahora mismo! No lo había pensado. Los calendarios sí los llevo en el iPod.

    En cualquier caso, el revuelo en Twitter ha sido increíble, lo que una vez más muestra lo imparable que es la información (/indignación) ahora: todo un escándalo,  en menos de dos horas.
    Que si alguien había tropezado con un cable, que si habían metido Google en Google…

    Y por supuesto, el grito de socorro, ¡no funciona interné! 🙂

    Nada, todo ha sido un mal sueño, no hay nada que ver, circulen, circulen.

  • Cinco maneras de gritar «barato» a todos los vientos

    Los no, no y más no del diseño (1)
    Los no, no y más no del diseño (1)
    Los no, no y más no del diseño (2)
    Los no, no y más no del diseño (2)

    Me he propuesto no publicar cosas feas, pero necesito compartir mi dolor. Todos los días tengo que pasar por este horror camino del trabajo: es la versión en tienda de un hoygan.

    Si quieres que tu tienda, web, o blog grite «barato» a los cuatro vientos, aquí tienes la receta completa, en cinco pasos:

    1. Sáltate letras. Cuando la gente vea «COMPLMENTOS» entenderá «complementos». Hazlo dos veces, en la fachada y en el letrero que sobresale, para que se note que es adrede.
    2. Nunca, jamás, emplees a alguien que sepa escribir el idioma en el que escribe. Cualquier inglés sabe que «ALL THE ARTUCLES TO» significa… hmm… No importa, ¿quién lee los carteles de un metro de ancho? ¡nadie! ¡tú pon 2€ bien grande, y sobran las palabras!*
    3. ¿Acentos? ¡Son artículos mágicos! No pongas ni uno. Si un cartel tiene 4 palabras y 3 llevan tilde, pasa. Los acentos son para los que pueden pagarlos. ¿Qué te han costado esos vinilos de colores, a todo esto?
    4. Utiliza una imagen pixelada de una moneda de dos euros, para que se note que no tenías uno de muestra al que hacerle una foto.
    5. Y por supuesto, usa Comic Sans, pero cháfala bien y fuerza la cursiva, porque… ¡no es lo bastante fea aún!

    * (Esto en realidad es cierto, y podrían haberse ahorrado un 50% del cartel).

    Dedicado a Zor, porque él comprende mi dolor.

  • Llevo días dándole vueltas a mi cita favorita

    … y no consigo, no consigo dar con una traducción al español que me guste. ¿Sugerencias?

    Gapingvoid.com

    Quality isn’t Job One
    Being totally fucking amazing is Job One
    gapingvoid.com