Jamás te lo dije.
Me obligaste
a acabarme el desayuno
—atragantándome—
me tragué también
mis palabras.
Ese silencio fue mío,
como el de Donés.
Había un bufé libre
en mi corazón
enfriándose.
Abrí el libro
con miedo
de ver las costuras,
de notar las mentiras. Pero no.
Hoy es un gran día para salir del armario, pero en la vida, como el Google+, hay muchos círculos y muchos armarios diferentes.
Leía hace poco un consejo para escribir una novela que decía: «escribe sobre aquello que no puedas comentar en la cena».
In my dream, the world is ending. Everything is falling apart.
People try to ignore it, to make the feeling go away: but if you listen, it’s there.
Suddenly, I think: the world is ending, and I’ve never kissed you. Where are you?
Comentarios