La hipótesis del Mercadona, también conocida como la metáfora —o la alegoría— del Mercadona, postula que
« follar con alguien nuevo»
podría ser similar a
«ir a un Mercadona que no es el tuyo».
—Pero… ¿esto debería estar por aquí, no?
—¡Cómo se les ocurre esta distribución tan poco óptima!
Y al final en vez de hacer un recorrido eficiente, acabas teniendo que pasar por todos los pasillos, a tajo parejo.
Esa es la alegoría del Mercadona.
—
PD: Sobre los supermercados no alegóricos, véase en Transformer, cómo encontrar comida de verdad en un supermercado:
Estabas frío, te culpé. Estabas muerto, me culpé. Estabas mudo, me sentí sorda, la culpé. ¿O estaba yo sorda? Estabas ido. No es culpa de nadie. Estaba sola, contigo, allí. Volví a casa, y tú me diste la espalda.
Soy un poco Hobbit. Me gusta ver crecer las cosas poco a poco. Me gustan las rutinas (y salir de ellas: pero me resultan cómodas). Me gusta que algo se acabe y comprar otro igual, me da sensación de haber acertado. Mi despedida favorita es «hasta mañana».
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