Esta mañana hablaba con un grupo de matemáticos en el desayuno (en mi vida esto es algo común) y comentábamos el descenso de la inversión en I+D de las empresas en los últimos tiempos. Yo decía:
—Tenéis que entender que una empresa tiene el deber de proteger su existencia. Sólo si sigue existiendo podrá un día volver a sufragar proyectos de I+D. Tiene que protegerse… en ese sentido es un poco asimoviana…
Entonces he pensado que quizá las empresas, cuando dejan de portarse como personas o grupos de personas, deberían al menos portarse como robots asimovianos. Sus tres leyes serían:
¿Y la ley cero (o cuarta…), dirá el primero de la clase?
Supongo que al cumplir esta última ley, las empresas y los robots serían mejores que muchos humanos.
De pequeña conocí a dos niñas inglesas increíbles. Eran hijas de un poeta y una pintora. ¿Quién no querría aprender su idioma? ¿De dónde habían salido? Salen en las fotos de mis cumpleaños… Publicaría las fotos, ochenteras y borrosas, pero también salgo yo, con aquellas gafas y aquellos pelos. No sería justo. Hoy he llegado
… ¡me ha gustado mucho! Antes de empezar estaba tan emocionada que me temblaban los dedos. La hora se me ha pasado volando (quizá demasiado, tendré que controlar mejor el tiempo). Estoy muy animada, pero ahora mismo (dos menos cuarto de la mañana) muy, muy cansada… la peque con otitis ha complicado el día bastante.
Estoy deseando leer este libro. Llevo un par de meses esperándolo, y acaba de llegar (¡bien!). He leído muchas cosas escritas por Josh en su web y me encanta cómo explica los conceptos.
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