Ayer fue un día genial en el zoo. Hizo un sol espectacular, dimos de comer a los animales, nos hicieron caso, comieron de nuestra mano (los hervíboros: los demás, de lejos) y en general, fue de los mejores sábados de los últimos tiempos. ¡Hay que repetirlo! Yo sólo había estado por trabajo, pero ahora quizá incluso cojamos un abono de un año.
No soy sabia y escribo un blog: esta es mi confesión.
Es verdad, no sé todas las respuestas. Hablo sobre el mundo de la traducción y traduzco poco. Soy madre pero paso de la literatura para padres. Hablo de emprender con la cuenta bajo mínimos. Tengo ideas y aún no he muerto por ellas.
El día de mi boda, hace ya nueve años, mi familia me preguntaba con mucho interés quién era esa señora de pelo corto y blanco sentada a mi mesa, al lado de mis padres. La respuesta es simple, pero no corta.
Abrí el libro
con miedo
de ver las costuras,
de notar las mentiras. Pero no.
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