Dicho así, suena comestible. Será que ya tengo hambre.
Mi amor por las matemáticas y los matemáticos no hace más que aumentar con el tiempo. Quizá sean como la cerveza y el vino. De niña me sabían amargas, me desconcertaban. Conforme pasa el tiempo me dan más alegrías.
La fiesta española va de recordar a tus muertos. La fiesta americana, de recordar que vas a morir. De pasar miedo adrede. De convertir el miedo en disfraces y caramelos.
Hace años subimos los Pirineos, en plan familia y amigos. Un día incluso pasamos a Francia, que tenía los mismos pinos. Otro día nos perdimos unos pocos y los de la Guardia Civil dijeron a los demás que cuando lleváramos tres días por ahí mandarían a alguien, que estaban buscando aún al desaparecido de la
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