Entre hoy y mañana muchos padres descubrirán las cuatro maldiciones que puede tener un juguete, a saber: voluminoso, ruidoso, pringoso y múltiples piezas. Es algo que abuelos, tíos y demás familia negarán conocer. Si tienes niños a tu cargo y alguna vez has maldecido un juguete, probablemente sea por una de las siguientes razones:
Todo esto sin entrar a trapo en el valor educativo, a veces nulo, a veces claramente negativo, que es materia para otro artículo.
Veamos un ejemplo de juguete salido de las profundidades del infierno: busto rubio con juego completo de maquillaje y peluquería a tamaño real. Es voluminoso, es pringoso, tiene múltiples piezas, y además el secador hace ruido: vamos, el pack completo.
Como padre que regala juguetes, uno querría minimizar el número de maldiciones por juguete. Por otro lado, los niños probablemente piensan que si no es enorme, no suena, no pringa y no lo puedes esparcir por toda la casa marcando tu territorio, es un rollo total. A unos y a otros, ¡felices Reyes!
Lucía mirando el río Alhárabe, en Moratalla Ezequiel también mira el río A veces suena la flauta y consigo hacer buenas fotos. Fotos que enseñan lo que yo veo. A veces resulta que tengo la magnífica cámara de mi hermana en las manos (una Canon EOS 400D digital) y entonces claro, no salen igual que
Los oseznos jugaban sin parar. Era muy divertido verlos, y daban ganas de ir y jugar también (hasta que te fijabas en las zarpas).
Estoy en el EBE09. A dos metros de Enrique Dans, para más datos. Podéis seguir lo que voy haciendo en Twitter: http://twitter.com/minibego Podéis seguir la avalancha de información de todos los blogueros y tuiteros en: http://twitter.com/#search?q=%23ebe09 Y ahora, a escuchar 🙂
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