Entre hoy y mañana muchos padres descubrirán las cuatro maldiciones que puede tener un juguete, a saber: voluminoso, ruidoso, pringoso y múltiples piezas. Es algo que abuelos, tíos y demás familia negarán conocer. Si tienes niños a tu cargo y alguna vez has maldecido un juguete, probablemente sea por una de las siguientes razones:
Todo esto sin entrar a trapo en el valor educativo, a veces nulo, a veces claramente negativo, que es materia para otro artículo.
Veamos un ejemplo de juguete salido de las profundidades del infierno: busto rubio con juego completo de maquillaje y peluquería a tamaño real. Es voluminoso, es pringoso, tiene múltiples piezas, y además el secador hace ruido: vamos, el pack completo.
Como padre que regala juguetes, uno querría minimizar el número de maldiciones por juguete. Por otro lado, los niños probablemente piensan que si no es enorme, no suena, no pringa y no lo puedes esparcir por toda la casa marcando tu territorio, es un rollo total. A unos y a otros, ¡felices Reyes!
Mi regalo para estas fiestas: os he traducido y anotado este este artículo de Seth Godin, ¿Es demasiado tarde para ponerse al día?, el que más me ha gustado este año y el que he aplicado en mi empresa. Espero que lo disfrutéis. Recordad: suerte = preparación + oportunidad. (This is an annotated, Spanish version
From a Google+ conversation: Ramón Nogueras: That is completely and absolutely untrue, unless you admit that anyone other than you has control over your feelings. Words have only as much damaging capacity as you want to give them. Ignacio Torres Masdeu: The exchange of power is part of many social contracts. But many times we
Esta es una de las frases clave del discurso de Steve Jobs que comentaba el otro día: Que no te atrape el dogma, que es vivir con los resultados del pensamiento de otros. Don’t be trapped by dogma – which is living with the results of other people’s thinking. Es una de las cosas que
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