… nunca mejor dicho.
He puesto el disco de Alondra Bentley, y me pregunta «¿Esta es la niña que está tocando la guitarra en el campo?» Es increíble el poder de observación que tienen los niños, el disco se lo enseñé esta mañana 🙂
Ahora anda echándole Axe al sofá y diciendo «mmm qué bien huele ahora».
Parece que las dos echamos de menos a su padre.
Está en un Kloster cerca de Munich bebiendo cerveza y haciendo matemáticas. Volverá pronto, pero todo se hace largo. Mientras, hago cosas de baja intensidad, como hacer listas de tareas y pasar las fotos al ordenador (esta es de mayo). Y escribir esto.
Últimamente estoy trabajando demasiado. Me encanta y soy feliz, pero me estoy pasando. Lo tengo claro y tengo que (no) hacer algo. Sin embargo, me cuesta despegarme. Encontrar gente a la que confiar lo que ya no cabe. Como me gusta es más difícil, se van las horas y no me siento (demasiado) mal, hasta
Hace poco Neil Gaiman dio una conferencia de graduación que es de las de recordar para siempre (transcripción): Neil Gaiman Addresses the University of the Arts Class of 2012 de The University of the Arts (Phl). Aparte de que amo a Neil Gaiman con todo el corazón que puedo dedicar a alguien que nunca he visto*
Cuando vivía en Granada, echaba de menos Murcia leyendo la página de Los Mendrugos en el Jueves. ¿Por qué pienso esto hoy? Porque hoy sale a la venta en quioscos (me enteré por el blog de Juan Álvarez, y por Murcia Cómic) la edición de lujo de Los Mendrugos, así que ya sabéis, crisis o
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