Categoría: lugares

  • Nicaragua, con tus propios ojos (IV): acaba el primer día con luces de Navidad

    Nicaragua, con tus propios ojos (IV): acaba el primer día con luces de Navidad

    Sigo contando el viaje a Nicaragua. Me decía a mí misma:

    Es la primera vez que vengo, pero no es la primera vez que estoy

    Nos habíamos quedado hablando delante de los monumentos de los grandes líderes de la revolución. Mi padre me hablaba en su día de la falta de mandos intermedios. Había grandes intelectuales con grandes ideas, y el pueblo. ¿Y en medio? No había nadie que pudiera hacer que esas ideas se convirtieran en realidad.

    Se ve mucha actividad de construcción y reparación e Managua: en las casas, en las carreteras. Ni de lejos es tan bonita como Granada, porque para eso tendría que ser una ciudad con calles, y es más bien una serie de fincas muy juntas.

    Estamos acostumbrados a la noción de ciudad como calles y casas espalda con espalda, con miles de años de capas parecidas debajo.

    Managua es un bosque del que asoman tejados, cruzado por carreteras, sí, ahora asfaltadas y adoquinadas. Los adoquines son herencia de Somoza, que tenía una fábrica de ladrillos. Roberto nos decía que le salió el tiro por la culata, porque eran fáciles de arrancar y arrojar, o convertirlos en barricadas.

    Nos decía Roberto «el Pollo» Sáinz que nuestros padres llegaron la retaguardia d elas brigadas de internacionalistas, y que era difícil, más difícil, ir convirtiendo un impulso revolucionario como la cruzada en algo permanente, de todos los días. La educación de adultos se acabó cancelando cerca del 90. No queda claro si cancelado por los últimos sandinistas o ya por Violeta Chamorro.

    ¡Cómo se le llenaba la boca de insultos al hablar de Violeta, de los piñatistas, los congresistas actuales! De hijoeputa para arriba, salían a borbotones. Luego se paraba y decía: esto es en el terreno de lo que hacen, yo a Doña Violeta… Doña Violeta me saluda: si nos vemos, nos conocemos. Igual Daniel Ortega quiere que vuelva,  y yo le digo: a ti tengo ley, me cases bien. Pero no soporto a esos ladrones con los que te juntas, es que no puedo.

    Parece que fundaron otro partido de renovación sandinista, pero no fue bien y también se alejó. Lleva nueve años jubilado, está operado de corazón, de cáncer, de todo: no debe tomar disgustos y se nota que los tomaría. Y mucho. Por ejemplo, con las luces de Navidad:

    Espe, Roberto y Bego frente a la catedral de Managua.
    Espe, Roberto y Bego frente a la catedral de Managua.

    ¿Las luces de Navidad? ¿Por qué debería uno enfadarse con las luces de Navidad?

    La luna, la «concha acústica» que hicieron para la visita del Papa, y un árbol de Navidad sin árbol, gigante.
    La luna, la «concha acústica» que hicieron para la visita del Papa, y un árbol de Navidad sin árbol, gigante.

    El problema es que estamos en Semana Santa, y aún no han retirado las luces de Navidad. El respetable protesta del excesivo gasto de luz. Roberto «del monumento que hiciero para ese hijoeputa de Juan Pablo Dos, que no quiso bendecir a aquella familia, y cómo se lo hizo pasar a Cardenal».

    Cardenal. El Papa. La revolución sandinista como revolución cristiana, la teología de la liberación… es un jardín en el que no me voy a meter hoy. La visita del Papa da para mucho: para un libro, para un documental de una hora… caramba, qué casualidad. Aquí hay uno entero en YouTube, que acabo de descubrir y que tengo muchas ganas de ver.

    Y con esto os dejo hasta mañana, que espero poder llegar al segundo día de mi viaje a Nicaragua.

    Espero terminarlo antes de que llegue la Navidad.

  • Estoy en Barcelona

    Estoy en Barcelona

    Barcelona huele a pan. A pan recién hecho. No a pan de payés (pa de pagès), sino a cruasanes de mantequilla crujientes.

    Tenía esa frase escrita desde hace días. Después de una hora dándole el follón a Lucía para que escriba su diario, me doy cuenta de que todo lo que le digo a ella se me aplica a mí. Que no estoy escribiendo nada tampoco. A ver si me ayuda ella a mí.

    —¿A qué huele Barcelona, Lucía?

    —Barcelona huele a la calle. Al  motor de los coches. Gasolina. Cerezas y manzanas. Al olor de la compra. Chino, japonés. Contaminación. Restaurantes. ¿Qué?

    —¿A qué más?

    —Pepitas. Vale, eso me lo he inventado.

    —¿Qué son pepitas?

    —No lo sé. Es la primera cosa que se me ha ocurrido… A personas. Calles, casas y periódicos aburridos. Gente normal leyendo. Nada más.

    —¿Y ahora, qué se ve de Barcelona?

    —Ya lo he dicho.

    —No, cosas que hayas visto.

    —Zoos o cines o McDonalds. Gente aburrida. Casas grandes y pequeñas. Nada más se me ocurre.

    —¿Y el mar?

    —El mar normal. Arena donde se hace castillos y bolas de arena. Niños juguetones que se meten en el agua. Nada más.

    —¿Y el cielo?

    —El cielo es normal.

    —¿Y por la noche?

    —Cien estrellas.

    —¿Y en qué es diferente de Murcia?

    —Más árboles, más colores y más gente.

    —¿Solo eso?

    —Un mar más grande. Más sol.

    —¿Más sol?

    —Es una forma de hablar, porque quiere decir que da más el sol.

    —Pero si ha llovido.

    —Llueve muy pocas veces.

    —En Murcia también llueve muy pocas veces.

    —Es que es verano. Aquí llueve muy pocas veces.

    —¿Qué te ha gustado más de Barcelona?

    —No lo sé. ¿Qué hago yo diciéndote cosas y tú sin ayudarme? —Ella está escribiendo su diario—. Oye, eso es un chiste. No lo escribas.

    —Me gusta apuntar cuando dices cosas divertidas.

    —No voy  a decir nada más.

    —¿Seguro? ¿Ni siquiera las cosas que no te han gustado de Barcelona?

    —Hmm-hmmm. Es que no me ayudas.

    —¿En qué quieres que te ayude?

    —¡En ESTO! —señala el diario.

    —Empieza por la palabra de siempre: «Ayer…»

    —Ya está. Ya he escrito ayer.

    Ayer es con i griega.

    —Aaaargh… ¿Ayer qué?

    —¿Ayer volvimos?

    —Todo el mundo sabe eso.

    —No, los que están leyendo tu diario no lo saben.

    (…)

    —Lucía, volví es con uve, con uve y con i normal. Y Barcelona es con be. ¿No te has dado cuenta de que la ciudad está llena de bes de Barcelona?

    —No me interesa la be.

    Finalmente, termina su hoja de hoy del diario. Le corregiré el resto cuando no mire…

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  • Nicaragua, con tus propios ojos (III): poesía, Darío y Borge

    Nicaragua, con tus propios ojos (III): poesía, Darío y Borge

    Decíamos ayer, que nosotras no comprendíamos qué fascinaba tanto a Roberto Sáinz la casa en la que creció, hasta que la vimos. Le habían puesto el nombre del gran héroe nacional: Rubén Darío, el padre del modernismo (este poema, Divagación, gustará a los traductores del público). Para el resto:

    Lo fatal

    Dichoso el árbol, que es apenas sensitivo,
    y más la piedra dura porque esa ya no siente,
    pues no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo,
    ni mayor pesadumbre que la vida consciente.

    Ser y no saber nada, y ser sin rumbo cierto,
    y el temor de haber sido y un futuro terror…
    Y el espanto seguro de estar mañana muerto,

    y sufrir por la vida y por la sombra y por
    lo que no conocemos y apenas sospechamos,
    y la carne que tienta con sus frescos racimos,
    y la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos,

    ¡y no saber adónde vamos,
    ni de dónde venimos!…

    —Lo saqué de: Lo fatal, Poemas de Rubén Darío

    Nicaragua es un país que adora la poesía e idolatra a los poetas.

    En ese sentido es un poco como Granada. Ya nos decía Ricardo Muñoz en clase: en Granada [hablaba de España], tienes suerte si eres el mejor poeta de tu patio de vecinos.

    Todo esto nos lo había contado algo antes de ver los monumentos de los revolucionarios.

    Flash forward hacia Granada

    Roberto Sáinz, ex viceministro de Educación de Adultos, nos enseñaba los monumentos a los revolucionarios y nos dijo que todo granadino (de Granada, Nicaragua) dice haber nacido en la calle de la Calzada. Así que voy a hacer un pequeño flash forward y os la voy a enseñar.

    Empezaré diciendo que Granada, Nicaragua, es preciosa.

    Aquí comienza la calle de la Calzada.
    Aquí comienza la calle de la Calzada.

    Esto es lo que ves si avanzas hacia el lago. Es una calle peatonal, llena de cafés, restaurantes, terracitas…

    Hablando con Jeffrey McCrary (más sobre él, más tarde), en Granada (Nicaragua) con mi camiseta de la Universidad de Granada (España).
    Hablando con Jeffrey McCrary (más sobre él, más tarde), en Granada (Nicaragua) con mi camiseta de la Universidad de Granada (España).

    Y de repente, el Hotel Darío

    Roberto nos contaba con orgullo que el Hotel Darío había sido su casa. ¿Qué era tan especial? Pues… vaya. Sí.

    Hotel Darío, Granada, Nicaragua
    Hotel Darío, Granada, Nicaragua

    Aquí vivían 27 personas, 20 de su familia y 7 de servicio. El mundo es un pañuelo y Nicaragua es, además, muy pequeña. Eran diez (¡10!) hermanos, y la revolución les separó también ideológicamente, en un sentido y en otro (puede leerse sobre eso en este libro que ya cité).

    Vista desde la puerta hacia el patio del Hotel Darío
    Vista desde la puerta hacia el patio del Hotel Darío

    (Madre mía, aquí parece que hay un modelo en 3D).

    Mis fotografías no hacen justicia a la belleza y paz del lugar. ¿Es que todas las Granadas te obligan a volver, volver, volver?

    Borge

    Uno de los pocos murales que vi, a pesar de que me habían dicho que vería muchos. Estos son Carlos Fonseca, Daniel Ortega y Borge. ¿Quién falta y quién sobra? Ja.
    Uno de los pocos murales que vi, a pesar de que me habían dicho que vería muchos. Estos son Carlos Fonseca, Daniel Ortega y Borge. ¿Quién falta y quién sobra? Ja.

    Pero estábamos hablando de los monumentos a los revolucionarios.

    Monumento a Carlos Fonseca, Managua, 1980
    Monumento a Carlos Fonseca, Managua, 1980: Carlos es de los muertos que nunca mueren.

    ¿Qué pasa con vuestros indignados? Nos preguntó Roberto Sáinz. Él estaba indignado por la piñata (la corrupción y robo desde el gobierno sandinista en los 80, cosa que ha sucedido a mucha mayor escala en España). Estaba orgulloso de la futura ley de protección a la mujer (contra la violencia «de género» digamos, pero eso contra la violencia a la mujer). La situación de la mujer en Nicaragua es precaria, en parte, porque el 27% de las nicas de entre 15 y 19 son madres ya. De pasada, mencionamos a Borge.

    Vaya un personaje, Borge.

     

    Managua, 1980
    Managua, 1980. Mi padre le da la mano durante un concierto de los Godoy.

    Así describe el propio Borge esa época, en varias entrevistas:

    Borge en el ABC

    «Habíamos llegado al poder cubiertos con un aura de santidad. Éramos ‘los muchachos’, héroes del pueblo que habíamos liberado. Pero luego vino la guerra [frente a la insurgencia contrarrevolucionaria apoyada por Estados Unidos: la Contra], las presiones, la crisis económica y los errores, y los héroes que éramos nos convertimos en reyes. Hubo un grado de arrogancia de los miembros dirigentes del FSLN, que teníamos tanto poder que la gente nos miraba como reyes, y nosotros actuábamos como reyes. No siempre fuimos consecuentes con la responsabilidad histórica que teníamos con la Revolución», declaraba en 2009 a ‘El nuevo diario’.

    ABC, 1 de mayo de 2012 (los destacados son míos).

    Borge en el Diario de Cuba

    En 2006 fue acusado, junto a Ortega y otros líderes sandinistas, de genocidio y crímenes de lesa humanidad ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la Organización de Estados Americanos (OEA) por delitos supuestamente cometidos también en los años 1980 contra comunidades indígenas asentadas en el Caribe de Nicaragua.

    En una entrevista concedida a La Prensa en años recientes, Borge se quejó de que solamente se mencionaban sus errores y no se valoraran otros hechos.

    «Nadie reconoce que yo fundé las cárceles de régimen abierto, donde los prisioneros estaban sin custodia y sin reja. Nadie reconoce que yo fundé la cárcel de La Esperanza, de mujeres. Nadie lo reconoce. Nadie lo recuerda. Sólo recuerdan nuestros errores que cometimos, como haber establecido la censura de prensa, que a estas alturas creo que fue un error», dijo.

    Afirmó que muchas de las acciones que se le atribuyeron fueron «mandatos» de la Dirección Nacional del Frente Sandinista, integrada por nueve comandantes, entre ellos él. «Yo no podía por mi propia cuenta tomar decisiones», alegó. (..)

    «Para una buena parte de los representantes de la Revolución Nicaragüense, Tomás Borge buscó encarnar la corriente libre y el carácter original del movimiento. Pronunció los mejores discursos, tuvo los gestos más grandes y disfrutó del contraste entre su personalidad legendaria y el Ortega introvertido y carente de gracia. Grandioso e impredecible, Borge podía ser severo por un lado y extremadamente generoso por otra. Era un buen amigo de sus amigos», dijo escritora y ex militante sandinista Gioconda Belli, en declaraciones a la AP.

    Después de 1990, «tengo la sensación de que él renunció a sus ilusiones revolucionarias. Su lealtad a Ortega fue pragmática y buscó salvaguardar su supervivencia política y económica. Ortega le dio la dimensión de símbolo revolucionario e hizo que se convirtiera en una sombra de sí mismo. Terminó como una figura tragicómica», añadió.

    De baja estatura, pero de complexión fuerte, Borge se jactaba de nadar 1.500 metros y de su vigor sexual.

    Diario de Cuba

    Borge en CNN México

    «Voy a morir con la frente levantada, porque he cumplido con mi deber, porque he sido leal a mis principios, a mis compañeros (…) he sido leal a mis amigos, he sido leal a la bandera rojinegra, no tengo otra bandera que esa», dijo meses antes de su muerte, en entrevista televisiva. (…)

    Borge fue aficionado a la poesía y la escritura. Es autor de los libros La paciente impaciencia, una obra biográfica que ganó el Premio Casa de las Américas; Un grano de maíz, que ataca las intromisiones de Estados Unidos en Nicaragua y Salinas, dilemas de modernidad, que retrata al expresidente mexicano Carlos Salinas.

    CNN México, 5 de mayo de 2012

    Borge en La Prensa, una entrevista gloriosa que me gustaría copi-pegar entera

    Hace algunos meses, en Panamá, dijo que quiso tanto al escritor argentino Julio Cortázar, que si aquél «le hubiese pedido que hicieran el amor, lo hubiese hecho».

    (…)—¿Qué tanto ha cambiado Tomás Borge en los últimos años? Digo esto porque usted antes caminaba un aparataje militar enorme y ahora me lo he encontrado haciendo fila en el cine.

    —Ahora me doy cuenta que todo aquel aparataje era absolutamente inútil. Sobrancero. Era una especie de despilfarro del presupuesto. No obstante, a pesar que yo andaba en efecto con ese aparataje, siempre hacía fila para entrar al cine o para cualquier otro menester en el que había que hacer fila. Nunca dejé de hacerla. A mí me estorbaba el aparataje. Algunas veces me escapé. Siempre me localizaron, y era, al parecer, una situación inevitable, la cual agradaba a algunos dirigentes de ese momento, y a otros no. Era una especie de imitación mecánica de los países socialistas. Como los asesores provenían de esos lugares, ellos montaron esos aparatos, que en algunos casos fueron muy útiles.

    —Mucho de eso era para simbolizar el poder.

    —Probablemente. Algunos incluso sostenían esa tesis, de que el poder requería de una imagen. A estas alturas, con toda la experiencia que hemos vivido, con toda el agua que ha pasado por el puente, me doy cuenta que la imagen del poder real no es esa. El poder verdadero no requiere de vestiduras.

    (..)

    —Se oía hablar mucho de las correrías de Tomás Borge.

    —Siempre se exagera. Yo dije una vez que quería tanto a Julio Cortázar que si él hubiese sido homosexual y me lo hubiera solicitado, yo hubiera aceptado hacer el amor con él, porque lo quería tanto. Pero de ahí no podés interpretar que yo soy homosexual.

    —Mucha gente interpretó eso.

    —Era una manera de decir cuánto lo quería. Sin embargo… ¿crees que soy homosexual?

    —No sé, dígame usted.

    —No, no tengo ningún prejuicio con los homosexuales, pero no lo soy. No lo soy. Pero los respeto. A las lesbianas y los homosexuales los respeto.

    —¿Lo que dijo sobre Cortázar en Panamá le trajo críticas aquí en Nicaragua?

    —No, chistes nada más, de mis compañeros.

    —¿Por ejemplo?

    —Pues ideay, «no lo sabíamos»… Nadie lo tomó en serio.

    La Prensa, 29 de septiembre de 2002 (La Prensa es el diario conservador de Nicaragua, anti-somocista, cuyo director fue asesinado —por orden de Somoza, probablemente—, quemado por la guardia somocista como última orden de Somoza, censurado por Borge, cuya directora, viuda del director asesinado, acabó siendo la presidenta Violeta Chamorro, financiado por la CIA, anti-corrupción, neo-liberal… la historia de La Prensa da para varias películas).

    Estábamos frente a los monumentos

    El de Carlos Fonseca: «Carlos es de los muertos que nunca mueren».

    Monumento a Carlos Fonseca, Managua, 2013
    Monumento a Carlos Fonseca, Managua, 2013

    Y el de Borge: 30 de abril de 2012.

    Monumento a Borge, Managua, 2013
    Monumento a Borge, Managua, 2013

     

    Y como os decía el poema de Rubén Darío al principio:

    y la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos,

    ¡y no saber adónde vamos,
    ni de dónde venimos!…

    [Pronto] el relato del viaje, de nuevo, CONTINUARÁ…

  • 22 rondas de beso, atrevido, verdad

    22 rondas de beso, atrevido, verdad

    Es la época de los premios de blogs, no solo de los bab.la. (Vótame, a todo esto),

    Vota los Top 100 Blogs Profesionales de Idiomas 2013

    … Sino que hay un nueva partida de Lovely Blog Award, el meme que me ha apetecido renombrar como Beso, atrevido, verdad, al ser una variante de más o menos el mismo juego. 11 preguntas, 11 respuestas, 11 invitados.

    Muchas gracias por pensar en mí, Iris Permuy y Elena Nevado, como sois dos, me toca hacer 22 confesiones. A ver qué os parecen.

    1. ¿Cuál fue tu primer encargo de traducción?
    2. ¿Qué encargo recuerdas con más cariño?
    3. ¿Cuál sería el encargo de tus sueños?
    4. ¿Qué idioma, aparte de los que ya hablas, te gustaría dominar? ¿Por qué?
    5. ¿Freelance o en plantilla? ¿Por qué?
    6. ¿Qué serías si no fueras traductora?
    7. ¿Cuál es tu especialidad y por qué la elegiste?
    8. ¿En qué otras ramas te hubiera gustado especializarte?
    9. La traducción: ¿un gremio competitivo o solidario?
    10. ¿Crees que el traductor sigue siendo una figura invisible, o hemos mejorado en ese aspecto?
    11. El mejor consejo que te hayan dado nunca.
    12. ¿Cuándo supiste que querías dedicarte a la traducción?
    13. ¿Qué idea tenías sobre este mundo antes de adentrarte en él?
    14. ¿Cuál es tu mejor experiencia relacionada con los idiomas?
    15. ¿Y la peor?
    16. ¿Qué te hizo elegir tu combinación de lenguas?
    17. ¿Qué proyectos tienes en mente?
    18. ¿Qué haces para desconectar del trabajo?
    19. Si no hubieses sido traductora, ¿a qué te habrías dedicado?
    20. Cuéntanos 3 manías que tengas.
    21. Un sueño por cumplir.
    22. ¿Te entretienes viendo fotos de gatitos y perritos?

    1. ¿Cuál fue tu primer encargo de traducción?

    Creo que fue para mi suegra con un artículo de didáctica de las matemáticas que no podía entender bien. Lo hice en WordPerfect 5.1 para DOS, y creo que estaba en COU, porque recuerdo que era todavía en casa de mis padres (yo me fui a estudiar a Granada con 18 años, para ya no volver más que de visita).  No sé si le cobré algo o me dio vergüenza.

    2. ¿Qué encargo recuerdas con más cariño?

    El siguiente encargo comercial que recuerdo. Fue ya en mi primer verano como licenciada. Eran unas etiquetas de vino para un amigo, Javier Ajenjo, de Bodegas Conde. Acordamos que me pagaría 6 botellas de Neo del 2003, que me enviaría a casa cuando volviera de Grecia. Yo creo que ya no se acuerda, pero cuando veo cómo se han revalorizado (ahora cuestan 10 veces más que entonces) me imagino que si un día me las da (codazo, codazo, guiño, guiño), habrá sido una buena inversión.

    Luego, hay un proyecto que está aún en marcha, que es la traducción de un libro que sirve igual para adultos que para niños, unos cuentos con finales bastante curiosos. Está ya terminado, a falta de la ilustración y un repaso final. Espero que se publique en los próximos años…

    3. ¿Cuál sería el encargo de tus sueños?

    Creo que cuando te gusta tu trabajo, y trabajas con la gente de tus sueños, lo que estés haciendo es lo de menos. Así que cualquier encargo en el que me paguen por hacer lo que me gusta con la gente que más me interesa es el encargo de mis sueños. En ese sentido, tengo mucha suerte porque tener una agencia te da muchas posibilidades de elegir con quién trabajas y en qué, lo que compensa mucho por todas las horas de pelear con morosos, bancos y hojas de Excel que implica ser responsable de una agencia.

    Para ser más concreta, cualquiera de las últimas tres interpretaciones que he hecho han sido el encargo de mis sueños. Lo cuento también en esta entrada.

    4. ¿Qué idioma, aparte de los que ya hablas, te gustaría dominar? ¿Por qué?

    Yo solo considero que hablo inglés y español, hasta el punto de que dependiendo del tema y la persona con la que esté hablando, a veces (lo siento) me resulta más fácil expresar cosas en inglés. Esto pasa porque, por ejemplo, esté a mitad de un libro en el que estoy inmersa en el vocabulario en inglés de algo. Si no, tengo que estar traduciendo mentalmente. Como soy muy exigente con mis traducciones, me distraigo. También hablo inglés a diario cuando Pablo y yo estamos comentando de un tema del que no queremos que se enteren los niños, pero como están aprendiendo también, vamos a tener que buscar otra estrategia.

    Me gustaría dominar los que considero que no hablo, que son alemán y griego.

    Mi objetivo con el alemán es recuperar el nivel al que llegué en su día (tengo el título de Mittelstufe, que es un B2) y seguir adelante hasta terminar el Oberstufe. Para los de fuera del gremio, eso quiere decir que hoy aún puedo leer libros como Momo, de Michael Ende, pero me cuesta mucho La Historia Interminable (con todo el vocabulario fantástico que no tengo). Para decir la verdad, no sé por qué me gusta el alemán, pero me gusta.

    Mi nivel de griego da para hacer la compra, pedir en un restaurante, cantar algunas canciones, y mandar algún Whatsapp cariñoso que diga cosas «vamos a comer», «besitos»,«nos vemos», «te quiero». Curiosamente, me acuerdo de alguna frase subida de tono, pero no de los insultos. El año pasado estuve repasando con unos podcast en griego. Eran unos 100, pero a partir del 69 cuando estaban hablando del medio ambiente y esas cosas ya no me enteraba de nada. Mi objetivo con el griego es entender el curso entero.

    5. ¿Freelance o en plantilla? ¿Por qué?

    Depende de para qué. En plantilla se entiende que trabajas con más gente, lo que te permite aprender de los demás, por no hablar de que te da más estabilidad económica. Como freelance eres más independiente (¡todo lo independiente que se puede ser!) pero eso también tiene una carga de soledad y aislamiento. Vistas las opciones que hay hoy, creo que asociarse con otros traductores, o estar en un coworking, puede ser una buena opción intermedia.

    6. ¿Qué serías si no fueras traductora?

    Uf, aunque sí tengo la lágrima fácil, soy como la canción de Sabina, La del pirata cojo:

    No soy un fulano
    con la lágrima fácil,
    de esos que se quejan sólo por vicio.
    Si la vida se deja yo le meto mano
    y si no aún me excita mi oficio,
    y como además sale gratis soñar
    y no creo en la reencarnación,
    con un poco de imaginación
    partiré de viaje enseguida
    a vivir otras vidas,
    a probarme otros nombres,
    a colarme en el traje y la piel
    de todos los hombres
    que nunca seré:

    • Yo de pequeña quería ser publicista, porque lo que más me gustaba era dibujar y el inglés, y me imaginaba que tendría que ver con ambas cosas. Hoy traduzco cosas de marketing, y cuando me cuelo en la agencia de unos amigos, me lo paso pipa.
    • Cuando terminé Traducción quise estudiar Bellas Artes, pero mi madre me dijo que esa carrera me la tendría que pagar yo, y hasta hoy he podido hacer cursos y pintar mis cosas pero no he tenido fondos (esto es, simultáneamente tiempo y dinero) para hacerlo. Luego, los que la han hecho me han dicho que si quiero pintar pinte, y listo. Fui muy feliz haciendo el curso de Cómic que hay en Bellas Artes en la Universidad de Murcia, y estoy pintando bastante últimamente (más sobre eso en breve).
    • Viendo mi entorno, si no fuera traductora sería profesora (como mi pareja, mi suegros, mis padres, mis tíos) de universidad. Los meses que pasé como profesora me dieron alegrías que, la verdad, no me esperaba. Llevaba muchos años viendo la cara fea de la docencia muy de cerca. Queridos ex-alumnos (sobre todo, chicas, pero los pocos chicos también): fue un auténtico honor conoceros e intentar enseñaros lo que sé. Aprendí mucho con vosotros, me lo pasé genial, y me llenasteis de energía y ganas de vivir. Estoy muy orgullosa de vosotros y os quiero un montón. ¡Escribidme y decidme cómo os va! ¿Volvería a dar clase de interpretación? Sin dudarlo.
    • EscritoraSiempre he escrito. De hecho gané un premio de poesía (aquí una poesía reciente) y otro de relatos (aquí un relato) cuando era pequeña, y cuanto más me atrevo a publicar en este blog, más me gusta. ¿Quizá soy escritora ya?
    • Aunque como todo ex patito feo gafotas, yo lo que preferiría es ser estrella del rock.
    • Quién sabe, quizá acabe tocando el ukelele en un cabaret.

    La vida está llena de sorpresas.

    7. ¿Cuál es tu especialidad y por qué la elegiste?

    Mi especialidad más especial es la interpretación, y supongo que la elegí porque me vuelve loca hacer que la gente se comprenda en tiempo real. Aunque también soy muy feliz en las actividades más solitarias (traducir, escribir, pintar), necesito el contacto con la gente en mi vida diaria.

    Dentro de eso, me he especializado en aplicar la tecnología al mundo de la traducción (suena a humo, ¿eh?), y en traducir todo lo que tenga que ver con internet, páginas web, servidores, HTML, CSS… (clicking… double clicking).

    8. ¿En qué otras ramas te hubiera gustado especializarte?

    Creo que por todo lo que he dicho antes, no es tarde para especializarme en nada aún. Ciertamente me gustaría traducir más libros, ya sea sobre empresa, tecnología, o de rollo más etepiano.

    9. La traducción: ¿un gremio competitivo o solidario?

    Creo que la traducción tiene muy poco de gremio, precisamente por ser la mayor parte autónomos en su casa. Pero sin duda es un colectivo en el que ambas situaciones se dan todos los días. Puedes estar compitiendo con alguien por un encargo, y luego que te pregunte una duda de un término y se la respondes sin ningún problema. Hay mucha comunicación entre traductores, cada vez más y más profunda. Hay muchas asociaciones haciendo un trabajo muy valioso, por todos, a cambio del placer de contribuir. Es una de las cosas que hace bonita esta profesión.

    10. ¿Crees que el traductor sigue siendo una figura invisible, o hemos mejorado en ese aspecto?

    Uno de los lemas que tenía al empezar Matiz fue hacer más visible y respetada la figura del traductor. Creo que los traductores son cada vez más visibles y más apreciados. Cuanto más orgullo desarrolle la gente respecto a su profesión, más visibles seremos. Estamos mejorando, sin duda, pero también queda mucho trabajo por hacer. ¡Firmad vuestras traducciones!

    11. El mejor consejo que te hayan dado nunca.

    Encuentra los cuellos de botella, y elimínalos. Me lo dijo @multimaniaco (blog) hace muchos años.

    * También, a todo lo que le eches azúcar, échale un poco de sal.

    ¡Ahora, las de segunda ronda!

    12. ¿Cuándo supiste que querías dedicarte a la traducción?

    Como suele pasar, cuando no lo estaba haciendo, la temporada que trabajé como secre de alta dirección. Me contrataron como intérprete, pero con el tiempo fueron cambiando mis tareas, hasta que no se parecía mucho a lo que yo quería.

    13. ¿Qué idea tenías sobre este mundo antes de adentrarte en él?

    Es curioso, mucho peor de lo que ha sido luego. Es más fácil y acogedor de lo que me esperaba (en algunos ámbitos).

    14. ¿Cuál es tu mejor experiencia relacionada con los idiomas?

    ¿Que no tenga que ver con el trabajo, o que sí? Aparte de dar clase a mis alumnos de la Universidad, y de las últimas interpretaciones en general, tengo especial buen recuerdo de cuando interpreté a JR para el proyecto Los surcos de la ciudad en Cartagena. Fue una experiencia increíble pasar un día juntos hablando con los organizadores de cómo hacer una transformación así en Cartagena, que era además donde yo vivía entonces.

    15. ¿Y la peor?

    La peor, el choke, choke de intentar hablar alemán en Alemania y que no me salieran las palabras, o las veces que lloré en cabina de simultánea de alemán durante la carrera. Al final no me presenté al examen de Interpretación para las Instituciones de la Unión Europea, ni a ninguna asignatura de interpretación de alemán. Me preparé muchísimo (hasta me saltaron de curso en el Goethe Institut), pero no daba el nivel. Si volviera atrás, como dije en el otro post, me habría quedado más tiempo en Alemania.

    16. ¿Qué te hizo elegir tu combinación de lenguas?

    En resumen, yo sé inglés porque mi padre estudió francés en el colegio.

    Cuando él estaba escribiendo la tesis yo era muy pequeña, y él se fue una temporada a Harvard a entrevistar al filósofo sobre el que estaba haciendo su tesis, John Rawls. Hizo un curso acelerado de inglés. Él siempre cuenta la siguiente anécdota, una vez en Boston:

    —So, are you having a good time?

    ¡Ajá! Esa me la sé, pensó mi padre:

    —Half past five!

    Lo pasó fatal. Así que a la vuelta, llegaron a casa las Kids Songs de Nancy Cassidy, el I’m big, big Muzzy, y los Astérix y Tintines en inglés (don’t ask). Por aquel entonces vivía en casa mi tío Juanjo, que había pasado dos años haciendo como que estudiaba Química y saliendo mucho de marcha como rockabilly. Sentó la cabeza cuando se metió a estudiar Filología Inglesa (quién lo iba a decir) y nos daba clases por las tardes a mi hermana y a mí.

    Cuando supe pedir un vaso de agua (lo comprobó el padre de Zuli y Alondra) me dejaron ir a pasar el verano a Broadstairs, Thanet, Kent (Inglaterra), con un curso que había conseguido mi tío (currando) para una empresa que los hacía. Acababa de morirse Kurt Cobain, cosa que me recordaba sin parar la grunge de Collado Villalba con la que compartí habitación. Fue el verano en el que estuvo de moda Cuatro bodas y un funeral. I feel it in my fingers, I feel it in my toes…

    Luego hicimos un par de intercambios en el instituto con Portsmouth High School for Girls (Wikipedia), en los que hice de «intérprete» en muchas ocasiones. Fue una de esas experiencias que te cambian la vida, de muchas maneras.

    Y el resto, dice el tópico, es historia…

    17. ¿Qué proyectos tienes en mente?

    Ahora mismo tengo…

    • Dos hijos a los que les faltan 11 y 16 años para ser mayores de edad
    • matiz.com.es, que tiene varios proyectos en marcha que tengo que atender
    • júramelo.es, que necesita algunos arreglos de velocidad, estabilidad y posicionamiento
    • 1 cuadro que terminaré antes del jueves
    • 1 relato que quiero terminar este fin de semana
    • 5-10 ideas de películas
    • Unas 30.000 palabras por editar, de relatos míos
    • 1 canción a medio grabar con el ukelele
    • 1 travesía que quizá nade este verano
    • 3 cuentas bancarias que quiero cerrar porque no las uso y me fríen a comisiones (¡no es broma, lleva mucho trabajo!)
    • 1 verano que pasaré en Barcelona y para el cual aún no tenemos elegido piso, ni guardería, ni cole de verano, ni coworking.

    18. ¿Qué haces para desconectar del trabajo?

    Para desconectar de verdad, irme de viaje, o a algún sitio sin cobertura o debajo del agua.

    19. Si no hubieses sido traductora, ¿a qué te habrías dedicado?

    ¡Pregunta repe! Véase el punto 6.

    20. Cuéntanos 3 manías que tengas.

    1. Keys, money, phone. Soy muy despistada, y desde que me fui de casa de mis padres antes de salir por la puerta toco físicamente las llaves, la cartera y el móvil. Y si no lo hago, me dejo algo, así que intento hacerlo siempre.
    2. No tirar casi nada. Lucho mucho contra esto. Me cuesta mucho mirar algo y decir esto no va a servir para nada, nunca. Intento volverme más minimalista y considerar otras opciones para tener menos cosas (no comprar, regalar, reutilizar, reciclar, y sí, tirar).
    3. Ponerle mi nombre, la ciudad y la fecha a los libros que me compro. Esto lo hacía más cuando aprovechaba los viajes para comprar libros, ahora con el Kindle los compro sin salir de la cama y no tiene tanta gracia.

    21. Un sueño por cumplir.

    Cantar con público.

    22. ¿Te entretienes viendo fotos de gatitos y perritos?

    No.

    Tuve perro de pequeña, en el campo, y me lo robaron dos veces. Nunca tendría un perro en un piso (el olor, los pelos), y no me atrae ver fotos de los perros de los demás.

    Confesión: no me gustan nada los gatos (ahora va y se hunde internet). Me da mucho asco la gente que los besa. Me aburren los vídeos y fotos de gatitos. Los gatos son traicioneros, son como un tigre pequeñito. El único gato en el que he confiado es en el de mi amiga Benita, no sé por qué.

    Me toca preguntar a mí…

    1. ¿Cómo te llevas con tu familia?
    2. ¿Quién ha sido la persona que más ha influido en tu vida?
    3. ¿De qué cosa que has hecho te sientes más orgulloso?
    4. ¿Qué objeto físico que tienes es tu favorito?
    5. ¿Qúe experiencia pasada te ha hecho cambiar más?
    6. ¿Qué cosa que (puede) suceder en el futuro tienes más ganas de que pase?
    7. ¿Qué cosa, hasta hoy, te daba mucho miedo y la superaste?
    8. ¿Cuál es tu mayor miedo hoy?
    9. ¿Cuál es tu mayor reto hoy?
    10. ¿En qué piensas cuando algo te va mal y quieres animarte?
    11. ¿Quién es tu ídolo, quién te inspira?

    A ver, a quién pregunto… (si responden, enlazaré aquí al artículo en cuestión):

    1. De vuelta a Iris Permuy, @IriscPermuy — Sus respuestas: http://traducarte.wordpress.com/2013/05/18/one-lovely-blog-award-update/
    2. De vuelta a Elena Nevado, @midintrans.  — Sus respuestas: http://midnightintranslation.com/2013/05/16/one-lovely-blog-award/
    3. @minimaiko, pero no sé si colará.
    4.  @multimaniaco
    5. Valeria Aliperta, @rainylondon
    6. Ángel Domínguez, @angeldominguez
    7. Miguel Vagalume, @miguelvagalume
    8. Scheherezade Suriá, @scheherezade_sl
    9. André Höchemer, Alemol
    10. Pablo Muñoz, @pmstrad
    11. @azoteortografico

    Si alguien más quiere jugar, que lo diga en los comentarios. Si respondes, puedes preguntar a 11 más.

    Aquí la imagen de nuevo, enlazada a la versión grande:

    beso-atrevido-verdad

    ¿Qué, jugáis conmigo?

  • ¡Cuenta ya el viaje a Nicaragua! o Nicaragua: con tus propios ojos (II)

    ¡Cuenta ya el viaje a Nicaragua! o Nicaragua: con tus propios ojos (II)

    Madre mía, está siendo difícil encontrar el tiempo para contarlo, sobre todo por algo que sucedió durante el viaje, pero en Murcia.

    Echar a andar de nuevo

    Mi hijo pequeño se rompió una pierna, a lo Kobe Bryant. Se resbaló con un juguete. Volví, acabaron las vacaciones y no podíamos llevarlo a la guardería con la pierna escayolada. Hicimos turnos para quedarnos con él en casa. Y es un poco caos, porque yo contaba con acelerar y currar más horas de lo habitual a la vuelta, y en vez de eso, pasó justo lo contrario. Este lunes por fin le quitaron la escayola. Aunque está cojito y aún no anda, está un poco mejor.

    No pensé que tendría que enseñarle a andar por segunda vez, pero aquí estamos, pasito a pasito de nuevo. Y pasito a pasito os cuento cómo fue el viaje a Nicaragua, desde donde lo dejamos.

    ¿Por dónde iba?

    Esta soy yo en junio de 1981, en Nicaragua.
    Ommmmm….
    Esta soy yo en junio de 1981, en Nicaragua.

    Y vuelvo a ese lugar del que salí cuando yo aún no sabía andar… vamos llegando a Managua.

    Viaje a Nicaragua de @minibego #soynica

    Una visión de Managua: Roberto Sáenz

    Llegamos al hotel después de pasar por una Managua muy diferente de la que recordaban mis padres: me recuerda a las afueras de Monterrey (México). Solo que no se acaba de llegar nunca al centro (no lo hay). Sí que hay centros comerciales y algunos edificios de cristal.

    Aquí el edificio de la compañía de seguros Pellas, leído pelas, muy apropiado nombre
    Aquí el edificio de la compañía de seguros Pellas, leído pelas, muy apropiado nombre

    Finalmente, y después de pelearnos con varios taxistas muy agresivos, llegamos al hotel pagando una cantidad razonable, eso sí, en un taxi bastante cochambroso. Por lo menos no tenía el cristal roto ni estaba borracho el conductor, como el que llevó a mi madre al hospital ese 2 de mayo de 1981, hoy hace 32 años.

    El hotel está bien, tiene aire acondicionado y wi-fi. De repente, me hace ilusión sacar el Foursquare, y al hacer check-in me entero que estamos a 8.530km de casa (5300 millas), aproximadamente una quinta parte de la circunferencia de la Tierra. Ni tan lejos, oiga.

    Más de ocho mil kilómetros

    Esa tarde quedamos con Roberto Sáenz, que fue viceministro de Educación de Adultos, que fue el director técnico de la Cruzada Nacional de Alfabetización, el tiempo que mis padres estuvieron allí.

    Viaje a Nicaragua de @minibego #soynica

    Nos lleva a  ver los monumentos del centro, que yo sólo había visto cubiertos de manifestantes.

    Viaje a Nicaragua de @minibego #soynica

    Vamos al puerto Salvador Allende, un agradable malecón construido para pasear junto al lago (se cobra entrada, y la seguridad es potente y visible):

    Viaje a Nicaragua de @minibego #soynica

    En el puerto Salvador Allende, tomo mi primera Toña y mi primer plato combinado nica:

    Viaje a Nicaragua de @minibego #soynica
    Vocabulario viajero: en Nicaragua, «agarrar una Toña» significa emborracharse.
    Viaje a Nicaragua de @minibego #soynica
    Comida nica: gallo pinto, col, salchichas, muslos de pollo fritos, plátano frito, chips de plátano frito, queso a la plancha, alitas de pollo fritas, cortezas de cerdo fritas…

    Sáenz nos cuenta alegrías y desdichas de la revolución:

    Empezar una revolución es fácil, porque hay que destruir. La gente habla de la revolución como algo bonito, pero es un desastre. Es fea. Y la parte de destruir es fácil, pero luego llega lo difícil. ¿Construir? ¿qué y cómo? ¿quién había hecho esto antes? Nadie. ¿Cómo lo íbamos a hacer? Ni idea. Pero lo íbamos a hacer.

    Queríamos mandar a todos estos a alfabetizar a la selva, pero no los vas a mandar al monte sin botas ¿no? Y aquí no teníamos industria, apenas las guillotinas para cortar el papel higiénico al tamaño que usamos. Así que agarramos a [no recuerdo el nombre que dijo], le dimos cincuenta mil dólares y lo mandamos a Holanda: «tráete botas».

    Llegaron las botas y las metimos a un almacén. Cuando se iba la gente se las íbamos dando: al rato nos dimos cuenta de que estábamos dando dos del mismo pie, o de tallas que no eran. Imagínense, botas del ejército holandés, hechas para esos señores tan altos, eran unas botas enormes que no le valían a nadie. Y así, con todo…

    Así nos hablaba Roberto Sáenz, sin dejar títere con cabeza en ningún bando.

    Viaje a Nicaragua de @minibego #soynica
    No me lo podía creer. ¡Lo había conseguido! Allí estábamos, y Roberto Sáenz nos contaba cosas MUY interesantes.

     

    Y es que en Nicaragua todo está polarizado, pero todo el mundo es familia, de una manera o de otra. (Esto mismo puede leerse en este libro de su primo Adolfo Miranda Sáenz, que me apunto a mi lista de pendientes). Sí se le encendían los ojos recordando su casa natal en Granada, en la calle de la Calzada, que es hoy el precioso Hotel Darío.

    Nosotras no comprendíamos qué le fascinaba tanto de esa casa, hasta que la vimos.

    (Continuará…)

  • Nicaragua: con tus propios ojos (I)

    Por fin he visto Nicaragua con mis propios ojos. No solo en fotos, no solo en las historias de mis padres, de mi tío Fernando, de Ángel, de Jesús.

    El primer día se me rompió la cámara de fotos. Sigue sin funcionar. La parte buena es que venía mi hermana, que no sólo tiene una réflex buena, sino que es buena fotógrafa. Su relato del viaje y sus fantásticas fotos están en este artículo de su blog, Espe por el mundo: Nicaragua.

    Pero más allá del paisaje físico, lo que tengo que agradecer infinitamente es haber conocido a nicas que me han enseñado Nicaragua. No sólo para que la vea con mis propios ojos, sino para poder verla también a través de los suyos.

    Nicaragua, quiero verte con tus propios ojos.

    La más breve reseña histórica

    De la Wikipedia, que no se diga:

    Habitado por pueblos precolombinos,(…) conquistado por España en el siglo XVI. (…)  independiente en 1838 (…). Tras décadas de intervención y fuerte influencia extranjera, mediante la Revolución Nicaragüense, se instauró una Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional 1979 – 1985  (…) En 1984 se realizan las primeras elecciones (…) nuevo Presidente elegido: Daniel Ortega Saavedra. (…) Durante el gobierno del Frente Sandinista de Liberación Nacional el país sufrió un largo conflicto civil con intervención de los Estados Unidos de América a través de su Presidente Ronald Reagan, financiando la guerra sin autorización, llegando a bloquear económicamente (…) Los conflictos económicos y de Guerra culminaron en 1990, al mismo tiempo que el gobierno del Frente Sandinista de Liberación Nacional presidido por Daniel Ortega Saavedra perdió el poder en elecciones populares.

    Ése era el momento de la verdad. Perdió las elecciones y ¿cedió el poder? Pues sí. Gana Violeta Chamorro, se acaban los problemas con EEUU y se pueden centrar en los suyos propios: pobreza, inflación, corrupción (al saqueo de los sandinistas que se iban lo llamaron la piñata) y al reducir el ejército, desempleo. Sobre todo, y reconstrucción del país después de ¿ochenta? años de guerra, por unas cosas o por otras. Privatizan todo (¡sorpresa!). Pasan Arnoldo Alemán, el Huracán Mitch y Enrique Bolaños, cada uno con sus destrozos, y vuelve a ganar Daniel Ortega en el 2008, 17 años despuésEsta vez sabe que tiene que contar con la iglesia católica, y hace cosas como penalizar el aborto (hasta el que salvaría la vida de la madre: ya escribí sobre eso estando embarazada). Ahora es cuando parece que no se quiere despegar de su sillón…

    Antes, Teresa Cárdenas. En el avión, Salman Rushdie

    No me encontré a Salman Rushdie en el avión, pero descubrí y leí su libro La sonrisa del jaguar, que es un diario de viaje por la Nicaragua de 1987. Ya en casa me había terminado el de  Teresa  Memorias de un viaje inolvidable  (artículo en La Opinión. Consíguelo aquí [más caro aquí]). Son dos visiones muy diferentes, separadas por diecisiete años y toda una clase social. Rushdie entrevista a los sandinistas en el poder. Teresa convive con las comunidades de base con proyectos activos.

    Se le echa en cara a Rushdie que es benévolo con los sandinistas. Está claro que está entusiasmado con la revolución, y él mismo dice en el libro que para él es nuevo no estar en la oposición directa al gobierno de ningún sitio. Sin embargo, le horroriza el cierre del periódico La Prensa (el diario de la que luego sería presidenta Violeta Chamorro), y le pregunta al ministro de cultura, Ernesto Cardenal, si van a repetir los errores de la revolución cubana, a lo que él contesta, no, ¿qué errores?:

    (…)  I took a deep breath and mentioned, er, for example, human rights abuses? Political prisoners, torture, attacks on homosexuals, on, um, writers? ‘What attacks?’  (…) it was like hitting a wall. When I left the Ministry of Culture I noticed that the Nicaraguan fondness for naming their ministries acronymically had created, in this instance, an unfortunately Orwellian resonance. Cardenal, chief of MINICULT. I went away feeling depressed.

    (…) (mi traducción) Respiré profundamente y dije, eh, por ejemplo ¿abusos a los derechos humanos? ¿Prisioneros políticos, tortura, ataques a homosexuales, a, estee, escritores? «¿Qué ataques?» (…) era como darse cabezazos contra una pared. Cuando salí del Ministerio de Cultura me di cuenta de que la pasión nica por nombrar los ministerios con acrónimos había creado en este caso un eco a lo Orwell. Cardenal, jefe del MINICULT. Me fui sintiéndome deprimido.


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    Mochilera

    Al llegar al aeropuerto de San José de Costa Rica, busco en la cinta de equipajes la mochila de los Scouts que me ha prestado mi hermano pequeño. Cuando sale, oigo a una señora española susurrarle a su pareja: mochileros… Y así, sin más, con una mochila prestada y medio vacía, los susurros pasan de la mamá que es empresaria, sale en el periódico en el colegio de mi hija la semana anterior, a una mochilera por la jungla.

    Qué cosas.

    Taxis, autobuses y cuadras

    De donde fue…

    En Centroamérica no se lleva lo de las direcciones clásicas. Aunque hay nombres de las calles, como las ciudades suelen tener planta española (es decir, en cuadrícula), hay avenidas numeradas (en una dirección) y calles numeradas (en otra). Una manzana es cuadrada y tiene 100m de lado (mejor dicho, 100 varas: pero para esto digamos que da igual). Para dar una dirección, escoges un punto de referencia y dices, por ejemplo, tantos metros al norte, tantos al este. Y vas contando cuadras.

    El problema surge cuando los puntos de referencia famosos ya no están ahí: de donde estuvo la Verónica, dos al norte. ¿Y dónde estuvo? A saber. Ahora imaginaos que en 1972, en Managua, un terremoto destruye todos los edificios de más de un piso de la ciudad, excepto el banco de América y las paredes de fuera de la catedral. De donde fue…

    Para San José de Costa Rica, Chepe como lo llaman aquí, yo me había apuntado la dirección de mi hermana con todo detalle. Pero bastó con decirle al taxista el nombre de su casera. En una ciudad de 1,4 millones de habitantes.

    3:45h – ¿Un taxi? ¿Ahora?

    Llego a casa de mi hermana por la tarde. Nos vamos a dormir temprano, y a las 3:45 y ya duchadas, mi hermana Espe llama a un taxi por Skype. Aquí no hay central de taxis: tienes que conocer a alguien. Suena dormido (¡normal!), y le dice que no le merece la pena levantarse para venir a buscarnos. Es verdad que estamos cerca, pero llevamos equipaje y es muy de noche. En la calle encontramos otro, que nos cobra el triple de lo que vale la carrera (incluso después de regatear). Yo  me acuerdo de Júramelo, y pienso: para esto valen las centrales. Porque o eres de un sitio y conoces a alguien que sea bueno y honrado, o el que encuentras de chiripa te tima.

    Viaje a Nicaragua #soynica
    Esperando el autobús: en la pared «Yo soy tú y tú soy yo» Religión Maya (sigue en la pared de al lado: «… que todos sean uno…» Juan 17,21. En su momento no me fijé en la publicidad de Nueva Acrópolis (¡!), estaba emocionada con estar ya más cerca de Nicaragua.

    5:00 am – A Managua en autobús

    Cuando mis padres fueron a Nicaragua la primera vez, les preguntó un estadounidense:

    -¿Y ustedes, de dónde son?

    -De Cartagena, España- respondieron ellos.

    -Ah, muy bien. ¿Y en qué autobús llegaron?

    -¡!

    Esta vez mi hermana y yo tendríamos una respuesta: en el autobús de TransNica.

    Bus a Managua

    Este bus tardará más en llegar a Managua de lo que tardó el vuelo Madrid-San José: más de diez horas para 435km.

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    El accidente y el sabio consejo de la anciana nica

    Cuando después de una hora en la frontera pasamos el puesto de Peñas Blancas, arrancamos y suena (no miento) Born to be alive. Es un momento emocionante.

    Pero la canción que le sigue probará de nuevo su poder destructivo: es Boys, Boys, Boys, de Sabrina.

    En el momento cumbre, el asiento de delante se rompe, cede y me cae encima.

    No duele, y aprovecho mi experiencia en sentadilla en máquina para, empujando con los pies y con la ayuda de los de delante, ponerlo de nuevo en su sitio. Pero durante las siguientes tres horas se irá deslizando de nuevo poco a poco, comprimiéndome en el asiento. Por lo menos a Johann, el niño que viaja encima de su madre a mi lado, no le ha pasado nada. En el pasillo hay personal de TransNica, que viaja de pie junto con otros pasajeros, así que aunque se baja gente en algunas paradas, no redistribuyen a nadie hasta que casi hemos llegado.

    Al otro lado del pasillo viaja una anciana nica con su nieta de cinco años. Es una señora tostada por el sol, arrugadita, con una cinta en el pelo. Al ver la rotura, se lamenta con la cabeza, como murmurando ya llegamos a Nicaragua. Finalmente se dirige a la chica que estaba sentada en el asiento en cuestión:
    –Yo le hacía una foto y la subía al Facebook.
    Conversan.
    –Sí sí sí, que le devuelvan, lo menos, la mitad del billete.

    El asiento roto / Viaje a Nicaragua #soynica

    Aire, móviles y polarización

    Voy como bebiendo cada detalle del paisaje. Pasamos por la ribera del lado Nicaragua. La orilla de la Panamericana tiene muchos restaurantes, hoteles y granjas eólicas. Se ven muchas antenas de telefonía.

    Más tarde nos contará McCrary de que en Nicaragua todo se polariza:

    • liberales contra conservadores,
    • sandinistas y contras.
    • Por las pintadas en muros, carteles y afiliaciones personales, ahora pareciera que los nicas se dividen entre los del Claro y los de Movistar, las dos principales operadoras de telefonía.

    Claro solía ser estatal. Ahora es mixta.

    La carretera cada vez está mejor según nos acercamos a Granada. Parece que los nicas le dan mucha más importancia al transporte terrestre que los ticos (una herencia de tiempos del ejército, nos dirá más tarde Krushenka). Sin embargo, el aire acondicionado se rompe a las dos de la tarde. La parte buena es que nos dejan abrir las ventanas, con lo que mis fotos ya no tienen el filtro glamuroso de la mugre del cristal y mi hermana ya no tiene que ir junto a la puerta del baño y sin ventilación potente.

    En la carretera de granada a Masaya y Managua hay muchos bares. Uno de ellos tiene unos enormes escudos del Barça y del Real Madrid: LIGA ESPAÑOLA / CLÁSICOS, dice. En este viaje vamos a ver a muchos nicas con camisetas de Messi. Soy incapaz de deciros si son de esta temporada o no.

     

     

    Ahora mismo salgo para el aeropuerto, a la parte San José de Costa Rica-> Madrid.

    Continuará…

  • Soy nica de Nicaragua y este mes vuelvo ¿te vienes?

    Soy nica de Nicaragua y este mes vuelvo ¿te vienes?

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    Cabalgando, remando, caminando, los brigadistas de la alfabetización penetran las más escondidas comarcas de Nicaragua. A la luz del candil, enseñan a manejar el lápiz a quien no sabe, para que nunca más lo engañen los que se pasan de vivos.
    Mientras enseñan, los brigadistas comparten la poca comida, se agachan en el acarreo y la deshierba, se pelan las manos hachando leña y pasan la noche tendidos en el suelo, aplaudiendo mosquitos. Descubren miel silvestre dentro de los árboles y dentro de las gentes leyendas y coplas y perdidas sabidurías; poquito a poco van conociendo los secretos lenguajes de las hierbas que alegran sabores y curan dolencias y mordeduras de serpientes. Enseñando, los brigadistas aprenden toda la maldición y la maravilla de este país, su país, habitado por sobrevivientes: en Nicaragua, quien no se muere de hambre o peste o tiro, se muere de risa.

    Eduardo Galeano, 1980: En toda Nicaragua: Descubriendo

    Aprendí a hablar muy pronto.

    —¿Cuántos años tienes ya, Bego?

    —Tres.

    —¿Y de dónde eres?

    —Yo soy nica de Nicaragua.

    —¿Y tú sabes eso dónde está?

    —Está en América Central.

    La gente de la familia se partía de risa al oírmelo decir. Durante años y años he escrito en todo tipo de formularios:

    Lugar de nacimiento: Managua (Nicaragua).

    Es un dato anecdótico que no sirve absolutamente para nada, pero queda mejor que preguntar OLA KE ASE ES DE AKI O K ASE ¿tienes derecho a estar aquí?

    Se cumplen 33 años de la razón que llevó a mi madre y a mi padre a Nicaragua. Y 32 de la razón de que volvieran. Yo. Y el calor. En parte. Supongo.

    Internacionalistas Emilio Martínez y Carmen Pagán
    La chica no soy yo, es mi madre en 1980. La respuesta corta que suelo dar es: fueron como cooperantes internacionales en un programa de alfabetización de adultos. Se volvieron porque nací yo, les cumplía el contrato y hacía mucho calor.

    Llevo toda la vida respondiendo a esa pregunta, sin saber la respuesta. ¿Cómo habría sido mi vida si se hubieran quedado?

    ¿Cuándo iba a volver?

    Screen Shot 2013-03-09 at 4.15.00 PM

    Tenía tiempo y era menor de edad, me dije: iré con mi primer sueldo.

    Fui mayor de edad y no tenía dinero para ir.

    Conseguí un trabajo y no tenía vacaciones.

    Nació mi hija.

    Monté mi empresa.

    Nos mudamos.

    Nació mi hijo.

    Monté mi otra empresa.

    Basta ya.

    Ahora soy madre, autónoma y no tengo tiempo ni dinero, pero voy a ir.

    «Gastando menos, ahorrando recursos y aumentando la producción, consolidamos la Revolución» —sin saberlo, consolidando la Revolución, fíjate tú.
    «Gastando menos, ahorrando recursos y aumentando la producción, consolidamos la Revolución» —sin saberlo, consolidando la Revolución, fíjate tú,  y ahora gastando… euh. Abajo: «spending, saving, working, fighting, leading, voting» (gastar, ahorrar, trabajar, luchar, liderar, votar).


    Ya me he comprado los billetes, para mí sola porque Pablo prefiere quedarse con los niños a venirse (¿? Gracias por la parte de quedarte con los peques). Mis padres no quieren volver, mi tío Fernando no es aconsejable que vuelva (dice la familia que le puede dar un patatús si ve en qué queda su sueño de juventud). Mi suegro ya ha ido.

     Teresa, la tía de Pablo,  incluso escribió  Memorias de un viaje inolvidable con su experiencia. Lo siento, Teresa, yo me estoy leyendo ahora. Más vale tarde que nunca. Recomiendo leer este artículo en La Opinión. El libro se puede conseguir aquí [y bastante más caro aquí]).

    Ahora voy yo

    El lunes 25 de marzo a las 11 de la mañana salgo de Madrid. Llegaré por la tarde a San José de Costa Rica, que es ahora donde vive mi hermana (gracias, hermana, por esta excusa fantástica).

    A esa misma hora del día 2 de abril miento, saldré el día 3 (casualmente, mi aniversario —nota mental: mi anillo sigue sin aparecer—) de vuelta hacia Madrid, y llegaré al día siguiente día 4 de abril a las 11.

    Y mientras tanto, iré a Nicaragua. A…

    ¿A dónde voy?

    Buena pregunta. Yo sola (bueno, con mi hermana), ¿a dónde voy?

    Quiero ver el hospital en el que nací, Fernando Vélez Páiz (aquí la experiencia de un chico que lo visitó en el 2008, en inglés), y la casa en la que viví mis primeros dos meses. La famosa casa de la que mi madre «sacaba a escobazos arañas del tamaño de una mano». También los lugares que pudieron visitar mis padres durante la famosa cruzada, que recibió un premio de la UNESCO (aquí el Informe de la Unesco sobre toda la operación (en inglés).

    Se mezclan dos factores en mi visita a Nicaragua: conocer la Nicaragua que fue, cuando yo nací, y conocer la Nicaragua de hoy.

    La Nicaragua, Nicaragüita de Carlos Mejía Godoy:

    Yo era muy fan de pequeña: tengo una foto con él y los de la Palacagüina. La música era de lo poco que comprendía de Nicaragua. Ahora tendrá 70 años, dice la Wikipedia. Y que se presentó a las elecciones en 2006 como vicepresidente, con un partido llamado Movimiento de Renovación Sandinista, que tenía como lemas de campaña: «Yo soy el feo, señores. El feo que quiere una Nicaragua linda» y «Feo sí, pero no ladrón».
    Y la Nicaragua del Cristo de Palacagüina:

     

    Y la Nicaragua de la mujer hermosa del terrateniente, sin ir más lejos, véase Natassja Bolívar (Wikipedia — Miss Nicaragua 2013). Ojo con el sonido que es el Ai Eu Se Te Pego:

    Y la Nicaragua del día de la mujer en Managua. Foto de esta semana pasada:

     

    Marcha en Managua por el día de la mujer
    Marcha en Managua esta semana por el día de la mujer, foto de este artículo de El Nuevo Diario. Los carteles van firmados por Católicas por el Derecho a Decidir. Defienden: sí al aborto terapéutico, a la separación de Iglesia y Estado, y… «Jesús vivió con 12 hombres y nunca tuvo hijos… Donde hay amor… hay familia».

    Para vuestra tranquilidad, evitaré las zonas más peligrosas. Probablemente.

     Pues eso, que voy a Nicaragua ¿quién se viene?

    Photo on 3-10-13 at 11.00 AM #2

     

    Lo digo completamente en serio, el que quiera venir, o presentarme a alguien que esté allí, o contarme su experiencia, que me lo diga con este formulario, o deje un comentario abajo del todo:

     

    Sobre las ilustraciones

    Screen Shot 2013-03-09 at 4.13.51 PM

    Una de las cosas que se echaba en cara a la cruzada de alfabetización es que era también una campaña de formación política pro FSLN. Es bastante natural que les saliera así, puesto que la iniciativa comenzó con el «y también enséñenles a leer». Aplicando aquello de que la pluma es más fuerte que el AK-47.

    A veces, y según cuáles.

    Screen Shot 2013-03-09 at 4.22.12 PM

    Las imágenes de este artículo las he sacado de los cuadernillos de alfabetización son de la web SandinoVive.org. Los ejemplos que he elegido no son los más llamativos en absoluto. Hay cuadernillos en castellano, inglés, miskito y sumo:

    Screen Shot 2013-03-09 at 4.14.39 PM Screen Shot 2013-03-09 at 4.19.15 PM
    Screen Shot 2013-03-09 at 4.13.51 PM Screen Shot 2013-03-09 at 4.20.36 PM

     

     

     

  • «Es la hora de los emprendedores» + Startup Weekend

    «Es la hora de los emprendedores» + Startup Weekend

    Hoy se ha publicado en el periódico La Verdad el artículo «Es la hora de los emprendedores», anunciando el encuentro LV Emprendedores (segunda edición) que tendrá lugar mañana en el Hotel Nelva a las nueve de la mañana.
    Las plazas están ya agotadas y se podrá seguir por Twitter con el hashtag #encuentroslv.

    Murcia Startup Weekend, 1 a 3 de marzo

    Murcia Startup Weekend

    Veréis que a la izquerda, en la edición en papel, también sale reseñado que este fin de semana será el Startup Weekend de Murcia.

    En la edición digital ha salido este interesante artículo: Cinco minutos para lanzar un negocio, con Raúl G. Serapio (@rgserapio) y Daniel Andreu (@danielandreu).

    Pues allí estaré también este fin de semana, estaré echando una mano (lo llaman mentorizar) a los equipos que estén poniendo en marcha sus empresas. Es una ocasión genial para darle un empujón a vuestras ganas de emprender. Me hace también mucha ilusión y me encantará estar allí mano a mano.

    ¡Animaos! Sí que quedan plazas en el Startup Weekend Murcia, que este año tendrá lugar en Cartagena.

    No os quedéis sin una, lo vamos a pasar genial. ¡Emprendedores, es la hora!

  • El próximo miércoles 27, en los Encuentros LV Emprendedores

    El próximo miércoles 27, en los Encuentros LV Emprendedores

    Como Murcia es muy pequeña, ya me han mandado por varios sitios que el próximo día 27 de febrero, miércoles, estaré en los Encuentros La Verdad Emprendedores. Es un encuentro para emprendedores (o empresarios, reivindiquemos la palabra) con un formato bastante interesante: tres conversaciones entre dos personas, un empresario con más experiencia, y uno de los noveles como yo (novel que no nobel).

    Será en el Hotel Nelva, de 9 a 11:00 de la mañana (25 min por conversación y luego un café) y hay solo 130 plazas.

    Esta mañana hemos tenido una reunión en el periódico y me han comentado que están volando (y es que lo bueno y gratis se acaba pronto) así que si podéis estar en Murcia el miércoles apuntaos ya en este enlace.

    laverdad-color

    Actualización: parece que se transmitirá por streaming y el hashtag será #encuentroslv. 

     

  • La niña y la bici

    La niña y la bici

    Hay una niña de once años. Es la niña del libro.

    «Mis padres me registraban antes de las reuniones familiares. Antes de las bodas, de los funerales, los Bar Mitzvás y todo eso. Porque si no, el libro estaría escondido algún bolsillo; y en cuanto empezara lo que fuera que fuese, me encontrarían perdido en un rincón. Así era yo… y eso es lo que hacía. Era el crío del libro.»
    — Neil Gaiman (la traducción es mía)
    “My parents would frisk me before family events. Before weddings, funerals, bar mitzvahs, and what have you. Because if they didn’t, then the book would be hidden inside some pocket or other and as soon as whatever it was got under way I’d be found in a corner. That was who I was…that was what I did. I was the kid with the book.”
    — Neil Gaiman

    Es una chica con gafotas heredadas, en plan Toro Sentado, con una falda azul hasta los tobillos y un libro donde se cruzan las piernas. Lleva una coleta negra y me mira.

     

    Retrato robot de la niña en cuestión. ¿La han visto?
    Retrato robot de la niña en cuestión ¿la han visto?

     

    Es la chica a la que rindo cuentas, es la que me dice ¿a qué juegas? ¿dónde vas? y ¿te merece la pena?

     

    Cheshire Cat

     

    —¿Le importaría decirme por dónde se va desde aquí, por favor?

    —Eso depende mucho de a dónde quieras llegar —dijo el Gato.

    —No me importa mucho dónde… —dijo Alicia.

    —Entonces no importa hacia dónde camines —dijo el Gato.

    —… siempre que llegue a alguna parte —añadió Alicia a modo de explicación.

    —Ah, eso lo conseguirás seguro —dijo el Gato— basta con que que camines lo suficiente.

    (Alicia en el País de las Maravillas, la traducción es mía también)

     

    La niña del libro nunca tuvo una bici nueva, hasta que se mudó a Creta, Grecia a los 22 años. Era esta época, más o menos:

     

    BegoPuertoHeraclion
    Esta pose tiene un nombre pero ahora no me acuerdo. Para mí es «felicidad».

     

    BegoOleajeHeraclion
    Para crear recuerdos hay que mojarse.

     

    Es a la niña del libro a la que rindo cuentas.

     

    La niña del libro había pasado muchos de los grandes momentos de su infancia subida a una bici. Pero la niña del libro no había tenido nunca una bici nueva.

     

    Así que la Begoña que vivía en Heraclion, Creta, y que tenía un sueldo ridículo, y vivía en el quinto carajo, se compró una bici nada más llegar.

    Descubrió:

    a) lo bien que conducen los griegos (NO) y

    b) que los mapas de Heraclion no te decían que está llena de cuestas totalmente imposibles, especialmente si estás en baja forma.

    Y si pretendes llegar a impartir clase sin sudar como un pollo.

    La bici se quedó en Grecia.

    Diez años más tarde, le pedí una a los Reyes Magos.

    Bueno, le pedí un montón de cosas a los Reyes Magos, por si se equivocaban y me las traían.

    Cuando me desperté, me habían traído un montón de cosas súper chulas, como un pijama perfecto para traducir,


    IMG_9389

     

    un pintalabios rojo,

    IMG_9407

    libros maravillosos, como si los hubiera elegido y envuelto yo,

    Trío de ases: Romeu, Álvarez, Saló
    Trío de ases: Romeu, Álvarez, Saló

     

    un pijama perfecto para no traducir,

     

    Kimono a lo Amanda Palmer
    Kimono a lo Amanda Palmer


    Hasta sesiones de entrenamiento… pero no una bici.

    ¿Sabéis lo bueno de que la niña sea un personaje  imaginario?

     

    Nop. No existes.
    Nop. No existes.

     

    ¿Sabéis lo bueno?

    Pues que cuando a esa niña imaginaria de las narices los Reyes no le traen la bici, la adulta que soy yo va al Hospital de Bicis y se compra una bici.

    Color burdeos.

    Por delante «Bici crítica» y por detrás «alegría entre tus piernas».
    Por delante «Bici crítica» y por detrás «alegría entre tus piernas».

    Síiiii, con silla infantil y todo. Y cesta.

    Pone Olandesina en el lado. Pero todo el mundo lo ha leído mal, incluida yo, y ya tiene otro nombre.

    Se llama Clandestina.

    No se admiten regateos. Voy a poner uno igual en mi oficina.
    No se admiten regateos. Voy a poner uno igual en mi oficina.

    He llegado a casa cuatro horas más tarde, después de dar mil vueltas por la ciudad (#sport4ukelele día 106: montar en bici por toda Murcia: del Barrio del Carmen a Santo Domingo, de Santo Domingo a San Andrés, de San Andrés a la Seda, de La Seda a la Pólvora, de la Pólvora a la Redonda, de la Redonda a La Fama, de La Fama a Vistabella, de Vistabella al centro).

    Hace mucho tiempo que no era tan feliz paseando como esta tarde y esta noche.

    Probablemente, desde que salía en bici a los ¿once? años por el campo de Cartagena.

    Me ha quedado el reflejo de ten cuidado con las matas de pinchos pero resulta que no tengo el de esas cosas que brillan son cristales, no los pises.

     

    No sé a dónde llegaré este año. Pero sé que iré en bici.*

    Atardecer sobre el Segura, Murcia
    Atardecer sobre el Segura, Murcia, esta tarde.

    *Miento.**

    ** Licencia literaria. Sé que por lo menos voy a ir a Nicaragua. Y que cuando vaya a Nicaragua este año, iré en avión. Pero vosotros me entendéis.

    Que no existo, dice. Gracias por la bici.