Categoría: marketing

  • Las cuatro maldiciones del juguete son: voluminoso, ruidoso, pringoso y múltiples piezas

    Las cuatro maldiciones del juguete son: voluminoso, ruidoso, pringoso y múltiples piezas

    Entre hoy y mañana muchos padres descubrirán las cuatro maldiciones que puede tener un juguete, a saber: voluminoso, ruidoso, pringoso y múltiples piezas. Es algo que abuelos, tíos y demás familia negarán conocer. Si tienes niños a tu cargo y alguna vez has maldecido un juguete, probablemente sea por una de las siguientes razones:

    • Voluminoso. Los niños son pequeños. Los juguetes no. Todo lo que sea al menos el 50% del tamaño del niño, es claramente un juguete grande. Ejemplos: cocinitas a escala, osos de peluche gigantes, baterías, bicicletas, coches en los que el niño puede meterse… todas esas cosas que en un piso urbano corriente, simplemente, no caben.
    • Ruidoso. Un juguete no es divertido si no hace ruido, parecen postular los fabricantes. Tiene puntos extra si:
      • una vez que empieza a sonar no puede pararse
      • si no pueden sacarse las pilas sin destornillador,
      • si no se puede regular el volumen,
      • si el ruido es especialmente insidioso y molesto (melodías agudas y aceleradas),
      • o si es una armónica. O un DVD de Cantajuegos, o un Little [inserte genio].
    • Pringoso. Un juguete de tamaño razonable que no hace ruido debe por fuerza manchar. La plastilina, su primo malvado la plastilina con purpurina, la pintura de dedos, los juegos de sellos para estampar (para estampar al que los inventó), todo lo que requiera derretir algo para volver a formar un objeto pringoso nuevo a partir de un molde (chocolate, cera, yeso, incluso pintalabios he llegado a ver)… es un pringue y a los niños les encanta. Carecen además de la honestidad de un buen paquete de arcilla, que en su inocencia te mira diciendo: oye, yo por lo menos soy barro y no lo oculto ni me doy aires.
    • Múltiples piezas. Si ya te has hartado de andar descalzo por casa, este es tu juguete. Hay puntos extra si las piezas son puntiagudas. Son las pizarras de mosaico con cientos de clavitos, los Mecanos de 500 piezas, Legos, Playmobiles… En general construcciones, maquetas, puzzles, y vajillas completas de juguete para 6 comensales, en cuyas cajas sin ningún rubor se anuncia: ¡X cientos de piezas! Todo el mundo sabe que si no tiene al menos 100 piezas no merece la pena el dinero que cuesta. La gota que colma el vaso es «cientos de piezas pequeñas, no recomendado a menores de 36 meses». Con tu primer niño todo va bien, con guardarlos hasta los tres años es suficiente. Pero ¿y cuando se lo regalan a un hermano mayor? ¿Es posible mantener la estanqueidad por edades de los juguetes? Igual que en fábricas en los que se emplean harinas y frutos secos, claramente hay un problema de contaminación cruzada. Menos mal que los niños son por naturaleza ordenados y tú nunca tendrás que mover un objeto al azar de tu casa y encontrar otra pieza perdida del juego famoso.

    Todo esto sin entrar a trapo en el valor educativo, a veces nulo, a veces claramente negativo, que es materia para otro artículo.

    Veamos un ejemplo de juguete salido de las profundidades del infierno: busto rubio con juego completo de maquillaje y peluquería a tamaño real. Es voluminoso, es pringoso, tiene múltiples piezas, y además el secador hace ruido: vamos, el pack completo.

    Como padre que regala juguetes, uno querría minimizar el número de maldiciones por juguete. Por otro lado, los niños probablemente piensan que si no es enorme, no suena, no pringa y no lo puedes esparcir por toda la casa marcando tu territorio, es un rollo total. A unos y a otros, ¡felices Reyes!

  • Reseña de The Personal MBA, de Josh Kaufman

    Reseña de The Personal MBA, de Josh Kaufman

    The Personal MBA
    The Personal MBA, un libro bien escrito, bien estructurado y que te lleva a la hacer más (rojo), a pensar más (azul) o investigar más (amarillo).

    Ya dije cuando llegó el libro que tenía muchas ganas de leer The Personal MBA, de Josh Kaufman. La idea detrás de The Personal MBA se reduce a una cita de The Good Will Hunting (nada menos) que dice así (en la película original, en su web es algo más políticamente correcta) :

    You dropped a hundred and fifty grand on a fucking education you could’ve got for a dollar fifty in late charges at the public library.

    Lo que se ha traducido como:

    Has tirado cien mil dólares en una puta educación que te habría costado un par de dólares por los retrasos en la biblioteca pública.

    The Good Will Hunting
    Me llama la atención la diferencia de cifras en la traducción (150.000 a 100.000 y 1,50 a 2,00), y lo de «puta educación» que queda torpe. Por otro lado, esta película es la risa de la casa (recuerden: estoy casada con un matemático).

    La idea detrás de The Personal MBA es que puedes saltarte la escuela de negocios y leer lo que necesitas para hacer lo que sea que necesites hacer.

    Esto es especialmente cierto si la factura de esa escuela de negocios va a tener cinco o seis cifras. Hay una lista de 99 libros ordenados por temas que actualiza periódicamente, y una guía para saber cuáles leer o por cuáles empezar.

    En su día leí el manifiesto de ChangeThis, y si veis lo que he estado haciendo en los últimos cuatro años os daréis cuenta de que me he aplicado el cuento, sobre todo la parte de no hacer un MBA y empezar con tu negocio. Debería, eso sí, haberle hecho algo más de caso y haber leído todos esos libros: dicen que te conviertes en la suma de los libros que lees.

    Yo he leído cosas sobre todos esos temas, pero no todos esos libros. El programa de Iniciativas Emprendedoras de CROEM que sí hice sería el equivalente a un mini MBA o al Crash Course que ahora ofrece Kaufman.

    Cuando empecé con la empresa no tenía ni idea de que hacía falta un MBA, y está bien, porque probablemente si hubiera esperado dos años y hubiera sabido algo más, quizá no me habría atrevido (¿en 2009 y sabiendo algo de economía? ¿y con XX.000€ menos?). En cuanto al coste, llevo invertidos cuatro años y una cierta cantidad de dinero. Si, para bien o para mal, todo eso suma o no 150.000 dólares es otra cuestión.

    El libro se centra en tres áreas principales:

    • Cómo funcionan los negocios (creación de valor, marketing, ventas, entrega de valor, finanzas)
    • Cómo funcionan las personas (la mente humana, trabajar con uno mismo, trabajar con otros)
    • Cómo funcionan los sistemas (entender, analizar y mejorar sistemas)

    Cada capítulo explica un concepto en un par de páginas, lo cual lo hace perfecto para ir leyendo poco a poco, en momentos sueltos. Cosa que como os podéis imaginar, yo agradezco muchísimo.

    Pero una cosa es que yo os lo cuente, y otra es que podéis ir y leer resúmenes de esos capítulos, y verlos en vídeo, en la web que acompaña al texto. Al final de cada unidad de lectura hay un enlace a la explicación de ese concepto en la web, lo cual viene genial para comentarlo con la gente, tuitear, etc. A mis alumnos les he puesto en clase el de la motivación (¡claro!).

    Aquí está la lista completa de los conceptos con los enlaces a los vídeos y resúmenes (¡recomendado!) y aquí un apéndice con formación extra.

    He hecho un esfuerzo por elegir unos cuantos que no sean una lista muy larga: he aquí el mérito de este libro, que ha sido seleccionar estos conceptos y no otros. Os pongo algunos de los que yo tengo marcados, como podéis ver en la foto de arriba. Básicamente, porque son algunas de mis principales áreas de mejora (aparte de la matemática y estadística financieras, en las que necesito un buen empujón).

    Mi top 4 sobre marketing:

    • 10 maneras de evaluar un mercado
    • El ciclo de iteración. (Parecido al viejo ver-juzgar-actuar-revisar-repetir).
    • Resultado final: «La gente no compra taladros, compra agujeros»
    • Calificación de clientes: no todo cliente es un buen cliente. Hay gente a la que le cuesta entender esto, pero para mí se ha convertido en un mantra. Si pensáis que es difícil despedir a un empleado (¡o a un amigo! mi consejo: si no queréis tener que despedir a un amigo, no contratéis nunca a un amigo), probad a despedir a un cliente. Es como despedirte a ti mismo.

    Mi top 1 sobre ventas:

    Mi top 3 sobre finanzas:

    Para mis alumnos (o para los que quieren conseguir algo y por alguna razón, no lo están consiguiendo), mi selección de nueve conceptos sobre la mente humana:

    Mi top 10 para aplicarme el cuento en mi trabajo diario:

    1. La multitarea productiva no existe (cognitive switching penalty). Hay un coste asociado a cambiar de una actividad a otra constantemente.
    2. Cuatro maneras de terminar tareas: completarlas, eliminarlas, delegarlas y dejarlas para luego.
    3. Tareas Más Importantes (TIM): no todas las tareas fueron creadas iguales; si haces primero las dos-tres importantes, podrás dedicar el resto del día con más tranquilidad a lo que surja.
    4. Objetivos (Goals: PICS): positivos, inmediatos, concretos, específicos.
    5. Acción siguiente: una cosa detrás de otra. Es simple pero es así. Para barrer toda la calle, Paso-inspiración-barrida… (Momo). Quiero probar el sistema autofoco de Mark Forster.
    6. Ceguera por ausencia: la buena gestión es invisible, así que ojos que no ven, corazón que no hace las comprobaciones necesarias. Para evitarlo, usa listas de comprobación.
    7. El gasto fijo de la comunicación. Los equipos deben ser lo más pequeños posible para evitar la crisis por burocracia. Hay (al menos) ocho síntomas de crisis burocrática: 1) decisiones invisibles (no se sabe dónde o cómo se decide), 2) tareas sin terminar, 3) parálisis por coordinación (no se puede hacer nada sin consultar a mil personas), 4) nada nuevo (falta de inciativa), 5) pseudo-problemas (tonterías desproporcionadas), 6) la central batalla con las sedes locales/regionales, 7) plazos negativos (más importante que algo esté en plazo que que esté bien hecho), 8) dominados por la bandeja de entrada (y no por la iniciativa propia).
    8. Intención del comandante. Para evitar la crisis burocrática, hay que comunicar claramente por qué pides a alguien que haga algo. Es la versión en gestión del encargo de traducción: más que dar isntruccciones detalladas, decir por qué quieres que algo suceda, de modo que la persona a la que delegas pueda tomar sus propias decisiones.
    9. Indicadores clave del desempeño (KPI, Key Performance Indicators): elijamos bien qué medir y midámoslo bien.
    10. Capacidad de recuperación (resiliencia). Debería admitir la RAE resiliencia, del latín re, volver a, + salire, saltar… nos caemos, pero rebotamos: tenemos un seguro, una copia de seguridad, dinero ahorrado, un plan B. Sin embargo, maximizar la flexibilidad no maximiza la productividad. A cambio de ser menos productivo, podrás resistir mejor golpes duros. Una cualidad ciertamente infravalorada y un equilibrio difícil.

    Y a vosotros, ¿qué os ha llamado la atención de todo esto?

    Bonus

    Para seguir con el tema:

    Actualización enero 2012: Ya está disponible en español, con el título MBA personal – lo que se aprende en un MBA por el precio de un libro (ISBN: 978-8493869373). También hay una edición para Kindle en español.

    Actualización julio 2012: Ya está el libro disponible en bastantes librerías online:

  • Juegos, rentabilidad y traducción: Z-Type y Lust in Translation

    Juegos, rentabilidad y traducción: Z-Type y Lust in Translation

    Estoy aprendiendo muchísimo con mis alumnos: estoy viendo cosas desde perspectivas que no me había planteado antes. Sobre todo, veo que lo que yo considero obvio (porque yo lo conozco, porque mis amigos lo conocen) no siempre lo es. El otro día pregunté en clase, a ver, ¿quién ha hecho algún curso de mecanografía? Y se levantaron sólo unas poquitas manos. Y entonces dije: ¿sois conscientes de que cuanto más rápido tecleéis, más dinero vais a ganar?

    De repente, ves en las caras que se encienden algunas lucecitas. Vaya, pues… no se me había ocurrido, dicen algunos (sobre todo algunas, de nuevo en Traducción hay pocos chicos).

    (Quizá a largo plazo triunfe por fin el reconocimiento de voz, pero estos chicos salen al mercado dentro de cuatro meses o un año y cuatro meses).

    Bien, pues les sugerí que se apuntaran a un curso, jugaran en alguna web de las muchas que hay sobre mecanografía, o que jugaran al siguiente juego a ver qué tal:

    Captura de pantalla de Z-Type
    Captura de pantalla de Z-Type

    http://www.phoboslab.org/ztype/

    Se llama Z-Type y yo lo conocí por Paco que es un (compa del Ysabel) respetable señor programador de una conocida empresa de internet. He aquí un momento unir los puntos, porque uno de mis mejores amigos es uno de los subdirectores del Ysabel a día de hoy, estuvo de Erasmus en Darmstadt (haciendo un juego, precisamente), y luego de profe (y va a volver a dar clase allí pronto) igual que el autor, Dominic Szablewski.

    Y si Franqui no hubiera ido allí, no le habría visitado María, que no habría conocido a Irene, luego no sabríamos de la existencia de Yeray cuando necesitamos arreglar un Illustrator a las 3 de la mañana urgentemente y yo no tendría un mejor amigo en Murcia. Así están las cosas.

    Le debo mucho a Darmstadt, ahí, tan pequeña, tan en mitad de ninguna parte.

    Volviendo al juego, ha ganado el Community Choice Award del concurso Mozilla Labs Game On 2010, por si a alguien le resultan relevantes los premios y eso. 🙂 Una cosa curiosa que he estado leyendo sobre el juego es que está hecho en HTML5, lo cual quiere decir que se puede jugar en cualquier tipo de navegador moderno (incluidos los del iPhone y el iPad) , porque el chico se ha inventado además una plataforma de desarrrollo para hacer juegos bastante rápido, que ha llamado Impact.Y parece que está consiguiendo ganarse la vida con él, lo cual me anima a pensar que quizá todo lo de Linchpin de Seth Godin (aquí el manifiesto que veis a continuación) no son sólo bonitas palabras y bonitos sueños. En cuanto me acabe el libro os lo cuento.

    Me habría gustado saberlo hace dos años cuando… oh sorpresa, los anteriormente mencionados María, Yeray y yo planeamos hacer el juego que ha salido a la calle (¡por fin!) esta semana: Lust in Translation.

    En principio la idea de Lust in Translation (don’t let lust get lost!) surgió como una manera de reaprovechar una idea que habíamos tenido para abordar el segmento sexy del mercado de la traducción. Pero finalmente desembocó en un proyecto para demostrar al mundo lo creativos, divertidos y tal que somos en Matiz y en Carbonara. Lo que pasa es que estábamos un tanto ocupados intentando llegar a fin de mes emprendiendo con todas nuestras fuerzas para dedicarle tiempo a nuestro proyecto mascota.

    Si hubiera sabido hace dos años que no sería un proyecto rápido… no, espera. Si hace dos años me hubiera imaginado que el desarrollo no sería una cosa rápida que terminaría enseguida, sino que tendría que aguantar el paso del tiempo, claramente NO  lo habría encargadoen Flash. Culpa mía.  No me preocupaban tanto los iPhones y los iPads no existían… Pero así son las cosas: toda  la vida antiflash, y luego mira. Ahora mismo, a todo esto, el juego tiene una licencia Creative Commons, así que si alguien quisiera portarlo a HTML5 por su cuenta y riesgo, podría perfectamente. Y si ese alguien quisiera los archivos fuente, tendría que escribirme a bego (arroba) bmartinez.com 😉

    Aún es pronto para saber si nuestro juegos resultará rentable, pero me alegro de que por fin lo hayamos sacado a la luz. Me gustaría aprovechar para saludar a mi abuelita para agradecer a los traductores que han aportados sus mejores frases para el juego. Sois fantásticos, chicos y chicas (¡de la A a la Z!): André, Becky, Cath, Liz, Macarena, MáriaMarie, OliverOlivier, Xosé y Zahira.

  • Cómo no escribir

    Tipos en Cartagena

    Claramente, dejándolo para más tarde, cuando sea mejor momento. Una pista: nunca hay  mejor momento que ahora. Y entre ahora o nunca, elige bien. A veces toca nunca, a veces toca ahora.

    Hemos tenido un problemilla en casa estas Navidades, y es que mi hermano pequeño ha estado a esto de suspender Lengua. Quiero muchísimo a mi hermano, así que supongo que es por eso que casi lo mato. Quiero decir que me tuve que reprimir para no echarle un broncazo gordo: y aun así me pasé. Hermanito: lo siento. Ya te lo dije entonces y te lo repito ahora. No es por nada, sino porque quieres dedicarte a la filología inglesa. ¡Mi niño, de letras! Que sepas que estoy emocionadísima viéndote estudiar latín y griego antiguo. Casi tanto como cuando tocas a la guitarra rock clásico y piezas barrocas y politonos frikis la misma tarde.

    Mi hermano es un chico listo que escribe bien y no tiene faltas: la verdad, me parece increíble que no sepa contestar en un examen «qué es una reseña, y haz una reseña de La Celestina». Pero bueno, me callo, me callo ya: seguro que ahora ya no se le olvida. Yo aquí he venido a hablar de mis libros, y a aplicarme el cuento, así que ahí van algunas microrreseñas, la mínima expresión.

    Ya estoy terminando algunos de los libros que pedí en los dos o tres o cuatro últimos pedidos y visitas a la biblioteca. Y de nuevo, como no publique esto pronto se me va a hacer más vieja aún, y ya se me han acumulado bastantes.

    Sobre escribir y crear

    • Stephen King: On Writing
      • Un buen libro con dos partes, una autobiográfica (cómo llegó a ser escritor) y otra sobre cómo escribir. De nuevo un microrresumen de la parte que nos (me) interesa:
        • Escribe.
        • Di la verdad (y en cada mentira, también una verdad)
      • Veredicto: muy recomendable. Leer: sí. Releer: sí. Regalar: sí. Quedarme otra copia: también.
    • Sandra Newman & Howard Mittelmark: How NOT to write a novel
      • Un libro con consejos sobre cómo escribir una novela auténticamente insoportable. Glorioso y divertidísimo. Los ejemplos son además, impagables.
      • Veredicto: igual que al anterior.
    • Hugh McLeod: Ignore Everybody
      • Una versión larga e ilustrada del famoso post larguísimo del autor, sobre cómo tienes que pasar del mundo e ir a lo tuyo si realmente te interesa sacar lo que llevas dentro a la luz. Aplicable a la vida, la empresa, la novela, o incluso a la investigación matemática.
      • Veredicto: se lo estoy leyendo a Pablo en voz alta (así de bueno es) en los viajes. A veces, con traducción a vista, a veces en inglés las cosas mejor escritas. Diez páginas me quedan. Genial. Para tenerlo a mano. Para citarlo de vez en cuando. Para saltarse lo que no se te aplica. Para regalar con un gran lazo a los que intentan crear.
    • Chris Baty: No Plot? No Problem!
      • Del creador de NaNoWriMo, la guía para hacerlo por tu cuenta (o en el propio mes). Muchos consejos útiles y muy inspirador.
      • Veredicto: muy recomendable. Leer: sí. Releer: sí. Regalar: sí. Quedarme otra copia: también.
    • Jason Fried & David Heinemeier Hansson: ReWork
      • De los creadores de Basecamp (37 signals) y tal, pildoritas sobre el trabajo al estilo de Ignore Everybody, Linchpin, y demás. Lo dice Seth  Godin en la portada: Ignore this book at your own peril (ignora este libro bajo tu propia responsabilidad) y tiene razón.
      • Veredicto: muy recomendable para emprendedores (y emprendedores internos dentro de su propia carrera). Leer: sí. Releer: sí. Regalar: sí. Quedarme otra copia: también.
    • Mark Twain: How to tell a story
      • Un conjunto de artículos vagamente relacionados con la escritura, en edición bilingüe.
      • Veredicto: ¿habíais oído hablar del libro? ¿no? Pues eso. Anecdótico y tal. La traducción, correcta las veces que la miré, aunque más encorsetada que Twain. Claro que entiendo que Twain impone, así que no he dicho nada. Por cierto que el «story» es más chiste que cuento.

    Miedo real, miedo imaginario

    • Gavin de Becker: The Gift of Fear
      • Hay dos tipos de cosas que identificamos como miedo: la preocupación (ruido inútil) y el aviso de alerta de nuestro cerebro reptiliano (útil). Aprende a distinguirlos para aprovechar el útil y vivir sin miedo (hasta que lo necesitas). También como te ayuda a entender las motivaciones de la violencia en general, con lo que también me daba ideas para crear malos creíbles y con los que te puedas identificar. Gavin de Becker es un experto en seguridad de primera línea, véase aquí.Un ejemplo:
      • I do not oppose contingency planning. I do oppose time-wasting, however, and in my firm, in my life, and in your life, everything we give energy to takes energy away from something else. Accordingly, we are wisest to put our resources where they’ll be most likely to return some benefit. (Gavin de Becker: Apocalypse Not Now)
      • Veredicto: no es en absoluto el tipo de libro que suelo leer, pero me ha resultado imprescindible para todo adulto. En serio.
    • Stephen King: Full Dark, No Stars
      • Cuatro historias largas de Stephen King, con el hilo conductor del castigo, el algo a cambio (retribution), además de un apéndice diciendo de dónde las sacó.
      • Veredicto: Muy bueno. Como siempre. Ambas cosas: bueno y como siempre.

    Ficción

    • Chuck Palahniuk: Tell All
      • Una novela sobre el canto del cisne de una actriz en decadencia, contada como un largo artículo de cotilleo a lo Elvira Lindo en Tinto de Verano, citando nombres en negrita y tal.
      • Veredicto: insufrible. No sé lo bastante de cine clásico, pero vamos, ha sido un sufrimiento. La idea es buena, buenísima incluso, pero todas las referencias me pasaban volando, como dicen los ingleses, por encima de la cabeza. Para que veáis que no me encanta todo lo que leo, ni siquiera cuando el 100% de lo que he leído antes del autor me entusiasma. Pobre del traductor al que le toque.
    • Nick Hornby: High Fidelity
      • Había visto la película pero me ha sorprendido, y además animado a leer el resto de Nick Hornby. Y que haya escrito esta lista tiene que ver. Y tendré que mirar en Spotify las canciones.
      • Veredicto: recomendable a pesar de que mi paciencia para historias románticas es muy limitada, pero ha conseguido atraer mi atención a pesar del tema y eso es meritorio. Leer: sí. Releer: quizá. Regalar: sí. Quedarme otra copia: también, y además es lo que hay porque lo he leído en el Kindle.
    • Nick Hornby: Juliet, Naked
      • Me encanta cómo juega con las perspectivas de los tres personajes en esta novela. Como soy ultrafan de algunas cosas, me identifico con uno de ellos (pero también con el resto, argh). No os cuento nada porque es mejor leerla, pero vaya: un músico, un ultrafan, y la mujer del ultrafan. La he disfrutado mucho. ¿Qué más queréis?
      • Veredicto: léase.

    Y como quiero que leáis más cosas que escriba, lo dejo aquí por hoy. Otro día, más. Se queda en el tintero hablaros de once libros más:

    Dos que ya me he leído:

    • Carlos González: Un regalo para toda la vida.
    • Carlos González: Bésame mucho (recomendado a todos los padres, incluso a los de tiempo parcial)

    Dos que estoy leyendo ahora mismo:

    • Josh Kaufman: The personal MBA
    • Tim Ferriss: The four hour body (pero sólo porque lo está leyendo Darío Pescador y me ha picado)

    Tres que me está costando acabarme:

    • Madelyne Simone Rovenhauer: The Nasty Little Writing Book (buena idea, mal llevada)
    • Terry Pratchett: Nanny Ogg’s Cookbook (me da hambre)
    • Seth Godin: Linchpin (pero en teoría debe costar, va de «la resistencia»)

    Cuatro que me quedan por leer:

    Enlazaban el otro día en el Facebook de Greenpeace a un artículo que decía lo siguiente:

    La industria papelera se publicita con mensajes como «sólo leyendo más de 33 e-books de 360 páginas cada uno durante el ciclo de vida de un libro electrónico esta opción puede resultar preferible al papel desde el punto de vista de la mitigación del cambio climático».

    Y yo pensé ¿33? ¿y ése es el gran argumento de la industria papelera? Es ridículo. Probablemente vaya a leer eso este año.

    Y me dije: qué tontería. Voy a leer 33 libros este año con toda seguridad.

    Y luego pensé: más vale que los elija bien, por eso de que los libros que lees acaban configurando quién eres. Así que pedí consejo sobre un tema que tengo descuidado: la ciencia ficción. Ya me han hecho una preselección MaríaMultimaníaco: para otro artículo da, seguro. Y para leer 33 libros más.

    Tus libros dicen quién eres. A veces, para bien y todo.

  • Llegada de The Personal MBA

    Begoña Martínez con The Personal MBA
    Yo con mi ejemplar de The Personal MBA

    Estoy deseando leer este libro. Llevo un par de meses esperándolo, y acaba de llegar (¡bien!). He leído muchas cosas escritas por Josh en su web y me encanta cómo explica los conceptos.
    Tiene una tipografía preciosa y mi copia está firmada: en eso gana respecto al Kindle, pero claro, he tenido que esperar y tendré que teclear los enlaces.
    Seguiremos informando.

  • Sensuales fondos estructurados

    Me llaman del banco a las ocho y media de la noche de un martes después de puente, con la esperanza de que les compre unos fondos estructurados ligados a Telefónica, Vodafone, Hyundai e Inditex. Por supuesto me llama una chavala majísima de sensual voz. Para más datos, para los que gusten de estas cosas, con un cierto acento gallego.

    Es el equivalente bancario de la llamada borracha del sábado a las dos de la mañana.

    Mi primera reacción después de colgar es, joder, vas a llevarme al huerto ¿y no me invitas ni a una copa primero?

    No, no gracias. Hace seis meses necesitaba mi línea de crédito de la empresa y me la quitasteis de debajo de los pies. Ahora no me vengais con historias de eres muy importante para mí, vamos a darnos otra oportunidad.

    La frase que más me ha dolido ha sido por supuesto, en ningún momento perdería usted su dinero. Argh. Esto equivaldría a lo de no haremos nada que tú no quieras.

    Claro que no.

    País…

  • ¿Qué es la homeopatía?

    ¿Alguna vez te has preguntado qué es la homeopatía y si funciona? Pues aquí tienes la respuesta. Clara, concisa, documentada. En resumen: no. No funciona. Visita la web Qué es la homeopatía para leer sobre esta disciplina, su origen y puntos en común con el conocido efecto placebo.

    Más amigos que participan en esta campaña informativa por la salud pública:

  • ¿Es demasiado tarde para ponerse al día? (artículo de Seth Godin traducido al español)

    Mi regalo para estas fiestas: os he traducido y anotado este este artículo de Seth Godin, ¿Es demasiado tarde para ponerse al día?, el que más me ha gustado este año y el que he aplicado en mi empresa. Espero que lo disfrutéis.

    Recordad: suerte = preparación + oportunidad.

    (This is an annotated, Spanish version of this Seth Godin post, Is it too late to catch up?).

    ¿Qué pasa si tu organización o tu cliente no ha hecho nada?

    ¿Qué pasa si han dejado pasar los últimos catorce años? Sin una página web de verdad, nada de medios sociales, sin activos de permiso. ¿Qué pasa si ahora están listos y te piden consejo? Ah, y además, en realidad no tienen ningún dinero para gastar…

    Aquí hay una lista con las diez cosas que debería pensar en hacer:

    • Usa Gmail para que todas las personas de la organización que sepan leer tengan un email.
    • Utiliza un servicio de creación de páginas web gratuitas o incluso Squidoo para crear una web sobre la empresa. Nada complicado, simplemente di dónde estáis, quiénes sois (con direcciones) y dejad claro que queréis oír lo que la gente os tenga que decir.
    • Empieza un boletín por email, utilizando Mad Mimi o Mail Chimp. Haz responsable a una persona de la creación y rendimiento del boletín y ofréceles un bonus si superan las métricas de suscripción y en reducir el porcentaje de gente que se da de baja.
    • Empieza un grupo de lectura para los principales directivos, así como todas y cada una de las personas que cogen el teléfono, diseñan productos o interaccionan con clientes. Leed un libro sobre los medios online cada semana y debatid. Os llevará un año poneros al día.
    • Ofrece una pequeña prima a cualquier persona de la empresa que abra y mantenga un blog sobre cualquier tema. Haz que enlacen a la web de la empresa, con una explicación de que, aunque trabajen allí, no hablan en su nombre.
    • Haz que la persona que presida la empresa ponga su email (el de verdad) en todas las facturas y en cualquier comunicación que la empresa envíe, pidiendo a la gente que escriba con sus comentarios o preguntas.
    • Empieza un boletín para tus proveedores. Envíales información periódicamente sobre lo que estáis haciendo, qué se vende y qué problemas hay internamente en la empresa en los que puedan ayudar.
    • No apruebes ningún proyecto que no se gestione con Basecamp.
    • Consigue una pizarra blanca y ponla en la habitación de los descansos. En ella, haz que alguien escriba: cuánta gente se suscribe al boletín, cuánta gente visita la web, cuántas solicitudes llegan por teléfono, cuánto tiempo tarda el servicio al cliente en responder un email, y cuántas veces aparecen vuestras marcas en Twitter cada día.
    • No tengáis ninguna reunión sobre estrategia web. Simplemente haced cosas. Primero hay que fallar, sólo después puedes mejorar.
    • Niégate a ceder trabajo a consultores. No externalizas tu taladradora o la contabilidad o el diseño de tu producto. Si vais a poneros al día, debéis (todos) ser buenos en esto, y sólo podéis hacerlo… haciéndolo.

    El problema ya no es el presupuesto. El problema no es el acceso a las herramientas.

    El problema es la voluntad de ser buenos en ello.

    ¿Te ha gustado? ¿Te apetece compartirlo en Twitter? 🙂

  • Cinco maneras de gritar «barato» a todos los vientos

    Los no, no y más no del diseño (1)
    Los no, no y más no del diseño (1)
    Los no, no y más no del diseño (2)
    Los no, no y más no del diseño (2)

    Me he propuesto no publicar cosas feas, pero necesito compartir mi dolor. Todos los días tengo que pasar por este horror camino del trabajo: es la versión en tienda de un hoygan.

    Si quieres que tu tienda, web, o blog grite «barato» a los cuatro vientos, aquí tienes la receta completa, en cinco pasos:

    1. Sáltate letras. Cuando la gente vea «COMPLMENTOS» entenderá «complementos». Hazlo dos veces, en la fachada y en el letrero que sobresale, para que se note que es adrede.
    2. Nunca, jamás, emplees a alguien que sepa escribir el idioma en el que escribe. Cualquier inglés sabe que «ALL THE ARTUCLES TO» significa… hmm… No importa, ¿quién lee los carteles de un metro de ancho? ¡nadie! ¡tú pon 2€ bien grande, y sobran las palabras!*
    3. ¿Acentos? ¡Son artículos mágicos! No pongas ni uno. Si un cartel tiene 4 palabras y 3 llevan tilde, pasa. Los acentos son para los que pueden pagarlos. ¿Qué te han costado esos vinilos de colores, a todo esto?
    4. Utiliza una imagen pixelada de una moneda de dos euros, para que se note que no tenías uno de muestra al que hacerle una foto.
    5. Y por supuesto, usa Comic Sans, pero cháfala bien y fuerza la cursiva, porque… ¡no es lo bastante fea aún!

    * (Esto en realidad es cierto, y podrían haberse ahorrado un 50% del cartel).

    Dedicado a Zor, porque él comprende mi dolor.

  • Bancolandés: el idioma de los bancos. Caso real.

    Esta mañana he ido a renegociar comisiones al banco. Es algo que hay que hacer a menudo, porque si no, se te acomodan. Hoy le tocaba el turno a las transferencias internacionales, a la sazón 7€ cada una con esta entidad en concreto. Hay otras con las que no cuesta nada, e intentaba que me dieran… esas mismas condiciones, claro, pero con sus herramientas (que son mejores) y además para transferencias internacionales masivas. Había que probar.
    En el trascurso de la negociación, hablando de que lo ideal es llevarles un taco de facturas y que lo hagan todo ellos, aunque fuera cobrando, este chico (que es un encanto) ha soltado una frase en bancolandés, el idioma de los bancos. Le he tenido que parar, para recordarla bien, porque merece la pena como ejemplo didáctico:

    … porque son clientes con importantes posiciones de pasivo muy arcaicas…

    Para negociar con los bancos hay que entender lo que te están diciendo. Chicos, esto en realidad quiere decir:

    Son señores con mucho dinero en el banco desde hace mucho tiempo.

    Y hasta hoy nuestra lección de bancolandés de hoy. El fondo del mensaje ya nos lo imaginábamos.