Ese es mi padre. Me temo que su opinión sobre mí caería en picado si yo no tuviera 3G en la playa.
Dios mío, lo tengo olvidadísimo. El griego antiguo, no a mi padre.
Ὑγιαίνειν μὲν ἄριστον ἀνδρὶ ϑνατῷ,
Δεύτερον δὲ φυὰν καλὸν γενέσϑαι,
Τὸ τρίτον δὲ πλουτεῖν ἀδόλως,
Καὶ τὸ τέταρτον ἡβᾷν μετὰ τῶν φίλων.
Anónimo, a veces atribuido a Simónides de Ceos (556-468 AC), Antología palatina/griega; Hermann Beckby (ed.): Anthologia Graeca (Sammlung Tusculum). 2. Aufl. Heimeran Verlag, München 1965 ff. (Athenaeum XV, p. 694)
Aquí va mi versión con mi griego antiguo de COU (ni rima, ni tiene ritmo, ni nada ¿eh?):
Para los mortales lo primero es estar sano,
Lo segundo convertirse en alguien bello,
Lo tercero ser un rico honesto,
Y lo cuarto la juventud con los amigos.
No es que sea la canción del verano: es que ya la ponía Platón en boca de Sócrates: (enlace en inglés) página 1 y página 2.
Actualización: el diálogo traducido por mí (desde el inglés).
Disfruten ustedes…
Gorgias
El mayor de los asuntos humanos, Sócrates, el mejor.
Sócrates
Ya Gorgias, pero eso es ambiguo, no está nada claro. Ya habrás oído esa vieja canción que se canta con el vino, en la que se cuentan las mejores cosas de la vida: primero la salud, luego la belleza, y luego, como dice el autor, la riqueza obtenida sin engaños.
Gorgias
Sí que la he oído, ¿pero a cuento de qué la citas?
Sócrates
Lo que quiero decir es que imagínate que estuvieran aquí delante los productores de esas cosas buenas que salen en la canción: el médico, el entrenador y el financiero, y te dijera el médico:
—Te está timando Gorgias, Sócrates, porque no es su arte sino el mío el que trata del mayor bien del hombre.
Y yo le respondería:
—¿Y quién eres tú para decir eso?
Él probablemente me respondería:
—Un médico.
—Bien, ¿qué quieres decir? ¿que lo tuyo es lo mejor?
—¿Qué más hay, Sócrates—me imagino que me respondería—aparte de la salud? ¿Qué hay más grande que la salud?
Y luego vendría el entrenador y me diría:
—Yo también me sorprendería, Sócrates, tío, si Gorgias te dijera que lo suyo es mejor que lo mío.
Y yo le diría entonces:
—¿Y quién es usted, caballero? ¿y a qué se dedica?
—Soy entrenador—me respondería él. —Y mi trabajo es hacer que los cuerpos de los hombres sean bellos y fuertes.
Después del entrenador llegaría el financiero, y me lo imagino con un cierto desprecio por los demás:
—Ve y busca algo mejor que la riqueza: desde el punto de vista de Gorgias o del que tú quieras.
—Oh, vaya —le diríamos— ¿y tú haces de eso?
—Sí.
—Muy bien —le responderíamos— ¿piensas tú que la riqueza es lo mejor para las personas?
—Por supuesto—respondería él.
—Pues fíjate —le diríamos— tenemos aquí al amigo Gorgias que dice que su arte hace más bien que el tuyo.
Y sin duda la siguiente pregunta sería:
—¿Y qué bien es ése? Que responda Gorgias.
Y ahora, Gorgias, imagínate que te preguntan estas personas, y yo mismo, y dinos qué es eso que es lo mejor para el hombre, y que dices saber hacer tú.
Gorgias
Una cosa, Sócrates, que de verdad es el mayor bien, la causa no solo de la libertad del ser humano en general, sino también del dominio de personas concretas en muchas ciudades.
Sócrates
¿Bien, y cómo lo llamas?
Gorgias
Lo llamo la habilidad de persuadir con la palabra, tanto a jueces en los juzgados como a políticos en sus despachos o a las gentes en asamblea, o a una audiencia o cualquier otra reunión que se haga en público. Te digo que con este poder el médico será tu esclavo, y el entrenador será tu esclavo también. El financiero no estará haciendo dinero para sí mismo, sino para otro: de hecho, para ti, que eres capaz de hablar y convencer a la multitud.
En general no leo autoayuda porque me da urticaria. Especialmente la autoayuda empresarial, de pérdida de peso y de psicología barata que se basa en «venga nene, tú puedes, el ser humano es una maravilla, hale, hale». Sí, claro, ¿pero cómo? ¿por qué? ¿para qué? Por el libro anterior de Ferriss (que leí en otro momento vital, es cierto) me esperaba consejos prácticos y basados en hechos. Pero no tan poco prácticos y basados en tan pocos hechos.
¿Cómo ha acabado una conversación racional sobre las ideas del libro en una digresión sobre los geeks en el blog de Ramón, aka @SenseiConsultor? ¿Y cómo ha acabado mi artículo de respuesta titulándose así?
A eso voy.
Creo que la clave de lo que me disgusta del libro es que es un manual que probablemente no te lleve a los objetivos que promete, y que además los objetivos son malos, así que por el camino te convertirá en un gilipollas. O en un geeklipollas si seguimos asociando este tipo de comportamiento con los geeks.
Mi resumen: para Ferriss, parecer atractivo es más importante que no ser un gilipollas.
¿Pero de qué te sirve tener el aspecto de Ken si tienes la empatía de Sheldon Cooper?
¿De qué sirve tener títulos deportivos si nadie quiere jugar contigo?
¿De qué sirve estar buenorro si eres un capullo insufrible?
Que conste que no lo digo por Tim Ferriss: no le conozco. Lo digo por los que lean sus libros y piensen que van a mejorar su vida, porque serán frikis, pero frikis buenorroscon éxito en todo. Error.
No me siento amenazada como mujer por este libro como dice Ramón (creo que su tratar a las personas como objetos es indiscriminado en ese sentido), ni por los geeklipollas (no sobreviviría). Sin embargo me duele pensar que un grupo de mis amigos podría estar cayendo en idolatrar este tipo de conducta, y perdiendo oportunidades de ser felices por ello.
A lo largo de mi vida he conocido a muchos frikones matemáticos insufribles a muchas personas que tenían problemas para relacionarse pero no eran malas personas. Algunas eran recuperables, incluso encantadoras, si por algún motivo llegabas a descubrir que si no te hablaban era porque no sabían qué decir (true story).
Queridos amigos frikis, nerds y geeks de mi vida: os regalo cuatro claves más baratas que este libro y que mejorarán vuestra vida mucho más que sus insufribles cientos de páginas. Vaya por delante que yo también caigo en ellos muy a menudo a veces.
Cómo no hacer el geeklipollas: la lenta aceptación de la imagen personal, convertirse en un amante plausible y un buen ser humano.
1. Trabaja tu empatía
Definamos provisionalmente empatía (em-pathos, sentimiento conjunto) como la capacidad de sentir lo que sienten los demás.
Es lo que hace llorar a un niño cuando llora otro, o reírte más cuando tus amigos se ríen.
Usemos Twitter como metáfora de la vida.
No jodas a la gente en twitter con gilipolleces, porque si se sintieran mal por ello, tú te sentirías mal por ello también. Y los que lo leyeran tendrían mala opinión de ti.
Y se tarda menos en hacer unfollow a un capullo que en decir pero-es-que-yo-tengo-razón-y-ella-no. Gente => sentimientos => pisotear sentimientos con tus Doc Martens de la verdad => geeklipollas.
¿No te causa empatía alguna leer a esa persona, de ninguna manera? Unfollow. Si acabas no siguiendo a nadie o solo a robots, ve a ver a un profesional.
2. Acepta los fallos
Los tienes. Acepta las imperfecciones, propias y ajenas.
Las ajenas
Qué angustia esa sensación de que alguien te examina todo el rato ¿verdad? ¡Cierto! ¡Falso! ¡Cierto! ¡Falso!
No lo hagas. Si algo es así o no… se puede buscar, lo sabe Google, lo sabe la Wikipedia. Por qué alguien piensa de una determinada manera… solo te lo puede decir esa persona. Si sigue hablando contigo.
Las propias
Como bien dice Tyrion Lannister, mi DILF favorito: si estás orgulloso de ser un enano, no te lo pueden echar en cara.
DILF <3 – Diferencia clave: si estás orgulloso de ser un geeklipollas, tranquilo que no te lo echarán en cara. No estarán allí.
En el libro anterior de Ferriss, La Semana Laboral de 4 horas, la buena idea era: enfócate en lo clave, externaliza el resto, vive con menos, y disfruta (bien). No te dice: si eres lo bastante listo para hacer esto, no necesitas este libro. Si no lo eres, fallarás (mal).
Lo bueno del libro del Cuerpo de 4 horas es: no hace falta ser un crack del gimnasio, un pequeño cambio de grasa a músculo se nota muchísimo. Y sin embargo, ahí le tienes peleándose con el 20% y el 10% y el 5% final del Pareto del peso. Lo que abandonaba en el trabajo, en el libro sobre lo laboral, no lo aplica en lo personal, en el del cuerpo. Qué triste.
Intentar ocultar o negar lo que todo el mundo ve te hace quedar mal. Tan mal como confesar fallos que no tienes. Es más atractiva la humildad y asertividad del no me preocupa / estoy trabajando en elloque la ceguera del bajito ¿yo? o la cabezonería del no, qué va, todavía tengo que perder un 1% de grasa.
Después de tener a Lucía me quedé como una foca, con veinte kilos de más. Estuve en tratamiento. Nos decía Marta Garaulet* en las sesiones de grupo:
Si comes cuando te sientes mal, y comes cuando vas a celebrar algo ¿cuándo dejas de comer?
La mayoría de la gente no tiene tantos problemas con decidir qué comer (otro día hablamos de alfabetizacion nutricional), sino la dificultad para controlar sus hábitos vitales: cuánto, por qué, cuándo y cómo comen.
Comemos porque estamos tristes, porque estamos contentos, porque no nos comemos un rosco… Son las emociones, estúpido. En este libro no salen. Mucha gente las ignora. No ignores tus propias emociones tampoco.
3. Disfruta de la vida
No hay nada más atractivo que alguien que se lo pasa bien.
Si algo no te gusta, cámbialo o ignóralo. Pero rajar, rajar, rajar todo el rato es cansino.
Deja de odiarlo todo (incluyéndote a ti) de una vez. Deja de llorar por las esquinas por tonterías frikis. Si quieres cambiar el mundo, ponte a ello. Si algo de una peli, un juego, del mundo del entretenimiento, no te hace feliz, olvídalo. Si es de tu vida personal y no puedes cambiarlo ni olvidarlo, acéptalo.
Decía una de las mejores personas que he conocido (la abuela de @minimalpablo):
Más vale conformarse que aguantarse.
Más vale aceptar lo que hay, que hervir de rabia.
4. Estáte aquí ahora
Una de los momentos más tristes del libro sucede en un restaurante. Ha quedado con una chica, pero no para de mirar su medidor de glucosa. ¿Es diabético, está al borde de la muerte? Nah, es que es nuevo y es guay ¡se lo han implantado! Y él tan feliz. Me imagino a la chica pensando «qué guay que es ¿cómo voy a competir con un medidor de glucosaintracutáneo? ¡imposible!»
No funciona así.
La gente no percibe quién eres tú. La gente percibe lo que tú les haces sentir. Atractivos, importantes, divertidos… Deja los aparatos, céntrate en la persona con la que estás. Llega a al sitio, haz checkin, haz la foto y suelta el puto móvil un rato.
No hay nada más triste que ignorar a los amigos que tienes delante por leer los tuits de desconocidos. ¿Estamos a setas o a Rolex? En fin, si no te lo estás pasando bien, vete a un rincón a tuitear y tuitea. Pero luego no me llores.
Confieso que esto es lo que más me cuesta hacer y tolerar. Es extrañamente relajado en las fiestas tuiteras cuando lo hace todo el mundo.
Todos tenemos nuestras contradicciones. Todos hacemos el geeklipollas a veces.
¿Cómo surgió lo de literatura a tus pies #litatyourfeet?
Pues el otro día a mi socia María José Torrente, emprendedora de pro y gran amante de los tacones, se le rompió uno justo antes de una reunión importante. Como estamos en el centro, bajó a comprarse otros y apareció con esto:
María José Torrente y María Moliner
Madre mía, estaba altísima. Nos pusimos de broma y dije: jo, para ser así de alta yo tendría que subirme… por lo menos en el María Moliner.
Y me subí.
Y nos partimos todos de risa, y dijimos: esto para el Facebook de Matiz, y está de portada.
Me dieron mucha envidia esos tacones, así que unos días más tarde, contraataqué con la Gramática de la RAE:
Que no se diga que en matiz.com.es somos anti-RAE. Que no se diga.
Pero yo no soy mi socia, mi espalda no da para tanto, así que para ir a la oficina al día siguiente fui con estos:
Shoes & Lit / Los días de diario / soy más de Ms Rowling / que del diccionario.
(Harry Potter & Camper)
Una es una instancia, dos es casualidad, tres una tendencia. Así que ahí nació el hashtag de #litatyourfeet, a ver qué estaban leyendo/poniéndose ese día otros traductores. ¡Y estamos teniendo unos cuantos buenos ejemplos!
Hasta que esta mañana he ido a hacer esta foto, con mis magníficos planes de lectura veraniega…
Damned, Chuck Palahniuk
El libro negro del emprendedor, de Fernando Trías de Bes
Tu mundo en una servilleta, de Dan Roam
Snuff, de Terry Prachett (ya a medio)
Los zapatos que *no* me pondré hoy y los libros que *sí* leeré esta semana #litatyourfeet
Y me he hecho un montón de daño en el cuello, y no he podido ir a trabajar (bueno, he ido hasta la hora que me habían dado en el fisioterapeuta, llamadme enferma).
Y luego, en un ataque de honestidad y dolor, me he hecho esta:
Los zapatos que *sí* me pondré hoy y el libro que *sí* me leeré este agosto #litatyourfeet
¡Espero ver los vuestros!
Relacionado: lo del tumblr
Me he abierto un minibego.tumblr.com esencialmente porque me convenció David Karp el otro día.
Llevaba mucho tiempo queriendo abrirme uno, pero no sabía qué poner en él. Hasta que empecé la serie de ¿Emprendedor o superhéroe? en Instagram, y en Instagram y Twitter el hashtag #litatyourfeet. Pero no todo el mundo está en Instagram o Twitter, así que quería reunirlos en alguna parte:
«Tenemos la capacidad de construir prácticamente cualquier cosa que nos imaginemos. La pregunta clave no es ¿puede construirse? sino ¿debe construirse? Esto nos coloca en un excepcional momento histórico: la prosperidad de nuestro futuro depende de la calidad de nuestra imaginación colectiva (…)
» Si nos centramos en la eficiencia funcional, perdemos de vista el auténtico objetivo de la innovación: aprender lo que hasta ahora es desconocido. (…)
» ¿Si dejáramos de hacer que la gente perdiera el tiempo, que harían con él? Eric Ries, @ericries, The Lean Startup
«No hay nada tan inútil en el mundo como hacer con gran eficiencia lo que no debería hacerse en absoluto». Peter Drucker
Eric Ries
En el viaje a Silicon Valley en otoño me encontré en muchas estanterías el mismo libro: The Lean Startup, de Eric Ries. Me sentía como un espía, haciendo fotos de los libros que había en las estanterías de las empresas que visitábamos.
En IDEO
Ya había visto que estaba recomendado en la lista de el MBA Personal, así que esto me acabó de convencer. Desde que lo leí, lo recomiendo a todos los que están montando su propia empresa. Si este verano solo lees un libro de empresa, lee el MBA Personal. Si ya lo has leído o vas a leer dos, sigue con The Lean Startup. A mí me ha ayudado a tomar muchas decisiones difíciles en Júramelo.
En Innovalley. Creedme que al fondo estaba The Lean Startup (se ve solo la punta).
Eric dice en este libro que una teoría completa sobre este tema debe incluir:
Los conceptos clave: visión, concepto, desarrollo de producto, marketing, ventas, crecimiento, socios, distribución, estructura y diseño de la organización.
Un método para medir el progreso en un contexto de extrema incertidumbre.
una guía para tomar decisiones comprometidas:
cuándo y cómo invertir en procesos
formular, planificar y crear infraestructura
cuándo emprender en solitario y cuándo asociarse
cuándo responder al feedback y cuándo ser fiel a la visión
cómo y cuándo invertir en el crecimiento del negocio.
Sobre todo, debe permitir al emprendedor hacer predicciones que se puedan probar.
A continuación tenéis mi resumen en 33 claves de The Lean Startup en español: son citas del libro que he traducido libremente o parafraseado, seleccionadas de la lista de destacados de mi Kindle.
1. Emprender sí es gestionar.
Últimamente parece que emprender mola y dirigir es un rollo. Pues no, hay partes muy aburridas de emprender también.
2. Caos vs gestión: el «Just do it».
Hacer planes y predicciones es útil cuando se basa en un historial de operaciones largo y estable, en un ambiente relativamente estático. Las startups no tienen ni lo uno, ni lo otro. Como los directivos tradicionales no resuelven este problema, hay emprendedores e inversores que lo mandan todo a la porra y adoptan la escuela de emprendedurismo que Eric llama «Just do it». Esta escuela cree que si la dirección es el problema, entonces el caos es la solución. Desgraciadamente, esto tampoco funciona.
3. El objetivo de una nueva empresa es averiguar qué se debe construir (aquello que los clientes quieren y por lo que pagan) tan rápido como sea posible.
4. El aprendizaje probado (validated learning)
Es el proceso de demostrar empíricamente que un equipo ha descubierto verdades valiosas sobre el presente y el futuro del negocio de la empresa.
Aprende rápido, aprende a menudo. (Esto es un remake del «fracasa rápido, fracasa a menudo» y a mí me suena bastante mejor).
5. Experimentos e hipótesis.
Avanzamos cuando pensamos en cada nueva empresa es un gran experimento. La pregunta no es ¿se puede construir esto? sino ¿se debe construir? ¿podemos crear un negocio alrededor de esto?
La misma página del libro, http://lean.st/, es un experimento constante
La misma página web del libro, http://lean.st, es un experimento constante
6. Hipótesis de valor: ¿este producto realmente proporciona valora los clientes que lo usan?
7. Hipótesis de crecimiento: ¿cómo descubren los clientes el nuevo producto?
8. La clave no es encontrar el cliente medio sino a los pioneros (los early adopters).
Los que te necesitan tanto que te perdonan los fallos y te dan feedback.
¿Reconocen que hay un problema que intentas resolver?
¿Si hubiera una solución, la comprarían?
¿Nos la comprarían a nosotros?
¿Podemos construir esa solución?
La teoría es genial, pero no sirve de nada hasta que la pones en práctica.
9. El motor de crecimiento
El motor de crecimiento es: construir-medir-aprender. Cada iteración es un intento de arrancar este motor. Una vez que está arrancado, se intenta subir y subir de marcha.
10. La parte más arriesgada son las conjeturas, los saltos de fe (leap-of-faith assumptions).De ellos depende todo. Las conjeturas más importantes son la hipótesis de valor y la de crecimiento. Son las variables que mueven el motor de crecimiento de la nueva empresa.
11. Construir el producto mínimo viable
Una vez que tenemos claras nuestras conjeturas, el primer paso es crear el producto mínimo viable (minimum viable product, MVP) con el mínimo esfuerzo posible en el menor tiempo de desarrollo posible. No tendrá cosas que luego serán esenciales. Pero tiene un requerimiento extra: tenemos que poder medir el impacto que tiene en clientes potenciales.
12. Medir (actionable metrics).
¿Estamos avanzando? De nada sirve construir a tiempo y de acuerdo a presupuesto un producto que nadie quiere. Aquí entra la contabilidad de la innovación. Esta contabilidad tiene una unidad alternativa de medida, el hito de aprendizaje.
Todo lo que se observa y se mide, mejora.
El objetivo que persigue este hito no es facilitar las decisiones: es asegurarnos de que tenemos suficientes datos cuando llegue el momento de decidir. Compara la dos empresas siguientes y piensa ¿cuál tendrá mejores resultados a largo plazo?:
La primera tiene una métrica base clara, una hipótesis sobre algo que la mejorará, y unos experimentos para probarla.
La segunda empresa debate en qué mejoraría el producto, lo aplica y si hay algo que haya mejorado lo celebra.
13. No te quedes estancado en la tierra de los muertos vivientes. Los muertos vivientes con empresas que no pueden pivotar en una nueva dirección de acuerdo con el feedback del mercado. No crecen lo suficiente ni mueren: consumen recursos y compromiso de empleados y otros implicados, pero no avanzan.
14. El fracaso
El fracaso es un requisito previo para el aprendizaje. El problema con la noción de sacar un producto al mercado y luego ver qué pasa es que está garantizado que tendrás éxito: éxito en ver qué pasa. ¿Pero luego qué? En cuanto tengas dos clientes, tendrás cinco opiniones sobre qué hay que hacer después. ¿A quién escuchas?
15. Pivotar
Un pivot es un cambio de rumbo designado para probar una nueva hipótesis fundamental sobre el producto, la estrategia o el motor de crecimiento. Un pivot requiere que tengamos un pie firmemente anclado en lo que hemos aprendido hasta ahora, y al mismo tiempo hacer un cambio fundamental de estrategia para conseguir un mayor aprendizaje probado.
16. Pista de despegue. Los emprendedores experimentados hablan de la pista de despegue que le queda a la empresa: el tiempo que queda antes de que despegue o se estrelle. Este dato normalmente se obtiene dividiendo el dinero que tienes en el banco entre la cantidad que gastas cada mes. La mejor manera de medir esto es cuántos pivots puedes hacer aún: el número de oportunidades que tienes para hacer un cambio fundamental en la estrategia de tu negocio. Ries recomienda tener una reunión periódica de «pivotar o perseverar». Ahora vemos los tipos de pivotes.
El método lean startup no va de costes, va de velocidad.
Otra manera de aumentar esa medida es hacer los pivots más rápido. En cuanto te encuentres estos síntomas, considera pivotar.:
bajada de efectividad de los experimentos de producto
sensación general de que el desarrollo de producto debería ser más productivo.
17. Pivot de segmento de cliente.
Aquí la empresa se da cuenta de que resuelve un problama real para clientes reales, pero que no son los que habían pensado al principio.
18. Pivot de aumentar zoom (zoom-in).
Lo que antes era una funcionalidad del producto se convierte en todo el producto.
19. Pivot de disminuir zoom (zoom-out).
El caso contrario: una función es insuficiente. Lo que antes era todo un producto ahora es una función de un producto mayor.
20. Pivot de necesidad del consumidor.
Conociendo mejor al cliente descubrimos que el problema que intentamos resolverles no es muy importante, pero a la vez descubrimos que hay problemas relacionados que sí lo son y que nuestro equipo puede resolver. A veces consiste en reposicionar el producto, a veces en construir uno nuevo.
Puedes pivotar un producto, pero no a tu base de clientes. (Este señor no está de acuerdo en que puedas cambiar de clientes).
21. Pivot de plataforma.
En este pivot cambiamos de aplicación a plataforma o viceversa. Las empresas que aspiran a ser plataformas suelen construir una aplicación (la famosa killer app) y luego permiten a terceros utilizarla para crear sus productos relacionados.
22. Pivot de arquitectura de negocio.
Paso de margen alto, volumen bajo a margen bajo, volumen alto.Normalmente esto está relacionado con vender a empresas (B2B) o a particulares.
23. Pivot de captura de valor.
La empresa cambia en qué parte del proceso captura el valor (consigue dinero).
24. Pivot de motor de crecimiento.
Hay tres motores: viral, pegajoso y pagado (viral, sticky, paid). La empresa cambia su estrategia de crecimiento, lo que a menudo implica un cambio en la captura de valor.
25. Pivot de canal.
Se proporciona la misma solución a través de un canal diferente (sin intermediarios, por ejemplo).
26. Pivot de tecnología.
Se da más a menudo en empresas establecidas, en las que se implanta una tecnología determinada.
27. La mayor ventaja de trabajar en lotes pequeños es que los problemas de calidad se identifican antes. Esto es antiintuitivo, pero paradas más frecuentes llevan a mayor calidad y menores costes (en traducción sabemos que cuanto antes pase un texto por el revisor, mejor).
28. En cuanto tengamos nuestra hipótesis, debemos diseñar y llevar a cabo el experimento lo antes posible con el lote más pequeño posible. El orden es construir-medir-aprender a la hora de hacer cosas, pero a la hora de planearlas es aprender-medir-construir: qué queremos aprender, cómo lo vamos a medir, qué vamos a construir.
El crecimiento sostenible consiste en que los nuevos clientes provienen de las acciones de los clientes anteriores. Hay cuatro vías para obtenerlo:
Boca a oreja.
Efecto secundario del uso del producto (marcas de ropa o coches, Facebook, Paypal).
Publicidad pagada (siempre que el dinero venga de las ventas y no de inversores).
Compras o uso continuo (bombillas vs bodas)
30. Una empresa puede gastar su energía en cuatro frentes:
conseguir clientes nuevos
servirmejor a los clientes actuales
mejorar la calidad
bajar los costes
31. Errores: reglas
Eric Ries le pide a los equipos que adopten estas dos sencillas reglas:
Sé tolerante con un error la primera vez.
No dejes que suceda una segunda vez.
32. Errores: los cinco por qués
Cuando algo falla, tenemos que preguntamos por qué cinco veces, podemos llegar a la causa de un problema, que está escondida tras los síntomas obvios. Los 5 por qués nos ayudan a ver que los problemas crónicos se deben a malos procesos, no a malas personas. Los jefes deben repetirse este mantra: si hay un error, mal por nosotros, por haber dejado que sea fácil cometerlo. Esto solo funciona si hay confianza mutua y participación+responsabilidad (empowerment, «empoderamiento» no me gusta).
Sacamos una actualización y falló. ¿Por qué? Falló un servidor.
¿Por qué falló el servidor? Porque un subsistema raro se usó mal.
¿Por qué se usó mal? El ingeniero no sabía cómo funcionaba.
¿Por qué no lo sabía? Porque nadie le había enseñado.
¿Por qué no le había enseñado nadie? Porque su jefe no cree en formar a los nuevos ingenieros, porque su equipo y él están «muy liados».
33. Los equipos de una startup, sea interna o externa, necesitan tres atributos estructurales:
Recursos escasos pero seguros
Autoridad independiente para desarrollar su negocio
Yo fui de esas primeras 10.000 personas (qué bonito es ponerse la medallita a posteriori…). Y ahora, estamos intentando juntar 10 personas en total para este segundo año de Orsai, de fuera de juego. Así que si estás en Murcia, o por alguna razón misteriosa quieres que sea yo quien te dé los números de Orsai de 2012, apúntate a nuestro grupo de Facebook de Orsai Murcia en este enlace. Hemos descubierto, además, que es una excusa maravillosa para juntarnos y hablar de literatura, de reinventar las reglas, o como diría el señor Casciari, de boludeces.
Me flipa que pude hacer todo desde el móvil (hasta pagar) menos poner mi foto.
Todo este proceso lo he visto a menudo con los libros de mi padre, que se ha vuelto un experto detective en averiguar por dónde paran sus libros y los de sus coautores. Pensaréis que es broma, pero en algunas conferencias que ha impartido le han llegado a llevar para que firme un libro suyo que él no sabía que existía. En una ocasión, un libro publicado en España que la editorial vendía con diferente tapa y maquetación en México, y de cuyas existencia (¡no digamos ya las ventas!) no le habían dicho nada. Nada en absoluto.
Como traductores somos parte de la industria cultural, queramos o no: y querer, queremos. Sin embargo, como intermediaria que me toca ser en Matiz, veo que no hay sitio para el modelo actual. Los precios de las editoriales son de risa, y convierten a la traducción literaria (en su mayor parte) en un hobby, una vocación, pero no un modelo de negocio rentable.
En los negocios innovadores rentables que intentamos poner en marcha, como Júramelo.es, nuestro lugar como intermediarios es mínimo. Tenemos dos conocimientos:
para nuestros clientes (el de qué traductores hay, cuáles son buenos, qué trabajo se puede encargar, en cuánto tiempo, y a qué nivel de calidad)
y para nuestros proveedores (cómo conseguir suficientes clientes, cómo hacer que acepten precios razonables, cómo cobrar en un tiempo razonable, cómo hacer que vuelvan una y otra vez).
Somos seleccionadores, coordinadores, una central de disponibilidad y una central de compras. Júramelo es todo lo que podemos hacer para quitarnos de enmedio todo lo posible, y ofrecer al mundo lo que tenemos.
Mi chico me manda esta cita de un reportaje de El País Semanal sobre deportes minoritarios:
En las últimas páginas de su libro Correr o morir (Now Books), el imbatible sky runner Kilian Jornet esboza una justificación a su búsqueda quimérica, extenuante e irreversible. «Quizá corro porque necesito sentirme creador; necesito saber lo que hay dentro de mí y plasmarlo en algún lugar exterior. Podemos explorar nuestro interior y saber de lo que somos capaces, pero necesitamos exteriorizarlo y verlo separado de nuestros cuerpos para contemplarlo como espectadores, poder valorarlo y detectar sus defectos para hacerlo mejor la próxima vez. Es el placer intrínseco de crear belleza y de ver que genera una fuerza de atracción a los espectadores».
Has tirado cien mil dólares en una puta educación que te habría costado un par de dólares por los retrasos en la biblioteca pública.
Me llama la atención la diferencia de cifras en la traducción (150.000 a 100.000 y 1,50 a 2,00), y lo de «puta educación» que queda torpe. Por otro lado, esta película es la risa de la casa (recuerden: estoy casada con un matemático).
La idea detrás de The Personal MBA es que puedes saltarte la escuela de negocios y leer lo que necesitas para hacer lo que sea que necesites hacer.
En su día leí el manifiesto de ChangeThis, y si veis lo que he estado haciendo en los últimos cuatro años os daréis cuenta de que me he aplicado el cuento, sobre todo la parte de no hacer un MBA y empezar con tu negocio. Debería, eso sí, haberle hecho algo más de caso y haber leído todos esos libros: dicen que te conviertes en la suma de los libros que lees.
Cuando empecé con la empresa no tenía ni idea de que hacía falta un MBA, y está bien, porque probablemente si hubiera esperado dos años y hubiera sabido algo más, quizá no me habría atrevido (¿en 2009 y sabiendo algo de economía? ¿y con XX.000€ menos?). En cuanto al coste, llevo invertidos cuatro años y una cierta cantidad de dinero. Si, para bien o para mal, todo eso suma o no 150.000 dólares es otra cuestión.
El libro se centra en tres áreas principales:
Cómo funcionan los negocios (creación de valor, marketing, ventas, entrega de valor, finanzas)
Cómo funcionan las personas (la mente humana, trabajar con uno mismo, trabajar con otros)
Cómo funcionan los sistemas (entender, analizar y mejorar sistemas)
Cada capítulo explica un concepto en un par de páginas, lo cual lo hace perfecto para ir leyendo poco a poco, en momentos sueltos. Cosa que como os podéis imaginar, yo agradezco muchísimo.
Pero una cosa es que yo os lo cuente, y otra es que podéis ir y leer resúmenes de esos capítulos, y verlos en vídeo, en la web que acompaña al texto. Al final de cada unidad de lectura hay un enlace a la explicación de ese concepto en la web, lo cual viene genial para comentarlo con la gente, tuitear, etc. A mis alumnos les he puesto en clase el de la motivación (¡claro!).
He hecho un esfuerzo por elegir unos cuantos que no sean una lista muy larga: he aquí el mérito de este libro, que ha sido seleccionar estos conceptos y no otros. Os pongo algunos de los que yo tengo marcados, como podéis ver en la foto de arriba. Básicamente, porque son algunas de mis principales áreas de mejora (aparte de la matemática y estadística financieras, en las que necesito un buen empujón).
Calificación de clientes: no todo cliente es un buen cliente. Hay gente a la que le cuesta entender esto, pero para mí se ha convertido en un mantra. Si pensáis que es difícil despedir a un empleado (¡o a un amigo! mi consejo: si no queréis tener que despedir a un amigo, no contratéis nunca a un amigo), probad a despedir a un cliente. Es como despedirte a ti mismo.
Mi top 1 sobre ventas:
Los cuatro métodos de aumentar la facturación. Sólo hay cuatro: conseguir más clientes, aumentar el tamaño de la transacción, conseguir transacciones más frecuentes, o aumentar los precios. No hay más.
Para mis alumnos (o para los que quieren conseguir algo y por alguna razón, no lo están consiguiendo), mi selección de nueve conceptos sobre la mente humana:
Para evitar las consecuencias negativas del agotamiento de la fuerza de voluntad (que es al final inevitable) hay que cambiar la estructura guía: tu ambiente. Es más fácil cambiar una situación que el comportamiento: para cambiar un comportamiento, cambia la situación.
Ciclos de energía: no es el tiempo lo que tienes que gestionar, es tu energía.
Podemos comunicar incluso las cuestiones más espinosas (como desacuerdo sobre cómo se hace algo, también conocido como crítica) si nos hacemos de que las personas se sientan seguras. ¿Cómo? Véase aquí.
Mi top 10 para aplicarme el cuento en mi trabajo diario:
Tareas Más Importantes (TIM): no todas las tareas fueron creadas iguales; si haces primero las dos-tres importantes, podrás dedicar el resto del día con más tranquilidad a lo que surja.
Acción siguiente: una cosa detrás de otra. Es simple pero es así. Para barrer toda la calle, Paso-inspiración-barrida… (Momo). Quiero probar el sistemaautofoco de Mark Forster.
Ceguera por ausencia: la buena gestión es invisible, así que ojos que no ven, corazón que no hace las comprobaciones necesarias. Para evitarlo, usa listas de comprobación.
El gasto fijo de la comunicación. Los equipos deben ser lo más pequeños posible para evitar la crisis por burocracia. Hay (al menos) ocho síntomas de crisis burocrática: 1) decisiones invisibles (no se sabe dónde o cómo se decide), 2) tareas sin terminar, 3) parálisis por coordinación (no se puede hacer nada sin consultar a mil personas), 4) nada nuevo (falta de inciativa), 5) pseudo-problemas (tonterías desproporcionadas), 6) la central batalla con las sedes locales/regionales, 7) plazos negativos (más importante que algo esté en plazo que que esté bien hecho), 8) dominados por la bandeja de entrada (y no por la iniciativa propia).
Intención del comandante. Para evitar la crisis burocrática, hay que comunicar claramente por qué pides a alguien que haga algo. Es la versión en gestión del encargo de traducción: más que dar isntruccciones detalladas, decir por qué quieres que algo suceda, de modo que la persona a la que delegas pueda tomar sus propias decisiones.
Capacidad de recuperación (resiliencia). Debería admitir la RAE resiliencia, del latín re, volver a, + salire, saltar… nos caemos, pero rebotamos: tenemos un seguro, una copia de seguridad, dinero ahorrado, un plan B. Sin embargo, maximizar la flexibilidad no maximiza la productividad. A cambio de ser menos productivo, podrás resistir mejor golpes duros. Una cualidad ciertamente infravalorada y un equilibrio difícil.
Y a vosotros, ¿qué os ha llamado la atención de todo esto?
Actualización enero 2012: Ya está disponible en español, con el título MBA personal – lo que se aprende en un MBA por el precio de un libro (ISBN: 978-8493869373). También hay una edición para Kindle en español.
Actualización julio 2012: Ya está el libro disponible en bastantes librerías online:
Claramente, dejándolo para más tarde, cuando sea mejor momento. Una pista: nunca hay mejor momento que ahora. Y entre ahora o nunca, elige bien. A veces toca nunca, a veces toca ahora.
Hemos tenido un problemilla en casa estas Navidades, y es que mi hermano pequeño ha estado a esto de suspender Lengua. Quiero muchísimo a mi hermano, así que supongo que es por eso que casi lo mato. Quiero decir que me tuve que reprimir para no echarle un broncazo gordo: y aun así me pasé. Hermanito: lo siento. Ya te lo dije entonces y te lo repito ahora. No es por nada, sino porque quieres dedicarte a la filología inglesa. ¡Mi niño, de letras! Que sepas que estoy emocionadísima viéndote estudiar latín y griego antiguo. Casi tanto como cuando tocas a la guitarra rock clásico y piezas barrocas y politonos frikis la misma tarde.
Mi hermano es un chico listo que escribe bien y no tiene faltas: la verdad, me parece increíble que no sepa contestar en un examen «qué es una reseña, y haz una reseña de La Celestina». Pero bueno, me callo, me callo ya: seguro que ahora ya no se le olvida. Yo aquí he venido a hablar de mis libros, y a aplicarme el cuento, así que ahí van algunas microrreseñas, la mínima expresión.
Ya estoy terminando algunos de los libros que pedí en los doso tres o cuatro últimos pedidos y visitas a la biblioteca. Y de nuevo, como no publique esto pronto se me va a hacer más vieja aún, y ya se me han acumulado bastantes.
Sobre escribir y crear
Stephen King: On Writing
Un buen libro con dos partes, una autobiográfica (cómo llegó a ser escritor) y otra sobre cómo escribir. De nuevo un microrresumen de la parte que nos (me) interesa:
Escribe.
Di la verdad (y en cada mentira, también una verdad)
Veredicto: muy recomendable. Leer: sí. Releer: sí. Regalar: sí. Quedarme otra copia: también.
Sandra Newman & Howard Mittelmark: How NOT to write a novel
Un libro con consejos sobre cómo escribir una novela auténticamente insoportable. Glorioso y divertidísimo. Los ejemplos son además, impagables.
Veredicto: igual que al anterior.
Hugh McLeod: Ignore Everybody
Una versión larga e ilustrada del famoso post larguísimo del autor, sobre cómo tienes que pasar del mundo e ir a lo tuyo si realmente te interesa sacar lo que llevas dentro a la luz. Aplicable a la vida, la empresa, la novela, o incluso a la investigación matemática.
Veredicto: se lo estoy leyendo a Pablo en voz alta (así de bueno es) en los viajes. A veces, con traducción a vista, a veces en inglés las cosas mejor escritas. Diez páginas me quedan. Genial. Para tenerlo a mano. Para citarlo de vez en cuando. Para saltarse lo que no se te aplica. Para regalar con un gran lazo a los que intentan crear.
Chris Baty: No Plot? No Problem!
Del creador de NaNoWriMo, la guía para hacerlo por tu cuenta (o en el propio mes). Muchos consejos útiles y muy inspirador.
Veredicto: muy recomendable. Leer: sí. Releer: sí. Regalar: sí. Quedarme otra copia: también.
Jason Fried & David Heinemeier Hansson: ReWork
De los creadores de Basecamp (37 signals) y tal, pildoritas sobre el trabajo al estilo de Ignore Everybody, Linchpin, y demás. Lo dice Seth Godin en la portada: Ignore this book at your own peril (ignora este libro bajo tu propia responsabilidad) y tiene razón.
Veredicto: muy recomendable para emprendedores (y emprendedores internos dentro de su propia carrera). Leer: sí. Releer: sí. Regalar: sí. Quedarme otra copia: también.
Mark Twain: How to tell a story
Un conjunto de artículos vagamente relacionados con la escritura, en edición bilingüe.
Veredicto: ¿habíais oído hablar del libro? ¿no? Pues eso. Anecdótico y tal. La traducción, correcta las veces que la miré, aunque más encorsetada que Twain. Claro que entiendo que Twain impone, así que no he dicho nada. Por cierto que el «story» es más chiste que cuento.
Miedo real, miedo imaginario
Gavin de Becker: The Gift of Fear
Hay dos tipos de cosas que identificamos como miedo: la preocupación (ruido inútil) y el aviso de alerta de nuestro cerebro reptiliano (útil). Aprende a distinguirlos para aprovechar el útil y vivir sin miedo (hasta que lo necesitas). También como te ayuda a entender las motivaciones de la violencia en general, con lo que también me daba ideas para crear malos creíbles y con los que te puedas identificar. Gavin de Becker es un experto en seguridad de primera línea, véase aquí.Un ejemplo:
I do not oppose contingency planning. I do oppose time-wasting, however, and in my firm, in my life, and in your life, everything we give energy to takes energy away from something else. Accordingly, we are wisest to put our resources where they’ll be most likely to return some benefit. (Gavin de Becker: Apocalypse Not Now)
Veredicto: no es en absoluto el tipo de libro que suelo leer, pero me ha resultado imprescindible para todo adulto. En serio.
Stephen King: Full Dark, No Stars
Cuatro historias largas de Stephen King, con el hilo conductor del castigo, el algo a cambio (retribution), además de un apéndice diciendo de dónde las sacó.
Veredicto: Muy bueno. Como siempre. Ambas cosas: bueno y como siempre.
Ficción
Chuck Palahniuk: Tell All
Una novela sobre el canto del cisne de una actriz en decadencia, contada como un largo artículo de cotilleo a lo Elvira Lindo en Tinto de Verano, citando nombres en negrita y tal.
Veredicto: insufrible. No sé lo bastante de cine clásico, pero vamos, ha sido un sufrimiento. La idea es buena, buenísima incluso, pero todas las referencias me pasaban volando, como dicen los ingleses, por encima de la cabeza. Para que veáis que no me encanta todo lo que leo, ni siquiera cuando el 100% de lo que he leído antes del autor me entusiasma. Pobre del traductor al que le toque.
Nick Hornby: High Fidelity
Había visto la película pero me ha sorprendido, y además animado a leer el resto de Nick Hornby. Y que haya escrito esta lista tiene que ver. Y tendré que mirar en Spotify las canciones.
Veredicto: recomendable a pesar de que mi paciencia para historias románticas es muy limitada, pero ha conseguido atraer mi atención a pesar del tema y eso es meritorio. Leer: sí. Releer: quizá. Regalar: sí. Quedarme otra copia: también, y además es lo que hay porque lo he leído en el Kindle.
Nick Hornby: Juliet, Naked
Me encanta cómo juega con las perspectivas de los tres personajes en esta novela. Como soy ultrafan de algunas cosas, me identifico con uno de ellos (pero también con el resto, argh). No os cuento nada porque es mejor leerla, pero vaya: un músico, un ultrafan, y la mujer del ultrafan. La he disfrutado mucho. ¿Qué más queréis?
Veredicto: léase.
Y como quiero que leáis más cosas que escriba, lo dejo aquí por hoy. Otro día, más. Se queda en el tintero hablaros de once libros más:
Dos que ya me he leído:
Carlos González: Un regalo para toda la vida.
Carlos González: Bésame mucho (recomendado a todos los padres, incluso a los de tiempo parcial)
Dos que estoy leyendo ahora mismo:
Josh Kaufman: The personal MBA
Tim Ferriss: The four hour body (pero sólo porque lo está leyendo Darío Pescador y me ha picado)
Tres que me está costando acabarme:
Madelyne Simone Rovenhauer: The Nasty Little Writing Book (buena idea, mal llevada)
Terry Pratchett: Nanny Ogg’s Cookbook (me da hambre)
Seth Godin: Linchpin (pero en teoría debe costar, va de «la resistencia»)
La industria papelera se publicita con mensajes como «sólo leyendo más de 33 e-books de 360 páginas cada uno durante el ciclo de vida de un libro electrónico esta opción puede resultar preferible al papel desde el punto de vista de la mitigación del cambio climático».
Y yo pensé ¿33? ¿y ése es el gran argumento de la industria papelera? Es ridículo. Probablemente vaya a leer eso este año.
Y me dije: qué tontería. Voy a leer 33 libros este año con toda seguridad.
Y luego pensé: más vale que los elija bien, por eso de que los libros que lees acaban configurando quién eres. Así que pedí consejo sobre un tema que tengo descuidado: la ciencia ficción. Ya me han hecho una preselección María y Multimaníaco: para otro artículo da, seguro. Y para leer 33 libros más.
Tus libros dicen quién eres. A veces, para bien y todo.
Si leyeras más en español, de repente, como me ha pasado a mí (vaya, esto va a sonar un poco peor de lo que pretende, pero espera) te darías cuenta de que la mayor parte no escribe tan bien como escribes tú, María Barrios.
De hecho, lo que puede suceder es que estás leyendo libros demasiado buenos, el equivalente literario de ir a la compra con el Vogue (por nombrar una) y decir «pero es que a ella este vestido le queda mejor que a mí», señalando los anuncios al dependiente, que sin duda mira sin comprender (en parte porque probablemente es gay, en parte porque no es educado decir hasta qué punto a ti te queda mejor por, digamos, existir, y otros motivos que no se dicen en voz alta).
En mi experiencia de escribir bajo mi propio nombre, es cierto que hay bastante más presión que cuando dejaba todo salir (y al que no le guste que no mire), hasta el día que llegó, como heraldo de lectores que te juzgan (en tu imaginación) mi hermana. Y ahora (who knew?) mis posibles alumnos. So there, I feel ya’, sista’. Pero los demás queremos lo que sale de su afilada pluma, Sra Barrios, y los temas que apunta en esta entrada nos gustan. Así que escríbalos en pomodoros de 25 minutos, si le place.
Dice esa entrada que tengo a medio escribir en mi blog sobre libros que animan a escribir, que los dos grandes consejos que saco de todos los libros sobre escritura, de Stephen King y de gentes que suenan menos son:
Escribir.
Decir la verdad (dentro de las mentiras de la ficción, si es eso lo que escribes).
Así que escribe, escribe.
Espera, vale, lo de «los demás queremos» es mentira. Lo digo yo. Quiero más, yo. Sin representar a nadie, yo, Begoña Martínez, (¿cómo era? ¿»entusiasta de los cojones» me dijiste?) afirmo públicamente que quiero leer más cosas escritas por ti.
[¿Te dije que me habían regalado un pomodoro de verdad? En realidad tiene forma de taza.]
Lee eso. En serio. Abre una de esas «malditas» pestañas y léelo. Ahora vuelves, porque lo que voy a decir tiene que ver. Un poquito.
Lo de multivitamin tablets me recordó mucho a ti en su día. María José me dio un montón de cosas que me había dejado en la ofi nueva, la cesta de picnic oficial de Matiz, y en el fondo, había un vaso gigante de Ikea, y en el vaso, un residuo seco de pastilla multivitaminas. Lo fregué y lo guardé en el armario de casa. Es una putada que la nostalgia sea el dolor del pasado: debería haber algo como el ligero picor agridulce del no hace tanto.
Te recomiendo también todo el programa de NaNoWriMo. En abril el reto es escribir un guión, si te animas. Teníamos un concepto a medias, en tiempos.