Mucho se habla en traducción sobre mantener las referencias culturales de la versión original, y se habla como si esto fuera posible. Está bien, porque el primer requisito para hacer lo imposible es, bueno, no creer que lo sea. ¿Y qué es una referencia cultural? Es, en resumen e informalmente, todo aquello de lo que no te enteras si no estás en la onda del autor. Esto va desde los cotilleos de las vecinas sobre gente de la que jamás has oído hablar, hasta los amigos y la música que escuchaba Kerouac cuando hacía autoestop, pasando por los ya famosos chistes de El príncipe de Bel-Air. Para leer un artículo serio al respecto, os recomiendo este de Switch Off and Let’s Go, «Una defensa de los doblajes creativos», en el que incluyen esta viñeta (parte de una serie) del genial Mauro Entrialgo:
Las referencias culturales vistas por Mauro Entrialgo
Bien, pues al hilo del TGIF de la semana pasada, os dejo un poco de diversión de viernes (yo, personalmente, estoy bastante agotada ya esta semana), con un montón de referencias demasiado localistas para que las entienda (todas en conjunto) cualquier persona que no haya sido un niño con tele en España durante los ochenta. A mí me faltan las referencias al Amstrad y al Manic Miner, pero claro, yo tenía ordenador, y los niños de mi clase no. ;-P Con ustedes, Crecí en los ochenta:
En cinco minutos y medio, las referencias culturales de toda una infancia. Y es que cultural ≠ cultureta. Me gustaría ver una traducción para gente de otra década, para otro país que no sea España (incluso hispanohablante), o para ambas cosas. Esencialmente, o haces comentario de texto (al estilo de las clases de latín o griego antiguo), o haces más transcreación (la palabra de moda) que traducción. Cuando me preguntan si las máquinas sustituirán a los traductores algún día, yo digo que para el trabajo aburrido, probablemente. Sin embargo, para traducir esto en mi opinión tendrían que llegar al nivel de los Cylon, y además después tendrías que convencerlos para que se dedicaran a la traducción en vez de a la dominación mundial. Pero para mí, cosas como ésta constituyen los verdaderos retos de la profesión, y son los que hacen que yo la disfrute.
¿Qué es TGIF? TGIF son las iniciales de «Thank God it’s Friday», esto es, «gracias a Dios que es viernes». Supongo que en español diríamos más PFEV, «por fin es viernes».
Como la semana se acaba, aquí tenéis unos consejos (en inglés, de momento) para salir de conversaciones de esas raras de viernes o sábado por la noche…
Mi resumen es: para llegar a un objetivo concreto en una conversación es importante centrarse en los hechos, no en la metafísica.
El fin del mundo se acercó… pero luego todo volvió a la normalidad, como en el Restaurante del Fin del Mundo. No sé si os habréis enterado, pero ayer durante un par de horas… ¡Gmail dejó de funcionar! El horror, la locura. A mí me molestó, pero ahí estaba Thunderbird y mi propio servidor POP3/IMAP para, curiosamente, cubrir el hueco.
Parecía imposible, pero ¿sabéis qué pienso? Está bien ver que en Google todavía son humanos. Una empresa como tantas que puede fallar, durante unas horas, y luego sacar un postdosartículos en sus blogs para reconocerlo y dar explicaciones, que oye, bien hecho. Para eso también están los blogs de las empresas ([autobombo on]en Matiz, la agencia de traducción e interpretación que dirijo[autobombo /off], también tuvimos problemas con el correo después del cambio de centro de datos de nuestro proveedor). Precisamente a raíz de eso estábamos pensando esta semana en cambiarnos a Google Apps, pensando, bueno, otros servicios se caen, pero ¿cuántas veces se ha caído Gmail? Oops. Quizá, como en todo, tener un sistema de repuesto sea lo más prudente.
¿Y si hubiera dejado de funcionar del todo, para siempre? Pues lo primero que hice cuando empezó a dar fallos fue hacer una copia de seguridad de la lista de tareas ¡que es lo único que no se sincroniza con nada ahora mismo! No lo había pensado. Los calendarios sí los llevo en el iPod.
En cualquier caso, el revuelo en Twitter ha sido increíble, lo que una vez más muestra lo imparable que es la información (/indignación) ahora: todo un escándalo, en menos de dos horas.
Que si alguien había tropezado con un cable, que si habían metido Google en Google…
Y por supuesto, el grito de socorro, ¡no funciona interné! 🙂
Nada, todo ha sido un mal sueño, no hay nada que ver, circulen, circulen.
Hace ya tiempo que escribí la introducción del blog,y se había quedado antigua. He escrito una nueva. A ver qué os parece.
¿Qué es esto?
Es mi blog. Me llamo Begoña Martínez. Nací un dos de mayo en Nicaragua, en plena revolución. Desde entonces no he parado de ir a contracorriente. Rodeada de funcionarios (profesores de universidad), soy la única emprendedora de mi familia directa.
Desde hace tres años vivo en Cartagena, la ciudad de mis padres y mis abuelos. Antes había vivido en Heraclion (Creta), Londres (Reino Unido), Granada (España), Colonia (Alemania) y Alcantarilla (Murcia, España).
Me licencié en Traducción e Interpretación por la Universidad de Granada en el 2003. Mi especialidad fue la interpretación de conferencias y la traducción audiovisual. En enero de 2006 nació mi hija Lucía, el 16 de marzo de ese año este blog, y en enero de 2007 mi empresa, Matiz, que es una agencia de traducción en Cartagena, Murcia, España. Todos estos proyectos han ido evolucionando hacia derroteros interesantes.
A veces tengo una vida propia (sólo de vez en cuando), y todos los días (casi sin falta) saludo a mi pareja. Pienso que tengo sensibilidad para el arte, pero no demasiada habilidad aún. Me encanta bailar (tango, formalmente, pero bailo de todo), hacer fotos y dibujar algún garabato suelto. Me han admitido a un curso de cómic en Bellas Artes. Seguiré informando.
Escribe en los comentarios, o si sufres de timidez, escribe algo que no parezca correo basura a la dirección bego [arroba] bmartinez [punto] com.
A ver, lo primero el amor. Me ha emocionado este vídeo, sobre todo (curiosamente) ver las fotos de las bodas. Cuando los políticos se ponen a rajar del matrimonio gay, seguro que no están pensando en joderle el día de su boda a tantas y tantas personas.
Quizá hay más sensibilidad hacia el día de la boda que hacia los demás días. No hay muchas razones en la vida para estar orgulloso de ser de un sitio u otro, pero mira, por este lado, no vamos tan mal por aquí. Tan mal como en otras cosas en las que estamos muy mal, eso también hay que decirlo.
Qué párrafo más absurdo. Id a firmar a Courage Campaign para olvidarlo.
¿Por dónde iba? Ah, sí. Me emociona y me siento identificada con estas personas porque me dan la impresión de que tenían ilusión por casarse (cosa que no se suele ver últimamente) y por hacerlo a su manera, y en su día yo también me casé como quise, con quien quise, y ese ejercicio de libertad es muy bonito. La libertad de casarse, si uno quiere, o no hacerlo, si uno no quiere, no se le debería privar nunca a nadie.
Nunca he entendido por qué los supuestos defensores de la familia la emprenden contra los que sí quieren formar una familia, y no contra los que no quieren.
Fue fantástico. Hay vídeo, (pero no está digitalizado aún), hay fotos (pero mi cámara ha muerto, luego yo no las hice, luego no las tengo), y sobre todo, hay crónica de sociedad. Sí. No os la perdáis. Cito un fragmento del primer párrafo, y luego el último, en el que salgo yo:
Alérgica como soy a esta asignatura que me martirizó la adolescencia hasta mi elección por Letras, bien pensé que un congreso de matemáticos iba a ser un encuentro de portentos y eminencias, calculadores e inexpresivas. Pero no. Allí estaba en el comité organizador, la cálida Concha Masa. En volandas recorrí el mármol del Auditorio, cual Campanilla de la mano de Peter Pan, con el hiperamable Santos González quién me presentó a muchos de sus colegas, como a la risueña Olga Gil, presidenta de la RESME, […]
[…] el galardonado con el premio José Luis Rubio de Francia, Pablo Mira Carrillo, joven matemático de Cartagena (la condición para conseguir el galardón es tener menos de 32 años) quién me simplificaba el objeto de su estudio sobre Superficies Mínimas: «Tiene que ver con la forma que tiene una pompa de jabón».
Acompañado por sus padres José Manuel y M Dolores y por su cariñosa esposa Begoña Martínez a quién, en sus resueltas palabras de agradecimiento definió como «mi mejor mitad», fue preguntado por el eminente profesor Vázquez: «Vas a seguir siendo así?». Una incógnita de solución no matemática, que sólo el tiempo puede resolver.
Podría dar para comentario de texto, pero como hay más artículos, os pongo el revuelo mediático asturiano sobre el Dr Mira, con una pincelada distinta cada cosa:
Entrevista en La Nueva España, con foto: La fuerza de una vocación, al alimón con una estudiante de doctorado. Sale el tema de Lucía y la conciliación.
No podrán dejar la crisis en paz, ni para hablar de matemáticas. En La Voz de Avilés: «Las Matemáticas no fallaron con la crisis». Estos especifican que la geometría que hace Pablo es la de subvariedades.
En Oviedo TV le entrevistaron en directo en las noticias de la noche. Fueron muy majos. Les hemos pedido el vídeo, pero no sabemos nada aún.
Y también le mencionan en este blog, con foto: Celebrando que es gerundio, y hay una foto dentro de la presentación de diapositivas. Está escondidilla, pero recordad que soy su cariñosa esposa Begoña Martínez. Es esta de aquí. Yo no estoy de acuerdo con su apreciación de la comida de ese día, pero llegué tarde al restaurante y eso no se hace en un congreso. Espero que le gustara la charla, claro.
He trabajado muchísimo. He intentado trabajar desde los sitios más fantásticos (AC Oviedo Fórum*****, que pena que la conexión a internet cueste ¡12€ al día!), hasta los más horribles, haciendo lapstop bajo la nieve para mandar un email crítico (¡gracias, Hannes de álgebra!). No me ha dado tiempo a dibujar apenas (no como a este chico que sí ha ido y sí le ha dado tiempo a hacer algo chulo). No he hecho turismo. No he visto lo de Calatrava. Ha nevado y no tenía cámara. Ha hecho sol y he abrazado la estatua de Woody Allen. He dormido muy poco, y muy mal. He conseguido pasar una tarde con una amiga de la carrera. He comido más, mucho más de lo que debiera, pero no me arrepiento. Quizá desearía tener un rebaño tras el que correr para quemar las tablas de comida asturiana, pero bueno.
He sobrevivido, una semana más.
Eso sí, hemos visto un concierto desde el Palco de Honor del Auditorio. Las canciones del programa estaban traducidas del alemán por Llorenç Serrahima, y me alegré de que hubiera sido un compañero de la lista TRAD, y que estuviera bien citado. Le han puesto donde sientan al príncipe cuando viene, me susurraron señalando a Pablo. Y a la mañana siguiente, en el desayuno, le dije al director de la orquesta que había estado en el concierto el día anterior y que me había gustado mucho, y que, sí, había sido diferente pero genial. En alemán.
Y entonces sí que me sentí en una crónica de sociedad.
Y yo, la verdad, no sé qué decir. Tengo imágenes e historias en la cabeza. Supongo que lo sabré cuando lo haga. Si pudiera elegir, conseguiría hacer cosas como ésta, por ejemplo. Si tengo suerte después de poner el primer 99%, que es trabajo. Como todo.
Los no, no y más no del diseño (1)Los no, no y más no del diseño (2)
Me he propuesto no publicar cosas feas, pero necesito compartir mi dolor. Todos los días tengo que pasar por este horror camino del trabajo: es la versión en tienda de un hoygan.
Si quieres que tu tienda, web, o blog grite «barato» a los cuatro vientos, aquí tienes la receta completa, en cinco pasos:
Sáltate letras. Cuando la gente vea «COMPLMENTOS» entenderá «complementos». Hazlo dos veces, en la fachada y en el letrero que sobresale, para que se note que es adrede.
Nunca, jamás, emplees a alguien que sepa escribir el idioma en el que escribe. Cualquier inglés sabe que «ALL THE ARTUCLES TO» significa… hmm… No importa, ¿quién lee los carteles de un metro de ancho? ¡nadie! ¡tú pon 2€ bien grande, y sobran las palabras!*
¿Acentos? ¡Son artículos mágicos! No pongas ni uno. Si un cartel tiene 4 palabras y 3 llevan tilde, pasa. Los acentos son para los que pueden pagarlos. ¿Qué te han costado esos vinilos de colores, a todo esto?
Utiliza una imagen pixelada de una moneda de dos euros, para que se note que no tenías uno de muestra al que hacerle una foto.
Y por supuesto, usa Comic Sans, pero cháfala bien y fuerza la cursiva, porque… ¡no es lo bastante fea aún!
* (Esto en realidad es cierto, y podrían haberse ahorrado un 50% del cartel).
Esta mañana hablaba con un grupo de matemáticos en el desayuno (en mi vida esto es algo común) y comentábamos el descenso de la inversión en I+D de las empresas en los últimos tiempos. Yo decía:
—Tenéis que entender que una empresa tiene el deber de proteger su existencia. Sólo si sigue existiendo podrá un día volver a sufragar proyectos de I+D. Tiene que protegerse… en ese sentido es un poco asimoviana…
Entonces he pensado que quizá las empresas, cuando dejan de portarse como personas o grupos de personas, deberían al menos portarse como robots asimovianos. Sus tres leyes serían:
Una empresa no debe dañar a un ser humano o, por su inacción, dejar que un ser humano sufra daño.
Una empresa debe obedecer las órdenes que le son dadas por un ser humano, excepto si estas órdenes entran en conflicto con la Primera Ley.
Una empresa debe proteger su propia existencia, hasta donde esta protección no entre en conflicto con la Primera o la Segunda Ley.
¿Y la ley cero (o cuarta…), dirá el primero de la clase?
Una empresa no puede hacer daño a la Humanidad o, por inacción, permitir que la Humanidad sufra daño.
Supongo que al cumplir esta última ley, las empresas y los robots serían mejores que muchos humanos.
Esta mañana he ido a renegociar comisiones al banco. Es algo que hay que hacer a menudo, porque si no, se te acomodan. Hoy le tocaba el turno a las transferencias internacionales, a la sazón 7€ cada una con esta entidad en concreto. Hay otras con las que no cuesta nada, e intentaba que me dieran… esas mismas condiciones, claro, pero con sus herramientas (que son mejores) y además para transferencias internacionales masivas. Había que probar.
En el trascurso de la negociación, hablando de que lo ideal es llevarles un taco de facturas y que lo hagan todo ellos, aunque fuera cobrando, este chico (que es un encanto) ha soltado una frase en bancolandés, el idioma de los bancos. Le he tenido que parar, para recordarla bien, porque merece la pena como ejemplo didáctico:
… porque son clientes con importantes posiciones de pasivo muy arcaicas…
Para negociar con los bancos hay que entender lo que te están diciendo. Chicos, esto en realidad quiere decir:
Son señores con mucho dinero en el banco desde hace mucho tiempo.
Y hasta hoy nuestra lección de bancolandés de hoy. El fondo del mensaje ya nos lo imaginábamos.
Soy una fan de estrenar, y nunca he entendido a los que intentan aferrarse al estado de nuevo de las cosas. Lo mejor de las cosas es usarlas. Jamás entendí a las niñas que guardaban las muñecas en las cajas, con todos sus complementos, tal y como estaban cuando les quitaron el papel de regalo (y sin rasgarlo, lo estoy viendo). Si las dejas así, todavía parecen de otro. Quizá sea algo territorial por mi parte. Y sí, también doblo las esquinas de las páginas, si el libro es mío (y es de bolsillo).
Por eso llevo un tiempo queriendo poner aquí este vídeo, del blog de Lolo.es:
Iba el otro día por la calle y tuve un pensamiento a lo Seth Godin, o a lo Hugh McLeod, no sé:
Brands are for the brandless.
Begoña Martínez, esto es, yo.
Queriendo decir: las marcas son para el que no tiene su propio estilo, hasta el punto de ser su propia marca. Son ese tipo de personas a las que no puedes regalarles la versión más famosa de la cosa que más quieren en el mundo, porque en realidad van a disfrutar más buscándola, eligiéndola, dándole vueltas a ver si encaja, considerando diversas opciones, que disfrutando el placer de que esté ya hecho. Y en cuanto ese algo encaja, no importa de qué marca fuera antes: ahora es suyo, es de su marca, y es de su estilo.
Sólo si estás en un montón necesitas hacer algo para salir de él.
En cuanto al blog, creo que quiero lo fresco de Notepad Chaos, la funcionalidad de Agregado, la limpieza de Elegant Grunge, y además que quepan las fotos y se vean.
Probablemente tenga que hacerlo yo misma.
Mientras, recordad: ¡quitad los andamios! ¡arrancad la pegatina!