La última vez que empezaron a dolerme los lados del cuello publiqué este dibujo. Dije que me sentía:
Cómo me siento: la cabeza llena de algodón. De azúcar. Derritiéndose. En llamas.
Esta vez iré al médico mucho antes (tengo cita para mañana a las 11). Mientras, ibuprofeno y demás, mon amour.
* 1. Dibujo digital hecho con la aplicación Paper by 53.
* 2. El autocorrector, troleándome.
¿Se puede tener más paciencia? ¿Cuánta? ¿Para qué? Hubo una época en la que sentía una presencia en el universo, y le hablaba. Le decía: dame paciencia. Porque no tengo. Solo mucho más tarde escuché el famoso chiste: Señor, dame paciencia… dame paciencia, porque si me das fuerza ¡lo mato!
—… de acuerdo, así quedamos. ¡Hasta luego! —cuelgo una llamada y ya hay otra esperando, lleva un rato pitándome el oído. Debe ser el mensajero de antes, que quiere que baje. —Hola, ¿cuánto tardas en bajar para recoger el paquete, como hemos dicho antes? —¡Estoy ya abajo! —Caramba, ¡qué rápida! Eres más rápida que Supermán. Bueno,
Jamás he aprendido tanto en tan poco tiempo como con este vídeo. Ved este microcorto «It’s Not About the Nail» (1 minuto y 41 segundos), está subtitulado al español: Yo siempre intento arreglarlo. Pero a veces la gente no quiere que arregles nada, quiere que escuches y punto. En ese
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