A este ritmo voy a cambiarle el nombre al blog.
Hoy, de nuevo, Pablo Mira (co-protagonista del blog y de mi vida) es noticia o al menos aparece en una noticia.
Esta vez en El País, con un artículo precioso sobre los matemáticos como (¡caramba!) seres humanos. Me ha encantado y lo recomiendo, no sólo por las razones obvias.
Y listo para disfrutar, en la aplicación de lectura de PDFs de Google:
Cómo me he enterado: esta mañana a las 5:59 mi madre me ha enviado la noticia de El País por e-mail. Nada raro: ella debía llevar levantada a esa hora unos… 59 minutos. Esa habilidad no la he heredado, me temo.
En una casa con dos niños y dos adultos, el cesto de la ropa vacío es un postulado teórico, como el infinito o el cero Kelvin: necesario, pero inalcanzable.
He fundado una SL con mi nueva socia Maria José Torrente, el martes inauguramos nuestras flamantes oficinas en el centro, tengo varias entradas a medio escribir, un viaje transoceánico por contar, un embarazo a ocho semanas de terminar, y al final lo que me empuja a publicar algo es este notición: El matemático Pablo Mira gana
No compares tu interior con el exterior de otros. Así que aparentemente, todo va estupendo, no necesito ayuda de nadie para nada, mi vida es todo glamour y jolgorio, y no. No es así.
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