Ya lo he dicho en twitter (oh, el blogueo se muerde la cola), pero ¡qué gran cinco de noviembre para recordar! Un día histórico. Si no por otra cosa, porque algo, al menos una cosa, una persona, ha cambiado. Y por el ambiente que se respira.
Si me pongo poética voy a sonar antisistema: no me hagáis caso, el mensaje debe sonar esperanzador. ¿No os dan ganas de, no sé, lanzar fuegos artificiales? Aunque luego veamos todo derrumbarse…
Dan ganas de celebrarlo yendo a V de Viñeta, pero nooo, comprar más cómics este mes nooo. Nota: El avatar es de esta colección de Smashing Magazine.
Sapir-Whorf y Granada son dos conceptos que giran en este momento por mi cabeza, a tanta velocidad como para ponerme a escribir. Mi abuela es una de las razones de que, aunque hayan girado otras cosas, no haya escrito nada este verano. Imaginad por un momento a las personas que se sientan a vuestra mesa
No soy sabia y escribo un blog: esta es mi confesión.
Es verdad, no sé todas las respuestas. Hablo sobre el mundo de la traducción y traduzco poco. Soy madre pero paso de la literatura para padres. Hablo de emprender con la cuenta bajo mínimos. Tengo ideas y aún no he muerto por ellas.
Comentarios