Y estoy animada porque he vuelto a currar, y es que tengo una especie de… podríamos llamarlo… adicción al proyecto de Matiz. Y los muy interesantes subproyectos que están por llegar. Aún no estoy al 100%, pero ya contaré más detalles cuando acabe de sacarle rendimiento a mi flamante Dragon Naturally Speaking. Mientras, deseadme suerte: yo mientras me rodeo de sietes (número de la suerte occidental) y ochos (número de la suerte oriental). Y mucho amor. (Foto: Franqui)
PD: Multimaníaco, qué melena más hermosa llevas 🙂
Es duro no poder ver lo que pinta tu pareja, más aún cuando a tu alrededor no paran de llamarlo para que muestre los cuadros, dé conferencias, o envíe fotografías. Hubo un tiempo en el que quise operarme, pero me dijeron que tendría que dejarlo todo durante diez años. Que iría de quirófano en quirófano,
El día de la nevada del 83 fue el que me mudé a Murcia por primera vez. Mi padre había conseguido trabajo (en Maristas, enseñando filosofía) y yo aún era hija única. Fue el día siguiente a su cumpleaños. Dos chavales de 25 años con una niña pequeña veían sus cuatro muebles llenarse de nieve
De pequeña conocí a dos niñas inglesas increíbles. Eran hijas de un poeta y una pintora. ¿Quién no querría aprender su idioma? ¿De dónde habían salido? Salen en las fotos de mis cumpleaños… Publicaría las fotos, ochenteras y borrosas, pero también salgo yo, con aquellas gafas y aquellos pelos. No sería justo. Hoy he llegado
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