Visto lo duro que está siendo mantener este blog al día (y es una pena, con la de cosas que están pasando) quizá hoy sea un buen día para (reintentar, abandonar, repetir) reintentar, por supuesto, escribir en este blog. Y digo hoy, porque es el Día internacional de la lengua materna, una ocasión tan buena como cualquier otra para hacer defensa de las lenguas del mundo, o de su diversidad mejor dicho.
Diréis que como traductora me interesa que haya cuanto más lenguas mejor. Sin embargo, actualmente, son muy pocas las que tienen interés económico. En la página web de Internet World Stats podéis ver el número de internautas por idioma en noviembre de 2007 (por supuesto en inglés: aquí datos más antiguos pero en español). Según estos datos, el 83,7% de los internautas hablan uno de los 10 principales idiomas, a saber:
Idiomas | Porcentaje de internautas |
Inglés | 30,1% |
Chino | 14,7% |
Español | 9,0% |
Japonés | 6,9% |
Francés | 5,1% |
Alemán | 4,9% |
Portugués | 4,0% |
Árabe | 3,7% |
Coreano | 2,7% |
Italiano | 2,6% |
Diez principales idiomas | 83,7% |
Resto de idiomas | 16,3% |
Total mundial | 100,0% |
Posible conclusión: si traduces tu página web a diez idiomas, cubres el 83,7% de los internautas.
Éste es el tipo de razonamientos que (tras muchos pasos más, por ejemplo: sólo una de cada seis personas en el mundo tiene acceso a Internet, según estos datos) lleva a que idiomas minoritarios se descuiden, puesto que sus hablantes hablan también otros idiomas y no son económicamente rentables como nichos de mercado.
Otros, sin embargo, sí que lo son. El próximo día os cuento el caso del noruego, con 5 millones de hablantes en todo el mundo, de un total de más de seis mil.
Hoy se ha publicado en el periódico La Verdad el artículo «Es la hora de los emprendedores», anunciando el encuentro LV Emprendedores (segunda edición) que tendrá lugar mañana en el Hotel Nelva a las nueve de la mañana. Las plazas están ya agotadas y se podrá seguir por Twitter con el hashtag #encuentroslv. En el
El precio de ser una oveja es el ABURRIMIENTO. El precio de ser un lobo es la SOLEDAD. Elige uno un otro con mucho cuidado. (Hugh Macleod, sale en el libro que recomendé en días anteriores, Ignore Everybody) He ahí un consejo que meditar también con cuidado: ¿hay otras opciones? (¿por favor?) Hace un tiempo
Hay pocas cosas traducidas de Tim Minchin porque por alguna razón prefiero encargarme de mis clientes que de las cosas que me apetece traducir. No sé si eso cambiará. Quizá esta noche haga que cambie un poco. Hace ya unos años, estaba yo embarazada de viaje por Europa (no es broma, lo cuento otro día),
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