En España el día de la madre es el primer domingo de mayo. No es mala excusa para poner una foto de mi niña, y felicitar a las que también seáis mamás.
El curso sigue yendo bien: pronto tendré lista la segmentación para el estudio de mercado. Además, he descubierto el blog de Traduïm, que me ha parecido muy interesante.
¿Qué más me ha animado hoy el día? Hablar con Quique Maldonado, compañero de facultad y del proyecto STU, actualmente traductor y residente en Pekín (China), gracias a las bondades de Skype (la conversación, no la residencia). Hemos estado comentando posibilidades de este nuevo proyecto… en breve publicaré más detalles. Pronto tendré listo también el formulario de envío de datos para traductores independientes (qué bonito es ser freelance).
[Si te interesa que lo tenga desde ya, puedes mandar un correo a bego (arroba) bmartinez (punto) com, con la palabra «CV» en el asunto, tu par de lenguas y si eres intérprete, traductor, corrector, diseñador… ]
2010 ha traído más de lo que me habría atrevido a soñar a estas alturas del año pasado: una nueva socia, un hijo, perder peso, unos meses de descanso de la dirección de la empresa, echar a rodar Júramelo (que antes no tenía nombre), cambiarme al Mac, hacer deporte, aprender a hacer sushi, estudiar música, escribir casi media novela, escribir con regularidad en el blog, volver a leer por placer en grandes cantidades.
Entre hoy y mañana muchos padres descubrirán las cuatro maldiciones que puede tener un juguete, a saber: voluminoso, ruidoso, pringoso y múltiples piezas. Es algo que abuelos, tíos y demás familia negarán conocer. Si tienes niños a tu cargo y alguna vez has maldecido un juguete, probablemente sea por una de las siguientes razones: Voluminoso.
Soy una fan de estrenar, y nunca he entendido a los que intentan aferrarse al estado de nuevo de las cosas. Lo mejor de las cosas es usarlas. Jamás entendí a las niñas que guardaban las muñecas en las cajas, con todos sus complementos, tal y como estaban cuando les quitaron el papel de regalo
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