Una de las cualidades fundamentales que tiene que tener un intérprete es saber escuchar. Es fundamental para el éxito de la comunicación. Parece ser que para ser periodista no hace falta, y uno puede escuchar lo que más le convenga:
(Presentador de la televisión nacional británica, Eamonn Holmes): ¿Has dicho que eres medio LESBIANA?
(Salma Hayek, explicando su exótico-no-muy-mejicano-nombre): No, te he dicho que soy medio LI-BA-NE-SA.
En este este artículo del Daily Mail le disculpan, porque «obviamente» él es de Belfast y «obviamente» Salma Hayek tiene acento mejicano. Y os diré por qué: porque los que informan son también periodistas. Si uno puede (o no) haber cometido un error (¿malintencionado? ¿sensacionalista?) los otros se han sacado un artículo de la manga gracias a él.
Sin embargo como intérpretes nadie se beneficia de nuestros errores. No tenemos publicidad gratis, y si la hay, es mala. No tenemos el beneficio de la duda, y por supuesto la excusa de los acentos nos la podemos guardar para contarle la anécdota a nuestra abuela. La primera y fundamental parte de nuestro trabajo es saber escuchar, para que nadie tenga luego que decir: uy, perdona, había entendido medio lesbiana.
Últimamente no paran de hacerme preguntas como la del título. Quizá no soy la persona más indicada, pero a falta de algo mejor, aquí os pongo el fruto de mis indagaciones y las respuestas que he ido proporcionando. Precisiones y correcciones constructivas bienvenidas. Antes de empezar y que alguien diga «todo esto es simplemente ese
Instructivo vídeo sobre: qué hacer con las manos durante una consecutiva. cómo disimular errores de comprensión cómo disimular errores de memoria. cómo dar énfasis al discurso. Feliz domingo. Vamos a ver, que es Paco León haciendo de Raquel Revuelta, claro que es broma, por favor. Nota mental: batiendo mi propio récord, esto estaba guardado en
Sapir-Whorf y Granada son dos conceptos que giran en este momento por mi cabeza, a tanta velocidad como para ponerme a escribir. Mi abuela es una de las razones de que, aunque hayan girado otras cosas, no haya escrito nada este verano. Imaginad por un momento a las personas que se sientan a vuestra mesa
Comentarios