El otro día en Madrid me duché, me puse un vestido bonito, y en el sofá de un amigo con una mantita me dispuse a leer The Casual Vacancy, el nuevo libro de J. K. Rowling, que había salido ese día. Las últimas sesenta páginas me las acabé anoche.
Es un libro muy bueno, con partes más graciosas y más trágicas. Aunque yo acabé llorando anoche igual que con Harry Potter and the Deathly Hallows, y conocía a estos personajes desde hacía mucho menos tiempo. Noto que está muy bien escrito en que anoche no podía pensar en esos personajes sino en esas personas.
Ahora estoy deseando que os lo leáis todos, porque si no ¿con quién lo voy a comentar? ¿De qué hablo sin hacer espoiler de nada? ¿De que va de un lugar muy parecido a donde yo crecí, pero en Inglaterra? ¿De que, imagínate un tema importante en la sociedad actual del primer mundo… pues sale?
Ayy. Así que hala, a leer. ¡Estáis tardando mucho!
A lo que hay encima, que es lo más interesante: libros, libros, y más libros. Llevo un tiempo queriendo escribir sobre el caótico batiburrillo curioso conjunto libros junto a los que duermo, y a veces incluso, leo. Sin embargo, van cambiando a menudo y normalmente no me parece que sean material de blog, por decirlo
Por fin, ya no estoy enferma. Y Japón… es increíble. Es como viajar al futuro, o a Marte, o al pasado, o a todo lo anterior. Por fin puedo de nuevo hablar, y menos mal. Además, lo necesitaba. Ayer cantaba Quique aquello de esta iba a ser una canción instrumental… En los quioscos del metro
Al principio no había tiempo ni espacio, pero a lo mejor durante un momentito, todo, todo lo que hay estaba en un sitio muy pequeño, como un dado del parchís.
Comentarios