¿Os acordáis de lo que dije ayer, sobre estar descansada y que las cosas fueran fáciles? Pues hoy no es uno de esos días. Estoy hecha polvo. En cualquier caso, el tema de hoy no es ése. Va dedicado al otro Quique, el que no está aquí sino allá. El tema de hoy es:
No os perdáis el vídeo: es buenísimo, quizá precisamente porque es muy simple.
Así que acercaos y enviad vosotros un email por la libertad de expresión en China pidiendo la liberación del periodista Shi Tao. Shi Tao fue encarcelado por enviar un email con instrucciones gubernamentales para periodistas
sobre cómo debían informar de los actos de conmemoración del aniversario de la matanza de la plaza de Tiananmen, exhortando a los periodistas a «nunca publicar opiniones que no fuesen acordes con las políticas oficiales» (Amnistía Internacional)
Yo ya le he enviado un email al respecto al primer ministro chino (compañero, espero que me dejen ir a visitarte después de esto). Quizá queráis enviarle una nota vosotros también. No vais a ir a la cárcel por ello.
¡Mira mamá, he copipegado y modificado ligeramente este artículo de A de Activista escrito un artículo corto con un bebé en brazos!
Pues ya estoy en el EBE, ya ha sido mi charla, y lo cuento en pasado porque voy con la lengua fuera. Me hace ilusión porque es un evento al que había venido dos veces como asistente: en 2009 y en 2012. Me temo que no hay vídeo ni ha habido streaming. Esta es la
Queer: una historia gráfica, ya está disponible. Como sabéis, este año he traducido este libro sobre la historia y corrientes del movimiento queer, que está en formato de cuasi novela gráfica. Esta es la pinta que tiene (¡ha quedado genial!): https://twitter.com/twitter/statuses/920232764099760129 ¿De qué va Queer: una historia gráfica? Como su propio nombre indica, el libro
Seré breve, porque tengo delante a Mary Jane. Sirva para decir que Mary Jane no soy yo, ni es María, es otra persona, pero este no es su nombre real, por si lo habíais dudado. Estamos al fresco en un FresCo, y tiene el siguiente dilema: Chica de 34 años, sin ataduras familiares, con hipoteca
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