Hoy era un día normal, hasta que publicaron la noticia. Se sabe desde hace bastante y ya se han hecho eco de ella en otros blogs, explicándolo bien, como en el de Manuel de León, Matemáticas y sus fronteras (30/08/2009). En Hyderabad 2010, en el Congreso Mundial de Matemáticos, habrá no cero, no uno, sino dos españoles, y uno será una, Isabel Fernández, y el otro será Pablo Mira (habitual coprotagonista de este blog). Se celebra cada 4 años desde 1897 y es el congreso, el de las medallas Fields, el equivalente al Nobel para Matemáticas.
(Nobel de matemáticas no hay, porque al parecer el Sr. Nobel se opuso con todas sus fuerzas a premiar tal cosa, y menos aún después de muerto. Una versión dice que es porque quería que sus premios fueran para avances importantes y prácticos, y él no consideraba así las matemáticas. Otra versión que circula es que a su señora sí que le gustaba mucho un matemático concreto. Seguro que alguien está mejor informado que yo en esto.)
Continúo: hoy, es portada de la sección de Comunicación de la Universidad de Sevilla (arriba), y tienen una noticia completa, cuyo titular reza:
La profesora Isabel Fernández, primera española invitada al ICM, la reunión de matemáticos donde se concede ‘su Nobel’
El diario ADN.es se hace eco de la noticia, con este fantástico titular:
¡Que alegría, nuestra Isa, con un «Nobel»!
¿O no? Por dos letras de nada…
Desde que conozco a estos chicos, no me creo ni la mitad de lo que leo en la prensa. Para que luego digan que no hacen falta periodistas (y de los buenos). Para ser periodista (y para ser traductor) hace falta, primero de todo, saber leer.
Quizá tengan razón, y Hernán Casciari sea histórico.
Si quieres ser traductor jurado, me refiero. Oficialmente, intérprete jurado del Ministerio de Exteriores. El lunes pasado no, el anterior, salió en el BOE la convocatoria para este año de las pruebas del Ministerio para aquellas personas que quieran serlo y reúnan los requisitos exigidos, a saber, que [Sean] mayores de edad. [Posean] el título
Alguien le gasta una broma pseudo-estúpida a Quique por la calle, cosa que nunca comprenderé. Pablo me mira con cara de «¿tú te has enterado de qué acaba de pasar?» y nuestra telepatía falla por un momento, con lo que me tengo que conformar con expresar mis pensamientos con palabras y delante de los niños.
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