Este domingo es Pentecostés, le comentaba hace un rato a mi compañera María.
—¿Y por qué es eso relevante? —me contestaba ella.
—Porque en cualquier momento puede abrirse una ventana, y a través de ella pueden entrar grandes lenguas de fuego, posarse sobre nuestras cabezas, y darnos la capacidad de hablar todas las lenguas del mundo.
—Deberías escribir sobre eso.
—Sí, y podría decir: «y mientras esperáis este feliz momento, en Matiz proporcionamos un servicio muy parecido».
Fuera de bromas, el fenómeno bíblico que forma parte de Pentecostés se llama xenoglosia. Aunque un fenómeno parecido (sin las lenguas de fuego, claro) está documentado en tiempos actuales, aún no se ha probado científicamente que el idioma en el que parece que hablan lo sea en realidad. Esto se suele deber a que en ese momento no hay presente un hablante nativo del supuesto idioma:
—Sí, sí, y se puso a hablar en en bengalí coloquial.
—No, era más bien afrikaans culto.
—Estoy parcialmente de acuerdo contigo, pero yo diría que era más bien neerlandés.
A menudo me encuentro con personas que parecen creer esta hermosa historia. Sin embargo, no comprenden lo milagroso del asunto: en su mente, todos los idiomas se aprenden instantáneamente y sin esfuerzo, se diría que también gracias al Espíritu Santo. Por desgracia, salvo intervención divina directa, no es así, y normalmente es necesaria una inversión en esfuerzo y tiempo que puede durar entre cinco y diez años por idioma. Esto por supuesto varía dependiendo de varios factores por nombrar algunos:
[Más fotos chulas de fuego, como la de arriba de Darbchapster, pero de otros autores]
El descubrimiento del día, aparte de que por fin consigo dedicar unos minutos a mi maltrecho blog, es este otro blog: Switch Off and Let’s Go Es un blog sobre errores en la traducción de películas, y no sólo tiene muy buena pinta, sino que además está bien escrito. ¡Suerte, y que sigáis así!
Prácticas de intimidad, originalmente cargada por Bego*. Estoy lesionada, y considerando comprar el Dragon Naturally Speaking, un programa de reconocimiento de voz. En la página de compra, encuentro esta traducción divertida de «Privacy policy». ¿Qué prácticas serán? ¿Con qué nivel de intimidad? — «Intimacy practices» is quite a nice translation for «Privacy policy», don’t you
El precio de ser una oveja es el ABURRIMIENTO. El precio de ser un lobo es la SOLEDAD. Elige uno un otro con mucho cuidado. (Hugh Macleod, sale en el libro que recomendé en días anteriores, Ignore Everybody) He ahí un consejo que meditar también con cuidado: ¿hay otras opciones? (¿por favor?) Hace un tiempo
Comentarios